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Teodoro universal: el interín de un premio internacional; por Víctor Suárez

Por Víctor Suárez | 7 de mayo, 2015

Teodoro universal  (El interín de un premio internacional); por Víctor Suárez 640B

MADRID. “Es que cuando vaya el 17 de mayo a Caracas no voy a pelear con nadie, yo quiero conversar con Teodoro, mi amigo de muchos años, de quien voy hablar esta noche”. Felipe González, ex premier de España durante más de un década, referente de la socialdemocracia europea, habla en la previa con Humberto Mendoza D´ Paola y con Xabier Coscojuela, enviados especiales del diario venezolano Tal Cual al acto de entrega de los premios Ortega y Gasset que fueron otorgados la noche del miércoles 6 de mayo en un repleto auditórium de Caixa Forum en el Paseo del Prado en Madrid. El jueves en la mañana, en el hotel Wellington el trío se volvió a reunir (hora y media de desayuno con diamantes). Quería que lo pusieran al tanto, “con precisión”, de lo que ocurre en Venezuela con respecto a la libertad de expresión y sobre la deriva autoritaria del régimen venezolano. En verdad, no le hacía mucha falta, está bien informado de la situación, pero quería más.

Las palabras de Felipe González al recibir el premio en nombre de Teodoro Petkoff, fueron sumamente emotivas. Y también las del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.

“Este desayuno no me lo voy a perder”, me había dicho al filo de la tercera vinada Concejo vallisoletana Mendoza D´Paola, viejo amigo a quien no veía en 30 años, cuando juntos asistimos en Moscú en julio de 1985 al Festival Mundial de la Juventud y gozamos una bola.

Durante el cóctel de relax, el ganador del premio al periodismo digital, Gerardo Reyes, colombiano que trabaja con la principal cadena hispana de Estados Unidos Univisión, pregunta en rueda de galardonados: ¿A quién se le ocurrió que Felipe recogiera el premio de ustedes?

Pido la palabra. Esto comienza así, digo, y todos callan. Planteo una locura al escritor venezolano, residente en Bogotá, el panal Ibsen Martínez. Le cuento que quiero hacer una “cadena nacional”, es decir, un contragolpe de medios. Es decir, que encadenemos a muchos sitios web para transmitir el acto desde Madrid. Es decir, que volvamos locos a las salas situacionales del gobierno de Maduro. Es decir, que hagas Ibsen un alto en tus tareas en la Feria del Libro de Bogotá, y en las tramas de tus telenovelas, para que ayudemos a enseñarle al mundo lo que Teodoro ha sido y es todos los días, que hagamos diapasón de este premio tan prestigioso…

Y nos ponemos en marcha. Ibsen le cuenta al consejo de dirección de Tal Cual lo que hay, y asoma la posibilidad de que Felipe González recoja el premio en nombre de Petkoff. Teodoro, que no se taima ni un segundo a sus 83 años, pronuncia “Eureka, eso es”. Ocho mil kilómetros al este del planeta los directores del diario español El País, que maneja el premio Ortega y Gasset, Antonio Caño a la cabeza, al escuchar la proposición repiten la misma frase. Eureka, eso es.

Buscan a Felipe, tenían comprometido a Vargas Llosa para la sesión panegírica, habían convocado a las 6 30 de la tarde para el ensayo del acto, tenían el aforo lleno con dos días de anticipación, los periodistas españoles e internacionales se habían acreditado en tropa, los intelectuales de prosapia estaban en primera fila, una barra de periodistas venezolanos había tomado posición con su bullaranga y sus perfiles inconfundibles, los “talcualeros” Briamel González, Andrea Daza, Doménico Chiappe estaban allí, en la fila 12 de las butacas. Con Antonio Fernández Nays, Noé Pernía, Brucemel González, David Placer, Tomás Páez y yo. Juan Cruz, director adjunto de El País, ocupa el puesto que me habían reservado. Se habían olvidado de esa Cruz, y se lo concedí.

Había corrido la voz. Me dan noticias el lunes 4 de mayo: este es el código para que todas las páginas web se “peguen” a la transmisión del acto, pero sólo podemos darle sitio en el auditórium a cinco invitados de los vuestros. Somos más, digo. No, razones de seguridad, replican.

Me dicen que Carlos Oteyza, cineasta venezolano, ha filmado la entrevista presentada en la Noche de Teodoro. Me dicen que Teodoro estaba deprimido hasta la exageración. “Quizá mal medicado”, deslizan. “Lo consume el marasmo”, dice otro de su círculo más estrecho. Pero Teodoro apareció en pantalla gigante, deslumbrando a la grey, bravío, contundente. La BBC de Londres le hizo un perfil, también la agencia EFE, ambos reproducidos el jueves en centenares de medios digitales e impresos. El corresponsal en Caracas de El País, Ewald Shaffenberg, le había visitado en su mínimo apartamento en Bello Monte dos semanas antes, en ocasión del anuncio de la designación unánime del jurado a su trayectoria periodística, “que no comenzó allí”, recuerda Vargas Llosa. EfectoCocuyo.com también (Laura Weffer me dice: Estoy emocionada con este premio).

