Blog de Angel Alayón

‘The big short’: ¿quiénes pueden prevenir las catástrofes económicas?; por Ángel Alayón

Por Angel Alayón | 24 de febrero, 2016

The big short' ¿quiénes pueden prevenir las catástrofes económicas; por Ángel Alayón

La crisis de la hipotecas subprime en Estados Unidos, en 2008, arrastró a la pobreza instantánea a millones de ciudadanos y sumió a la economía mundial en una recesión de la cual no fue fácil salir. Y todas las crisis económicas son como esas olas grandes, capaces de ahogar a los desprevenidos que nunca llegan a enterarse de qué fue eso que los arrolló.

Las innovaciones financieras han estimulado el consumo, la inversión y el desarrollo económicos y un país que no sepa aprovecharse de ellas siempre estará rezagado. Pero ni vender humo es finanzas ni estafar es hacer negocios.

La industria estadounidense de las hipotecas subprime se construyó sobre una ficción convenientemente soportada por muchas instituciones que se beneficiaban de una fuente de riqueza que parecía no tener final: los directivos de los bancos no hacían muchas preguntas sobre lo que estaba detrás de esa máquina de dinero, las calificadoras de riesgo no veían las amenazas subyacentes detrás de sus honorarios, las firmas de contadores cerraban los ojos (y abrían sus manos a discreción), los reguladores sólo leían los titulares que ofrecían esas buenas noticias que ocultaban las noticias verdaderas y muchos sólo aspiraban a ser, algún día, parte de los felices regulados.

Estos-serán-los-ganadores-del-Oscar-según-FiveThirtyEight-320Hasta que, en algún lugar de Estados Unidos, alguien dejó de pagar su hipoteca ante el incremento de la tasa de interés y pronto fueron miles los que entraron en mora. El colapso de la economía fue inevitable.

Michael Lewis, en su libro The big short (2010), narró con maestría el desmoronamiento de los mercados financieros en la crisis del 2008. Lo hizo desde la perspectiva de un pequeño grupo de banqueros que supieron leer a tiempo la evidencia que muchos se negaban a ver: que todo estaba por venirse abajo, que no hay forma de construir sobre el barro sin terminar hundido.

Advertir que venía la ola no sólo les evitó el dolor de ser arrollados: también les permitió beneficiarse de actuar a contracorriente de esos que continuaban embriagados con un presente que no podía continuar. La economía siempre regresa a su cauce.

El libro de Lewis es ahora una película. Su director, Adam McKay, logró una película que combina el inevitable drama que subyace a todo engaño masivo, un humor hiriente y reflexivo y una pedagogía que se aleja de la condescendencia, algo que será agradecido por quienes no dominan el lenguaje que pretende oscurecer el entendimiento del mundo de las finanzas.

La historia de Lewis y la versión de Mckay muestra que las olas solo pueden ser vistas por quienes estén dispuestos a mirar. Y que alguien debe bajarle el volumen a la música cuando no hay razones para festejar.

Angel Alayón es economista. Puedes leer más textos de Angel en Prodavinci aquí y seguirlo en twitter en @angelalayon

Comentarios (9)

Davilo
24 de febrero, 2016

Después de ver The Big Short en el cine, por una casualidad obligada, despertó en mi una gran curiosidad por el mundo de la economía y financiero. Tanto así que adquirí un libro de economía básica. La película es muy buena y está presentada de forma tal que cualquiera la puede entender. Ciertamente luego de verla te deja un sentimiento de rencor en contra el sistema financiero mundial y sobre todo contra Wall Street. Pero películas como ésta son necesarias para darle una muestra al mundo de la verdadera realidad. Son un golpe a la ignorancia. Espero algún día poder adquirir el libro de Michael Lewis (cosa casi imposible en Venezuela) pero esta película la tengo guardada como un tutorial entretenido de economía. Por cierto ya la he visto 5 veces.

Carlos
24 de febrero, 2016

Hola Davilo, donde se consigue esta película? (seguro como estoy que no vendrá a Venezuela, como no vino “Lincoln” de Spielberg, ni las de Michael Moore, ni “The hateful 8” de Tarantino.

