Blog de Willy Mckey

Un análisis del discurso de Julio Borges como nuevo Presidente de la AN; por Willy McKey

Por Willy McKey | 5 de enero, 2017
Fotografía de la Asamblea Nacional

Fotografía de la Asamblea Nacional

El jueves 5 de enero la Asamblea Nacional de Venezuela instaló el período de sesiones correspondiente al año 2017, justo el día después de que Nicolás Maduro anunciara un cambio en su gabinete ministerial que sacó de sus curules a algunos diputados electos en la elección del 6 de diciembre de 2015, la más importante derrota electoral del oficialismo en 18 años.

Con Henry Ramos Allup como director del debate y la diputada Marialbert Barrios como Secretaria Accidental, Julio Borges fue electo por los diputados de su bancada como nuevo Presidente de la Asamblea Nacional. Asume este cargo en un contexto cuya característica principal es el conflicto entre el Poder Legislativo y el Poder Judicial, incluyendo el hecho de que hasta los diputados que representan al oficialismo considera que se encuentran en desacato, según una sentencia emanada por la Sala Constitucional.

Fue relevante que justo antes de que Borges empezara su discurso, el Ejecutivo Nacional lanzó una cadena de radio y televisión que impidió que la instalación del nuevo período de sesiones se transmitiera en señal abierta.

¿Qué fue lo que dijo Julio Borges en su discurso? ¿Por qué lo dijo? ¿Cuál podría ser el elemento diferenciador de su gestión? ¿Qué cosas dejó por fuera? Aquí una aproximación a esas preguntas, apenas a minutos de transmitido el discurso.

1. ¿Qué fue lo que dijo?

Si bien una buena parte del mensaje tuvo como destinatario a Nicolás Maduro y otra se enfocó en hablarle al sector militar como pocas veces lo había atrevido un líder opositor, después de revisar las reacciones inmediatas que ahora se ponen en evidencia gracias a las redes sociales, el momento del discurso que se convirtió en epicentro de las palabras de Julio Borges fue cuando dijo que:

“La Asamblea Nacional abre las puertas para que en Venezuela haya elecciones generales en todos los niveles y ramas del Poder Público. Gobernadores, alcaldes, Presidente de la República y, ¿por qué no?, la Asamblea Nacional. ¡Que sea el pueblo el que decida!”

Es importante subrayar ese compromiso expuesto en el discurso de Borges porque opera desde un lugar que había sido ocupado durante mucho tiempo por el oficialismo: la certeza de tener el voto popular a su favor. Y por eso Borges les recuerda que éste será un año electoral. Es evidente, en especial para su militancia, que los años de gobierno de Nicolás Maduro han desteñido aquel argumento del Chávez invicto capaz de generar condiciones para ir a elecciones cada vez que quería, incluido un referendo revocatorio solicitado por la oposición de 2004.

La reactivación del proceso del juicio por responsabilidad política a Nicolás Maduro y fijar la reivindicación de la pelea legislativa saboteada por el TSJ que dieron los diputados durante 2016 fueron marcas de respeto a la continuidad de los proyectos, pero aquí la mayoría de los cartuchos estaba puesta en otra cosa. Hablar desde una Asamblea Nacional electa hace un año, a pesar de lo sucedido con los tres diputados de Amazonas, le permite a Borges evidenciar el severo riesgo que significaría para el PSUV someterse a cualquier versión de los procesos electorales por venir.

De modo que la propuesta de unas elecciones generales (en las cuales la oposición estaría dispuesta incluso a repetir las elecciones legislativas) sería la principal candidata para titulares y resúmenes. Eso en caso de que no sea el tema militar lo que se imponga en la agenda de los analistas, antes por morbo que por su peso semántico en el discurso.

2. ¿Cómo lo dijo?

Fue importante el peso que tuvieron los referentes históricos en el discurso de Borges, sobre todo porque fueron el pivote que le permitió abordar temas espinosos a partir de elementos retóricos interesantes.

Quizás el ejemplo más claro estuvo en recordar las transformaciones agenciadas por militares históricos como Juan Crisóstomo Falcón después de la Guerra Federal o Eleazar López Contreras tras la muerte del dictador Juan Vicente Gómez. Luego de dar estos dos ejemplos, parecía una falla no mencionar a Wolfgang Larrazábal. Sin embargo, el momento en el cual se refirió a los sucesos de 1958 y el fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez tuvo una nueva carga narrativa. Casi se podría decir que sorpresiva.

