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¿Qué significaría que República Dominicana le pague a Goldman Sachs y no a Venezuela?; por Bárbara Lira

De Petrocaribe a Goldman Sachs; por Bárbara Lira 640

El 1 de diciembre de 2014, el Nuevo Herald publicó una nota anunciando que Venezuela vendería parte de su deuda petrolera a Goldman Sachs. La deuda en cuestión es la que República Dominicana acumula con Venezuela por los barriles de petróleo crudo y productos enviados a esa nación en el marco de Petrocaribe. Esta transacción le permitiría a Venezuela obtener US$ 1.750 millones de inmediato, en lugar de los 4.090 millones de dólares en varios pagos durante los próximos 20 años. Es evidente que es una opción deseable para un gobierno con grandes (y urgentes) necesidades de divisas líquidas.

1. ¿Cómo funciona Petrocaribe? Los países suscritos a Petrocaribe reciben de PDVSA crudo y productos en condiciones favorables. Una parte de la factura debe ser cancelada en el corto plazo (de 30 a 90 días), pero el resto es financiado por PDVSA en un lapso de entre 15 y 23 años, con un periodo de gracia de 2 años y una tasa de interés anual de entre 1% y 2%.

Las condiciones del acuerdo establecen también que mientras más alto sea el precio del crudo, mayor es la porción financiada por PDVSA. Por ejemplo: si el crudo está entre 80 y 100 dólares por barril, la porción financiada es 50% de la factura petrolera; pero si el precio supera los 100 dólares por barril, la porción financiada es 60%. Además, el acuerdo permite que los países firmantes compensen parte de su factura con productos para el consumo de los venezolanos como arroz, café, leche, entre otros.

Esa porción de la factura petrolera que queda financiada constituye para PDVSA una “cuenta por cobrar no corriente”. Una cuenta que la estatal va registrando entre sus activos financieros. Son estas deudas —o activos— los que PDVSA está negociando para la venta con Goldman Sachs.

2. ¿Cuánto le debe República Dominicana a PDVSA? República Dominicana es el país con la mayor cuota de suministro en Petrocaribe, pudiendo recibir hasta 30 mil barriles diarios de crudo. En 2013, PDVSA suministró un total de 85 mil barriles diarios en el marco de este convenio, de los cuales 28,6 mil barriles diarios (es decir: el 34%) fueron a República Dominicana. Éste es el país que mayor volumen de crudo y productos ha recibido desde el inicio del acuerdo y, por ende, es el que acumula la mayor de las facturas entre las cuentas por cobrar de PDVSA por concepto de Petrocaribe.

Según ha reportado la prensa, en estos años los envíos petroleros por convenio recibidos por República Dominicana alcanzan US$ 8.224 millones, de los cuales US$ 4.090 millones estarían aún entre las cuentas por cobrar de PDVSA, y podrían ser vendidos a Goldman Sachs.

3. ¿Qué implica la venta de deuda para Venezuela, para República Dominicana y para Goldman Sachs? De darse la venta de la deuda de República Dominicana acumulada por Petrocaribe, lo que se informó es que Venezuela recibiría US$ 1.750 millones en divisas líquidas. Esto equivale a 41% del monto que le adeuda República Dominicana a PDVSA, una fracción que luce claramente baja. Sin embargo se debe considerar que para obtener el 100% monto adeudado, Venezuela tendría que esperar dos décadas.

Por su parte, Goldman Sachs obtendría a un costo relativamente bajo un activo de US$ 4.090 millones que (aunque sea pagadero en el largo plazo y no tenga la liquidez que puede tener un bono soberano) es deuda garantizada de República Dominicana, cuyo riesgo país está actualmente por debajo del promedio de América Latina. Es tal la oportunidad de negocio, que la fuente consultada por el Nuevo Herald calificó la transacción como “una tremenda ganga para Goldman Sachs”.

