Blog de Diego Marcano Arciniegas

Primarias en EEUU: la primera candidata mujer; por Diego Marcano Arciniegas y Flaviana Sandoval

Por Flaviana Sandoval y Diego Marcano | 9 de junio, 2016

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A un año desde que dieciséis dirigentes republicanos y cinco demócratas lanzaran su candidatura a la presidencia de Estados Unidos; luego de cinco meses de campaña y más de cuarenta horas de debates televisados entre los dos partidos, las elecciones primarias han terminado oficialmente.

Hillary Clinton ganó en cuatro de los seis estados que se disputaron en el último Súper Tuesday (California, Nueva Jersey, Nuevo México y Dakota del Sur).

Donald Trump fue proclamado como el abanderado del Partido Republicano, después de que sus contendores Ted Cruz y John Kasich se retiraran de la contienda a comienzos de mayo. Este último Súper Tuesday fue apenas una formalidad para el partido, mientras que para los demócratas se trató de un día decisivo.

Bernie Sanders aún se aferraba a la posibilidad de ganar la mayoría de los 445 delegados que otorga California, el estado más importante en las primarias demócratas por ser el que adjudica la mayor cantidad de delegados en todo el país. Hillary podría haber perdido en todos los seis estados que restaban, e incluso así, seguir ganando las elecciones primarias por sus victorias anteriores.

Resultados votaciones #SuperTuesday

La primera candidata mujer de Estados Unidos.

La primera vez que una mujer lanzó su candidatura a la presidencia de Estados Unidos fue en 1872 cuando Victoria Woodhull se presentó como opción para la nación norteamericana. No obstante, las autoridades oficiales ni siquiera contaron sus votos y fue casi automáticamente descartada por su género.

En la historia de Estados Unidos solamente 8 mujeres han presentado candidaturas después de Victoria Woodhull, y solo Hillary Clinton, después de fallar en 2008 contra el entonces Senador de Illiniois, Barack Obama, ha logrado hacerse con el apoyo mayoritario del partido.

Con unos 16 millones de votos y el apoyo de la mayor parte de los súper delegados, Hillary ha estremecido 228 años de historia política en Estados Unidos con grandes posibilidades de entrar en la Casa Blanca en noviembre de 2016.

Bernie Sanders y la voz progresista

Cuando el senador de Vermont (exalcalde de Burlington y exrepresentante de la cámara del Congreso) lanzó su candidatura el 26 de mayo de 2015, desde los jardines del edificio del Congreso en Washington, había casi más micrófonos que personas en el encuentro. No obstante, pese a haber obtenido un porcentaje menor del voto popular, y menos apoyo de parte de los súper delegados, que Hillary, el senador de Vermont sí logró impulsar propuestas progresistas, emocionar y traer a los jóvenes al proceso electoral del Partido Demócrata.

Aunque algunas personas acusaron a Bernie Sanders de ser un candidato comunista, desde el inicio de su campaña, su mensaje se centró en denunciar la injusticia de la inequidad económica en Estados Unidos. Entre sus propuestas se destacaba aumentar los impuestos (especialmente a los más ricos y a las grandes corporaciones), para hacer del acceso a la salud y la educación un derecho y no un privilegio. Ideas muy similares a las del libro El precio de la desigualdad, del premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz, y muy distintas de las impulsadas por los pocos gobiernos comunistas que quedan en el mundo.

La victoria simbólica de Sanders se evidencia en varios hechos que dejaron su rastro a lo largo de la contienda electoral primaria. En primer lugar, logró desarrollar y mantener una campaña a nivel nacional con donaciones individuales de un promedio de 27 dólares, contra la enorme maquinaria y grandes donadores de un político con gran poder de influencia como lo es Hillary Clinton.

En segundo lugar, Bernie Sanders fue el único contendor que logró acercarse a Hillary, para mantener el debate y el ejercicio democrático dentro del partido. Recordemos que 2 de los 5 candidatos demócratas se retiraron después del primer debate, televisado por CNN el 13 de octubre de 2015. Y después de la primera votación del ciclo en el estado de Iowa, se retiró Martin O’Malley, dejando que las elecciones se volvieran un cara a cara entre Clinton y Sanders.