La audiencia política venezolana está acostumbrada a que los hechos recordados se limiten al 23 de Enero y a todo el imaginario fundacional de la democracia. Y aquí la variable: antes que la revuelta popular de 1958 —y quizás para aprovechar el número redondo, a sesenta años del hecho—, Borges prefirió recordar el plebiscito de 1957 que Marco Pérez Jiménez manipuló:

“Cuentan que ya no se trataba de tendencias políticas. Era un país entero, incluyendo a los militares honestos, decidido a recuperar el derecho a elegir su futuro”

Al revivir ese episodio histórico, pero desde una nueva percepción narrativa, cualquier espectador atento podría traducir el escenario al presente de la Mesa de la Unidad Democrática, a su eficacia electoral y a las dificultades que siempre aparecen a la hora de la articulación política.

En un giro retórico, apoyando sus argumentos en la historia contemporánea y los días que siguieron a aquel fraude, el discurso de Julio Borges planteó el escenario de 1957 como un mapa posible del territorio político del presente, posicionando una idea importante para que juegue a su favor: explicar que no fue ni la revuelta popular ni la rebelión militar lo que conquistó la democracia, sino la unión de fuerzas civiles y políticas de distintas tendencias que llevaron a cabo unas elecciones presidenciales. Y esta idea calza a la perfección con el eje político del discurso, porque le afirma a quien lo escucha que ya en otras oportunidades de nuestra historia común ha sido necesario rescatar el derecho a elegir y que aquellas metas (y las transiciones) se han podido conquistar mediante el accionar político.

3. ¿A quién se lo dijo?

El discurso apelativo tiene una fuerza que resulta muy eficaz cuando se administra con sensatez. Una de las marcas más claras de este discurso fue la singularización del destinatario de cada una de las críticas dirigidas al gobierno: Nicolás Maduro.

Y la temperatura que adquirieron estos momentos apelativos fue sintomática.

Haber comparado sus años de gobierno con una maldición fue una idea poderosa que pasó desapercibida para los presentes, pero calza a la perfección con la percepción que tienen los ciudadanos de la caída en la calidad de vida durante estos tres años. No debemos olvidar que justo el día anterior el propio Nicolás Maduro se había referido a Julio Borges —también con intención apelativa—, adelantándose a algunos de los anuncios posibles con la pretensión (ya antes lograda) de posicionar una versión oficialista de aquello que Borges pudiera anunciar:

“Dicen que tienen la intención de nombrar a mi otro amigo, Julio Andrés Borges, presidente de la Asamblea Nacional. […] Julio Borges se comprometió de palabra conmigo a acatar al Tribunal Supremo de Justicia y, en segundo lugar, a participar en todas las iniciativas de diálogo. […] Mañana habrá un debate interesante en el hemiciclo de la Asamblea Nacional. […] Por el camino que van, van rumbo a la autodisolución y a la convocatoria a nuevas elecciones. No lo propongo yo: sólo es una realidad”

Con este ejercicio retórico, Nicolás Maduro intenta que una propuesta que ya había resonado en la aparentemente extinta Mesa de Diálogo parezca producto de un análisis emitido desde sus filas. Esto con la intención de vulnerar la posible (y ahora confirmada) propuesta de unas elecciones generales. Por lo tanto, después de este discurso de instalación, es responsabilidad de la bancada opositora posicionar el proceso como un rescate del derecho a elegir pues el oficialismo ya ha empezado a sembrar en la opinión pública la idea de una autodisolución.

bot_monitor_10_frases_julio_borges_64060-1

Sin embargo, hay otra razón estratégica para que Nicolás Maduro sea un destinatario singular de cada acusación: al estar a punto de iniciar un proceso de juicio de responsabilidad política en su contra, esta fórmula permite capitalizar parte del descontento y las decepciones que haya dentro de la propia militancia del PSUV e incluso conectar (aunque solapadamente) con el posible antimadurismo que haya dentro de la misma bancada oficialista.

El otro destinatario destacado en el discurso de Borges fue el sector militar. Pero en este caso la pregunta no es a quién se dirigía sino por qué hacerlo así y ahora.

4. ¿Por qué lo dijo?

En la historia democrática latinoamericana existe una máxima: los militares son los garantes de la soberanía y la Constitución, pero esa soberanía y esa Constitución están amparadas en el voto popular. De modo que, en un discurso que pretende recuperar la confianza del pueblo en el derecho a elegir y la posibilidad de recuperarlo durante este año electoral, apelar a los militares era un ítem inevitable.