En Tal Cual me dicen que Teodoro está bien, que sigue adelante con los faroles. No dudo. Tal Cual es Teodoro y en Tal Cual todos quisieran ser Teodoro. Omar Pineda, responsable de la página web, y Coscojuela, jefe de redacción, me cuentan de la transformación del medio. En físico, en papel impreso, a partir de esta semana circulará una edición para cubrir los días viernes, sábado y domingo con 32 páginas (edición aniversaria con 56 páginas). En digital, la transformación será total. Ese proyecto está en manos de Nathaly Alvaray, que también trabaja con Nelson Bocaranda en Runrunes, y ha logrado una beca, financiada por Yahoo, para estudiar un año en Estados Unidos. Escucho por teléfono a Nathaly explicar los últimos detalles de la transformación de Tal Cual. Nathaly me dice: Con Teodoro siempre.

Salto cuatro décadas hacia atrás. Un Nobel de Literatura hoy pondera la obra de Petkoff; otro Nobel, Gabriel García Márquez, regaló a Petkoff los 100 mil dólares de su premio Rómulo Gallegos por su homérica Cien Años de Soledad, para que “hagas tu periódico”. Y justo en 1973, salió el diario Punto, del que fui diseñador gráfico. Con los 15 mil euros de este premio TP relanzará Tal Cual.

Eduardo Orozco, expresidente el Colegio Nacional de Periodistas, se interesa por la “transmisión conjunta”. ¿En qué puedo ayudar? El grupo de periodistas venezolanos en España llamado “Pan de Jamón” se emociona. Sites en Miami, en Colombia, en España, en Venezuela, comienzan a aparecer, interesados en ¿cómo es eso? Para el momento del inicio de la transmisión del acto en Caixa Forum de Madrid, 17 páginas web se habían añadido a la “cadena nacional alternativa”, como la calificó el editor Jorge Valoz. Las televisoras en abierto Guayana TV (Puerto Ordaz) y El Venezolano TV (Miami), también pidieron código para afiliarse. Los muchachos de ConexionNoticias.com, canal en YouTube.com, hicieron un reportaje. NTN24, en el programa La Tarde con Idania Chirinos, ofrece pases en directo. Las televisoras locales andaban en enjambre.

En ese momento estaba disputando el Futbol Club Barcelona la Champions League contra el Bayern de Münich. Sintonía total en España y en Venezuela. Tremendo peo. “¡Cagástrofe!”, exclama Oscar Marcano, de Prodavinci.com.

No fue así. Pero… Se habían represado los mensajes. No se sabía, a partir de las 8 de la tarde del miércoles en el auditórium donde estábamos contritos, qué estaba pasando en el exterior. La señal 3G o 4G de las telefónicas españolas no se hacían sentir en ese bunker de hormigón tres niveles hacia abajo del nivel calle y por tanto nadie lograba conexión alguna. Tampoco había WiFi. Cuando salimos a la superficie, luego de los pasamanos, las fotos, los tragos y los pasatragos servidos en el área del cóctel posterior, los buzones estallaron. Reportes de todo el mundo. La retransmisión había resultado impecable. Me enseñan una foto en la que aparece Petkoff mirando la emisión en las oficinas de su periódico. Contento. Había dicho Felipe González: “Es la conciencia crítica irreductible de la izquierda, que cree en la libertad de los lectores y de los electores. Por eso molesta tanto y a tantos”. Cuando algunos analizaban las palabras de Felipe González, concluían en que Petkoff se había adelantado al menos tres épocas, a la del comunismo incapaz de resolver los problemas de las sociedades, a la del comunismo represor de sus propias identidades, a la del comunismo incierto ante las esperanzas, y que también se había adelantado ante la especiosa necesidad de construir una izquierda global que se ocupase de la gente común, con democracia, con posibilidad de disentir sin necesidad de ser recluido tras barrotes o encerrado en su propio país.

Tomó la palabra Mario Vargas Llosa. Sin papel, como lo había hecho González, sin teleprompter, como se acostumbra en el caso de los predicadores. E hilvanó un discurso memorable. “La vida de Petkoff habría hecho las delicias del novelista”. Repitió la idea en dos oportunidades. “Haría falta un André Malraux (La condición humana), haría falta un George Orwell (1984), para explicar la vida de Teodoro Petkoff”, esa vida que descendió con sábanas anudadas de un séptimo piso en busca de la libertad y que se fugó de un cuartel colonial para tratar de recomponer al estalinismo propio y extraño, subió a las montañas y luego se reinventó. “Y Brézhnev lo aborreció por mal comunista”. Y “es un caso único en el mundo, en el que un autor dedica el frontón de un medio para emitir sus opiniones”. “Es un caso único”, repitió.

