

Blog de Roberto Mata
“Esto no es oposición contra el gobierno: es el país contra la dictadura”; por Roberto Mata
email
- 6

Marcel Áñez retratado por Roberto Mata
“De mi casa me trajeron un solo zapato a la clínica: el derecho. El izquierdo no lo voy a usar por tres largos meses.
El año pasado, con mi primer buen sueldo, me compré unos botines Kickers. Los perdí. La bala le abrió dos huecos. Un policía que los vio en la clínica me dijo: “Chamo, eso es una 9 milímetros”.
Estaba yendo a las marchas sin celular porque me lo habían robado, así que cuando me gané el premio (II Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas), mi novia me insistió en que me comprara uno. También unos lentes que necesitaba. Tengo astigmatismo y miopía. Veo mal de lejos. En eso usé el dinero del premio. No quedó para más nada.
El 19 de junio la máscara estuvo dando problemas. Me la quitaba a cada rato. Llovió. No había conseguido a mi grupo, a mis amigos. Pensé en irme muchas veces. Las cosas no estaban saliendo bien, pero decidí quedarme hasta las cinco de la tarde. Me pegaron el tiro a las cuatro.
Creía que una bala era algo frío, pequeño, que te traspasa. Pero no, un balazo es un coñazo. Un coñazo brutal. Tres pasos y me tiré en el piso. La hermandad que existe entre nosotros hizo que me levantaran muy rápido y me montaran en una moto. El tiro fue en el tobillo. Entró y salió sin tocar ningún hueso. Increíble.
He recibido bombas y metras, perdigones no sé, porque tengo todas estas marcas que no sé de qué son.
Cuando llegué a la Plaza Altamira llamé a mi novia y le dije que estaba en una ambulancia y que había recibido perdigones, para no preocuparla.
No podía caminar.
Escribo desde los trece años. He ganado premios con cuentos y uno de ensayo sobre la Carta de Jamaica en un concurso del Centro Nacional de la Historia. Este año gané el segundo lugar en el II Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas y mi tema era el lenguaje, aunque no me siento poeta.
Escribo por compromiso conmigo mismo. Marcho por compromiso conmigo mismo. ¿Cuál es mi papel y qué es lo que me corresponde? Estar allí el lunes. Ese era el espacio que yo naturalmente debía ocupar. Ese día murió un muchacho [Fabián Urbina]. Cualquiera de los que estábamos allí ha podido morir. Hubo siete heridos. Yo no tuve miedo y por eso me pasó lo que me pasó.
Veo convicción ahí adelante. Al frente. Del otro lado, no estoy claro de qué es lo que veo. Estuve cuando niño, el 13 de abril [2002] hasta las tres de la mañana esperando que Chávez volviera a Miraflores y allí había convicción. Gente defendiendo a su presidente con palos de escoba. Mi familia dejó de ser chavista hace muchos años. Yo nunca lo fui porque era solo un niño, y esa convicción ya no la hay.
¿El que disparó? El que disparó tiene novia y le escribe, duerme en un lugar, tiene medias y zapatos, puede tener hijos, oír música, hacer un deporte. Se cepilla con un cepillo de dientes todas las mañanas. Tiene una vida.
Él tomó la decisión desde que salió con la pistola. Hay una determinación de su parte. Eso conlleva responsabilidades e implicaciones. Va a decir en el juicio que disparó por miedo, pero yo estaba allí: fue un acto de poder.
No me importa por qué disparó, lo que me preocupa es que no se arrepienta de lo que hizo.
No me siento superior a él, pero no me hace falta disparar. No ganaría nada. Por el contrario, perdería mucho. Esto no es oposición contra el gobierno: es el país contra la dictadura. Soy parte de una generación que se siente con fuerza. Si no nos quieren dar el espacio que nos merecemos, nos lo vamos a ganar.
No llevo chaleco ni escudo para protestar. Uso un suéter. Los lentes los guardo porque son nuevos. No me gustan los teléfonos inteligentes. Escribo a mano y quiero comprar una máquina de escribir. Desconfío de la tecnología. El poema con el que me gané el premio lo escribí en papelitos amarillos, ‘Post It’, y los iba pegando en la oficina. Yo no tengo dinero para comprar un pasaje. Voy a pasar mucho tiempo sentado y tengo una tesis por hacer”.
***
Texto y fotografía de Roberto Mata
Marcel Áñez, 28, escritor y estudiante del último semestre de Sociología en la UCV.