Y para eso también prefirió la fórmula retórica apelativa y las referencias históricas utilizadas como pivotes argumentativos, pues la verosimilitud que hay en los hechos que cuenta la historia oficial pocas veces tienen baches en la credibilidad discursiva.

Al referir la historia militar venezolana, el discurso explora un amplio espectro que va desde los años de la Independencia hasta la misma fundación del chavismo. Y de alguna manera pretende colar, antes que en los cuarteles, en una estructura de poder donde los militares hoy ocupan muchos espacios decisivos.

Además, decir en la Asamblea Nacional que “permanecer en actitud complaciente frente a la tiranía es negar su historia y su razón de ser” el mensaje también funciona como una suerte de escapulario contra posibles ataques que pudieran tildar de colaboracionista a las nuevas autoridades de la Cámara, después de la alocución de Nicolás Maduro que ya ha sido citada, advirtiendo cualquier ataque posible que se llevara adelante durante la cadena de radio y televisión que impidió ver y oír el discurso por señal abierta, y a 24 horas después de reordenar su gabinete ejecutivo.

5. ¿Qué fue lo que no se dijo?

Este discurso inaugural fue más cauteloso que el anterior, al menos en cuanto a las expectativas que puede generar una Asamblea Nacional que asume un nuevo período de sesiones en un contexto político como éste.

En conocimiento de que buena parte del electorado que los votó en 2015 sigue decepcionado por la frustración de las vías del Referendo Revocatorio y la Mesa de Diálogo, el objetivo de devolver la fe en el voto puede explicar que esas dificultades estructurales que enfrentó la Mesa de la Unidad Democrática durante 2016 no hayan sido abordadas durante el discurso.

Tampoco se hizo referencia durante el discurso al actual estatus de los tres diputados de Amazonas ni al proceso de ratificación en el cargo de las rectoras del CNE que hizo el Tribunal Supremo de Justicia, saltando el proceso constitucional que dicta que esos cargos sean nombrados desde el Poder Legislativo.

6. ¿Por qué no se dijo?

Si se hace un repaso de los cargos ejercidos por representantes del partido Primero Justicia durante las últimas dos décadas, la Presidencia de la Asamblea Nacional es el puesto más importante que ha ocupado alguno de sus militantes.

Al suceder a un representante de un partido como Acción Democrática, quizás el ejercicio de los detalles del contexto pierden relevancia ante la necesidad de demostrar, con un mismo discurso, que se dará a la continuidad a las iniciativas de la alternativa democrática, pero con un redireccionamiento producto del contexto.

Mantener centrado el discurso en articular la reactivación del juicio de responsabilidad política contra Nicolás Maduro con una estrategia que conduzca hacia unas elecciones generales requería una argumentación que permitiera ver unas posibilidades de cambio del gobierno nacional distintas, sin correr con el costo político de la frustración que todavía se mantiene latente y que puede resultar un lastre durante un año que ya tiene determinado un calendario electoral.

Ésta también puede ser la razón para que no se haya hecho referencia a que el Ejecutivo Nacional tomó la decisión de lanzar una cadena de radio y televisión durante el discurso. Sin embargo, esta decisión sin duda enloda todavía más la reputación de Nicolás Maduro y la pretendida defensa del manejo de los espacios de expresión por parte del gobierno.

7. ¿Qué queda por ver?

De acuerdo con las expectativas generadas por el discurso de instalación de Julio Borges, este año legislativo tendrá un impulso en rescatar el derecho a elegir, enmarcado dentro de una lucha política y social a partir de los proyectos de leyes heredados de la gestión anterior, que aparentemente serán retomados, a pesar de los obstáculos que ha puesto el TSJ.

Sin embargo, hay un factor que puede resultar relevante en 2017: la propuesta de sesionar en los espacios donde “la gente está sufriendo”. Este nuevo lugar de enunciación de la legislatura propuesto durante este discurso comprometería la posibilidad de defender un modelo político cuyo fracaso se refleja, precisamente, en esos espacios donde ahora pretenden ir a sesionar.

Si Borges logra que éste sea el elemento diferenciador de su gestión, frente al escenario de conflicto entre poderes que caracterizó al 2016, y aprovecha el despliegue operativo de su partido y lo enriquece con la coalición unitaria, el ejercicio parlamentario en hospitales, mercados, escuelas, cárceles, fábricas y comunidades vulnerables resultaría muy útil para poner en evidencia la incapacidad del Ejecutivo Nacional. Y, sobre todo, confrontaría a los diputados del PSUV con una realidad distinta a la expuesta en sus discursos, una estrategia contundente en el caso de que se consiga ir a elecciones.

