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¿Es sostenible la baja del dólar paralelo?; por Asdrúbal Oliveros

Es sostenible la baja del dólar paralelo; por Asdrúbal Oliveros 640

En días recientes, el tipo de cambio paralelo ha retrocedido en su cotización. En la última semana, el llamado dólar paralelo se ha apreciado 15,3%. Sin embargo, en lo que va de año, alcanza ya una depreciación de 75,8%.

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El retroceso en el tipo de cambio paralelo a dado pie a toda clase de especulaciones pero la cuestión de fondo es si est baja es sostenible en el tiempo. Lo primero que debe destacarse con respecto al tipo de cambio paralelo es que en el mismo confluyen 3 fuerzas: el elemento fronterizo, los desequilibrios estructurales de nuestra economía y la estructura gris con la que opera. Por ello, es un mercado donde la volatilidad es un factor central.

Respecto al primer punto, es importante destacar que el 25 de septiembre de 2015 el Banco de la República de Colombia (Banco Central) subió las tasas de interés de referencia de 4,50% a 4,75%. Es decir, un aumento de 0,25 puntos porcentuales (pp) para mitigar el riesgo inflacionario que se encontraba en más de 4,0%, mientras que la meta para el año 2015 es mantenerla por debajo de 3,0%. A partir de allí, el tipo de cambio peso–dólar se está apreciando. Desde el momento de este anuncio, el tipo de cambio colombiano se apreció 9,8%. Dado que el tipo de cambio paralelo que usamos de referencia es de la frontera, incide en su cotización.

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Además de ser un mercado operado con pocos actores, por lo que la profundidad del mismo es bastante limitada y ligeros cambios en la oferta/demanda tienden a provocar mayores variaciones en los precios.

Por otro lado, la información que hemos recabado es que en la última semana, Cencoex incrementó el ritmo de liquidaciones de divisas a empresas del sector privado. De hecho, el promedio que hasta agosto se había mantenido en US$ 42,9 millones/día, la semana pasada se elevó a US$ 48,3 millones/día y la liquidación de Simadi se elevó desde US$ 4,5 millones/día hasta US$ 7,7 millones/día. Este es un factor coyuntural motivado por la cercanía del evento electoral de diciembre próximo y no creemos que sea sostenible en el tiempo.

La clave para entender que va a pasar con el paralelo es evaluar si más allá de estos factores coyunturales que hemos mencionado ha ocurrido cambios en los elementos estructurales que impulsan el alza en el tipo de cambio paralelo. En nuestra opinión no es así. En primer lugar, el déficit de caja del sector público se mantiene. Ecoanalítica estima que este déficit se ubique en 20,2 puntos de PIB, y el financiamiento monetario vía el BCV represente 9,5%. Este punto es clave para entender la tendencia de cara a 2016: no puede pensarse en una reducción de la brecha entre la tasa de cambio oficial y paralela en un contexto de indisciplina fiscal como el que vive Venezuela. En otras palabras, una estrategia creíble para estabilizar el mercado paralelo pasa por racionalizar el gasto público.

En contraste, mientras el Ejecutivo no de señales de revertir la indisciplina fiscal se socava la confianza en la moneda y mantiene elevada las expectativas inflacionarias. De hecho, hemos ajustado al alza nuestro estimado de inflación para el cierre de 2015 cercano a 208,3%. En este contexto, la presión sobre el mercado paralelo no va a desaparecer.

En el lado externo, con un barril promedio de US$ 46,2 para este año 2015, el déficit de caja en divisas se ubica en US$ 28.808 millones. Hasta la fecha, el Ejecutivo ha logrado cubrir un 61,3% del mismo pero con un recorte de 11,2% en las importaciones privadas. El Ejecutivo sólo está atendiendo los sectores prioritarios: alimentos, medicinas y cuidado personal. Por lo que la escasez de dólares se mantiene y esto presiona la demanda. El factor de las expectativas también pesa. Los agentes económicos tienen una credibilidad muy baja sobre la gestión económica del gobierno, además del nivel de incertidumbre frente a lo que será el escenario 2016. Esto lleva a las empresas y particulares a intensificar la cobertura, donde la adquisición de divisas es el factor clave.

De cara a las próximas semanas, se debe tener en cuenta un factor clave: el elemento estacional que implica el cierre del año y las mayores erogaciones de gasto público (vía créditos adicionales) y de empresas (bonificaciones y utilidades), signado además por la presencia de un entorno económico tan adverso y la celebración de elecciones parlamentarias.

El nivel de incertidumbre es elevado por lo que dado el precio actual del tipo de cambio no oficial y la existencia de Simadi con niveles de liquidación diaria promedio de US$7,7 millones, se debe ser agresivo en la cobertura en los próximos dos meses. Tres variables son claves de cara al futuro: cómo se dé la medida en torno a la devaluación, el financiamiento monetario desde el BCV a las empresas públicas y el escenario post-electoral.

Y volviendo a la pregunta inicial, hasta que no se resuelvan los múltiples desequilibrios que afectan a la economía venezolana, no hay razones para pensar que el tipo de cambio paralelo entre en una senda sostenible de apreciación.