Segundo lugar II Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas. 2017
Segundo lugar Primer Concurso de Ensayo Histórico del Centro Nacional de Historia. 2015.
***
LEA TAMBIÉN:
email
- 6
Artículos más recientes del autor
- La mirada privada: Eva Ekvall; por Roberto Mata
- “Me da miedo perder el otro ojo”; por Roberto Mata
- “Nunca olvidaré la cara de mi hijo en la camilla”; por Roberto Mata
- “Igual estoy preso en la calle”; por Roberto Mata
- “Me dieron en la cara”; por Roberto Mata
- Ver todos los artículos de Roberto Mata
24 de junio, 2017
Marcel: El que te disparó tiene una vida? Si. Respira, camina, piensa… Pero puede llamarse vida a quien respira, camina, piensa y agrede? A quien sus pasos los llevan a matar? A quien en cada resuello se le llenan los pulmones de sangre ajena, de sueños rotos, de huesos ajenos?. La vida es esto que ocurre mientras tecleo: Avenidas teñidas de sangre de valientes, esquinas impregnadas de los gritos de indignados, escudos de cartón perforados pero invictos en honor. No Marcel, tu vives. El otro repta.
24 de junio, 2017
Hola!! Como localizó a este chico?? Tengo una máquina de escribir eléctrica, si le interesa estoy dispuesta a regalársela!!!
Saludos
24 de junio, 2017
felicitaciones y voy a revisar creo tener una maquina de escribir electrica te la puedo regalar avísame por mail gracias
24 de junio, 2017
Estos testimonios tomados de las víctimas de el horror que se está viviendo me llegan al corazón, leo y siento que estoy con ellos, ahí cerquita, que puedo tomar les la mano y consolarnos, …no se si es bueno o malo, pero lloro y me pregunto: “porque pasa esto”?
24 de junio, 2017
Aunque David Vallenilla no era poeta, aunque Fabian Urbina no era poeta, ambos pudieron haber escrito ese texto: Ellos simplemente estan luchando por su lugar en el paìs, por un lugar en su propio futuro; futuro negado por una dictadura y por todos aquellos que aunque ya vivieron (Ej. La madre de D.V) no tienen la visiòn para entender que el que ya cumplio sus metas en la vida quizas no tenga por ue vivir, pero quienes apenas estàn viendo el mundo en su caminar merecen su lugar y luchar por el cuando se lo niegan¡
25 de junio, 2017
Tengo una máquina de escribir para ti, si alguien va de Buenos Aires a Caracas contácteme. Valiente, palabras afortunadas y una reflexión precios. Qué mejores Marcel.
25 de junio, 2017
¡Que convicción!
Con estos chamos que son unos duros, no hay manera de que esto no vaya a cambiar en el corto plazo.
25 de junio, 2017
Sr. Roberto quiero agradecerle la publicación de estos relatos que ayudan a mantener informados a los venezolanos y al resto del mundo sobre los caidos, víctimas y sufrimientos por esta dictadura, y que los venezolanos nos negamos a soportar. He leido muchos de los “TESTIMONIOS” y me han llenado de mucha tristeza y no he podido evitar que broten mis lagrimas. Exhorto a todos los que lean “TESTIMONIOS” compartirlos en sus redes, pues aunque son muy tristes y muchos fatales, aún queda mucha gente que desconoce la realidad y muchos se muestran indiferentes y apáticos.
25 de junio, 2017
Lamentablemente lo que pasa en nuestro país. Tengo una máquina a disposición de Marcel
26 de junio, 2017
Que exista este nivel de convicción y creencia en que tenemos un futuro, es lo único que me mantiene con esperanza. Gracias Marcel, espero que pronto te recuperes y sigamos todos trabajando en construir el país que este Gobierno ha destruido.
28 de junio, 2017
Gracias Roberto. Una vez más lloro, pero agradezco por compartir tantas historias muchas de las cuales son desconocidas. Me gustaría mucho entrevistes al muchacho que perdió un riñon y la vesícula a causa de la represión con la ballena. Una historia poco conocida por muchos pero muy valiosa para todos los que te seguimos y vivimos al vilo de esta situación tan dura en el país.
29 de junio, 2017
con lo que le están haciendo a la fiscal vamos a ver como funciona la justicia en este país, vamos a ver como se defiende porque sino tiene éxito que queda para elresto
14 de julio, 2017
Me ha conmovido este testimonio porque es de un ser humano que lucha que siente que no abandona sus principios. Por cierto este Eduardo que escribe no es el mismo del primer comentario con todo mis respetos.