♦♦♦

linea-de-tiempo

Willy McKey  Parte del equipo editorial de Prodavinci. Poeta, escritor, docente y editor de no-ficción y nuevo periodismo. Especialista en semiología política y conceptualización creativa. Puedes leer más textos de Willy McKey en Prodavinci aquí y seguirlo en twitter en @willymckey Haga click acá para visitar su web personal.

Comentarios (12)

Cristian Uzcátegui
5 de enero, 2017

Willy siempre pondero en positivo tus artículos, sobre todo cuando estos refieren al análisis de discurso. En esta ocasión me pareció que invertiste mucho esfuerzo en tratar de interpretar una retórica muy desgastada por su ineficiente conexión con el mundo de los hechos. Creo que Borges tiene en frente un reto más complejo del que asumiera en su momento Henry Ramos ya que el fracaso político de la MUD durante el 2016, ensombreció indebidamente la imagen de la AN y por consiguiente su legitima utilidad como poder del Estado, electo popularmente. Yo me mantengo más escéptico ante lo visto, prefiero que la coherencia de las acciones políticas rindan frutos positivos para el país, vivimos momentos en que la palabra empeñada por un político tiene el mismo o menos valor que nuestra golpeada moneda.

Elecciones generales de todos los poderes electos popularmente? Juicio Político por abandono de cargo? Todavía siguen con lo mismo? Hay que asentar los pies sobre la tierra. No más mentiras…

Dra. Yraima Pabon
5 de enero, 2017

Tambien dijo que en los proximos dias declararian el Abandono del cargo del Ciudadano Nicolas Maduro, tremenda irresponsabilidada, debe ser que sus seguidores son idiotas y le creen tremenda babosada.

Carlos Molinatti
5 de enero, 2017

Un hecho importante enunciado, aunque no dijo de que manera, es el párrafo donde deja claro que este trabajo debe ser acompañado por el ciudadano si se desea tener éxito! La AN sólo tiene una forma de hacer valer sus decisiones y es con la gente movilizada en la calle con objetivos precisos, de otra manera, el discurso como la acción dejarán de tener algún tipo de consistencia! La gente espera un discurso osado y actividades tendientes a socavar las estructuras de la dictadura con lo cual se darían las elecciones generales!

David Torrealba
5 de enero, 2017

Interesante y atinado análisis, coincido en gran parte, considere que JB presentaría un discurso efervescente y virulento, creo que fue habilidoso y prudente. El Camino es ELECCIONES GENERALES.

nelson briceno
5 de enero, 2017

He seguido muy de cerca los ultimos acontecimientos politicos que han surgido en nuestro pais y todos absolutamente todos se van a lograr exitosamente mientras que nos mantengamos unidos, por eso la unidad es la madre para sacar esta dictadura que tanto daño nos ha hecho.

Güili Madry
5 de enero, 2017

“2. ¿Cómo lo dijo? Fue importante el peso que tuvieron los referentes históricos” —A propósito de referentes históricos hay un “diálogo” entre el ex presidente Rafael Caldera q.e.p.d. y el presidente Carlos Andrés Pérez q.e.p.d.: Palabras más palabras menos el ex presidente Caldera dijo: Sr. Presidente, por favor, revise con sus técnicos esas políticas económicas, que si bien es cierto aplicarlas a otros países pudieran dar buenos resultados, aplicarlas al nuestro sería pedirle al pueblo que se siga inmolando.— —No recuerdo lo que dijo el presidente Pérez, pero si “recuerdo perfectamente lo que no dijo”: (palabra más palabra menos) me sabe a casabe.

Cecilio Figueras
5 de enero, 2017

Excelente analisis del Sr. Willy Mckey; muy completo y complementado según su criterio. Particularmente considero muy acertado el discurso de Julio Borges y con la fuerza, serenidad y firmeza que el momento requiere. La democracia retornará a nuestra sociedad con la actuación positiva y en sinergia con los demas sectores integrantes de este bello país. Siempre solo los demócratas piensan de esta manera y forma de resolver los problemas nacionales en búsqueda de una vida digna para todos.

