Perspectivas

Dios no proveyó; por Ricardo Hausmann y Miguel Ángel Santos

Por Ricardo Hausmann y Miguel Angel Santos | 10 de febrero, 2016

Dios no proveyó; por Miguel Ángel Santos y Ricardo Hausmann

Venezuela se encuentra en un momento de extrema fragilidad que ya está causando un inmenso daño social y podría devenir en una catástrofe de magnitudes nunca antes vistas si no hacemos algo pronto. Tras diecisiete años de disparates, todos los cimientos del país han cedido en rápida sucesión. Y la solución esta vez va mucho más allá del repertorio de herramientas y respuestas que hemos utilizado en el pasado para resolver nuestras crisis.

Para entender por qué, es bueno repasar los números actuales y recordar cómo llegamos aquí.

En estos tiempos de penuria, parece mentira que hace apenas tres años vivíamos en la abundancia más grande e irresponsable de nuestra historia. En el año 2012 el precio del petróleo promedió 103 dólares por barril. Según el Banco Central de Venezuela (BCV), exportamos 97.340 millones de dólares e importamos, entre bienes y servicios, 75.300 millones.

A pesar de la bonanza, el sector público registró un déficit de 17,5% del PIB, una cifra demencial, totalmente inaudita en un país que debía haber ahorrado su buena suerte para cuando ésta se agotara. Dicho de otra forma, en el último año electoral de Hugo Chávez el gobierno gastó como si el precio del petróleo fuese de 197 dólares por barril. Y la diferencia fue cubierta con una combinación de endeudamiento e impresión de dinero.

Ese año los desequilibrios alcanzaron su clímax, pero los desvaríos venían desde tiempo atrás. Entre 2006 y 2014, en medio de la bonanza petrolera más prolongada de nuestra historia, Venezuela multiplicó por cinco su deuda externa. Mientras tanto, otro países aprovecharon los buenos precios de sus materias primas para fortalecer su balance en moneda extranjera, ya sea reduciendo la deuda externa o acumulando activos internacionales. Kazajistán, por ejemplo, aprovechó las vacas gordas para crear un fondo de ahorro equivalente a siete años de contribución fiscal petrolera.

El gobierno de Venezuela, por el contrario, lo aprovechó para declararle la guerra al sector privado, poniéndose a competir con importaciones baratas, racionándole el acceso a divisas para importar, expropiándolo u ocupándolo, regulándole los precios y márgenes, criminalizando los inventarios e inclusive la exportación y sujetándolo a un sin número de regulaciones que acabaron por extinguir su rentabilidad.

Las consecuencias de esta cadena de políticas en términos de abastecimiento fueron camufladas detrás de un enorme boom de importaciones financiadas con petróleo y deuda. Y así se creó la ilusión del socialismo posible, mientras se debilitaba nuestra capacidad productiva y se hacía al país más vulnerable a una eventual caída del petróleo que hoy se ha materializado.

El año pasado, Venezuela exportó alrededor de 37.000 millones de dólares, algo más de un tercio de nuestras exportaciones del 2012. Por esa razón, apenas pudimos importar 50.000 millones de dólares entre bienes y servicios. Esa caída en importaciones, dada nuestra incapacidad para sustituirlas con producción local, tuvo consecuencias dramáticas en términos de desabastecimiento, colas para adquirir alimentos y medicinas, caída del salario mínimo en 51%, caída en la producción de alrededor de 10% y una inflación superior a 250%.

Aún así, vale la pena preguntarse: ¿cómo hizo Venezuela para importar 50.000 millones de dólares en bienes y servicios (34% menos que en 2012), si apenas exportamos 37.000 millones de dólares (62% menos que en 2012)?

Más aún: ¿de dónde salieron los 26.000 millones de dólares de diferencia entre lo que entró por exportaciones y lo que tuvimos que pagar por importaciones de bienes y servicios, e intereses y principal de deuda?