El senador de Vermont logró ejercer presión sobre Hillary en varios temas críticos, haciendo que ella se inclinara un poco hacia la izquierda para buscar la unión del partido. Un ejemplo de esto es la discusión sobre el salario mínimo, en la que la exsecretaria de Estado cambió de posición durante el ciclo de debates, pasando de apoyar un salario de 12 dólares la hora a uno de 15. Semejante cambio no se hubiera producido si la Clinton hubiese tenido el camino libre a la nominación demócrata, sin ningún contendor que la desafiara.

Aun a la luz de los resultados del último Súper Tuesday, Bernie Sanders se mantiene en la carrera y ha asegurado que irá como candidato a la convención del Partido Demócrata en Filadelfia, Pensilvania, el próximo mes de julio. Su presencia en el evento servirá para darle representación formal al ala más progresista del partido, pero no significará un cambio en los resultados que al día de hoy son matemáticamente irreversibles. Incluso imaginar que un porcentaje importante de súper delegados podría retirar el apoyo a Hillary para dárselo a Sanders, es un escenario muy improbable: no solo la mayoría de los súper delegados ha apoyado a Clinton desde el principio de la carrera, sino que estarían desconociendo el voto popular de más de 16 millones de personas que eligieron a la ex secretaria de Estado como representante del partido.

Trump vs. Clinton

Ahora, la carrera da un giro hacia las elecciones generales de noviembre, y la atención estará centrada en el Trump vs. Hillary. Con un total de 13 millones de votos obtenidos en las primarias, el nominado republicano ha ido cerrando la brecha que lo separaba de la dama en las encuestas nacionales. De un porcentaje de 39% de apoyo en el mes de abril (según mediciones de RealClear Politics), Donald Trump pasó a reunir un 42% de la preferencia del electorado, apenas dos puntos por debajo de Hillary (44%). Inclusive algunas encuestas, como la de Fox News y ABC/Washington Post, sitúan a Trump 3 y 2 puntos por encima de Clinton, respectivamente.

El magnate de los bienes raíces trae el empuje de haber quedado como único candidato en la arena republicana desde hace un mes, luego de la retirada de Ted Cruz y John Kasich. Esto le ha permitido fortalecer su imagen de unificador y representante oficial del partido de cara al electorado republicano, algo que todavía no ha ocurrido del lado demócrata, donde hasta el momento, Sanders no se ha retirado oficialmente ni ha declarado su apoyo a Hillary.

Sin embargo, ahora que Hillary logró la nominación, se espera que las diferentes facciones del Partido Demócrata comiencen a confluir en torno a ella, y esta unificación podría darle el impulso necesario para conquistar una porción mayor del electorado norteamericano, y (si todo sale como ella espera) aumentar nuevamente la brecha frente a Donald Trump.

Flaviana Sandoval y Diego Marcano 

Comentarios (1)

Estelio Mario Pedreañez
11 de junio, 2016

Magnifico articulo. Pienso que Hillary Clinton ganara las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y sera la primera mujer Presidenta de la Primera Potencia Mundial. Esperemos que lo haga mejor que muchos de sus predecesores, lo que no sera dificil. Es una demostracion que avanzamos. Hace apenas 100 años en muchos paises se le negaba el derecho al voto a las mujeres, a la mitad de cualquier sociedad, y hace apenas 150 años fue condenada mundialmente la esclavitud. Las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres y en muchos aspectos nos llevan ventaja, en todo caso, deben tener los mismos derechos, y si en la historia universal los personajes masculinos son mayoria se debe a la discriminacion que por siglos han sufrido, excluidas de la educacion y del gobierno. Trump perdera porque EE.UU no tiene vocacion suicida, como si Alemania al buscar la I Guerra Mundial y luego con Hitler. Los republicanos garantizaron el triunfo de Hillary Clinton al escoger al demagogo Trump.

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