Blog de Luis Vicente León

El niño muerto; por Luis Vicente León

Por Luis Vicente León | 11 de junio, 2017
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Fotografía tomada por Leo Álvarez durante la “Marcha por los caídos” del 8 de junio. Haga click acá para ver la fotogalería completa

Comenzaba a escribir mi artículo cuando, en uno de esos chats que me enloquecen a diario, recibí el video en el que al final se ve al niño muerto. Los gritos de quienes grababan el video eran desgarradores: “¿Qué hace ahí?”. Y a los segundos: “¡Lo mataron, lo mataron!”.

Trato de ser objetivo en todos los aspectos de mi vida. No es algo que siempre logro. Es quizás la parte más difícil de lo que hago. Pero esa noche se me encendió la rabia, la frustración y la ira, sin saber cuál más grande, más triste o más dolorosa.Y no eran los gritos, ni las acusaciones, ni el ping pong de responsabilidades, porque en ese mismo momento, todo era irrelevante para mí. Sólo una cosa llenaba mi mente: el niño muerto. No importa cuántos muertos haya y cómo algunos se desensibilicen sobre esas muertes. La muerte, y en especial la de un niño, de un sute de 17, es una desgracia, un desastre, una tragedia y no puedo entender cómo alguien no lo siente así o lo ve como un evento frío, normal en una lucha o una guerra. Nunca lo ven así los padres del niño muerto, quizás eso explica por qué tantos padres y madres de Venezuela tampoco podemos.

Y entonces no pude hacer más nada. Qué me importaba ya lo que estaba escribiendo, luego de ver al niño muerto. Porque me daba igual quién es el niño, lo que hacía, lo que tenía en mente, en su corazón o en su mano. Porque quien fuera o lo que hiciera no cambiaba mi sentimiento. Era también mi niño… y estaba muerto.

No se ve en el video la secuencia de los hechos. No sé qué hacía el niño ahí y tampoco se ve el momento en el que muere, sólo se ve cuando ya está muerto.

Y no me importa si tenía un mortero o un cohete, o si en realidad lo que tenía era un juguete, porque lo único que a mí me importa es que era un niño venezolano, que sólo tenía 17.

Y cuando se tienen 17 se tienen todas las estrellas en la cabeza y el corazón incandescente. Y las ilusiones. Y las esperanzas. Y el deseo de un futuro prominente. Y la vida cerca y los ideales frescos y la muerte tiene que estar muy lejos, cuando se tienen 17.

Cuando se tienen 17 se tiene el futuro entero y todo el presente. Pero si ese presente es feo, difícil y duro. Si tu libertad está comprometida. Si abusan de ti y de tu gente. Si no te puedes expresar a través de los mecanismos democráticos que nos da la Constitución y las leyes, pues no es de extrañar la disposición de luchar por el cambio y por el futuro que mereces. A veces en una lucha buena, otras mala y algunas veces inteligente.

La violencia no resuelve ningún problema. Es el problema. Y los resultados están ahí, tendidos en el piso, como el niño muerto.

Y mientras todo esto está pasando por mi mente, en otro de mis chats anuncian que llegó su mamá a la clínica y volví a llorar sin parar, sólo de imaginar lo que lloraría yo, ahí, al ver mi niño muerto. ¿Qué puedes sentir sino la tristeza más profunda, indescriptible, insoportable, que absolutamente nada en el mundo puede compensar o aliviar?

Ya van más de 60 muertos, muchos de ellos tan niños como este niño muerto. Nuestros niños muertos. ¿Sabes cuántas ilusiones se fueron con ellos? ¿Sabes cuántas lágrimas de dolor sincero? ¿Sabes cuántas familias destruidas y cuántas historias que nunca contaremos?

En la Venezuela que quiero, en la que merecemos, no puede haber niños muertos, porque no se construye la vida, la felicidad y el futuro sino con niños vivos, que no podemos perder bajo ningún concepto.

Que Dios reciba a todos nuestros muertos y consuele a sus padres, familiares, amigos y a todo un país entero, que hoy sólo tiene duelo, pero que esperamos que muy pronto tenga libertad, felicidad y consuelo.

Luis Vicente León 

Comentarios (37)

Alejandro Bustamante
11 de junio, 2017

Muy triste. muy doloroso…

frankz
11 de junio, 2017

coño luis pense que todopo en ti eran estadisticas ,.siento igual ….