Pues salieron de caídas en las reservas internacionales líquidas (5.700 millones), empeños del oro monetario (3.500 millones), adelantos de acreencias que teníamos en Petrocaribe con un descuento de 45% (3.700 millones), uso de nuestros derechos especiales de giro en el Fondo Monetario Internacional (2.300 millones) y endeudamiento contratado a nivel de CITGO para pagar dividendos a PDVSA (2.000 millones). Además, se renovó el Tramo B del Fondo Chino (5.000 millones, de los cuáles es difícil precisar cuánto es financiamiento neto), se liquidaron activos (entre ellos la refinería Chalmette, en Louisiana) y se dejó un monto impreciso de importaciones sin pagar.

En resumen, el año 2015 no sólo fue uno de los peores años de nuestra historia, sino que además fue un año en el cual tuvimos que “raspar la olla” con el petróleo venezolano a 45 dólares por barril y una combinación de liquidación de activos y contratación de deudas imposible de repetir.

Y la pregunta ahora es cuánto vamos a poder importar en 2016, si en lo que va de año la cesta venezolana ha promediado 25 dólares el barril.

Sin importaciones, no tendremos las cosas que ya no hacemos en Venezuela ni las materias primas para poder hacer las que sí sabemos hacer. A estos precios, las exportaciones de Venezuela no llegarían a 22.000 millones de dólares. Nuestro servicio de deuda pública externa totaliza 10.300 millones de dólares, sin incluir unos 6.000 millones por servicio de préstamos del Fondo Chino.

Venezuela-sin-sentido-de-urgencia-por-Asdrúbal-Oliveros-Lesner-Castillo-y-Cristina-Parilli-320X100Aún asumiendo que los chinos nos renuevan el crédito, apenas tendríamos algo menos de 12.000 millones de dólares para importar. Eso es apenas 25% de lo que importamos en el 2015, lo que llevaría a una contracción económica de una magnitud nunca vista en Venezuela, equivalente a las registradas tras grandes catástrofes naturales o situaciones de guerra a nivel mundial.

¿No podemos liquidar más reservas para importar más? Las reservas internacionales netas, valorando el oro a su precio de mercado y restándole las cantidades que ya han sido empeñadas, no llegan a los 10.000 millones de dólares. Con esto podríamos importar 22.000 millones (56% menos que en 2015), pero si decidimos utilizarlas todas en 2016, no tendríamos nada en la bóveda para hacerle frente al 2017. Y si usamos los activos de PDVSA para importar comida y bienes de consumo, se acentuaría el ritmo de caída en la producción petrolera de los últimos años.

¿Y los mercados internacionales? Están completamente cerrados. Como hemos comentado líneas más arriba, Venezuela agotó su capacidad de endeudamiento en la época de bonanza y hoy en día tiene la mayor prima de riesgo soberano del mundo: 3.627 puntos básicos o 36,26% de interés por encima de títulos de igual duración emitidos por el Tesoro de Estados Unidos.

Otras fuentes posibles de financiamiento, como los Derechos Especiales de Giro en el Fondo Monetario Internacional o el descuento de créditos petroleros ya fueron agotadas el año pasado. En el FMI, Venezuela apenas cuenta con 700 millones de dólares. Peor aún: el 84% de nuestras acreencias petroleras actuales están en Cuba, Nicaragua y Haití, tres países que no parecen estar en capacidad de pagarle por adelantado a Venezuela.

Hay quienes han argumentado que todos nuestros males se resolverían con una devaluación o, más aún, con una unificación cambiaria. Esta decisión promovería un uso más racional de nuestras escasas divisas, eliminando los incentivos a la sobrefacturación de importaciones.

También se dice por ahí que la devaluación reduciría el déficit fiscal, porque aumentaría el valor en bolívares de nuestras exportaciones petroleras. Si bien los efectos de eficiencia en la asignación de divisas de una devaluación y unificación cambiaria son acertados, la posibilidad de que corrijan el déficit fiscal es mucho más remota.