Alonso Lizaraz
5 de enero, 2017

Felicito la ecuanimidad de Julio Borges, pero no son tiempos para eso. Con su designación el chavismo brinca en una pata de la alegría, tanto que no creo que vaya a ser falta disolver la AN, que de por sí ya nació nula. Julio Borges habla de elecciones, el chavismo se radicaliza en nombre de un socialismo que no esta en la constitución pero que la practica abiertamnente, mientras, Julio Borges ni la Mud o sea como se llame esta “oposición” no confronta al socialismo como ideología históricamente enemiga del venezolanismo. Se hace necesario y urgente un Nuevo Orden en el país.

Prof. Jesús Conde
6 de enero, 2017

Estimados foristas: Soy de la opinión el diputado Borges supero ampliamente mis expectativas durante su discurso. Tenia el “enorme reto” de tratar de mantenerse a la altura de su predecesor quien es un hombre política e intelectualmente muy capacitado. La política se basa en el debate de las ideas y eso fue lo que hizo magistralmente durante su discurso sin dejar por fuera ninguno de los aspectos relevantes que padecemos los venezolanos en la actualidad, dejando ademas en evidencia la complicidad en la cual incurrirían las FAN de mantenerse al margen de la constitución respaldando un régimen abiertamente autoritario. Opino al igual que usted, que de llevar la asamblea a sesionar donde esta el núcleo de los problemas diarios que enfrenta el venezolano de a pie, pondría en evidencia clara y contundente la incapacidad y maldad que lleva en sus entrañas este gobierno ya decadente. Los venezolanos TODOS, estamos ante una gran disyuntiva:LUCHAMOS UNIDOS O COLAPSAMOS ANTE ESTE COMUNISMO!!!

Carlos Rodriguez
6 de enero, 2017

Compañeros comentaristas nos necesitamos todos. Esta no es una competencia para determinar quién es más acertado. Se trata de que los políticos hagan política y generen las condiciones para activar la protesta. Pongan un número de diputados y políticos profesionales activos (10 mil, un poco más, un poco menos). ¿Cuántos somos los descontentos ¿( 6, 7, 8 millones ). Parece que la mayoría no está haciendo la tarea bien. Muchos todavía no muestran solidaridad con sus compatriotas en aprietos (no han cambiado), no activan la lucha. Les recuerdo que el Paro Cívico de 12 horas fracasó (porque nosotros NO cumplimos). “La culpa es de los otros”, no así no es. Wiily hace sus artículos, Julio hace sus discursos, nosotros debemos ser solidarios con ese pueblo que pasa tanto trabajo diariamente. Explicar a quien no comprende esta dura realidad. Debemos aprovechar cada condición generada, llámese; juicio, convocatoria a elecciones, cambio de autoridades, como una razón para propiciar la movilización continua. Las dictaduras se derrotan con acciones.

Estelio Mario Pedreañez
6 de enero, 2017

Amiga Yraima Pabon: Venezuela tiene una Historia Politica que pudo ser la inspiracion de grandes escritores y dramaturgos, como Ionesco con su Teatro del Absurdo y Kafka con sus grandes obras: “El Proceso”, “La Metamorfosis” y “Un Artista del Hambre”. En resumen, el sentido de la realidad y el pensamiento logico parace estar ausentes de muchos de los “politicos” venezolanos, esto explicaria que un “Jefe de la Oposicion” al cuestionarse publicamente la nacionalidad venezolana del actual Presidente de la Republica dijera que ese tema era “irrelevante” (me entere que dicho “politico” era tambien era, fue o es directivo de una asociacion de propietarios de equipos de beisbol profesional, que siempre recibe dolares, no se si preferenciales o no, para contratar a los beisbolistas extranjeros, extraña prioridad cuando faltan dolares para medicinas y alimentos), y explicaria esa torpe tesis de “Abandono del Cargo” cuando publicamente esta ejerciendo la Presidencia, dictando decretos, etc

Eduardo
7 de enero, 2017

Willy: Siempre con lecturas de esa letra pequeña que pocos leen, la psicología política, la sociología…un prisma que refracta el lenguaje como pocos vidrios logran. Por favor, sigue ocupando ese espacio para dejar ver a tanto ciego!

Envíenos su comentario

Política de comentarios

Usted es el único responsable del comentario que realice en esta página. No se permitirán comentarios que contengan ofensas, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o con contenido discriminatorio. Tampoco se permitirán comentarios que no estén relacionados con el tema del artículo. La intención de Prodavinci es promover el diálogo constructivo.