Elsa Mora
11 de junio, 2017

Sí, Luis Vicente… lo que más indigna no es tanto ni solo que pretenda hacerse de nuestro Poder Constituyente Originario y que quiera desconocer nuestra ciudadanía -con ello conculcar todos nuestros derechos y hacernos súbditos de su régimen nefasto…

Lo que más indigna y obliga a desconocer ese poder secuestrado, es la indolencia, la indiferencia que muestra ante tanto niño y joven asesinado solo por ejercer su derecho soberano a la protesta, arremetiendo contra ellos con uso abusivo y exagerado de la fuerza y del poder, que en principio se les otorga es para todo lo contrario… para protegerlos…

Eso evidencia que es un ser sin entrañas… lo que deja de manifiesto que no está apto para gobernar. A estas alturas que no salgan con fingimientos, porque ya nadie le va a creer…

MARLA CORNIEL
11 de junio, 2017

Luis, siempre te he seguido, algunas veces hasta con rabia por tener la razón de lo que escribes… Hoy, como toda Venezuela, me solidarizo con tu artículo porque expresa las palabras que hemos querido decir, las mismas que queremos gritar al mundo para que se den cuenta que este gobiernillo miserable está matando nuestro futuro! Te abrazo por todos los niños muertos de nuestra Patria!

Higinia Quijada
11 de junio, 2017

Nada mejor describe los sentimientos que en esto momentos nos abordan, porque cuando se tiene un hijo se tienen todos los hijos del mundo, mas aun si es un hermano venezolano. Pido a Dios por el y por todos caidos, por sus padres y familiares y por una nacion que hoy llora a sus hijos.

roraima
11 de junio, 2017

excelente tú artículo luis.necesitamos rescatar esta venezuela precisamente para que catedráticos como tú enseñen a nuestros jóvenes ojalá no muera ni uno más. un abrazo.

Maria Elena Gonzalez P.
11 de junio, 2017

Que mensaje tan cierto, me siento como Luis Vicente León, muy triste por la muerte de ese niño que aún era tan inocente y luchaba por un futuro, ya que en la Venezuela de hoy no hay futuro. Como madre siento el dolor desgarrador de esa madre que perdió a su hijo de una forma tan siniestra.

Milheny Marquina
11 de junio, 2017

Muy cierto este articulo todos los muertos a los q estamos en esta lucha por años nos duele es una esperanza y un sueño que le ciega a esos jóvenes ya van 200 jóvenes que le cegaron sus ilusiones 200 fñias enlutadas…. Pero NEOMAR el libertador y guerrero nos llegó al corazón por su valentía por sus actos reflejados en sus vídeos por como el vea la vida con amor y pasión a un futuro q le cegaron…la lucha de pocos es el futuro de muchos..un niño muy claro en sus valores todo un líder… Dios lo tenga su gloria ya pronto podremos cumplir su sueño neomar niño bello guerrero

ELIO SUÁREZ
11 de junio, 2017

El dolor y sentimiento nos atrapa en estas muertes inocentes y en la flor de la vida, para que unos delincuentes desarmados por sus ansias de poder y maldad han sembrado el odio y terror en este País de libertadores. Pero la venganza es de Dios, porque mientras ellos sacan su odio y maldad, nosotros sembramos amor, paz, hermandad y unidad teniendo a Dios como nuestro Líder y a Cristo Jesús como nuestro Capitán. Mía es la victoria dice Jehová.

Cesar Medina
11 de junio, 2017

Excelente reflexión Luis Vicente; y lo que más molesta es la manera como todos buscan excusas como para decir esta muerte es tuya y no mía, cuando todos, unánimamente, deberían condenarla. Y que pasa con todos esos niños que mueren diariamente por falta de alimentos, tratamiento médico y de medicinas; esos también son “Niños Muertos” y también hay que llorarlos.

Jacdebline Dordelly
11 de junio, 2017

Sr. León: Sus palabras reflejan el sentimiento de todos los venezolanos de buen corazón… porque como decía Andrés Eloy: Cuando se tiene un hijo se tienen todos los hijos de la tierra… Y por eso he llorado no solo a Neomar, sino a todos los hijos de Venezuela que han caído reclamando Libertad!!!, reclamando el Derecho de la Constitución, que ellos no refrendaron, pero que los adultos asumieron como valida en aquel diciembre de 1999, por cierto, deslavado en Vargas…. Estos niños, hijos de Nuestros son los Libertadores del siglo XXI….Y sin embargo no se justificará nunca la muerte….

Kondorito Konstitución
11 de junio, 2017

DANTESCO: “¿Sabes cuántas ilusiones se fueron con ellos? ¿Sabes cuántas lágrimas de dolor sincero? ¿Sabes cuántas familias destruidas y cuántas historias que nunca contaremos?” ¿Sabes que al gobierno bolivariano le sabe a casabe? KAFKIANO.