Para entender por qué, es bueno resaltar que las devaluaciones tienen un impacto positivo sobre las cuentas del sector público en la medida en que el sector público tenga un superávit en su balanza de pagos. Así, una devaluación aumenta el valor en bolívares de los ingresos en divisas más que el de sus gastos en dólares, resultando en una mejora en su saldo en bolívares.

En 2016, con las obligaciones actuales, es improbable que el sector público registre un superávit en dólares: tiene 22.000 millones en exportaciones, importó 26.700 millones el año pasado y debe cancelar entre 10.000 y 16.000 millones de dólares en servicio de deuda, según se logre refinanciar la deuda con los chinos. Esto implica que se requeriría un brutal recorte de las importaciones públicas para que el gobierno pueda tener un superávit de divisas.

Esto no había pasado nunca en la historia de las crisis anteriores de la Venezuela petrolera.

Ni en 1960, ni en 1983, ni en 1989, ni en 1996, ni en 1998, ni en 2002 ni en 2009.

No habíamos caído en hiperinflación porque, cada vez que nos metíamos en problemas, devaluábamos. Y dado el superávit en divisas, disminuía el déficit fiscal. Ahora la devaluación muy probablemente aumente el déficit fiscal, incrementando la necesidad de imprimir dinero y acelerando la inflación.

Esta nueva realidad ocurre por la confluencia de tres factores: haber multiplicado por cinco la deuda externa, llevar las importaciones públicas de 3.200 millones de dólares (15% del total) en 1998 a 33.200 millones (52%) en 2014; e insistir en un sistema cambiario que genera incentivos perversos a sobrefacturar importaciones.

Por estas razones, devaluar y unificar en la situación actual es necesario, pero no suficiente.

Se requiere, además, reducir los gastos en divisas del sector público. En términos generales, de lo que se trata es de redefinir el rol del Estado en la economía, alcanzar un nuevo acuerdo social que delimite qué debe hacer el Estado por el ciudadano y qué debe hacer el ciudadano por el Estado y por sí mismo.

¿Por dónde empezar? ¿Qué podemos hacer?

Para salir de esta situación con el menor daño posible e iniciar la reconstrucción debemos considerar dos opciones que cambian significativamente los números del juego. Son dos opciones que nos permitirían salir del hueco y continuar el flujo de importaciones, abriéndonos la posibilidad de producir más y detener los estragos que esta crisis está causando en la calidad de vida de todos los venezolanos, en especial los sectores más vulnerables.

Estas dos opciones son pedir ayuda a la comunidad internacional y reestructurar la deuda.

Opciones que no deben evaluarse con base en consideraciones ideológicas, sino más bien con criterios prácticos que prioricen el bienestar de los venezolanos.

Y no son necesariamente independientes. Un acuerdo con el FMI, que es el organismo que coordina y canaliza la ayuda internacional hacia los países que están en problemas, podría requerir la reestructuración de la deuda. Eso ya ocurrió, entre otros casos, con Grecia, Chipre y Uruguay. De acuerdo con las últimas cifras del BCV, para septiembre del año pasado Venezuela tenía una deuda de 138.000 millones de dólares, equivalente a más de seis años de exportaciones a los precios actuales. Y esa cifra no incluye los juicios pendientes en el CIADI, ni la deuda acumulada con el sector privado por los rezagos en la liquidación de divisas (ALD) ni los préstamos necesarios para salir de la situación actual.

La comunidad financiera internacional ha creado estos mecanismos de coordinación para rescatar a los países, no a los tenedores de bonos. Estos últimos, por su parte, ya tienen una idea de lo que les viene: sus títulos de deuda valen 37 centavos por cada dólar, porque presumen que no vamos a poder pagar completo. Una reestructuración ordenada le daría más valor a los títulos de deuda, nos daría la oportunidad de recuperarnos y tener con que pagar la deuda reestructurada.