República Dominicana ya no estaría en deuda con PDVSA sino con Goldman Sachs. Y aunque se podría suponer que la deuda pasaría de ser bilateral a ser comercial, lo cual podría tener algunas implicaciones (como, por ejemplo, que ya no se puedan enviar productos a modo de compensación), lo cierto es que no hay información que aclare los costos o beneficios, financieros o políticos que tendría República Dominicana de darse la transacción. De hecho, según comentó el Ministro de Hacienda dominicano, Simón Lizardo, su país no ha sido consultado ni informado sobre la supuesta venta.

4. ¿Se venderá más deuda de Petrocaribe a Goldman Sachs? La venta de la deuda de República Dominicana podría no ser la única. Venezuela podría estar planeando transacciones similares para otras cuentas por cobrar de Petrocaribe. La siguiente factura en la lista sería la de Jamaica, que es la segunda nación que más ha recibido crudo y productos por Petrocaribe desde su inicio. La deuda de Jamaica por el convenio ronda los US$ 3.000 millones y si Venezuela vendiera esta deuda aplicando un descuento similar al que se aplicaría a República Dominicana, recibiría unos US$ 1.200 millones adicionales.

El resto de los países de Petrocaribe han recibido cantidades notablemente inferiores de crudo y productos, así que sus deudas acumuladas son también notablemente inferiores. Este hecho, sumado a lo pequeñas que son las economías (como Guyana o Antigua y Barbuda), hace a sus deudas menos atractivas para la venta.

En total, el gobierno venezolano estaría planeando obtener alrededor de US$ 4.000 millones por estas ventas de las deudas de Petrocaribe, según comentó Barclays Capital a finales de noviembre de 2014. Si el descuento en promedio es similar al que se aplicaría a República Dominicana, PDVSA podría tener actualmente en sus cuentas por cobrar más de US$ 10.000 millones de deuda de largo plazo por Petrocaribe.

Para el gobierno venezolano, al momento de firmar los acuerdos el esquema de largo plazo no representaba desventaja alguna, pero ahora parece preferir US$ 4.000 millones disponibles en el corto plazo (monto que permitiría cubrir poco más de un mes de importaciones) antes que esperar 20 años para cobrar sus facturas.

5. ¿Qué podemos esperar de todo esto? Es difícil prever cuán pronto se puedan concretar las transacciones antes descritas. Incluso es difícil prever si se concretarían.

Llevar a cabo estas ventas implica complejas negociaciones, no sólo sobre el descuento que aceptaría PDVSA o la ganancia que pediría Goldman Sachs, sino también de elementos como las condiciones de pago, garantías a exigir, la continuidad de los acuerdos de suministro y, en general, las definiciones de la nueva relación entre los países involucrados y su nuevo acreedor.

No olvidemos que, hasta ahora, los países involucrados desconocen cualquier detalle de la posible transacción.

En cualquier caso, lo más preocupante de este asunto es lo que indica sobre la situación de PDVSA y de Venezuela. Si se entienden estas posibles ventas de deudas como un síntoma, PDVSA ha visto estancarse su capacidad de producción y crecer sus compromisos de suministro de crudo por convenios, de deuda financiera, de pasivos con proveedores y de gasto social.

Venezuela tiene una economía en recesión, con serios problemas de abastecimiento e inflación, en la que ya las divisas disponibles (96% de las cuales se generan por exportaciones petroleras) resultan insuficientes. La reciente caída de los precios del crudo sólo hace aún más difícil la situación de PDVSA y del país. En consecuencia, el gobierno venezolano se ve en la necesidad de buscar maneras de obtener recursos adicionales para sostener sus gastos. Y una de las más rápidas de esas maneras es vender activos, tales como Citgo o la deuda de Petrocaribe. En este último caso, que el gobierno esté dispuesto a aceptar tal descuento indica, por un lado, una necesidad enorme y urgente de divisas y, por otro, que cuenta con pocas alternativas para obtenerlas.