Mirla Yanez
11 de junio, 2017

Todas las muertes me han dolido,pero la de Neomar la he llorado muchisimo.Estoy triste tengo a mi nieto mayor de 10 años y veo con dolor que si esto no se acaba, el se va a sentir como este niño muerto. Me quedo en silencio pensando, Dios hasta cuando podemos aguantar, hay miedo mucho miedo de parte de los adultos pero de parte de esos chamos Libertarios hay pasión, lucha, entrega. Rezo por ellos, que Dios los ilumuine y los acompañe en su lucha. Porque aunque sus padres le digan que no vayan a marchar ellos van a ir porque tienen sueños Libertarios. Son mis Heroes.

Carlos Soto Reyes
11 de junio, 2017

Tengo dos hermosas hijas, que Dios y la vida me regalo.Sin embargo, todos estos muchachos también son míos y el llanto y la tristeza que hoy nos aqueja, nunca jamás deben de verse como flaqueza o debilidad alguna.Por el contrario, esta lucha donde el suelo patrio se tiñe de rojo, tiene que armarnos de valor y esperanza, si realmente queremos vivir en democracia y libertad.

José Manuel
11 de junio, 2017

Gracias Luis Vicente doy a DIOS por q todavía existen Venezolanis como Ud sensibles al dolor q tiene en cuenta a DIOS en su vida y ama su país y como dijo el poeta el q tiene un hijo tiene todos los hijos del mundo

pedro vegue
11 de junio, 2017

comparto plenamente esa tristeza enorme , a esa edad es cierto una cosa muy muy lejana deberia ser la muerte , debemos parar esta barbaridad ,no tengo palabras mejores que el silencio

Carlos Figueredo
11 de junio, 2017

Nuestro derecho natural es vivir, tratar de vivir lo mejor posible; solos o en familia,dentro de la sociedad. El Estado Venezolano debe garantizar esos derechos, los cuales les subrogamos a través de ese contrato que llamamos Constitución. El gobierno debe actuar para gastar la vida de todos: niños, viejos, enfermos, etc. En última instancia, no valen las excusas ni alegatos ni presentaciones de los representantes del gobierno: el gobierno mata cuando no hace su trabajo y deja que los demás maten.

ileana vasquez
11 de junio, 2017

Creo que todos los padres y madres de este país estamos llorando a todos estos niños y jóvenes adultos, luchadores, promesas que no se cumplirán, sueños que no se realizarán, como si fueran nuestros propios hijos.

Aleska Chaurel
11 de junio, 2017

Luis Vicente te sigo por las redes y leo tus articulos,siento profunda admiracion por tu profesionalismo, pero este articulo del Niño Muerto me conmovio demasiado…ojala como tu dices llegue pronto la Libertad Vzla. Un abrazo! Saludos desde maracay. Aleska

Victoria Martinez
11 de junio, 2017

¡Excelente! Me has hecho llorar, nunca pense que viniendo de ti sería posible. Me he molestado contigo, me he reido y ahora he llorado cual niña. Espero que en la próxima reíramos y si alguna lagrima se escurre por ahí sea de pura felicidad.

Alguien Venezolano
11 de junio, 2017

Excelente tu redacción, parece poesía de Andrés Eloy Blanco… Casi describes lo que ha sentido cada madre Venezolana al menos las opositoras, no entiendo como hay tanta indolencia de parte del oficialismo que no dejaron ni llorar a su madre con tranquilidad al escribir comentarios imprudentes por las redes… Los oficialistas no entienden nuestro dolor cada vez que cae un venezolano en protesta. No saben lo que nos ha dolido Pernalete, Pereira, Neomar y todos los demás. Y no saben que no sentimos odio, si nos da mucha impotencia y ganas de que esto termine pronto, pero no odio, el odio crea resentimiento y el resentimiento enferma. No sentimos odio sentimos impotencia de que eso no debió suceder, de no haber estado allí para evitarlo, para aconsejar a esos chicos, impotencia de no tener la valentía que a esos Jóvenes les sobra…Impotencia de que los ciudadanos han hecho todo, ¿cuantas veces firmamos, cuantos requisitos superamos? Y nada. Todo esto se pudo haber evitado.

Rafael Montiel
11 de junio, 2017

Mi querido Luis Vicente somos un pais de padres huerfanos, esta es la guerra mas desigual del universo, somos un pueblo valeroso, saludos muy buen articulo..este articulo lo escribiste con el corazon en tu mano….

Jorge Baños
12 de junio, 2017

Si, como duele,las lagrimas se me escapan,y he llorado por Neomar

Lila Siegert
12 de junio, 2017

Comparto totalmente este dolor, yo sentí y siento lo mismo.