Teodoro universal  (El interín de un premio internacional); por Víctor Suárez 640c

Vargas Llosa, que ha estado estudiando el avatar político como espectáculo, dedicó a Petkoff y a la situación venezolana la integridad de su discurso de orden, ese que supuestamente sería dedicado a la trascendencia del pensador español José Ortega y Gasset. Ni de O&G, ni de los otros justicieramente galardonados con premios a sus trabajos y a sus vocaciones, ni de su propia marca se ocupó Varguitas. Un solo sostenido: Teodoro Universal.

La mañana siguiente Felipe González se reafirma ante Coscojuela y Mendoza D´Paola: “El 17 de mayo estaré en Caracas, el 18 estaré hablando con Teodoro, estaré en el juicio oral contra Leopoldo López, si o si, varios expresidentes también harán lo mismo. La solidaridad internacional me salvó de una pena de 20 años de cárcel que me quería aplicar el franquismo. Y a partir de allí conquistamos la Transición y trajimos la Democracia a España”.

Víctor Suárez Periodista venezolano residenciado en Madrid [España]. Editor de Inside Telecom.

Comentarios (11)

juan vicente pérez delgado
7 de mayo, 2015

Caramba Victor que buena está esta crónica, como siempre, ojalá se regularicen para que se nos alegre la vida con tus atinadas maneras de echar cuentos, Saludos hermano

Belkys Hernàndez
7 de mayo, 2015

Bravo! Vìctor Suàrez por hacernos partìcipes de los entretelones de ese magnìfico acto! Teodoro es digno merecedor de todas esas emociones y del prestigioso Premio Ortega y Gasset. Teodoro es un hombre inteligente y veráz. Dios lo conserve, èl es un bastiòn de la libertad y Venezuela lo necesita, justo en estos momentos, a tiempo completo.

migda elizabeth
7 de mayo, 2015

Excelente relato. Teodoro es un extraordinario venezolano y ojalá este homenaje traiga más cosas buenas para él y para Venezuela. Gracias Teodoro por existir y que tengas larga vida eso sí en muy buenas condiciones.

Colette Siwka
7 de mayo, 2015

Como siempre, Victor Suarez deleitando con sus sabrosas crónicas. Y esta vez, acerca del sentimiento de “un colectivo” bien grande que encontró en la tecnología una manera de expresar el inmenso afecto, cariño, respeto y admiración que sienten por ese gigante venezolano que es Teodoro Petkof. Resiste, Teodoro, sigue resistiendo…

Gisela Perez Guzmán
8 de mayo, 2015

Delicioso articulo de Víctor Suarez a propósito del magno acto, en el que se convirtió,la entrega del premio Ortega y Gasset a nuestro gran Teodoro Petkoff.. Vale la pena leer porque ademas lo vas a disfruta.

mirtha guedez
8 de mayo, 2015

Excelente artículo, me hizo vibrar de emoción.

Irina Niculescu de Tapia
8 de mayo, 2015

Un justísimo premio, un reconocimiento internacional para un hombre extraordinario, íntegro y valiente como pocos, un luchador incansable para la libertad del individuo en la verdadera democracia, un hombre cuidadoso y pulcro en todo lo que ha emprendido, repetuoso de si mismo y de los demás. Ojala tengamos TEODORO por muchos, muchos años más para que nos siga inspirando con su sinceridad y claravisión y nos mantenga el ánimo en alto con su ejemplo de constancia corajuda. No te he estrechado la mano personalmente nunca Teodoro Petkoff pero siente ahora mi fuerte abrazo fraternal y emocionado.

Héctor Landaeta
8 de mayo, 2015

Siempre muy bueno y oportuno Vitico, como te decía aquel gran pitcher, Mario Delfín Becerra, especie en extinción hoy en Venezuela

javier Monzon
8 de mayo, 2015

Magnifica cronica! Dos grandes, uno de la politica y otro de las letras, hablan de alguien que sufre un injusto castigo por disentir de un regimen dictatorial (castro comunista).

Fidel Salgueiro
8 de mayo, 2015

Apreciado amigo, Tu trabajo me conmovio, tanto que en el articulo de Inside Telecom de hoy tuve que mencionarte y recomendar tu lectura. Teodoro es un tipazo, se merece esto y mas. Espero que no podamos ver este año para comentar esta vivencia abrazos desde la tierra de gracias

Vivian Lucy
9 de mayo, 2015

Muy bueno el resumen. Estuve tratando de ver la dichosa grabación Ortega y Gasset en a parte de Teodoro y me fue imposible. Mis actividades diarias (tratar de trabajar, hacer colas , buscar alimentos y medicinas) me han apartado de lo mucho que ansío estar informada como antes. Léase “antes” como todo tiempo pasado en el que tuvimos medios veraces, equilibrados y sobretodo críticos como “Tal Cual”) Sin embargo me satisface que Teodoro y TC están dando la pelea. Aquí estamos sus lectores y “fans” unidos en Facebbok, Twitter y cualquier otro universo en el que nos toque estar conectados.

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