Rafael Vivas
24 de febrero, 2016

Tuve ocasion de leer el libro cuando salio , Lewis es un narrador de talento y sus relatos siempre llenos de observaciones agudas y memorables . El mensaje basico es que los que se dedican profesionalmente a una actividad con el tiempo se transforman en rebanos que se ofuscan colectivamente en un delirio que los pierde . Escapan de este delirio los que se empecinan en ver las cosas con total independencia de criterio . Uno de los heroes es un medico aquejado de asperger que abandona su profesion por vivir aislado entre pantallas llenas de columnas de cifras cuyo analisis vende a una pequena cartera de clients y ve lo que va a pasar. Ojala la pelicula sea fiel al libro que es extraordinario …

Elisabeth Roosen
24 de febrero, 2016

Hola Carlos ! Disculpa que me entrometa pero es para decirte que la película la están pasando,al menos, en el Trasnocho Cultural (Paseo las Mercedes) Angel, ¿por qué no escribes un artículo sobre la crisis mundial actual? ¿En qué se puede invertir en las actuales circunstancias? (China, petróleo, Putin, Siria, refugiados, etc. etc.)

Julio Bethelmy
25 de febrero, 2016

Las consecuencias de la gran recesión aun se están viviendo, Europa no logra crecer a buen ritmo, los niveles de endeudamiento en Europa siguen siendo altos y algunos bancos aun tienen problemas después de las perdidas masivas en créditos impagados y por la perdida de valor de activos inmobiliarios en Europa. En China se esta observando la reducción del ritmo de crecimiento, en parte por el bajo consumo Europeo, el alto nivel de endeudamiento debido al crédito fácil que se uso allí para evitar que la economía decreciera durante la recesión mundial y esa reducción del decrecimiento de China puede llevar a una nueva recesión Mundial. Debido a que Alemania y otros países exportadores de Asia tienen como principal cliente a China y vemos como reducen su crecimiento debido a que esta crece menos. También la bajada brusca del precio del petroleo se debe en buena medida a la menor demanda de China.

Freddy Nieto
25 de febrero, 2016

Me contenta leer que las finanzas despiertan pasión. Muchas de estas películas hacen creer a la gente que Wall Street es un grupo de canallas y malvados, nada más alejado de la realidad. Es donde se propician negocios que crean empleos, que crean riqueza, que crean valor, que hacen grandes países. Siempre habrán oportunidades que algunos captan, irse en corto en finanzas no es nada ilegal, todos los días se hacen negocios en corto y en largo, todo depende de si esperas que el mercado baje o suba. Estoy a la orden, soy Magister de Finanzas del IESA

Per Kurowski
25 de febrero, 2016

¡Que no! Esa película ignora lo más importante.

Los reguladores bancarios permitieron a la banca mantener muchísimo menos capital contra activos calificados AAA que contra activos mas riesgosos o sin calificación crediticia.

Eso significo que los bancos podían apalancar su capital muchísimo más con activos calificados AAA que con activos mas riesgosos o sin calificación crediticia.

Por lo que los bancos podían obtener rendimientos de capital esperados ajustados por riesgo muchísimo mayores con activos calificados AAA que con activos mas riesgosos o sin calificación crediticia.

Y con lo cual todos se volvieron locos.

En Enero de 2003, en una carta publicada en el Financial Times escribí: “Todos saben que tarde o temprano, las calificaciones otorgadas por las calificadoras de crédito, son solo una nueva generación de errores sistémicos, listos a ser propagados con velocidades modernas. Amigos, tal como es, el mundo ya resulta lo suficientemente difícil”

Diógenes Decambrí.-
25 de febrero, 2016

Lo más irresponsable de la burbuja inmobiliaria que produjo crisis en las naciones más poderosas del planeta, no sólo EEUU, fue la insólita respuesta de gobiernos que reinyectaron miles de millones al sistema financiero de sus países, no para ayudar a las víctimas de la burbuja, sino a quienes habían hecho grandes negocios, y ahora podían repartirse este jugoso obsequio (los máximos gerentes cobraron hasta el último céntimo de sus muy elevados bonos anuales, en medio de la crisis que dejó sin hogar a cientos de miles). China fue importante comprador de petróleo y materias primas hasta que -hace relativamente poco- sufrió su propio infarto financiero, que incluyó la desaparición de 30.000 $M que el régimen debió reponer a su Wall Street para evitar males mayores y pánico. Con corrupción y gastos excesivos en mundial de fútbol y Olimpíada, Brasil también se frena, el Rublo y las reservas rusas caen, y se deshace el hechizo del grupo BRICS, era más la bulla que la cabuya.

José E. Espinoza Dávila p
28 de febrero, 2016

No sé si sienta pena o no; no he leído el libro de Mr. Lewis, lo más probable es que no lo lea jamás, tampoco soy crítico de cine, Dios me libre de eso, estoy de acuerdo en que creo que el tema es de interés pero vi la película y no me gustó, entre Spotlight, Trumbo y the Big Short basadas en hechos reales la peor para mi es esta última. Si para disfrutarla como entretenimiento tengo que estudiar Economía, consultar a un egresado del IESA y demás hierbas aromáticas mejor paso y gano.

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