Obed Muñoz
12 de junio, 2017

Totalmente identificado con su artículo, de hecho esto fue lo que les escribí a mis hijos que están el exterior. “Cuanta tristeza, un niño peleando y muriendo por nuestra libertad. No es justo, deberíamos haberle dado el futuro que se merecía”.

Esa pesadumbre me corroe.

Neris Lopez Contreras
12 de junio, 2017

Es increíble como me siento reflejada en estas palabras. Yo he visto todos.. o casi todos los videos de las cosas terribles que están pasando. pero definitivamente la muerte de este niño me hizo implosión en mi corazón y lloré tan en forma tan desgarradora como tu.. nunca había sentido tanta tristeza..y sí..sentía que era mi niño.. y sentí, miedo tristeza, horror, desesperanza…dios cuantas cosas..aun las siento. Dios nos bendiga y nos proteja.

morela Belmonte V
12 de junio, 2017

Asi es, todos estamos muy tristes y compungidos por la muerte de este niño, hablaba como un niño y muy comprometido con su luya…. Sensible articulo

jhon Velasco
12 de junio, 2017

Wooooowwww… Has hablado con el alma Luis Vicente

francisco
12 de junio, 2017

es la posicion que muchos no entendemos, en al cual me incluyo, viendo la mayor indiferencia nacional al leer y ver estas noticias que deben de enlutar al cielo y al ser en su propia esencia, luis tus oraciones y palabras tendran que ser en su momentos escuchadas,

Sandra
12 de junio, 2017

Y volví a llorar…

Johnny Peña
12 de junio, 2017

Muy buena prosa poética. Expresaste lo que sentí aquél día. Aún me duele el alma por “el niño muerto”

Gerardo
12 de junio, 2017

Te apoyo y estoy de acuerdo en todo lo que escribes, sentí exactamente lo mismo, las imagenes del niño muerto me descompusieron el cuerpo varios dias, solo de saber que era un niño….

RafaelAngel Alfonzo
12 de junio, 2017

Gracias. Aunque son palabras de dolor, se agradece saber que muchos sentimos igual ante tanta ignominia. Saludos de PAZ.

Mar Díaz
13 de junio, 2017

Gracias infinitamente gracias por escribir esto, te admiro y respeto por tu objetividad, aunque no escriba ni opine en los medios, veo y procuro informarme.

En este momento ese hijo es el hijo de todos, lastima que los pronunciamientos de la fiscal, se lleven más lineas de opinión que un hecho tan grave como este.

Seguiremos en esta lucha por este país, ligando que no sea el hijo de nosotros el próximo muerto y con la esperanza de que todo esto VALGA la pena, por y para una sociedad mejor.

Lucía Medell
16 de junio, 2017

Luis Vicente sentí la misma indignación y lo he llorado como si hubiera sido mi propia hijo. Era un joven. Como todo joven, con sus sueños. Casi inmediatamente después de enterarme de lo que había pasado supe que pocos pueden decir que han estado a su altura. Era un niño pobre, un verdadero hijo del chavismo que no conoció la democracia, pero estaba más claro que toda la Mud en pleno. La historia tiene esas cosas, cuando todas las miradas se posan sobre personajes tan importantes: políticos, jueces, presidentes, militares, un humilde muchacho nos quita el sombrero. Su ímpetu, su pureza, su optimismo. Mi respeto al guerrero. Su memoria me inspira y me da fuerzas. Su escudo de cartón fue un anuncio porque su título lo llevará siempre: Libertador (con mayúscula). Neomar Lander, tu lucha no ha terminado!

Lucía
17 de junio, 2017

Era un joven. Como todo joven, con sus sueños. Casi inmediatamente después de enterarme de lo que había pasado supe que pocos pueden decir que han estado a su altura. Era un niño pobre, un verdadero hijo del régimen que no conoció la democracia, pero estaba más claro que la luz de la mañana. La historia tiene esas cosas, cuando todas las miradas se posan sobre personajes tan importantes: políticos, jueces, presidentes, militares, un humilde muchacho nos quita el sombrero. Su ímpetu, su pureza, su optimismo. Mi respeto al guerrero. Su memoria me inspira y me da fuerzas. Su escudo de cartón fue un anuncio porque su título lo llevará siempre: Libertador (con mayúscula). Neomar Lander, tu lucha no ha terminado!

Adith Grippa
17 de junio, 2017

Luis, nunca pense que que un escrito tuyo me sacara una lagrima. Espero como tu que no haya otro hijo muerto en nuestro pais.

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