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Francia elige: ¿Cuál es la posición de los candidatos?; por Diego Marcano Arciniegas

Por Diego Marcano Arciniegas | 7 de mayo, 2017

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Este domingo los franceses escogerán al vigesimoquinto presidente de la República de Francia. Este ciclo electoral ha sido inédito en la política francesa: por primera vez los votantes rechazaron a los dos partidos políticos tradicionales de centro-izquierda (Partido Socialista) y de centro-derecha (Los Republicanos), quienes no lograron llegar a la segunda vuelta.

De acuerdo con el HuffPost Pollster, del Huffington Post, que rastreó 95 sondeos de 8 encuestadoras diferentes, Emmanuel Macron, del partido de centro En Marche, es el favorito para la segunda vuelta: las encuestas lo posicionan como el ganador de la jornada con un 61%, mientras que Marine Le Pen, por el Frente Nacional, está abajo con un 39%.

Las políticas de Macron y Le Pen son diametralmente opuestas y a quien elijan los votantes definirá la nueva posición de Francia dentro de la Unión Europea. Mientras que Macron busca realizar reformas en la Unión Europea para luego aumentar la integración, Marine Le Pen desea alejarse de la globalización, apartarse del bloque europeo y mejorar sus lazos con Rusia.

Emmanuel Macron fue banquero de inversión y trabajó durante 4 años para la casa bancaria Rotschild, antes de ser contratado por el presidente François Hollande como asesor y posteriormente nombrado ministro de economía, cargo que ejerció durante dos años. Macron, de 39 años de edad, se inclina por el libre comercio y busca estrechar la relación con la Unión Europea para trabajar en temas de economía y seguridad.

Mientras tanto, Le Pen busca realizar un referéndum para separar a Francia de la Unión Europea, desea que Francia abandone el Euro y propone fuertes reformas para disminuir la inmigración.

¿Cuál es la posición de los candidatos en los principales temas?

Política exterior: aislacionismo vs globalización.

Marine Le Pen pretende realizar un referendo nacional con el objeto de retirar a Francia de la Unión Europea para recobrar el control de las fronteras, así como de su moneda. Le Pen adversa al Euro y le llama “la moneda de los banqueros”.

Por su parte, Macron considera que alejarse de la Unión Europea sería un desastre para Francia y ha dicho que sería muy difícil recuperarse de esa potencial separación. Macron desea aumentar la cooperación con la Unión Europea en términos fiscales, sociales y de comercio.

Economía: liberalización vs proteccionismo.

Uno de los aspectos que más preocupa a los votantes franceses es el desempleo, que actualmente ronda el 10% y es el 8vo más alto de los 28 países miembros de la Unión Europea.

Macron plantea hacer una revisión sobre las condiciones laborales y de impuestos, para hacer más fácil a las empresas contratar y despedir trabajadores. Algunas de las propuestas de Macron en materia económica incluyen recortar 60 mil millones del gasto público, disminuir impuestos para trabajadores y empresas, e invertir entre 50 y 55 mil millones de euros en agricultura, infraestructura y ambiente.

Por su parte, Le Pen aboga por políticas proteccionistas y dice que es necesario “cambiarle la cara a la globalización” porque de acuerdo con la candidata del Frente Nacional, la globalización sólo trae desempleo. Le Pen ha propuesto imponer un impuesto especial a las empresas por la contratación de extranjeros para “garantizar la contratación prioritaria de los franceses”. También desea favorecer a empresas francesas en licitaciones públicas, reducir impuestos en empresas pequeñas y tasar con un 35% de impuesto a productos fabricados por empresas francesas en el extranjero.

Inmigración y seguridad: cooperación vs autonomía  

Marine Le Pen ha aseverado que cambiará drásticamente la política de migración francesa: acabar con el libre tránsito de ciudadanos de países europeos que está establecido en el acuerdo Schengen y se propone a disminuir la cuota de inmigración a sólo 10,000 personas al año. Adicionalmente, ha expresado que sólo se podrá aplicar a asilo político fuera del territorio francés.

En términos de seguridad, Le Pen se proyecta como la candidata fuerte: ha afirmado que agregará 50 mil puestos en el ejército, 15 mil policías y aumentará la capacidad carcelaria para 40 mil reos.

Le Pen se dispone a desmantelar organizaciones de las cuales se sospeche que puedan estar bajo influencia del extremismo islámico, deportar ciudadanos de los que se sospeche que puedan tener vínculos con grupos islámicos radicales, y despojar de la nacionalidad francesa a cualquier persona sospechosa de pertenecer a algún grupo que se identifique con lo que Le Pen denomina como “fundamentalismo islámico”.

Por su lado, Macron planea fortalecer la inteligencia de contra-terrorismo de la mano de la Unión Europea. El candidato de En Marche propone crear un consejo de seguridad europeo para combatir el terrorismo. Propone reclutar a 10 mil policías más, así como aumentar la red carcelaria para 15 mil presos adicionales y realizar inversiones en cyberseguridad.

En cuanto a migración, Emmanuel Macron tiene el objetivo de hacer a Francia un país más atractivo para trabajadores calificados, disminuyendo los tiempos de aplicación de visas, e incluso desea habilitar programas para ayudar a los extranjeros a mejorar su conocimiento y manejo de la lengua francesa. Además desea crear 5 mil puestos adicionales de guardias fronterizos y agilizar los procesos de solicitud de asilo político.

Dos días antes de la votación, En Marche dijo que “documentos internos de la campaña, incluyendo correos electrónicos e información financiera fueron robados en un acto coordinado por hackers”. Los documentos se difundieron en la red social Twitter a través del hashtag #MacronLeaks. Ninguna investigación oficial ha podido determinar quién fue el autor de este ataque, pero expertos de seguridad de la empresa Trend Micro alertaron un mes atrás que hackers rusos estaban intentando penetrar los servidores de la campaña de Macron.

Esta campaña de segunda vuelta le planteó el reto a Macron de mostrarse como un político hábil, capaz de asumir la presidencia, pese a estar debutando en la política. Por su parte, Marine Le Pen ha buscado desembarazarse de las acusaciones de integrar un partido xenófobo, y luchar contra la reputación que le dejó su padre Jean Marie Le Pen. Así llegan los dos candidatos al día de las elecciones, en el que probablemente ganará aquel que logre conciliar a la centro-derecha y centro-izquierda bajo su mensaje político.

Diego Marcano Arciniegas 

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