Las proyecciones con el apoyo del FMI y una reestructuración negociada de la deuda son mucho más viables y esperanzadoras. Venezuela podría aspirar a un programa por entre 40.000 y 50.000 millones de dólares en un plazo de dos a tres años. Suponiendo múltiplos de cuota similares a lo que sucedió con Grecia, el monto sería 53.000 millones.

Estos fondos vendrían a tasas de interés muy bajas, que contrastan no sólo con lo que hoy en día exigen los mercados a Venezuela, sino también con los cupones de muchos de nuestros bonos. Además, un acuerdo con el FMI le permitiría a Venezuela acceder a entre 10.000 y 15.000 millones de dólares adicionales en tres años entre el Banco Mundial, el Banco Inter-Americano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF).

En las condiciones actuales, esta estrategia luce como la única que podría evitar ese recorte brutal en importaciones que nos llevaría a una crisis humanitaria.

A partir de allí podríamos empezar a recuperar la producción, la inversión y el consumo, así como reponer nuestras maltrechas reservas internacionales. Para eso, además del financiamiento, sería necesaria una nueva administración que consiga reestablecer la esperanza y el optimismo en Venezuela y cambie las expectativas.

Los países no desaparecen, pero sí pasan por momentos de extrema dificultad que dejan cicatrices duraderas. El gobierno de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro no sólo nos trajo hasta aquí tras diecisiete años de disparates en la política económica, sino además se ha quedado inerte mientras la crisis se extiende y profundiza, pretendiendo enfrentar la realidad con mentiras como la “guerra económica” o el lanzamiento de algún eslogan como “los trece motores”.

Éste es el drama en el cual nos encontramos. Sin un nuevo gobierno que recurra a la ayuda internacional, y promueva una renegociación ordenada de la deuda externa, Venezuela no levantará cabeza. Con esto no queremos decir que vamos a evitar los momentos difíciles, que son consecuencia de la improvisación, parálisis e insistencia en un modelo económico fracasado que ha dejado exangüe a la economía del país. Pero sí es posible minimizar el dolor, acelerar los plazos de recuperación y abrir la posibilidad de iniciar la reconstrucción.

Es una alternativa algo más responsable y productiva que esperar a que Dios provea.

Ricardo Hausmann y Miguel Angel Santos 

Comentarios (55)

Juan F Misle
10 de febrero, 2016

Esas son las cifras, y sin caer en exageraciones, son dramáticas. Pareciera que las opciones son la hambruna o acudir a los organismos multilaterales en busca de financiamiento externo y para facilitar la reestructuración de la deuda internacional. Pero al FMI y al BM hay que ir con un plan que sea creíble, ejecutable, y que cuente con un respaldo político amplio en Venezuela. Un plan diseñado por los economistas del patio, entre ellos Santos y Haussman. Lamentablemente eso no será posible con Maduro regentando en Miraflores y taponeando cualquier salida racional a la espantosa crisis venezolana.

MARISA MARCONI
10 de febrero, 2016

Ecxelente analisis con un agudo y profundo manejo del tema.Ojalá lo tomen en cuenta los que deben, los que se postulan para dirigir el PAIS. marisa marconi

william
10 de febrero, 2016

Que debemps hacer los Venezolanos para contrarestar esta dificil situacion ?hay algunos consejos viables ? la solucion es emigrar ? que nos pueden indicar, saludos

Diógenes Infante
10 de febrero, 2016

Excelente, gracias.

Angel Ruocco
10 de febrero, 2016

Articulo con una claridad meridiana sin parangon. Todo el articulo explica, entre lineas, el por que tenemos una economia de arbitraje, … en todos los sectores. La consecuencia? Una economia totalmente distorsionada y en desequilibrio general con las consecuencias que estan a la vista de todos. Lo mas grave? que el Gobierno parece que aun no ha entendido que la mejor politica social es una buena politica economica. Urge el rediseno de la politica economica para avanzar de manera solida y permanente en el campo social. La pregunta que queda hacerse es: ?Podra este Gobierno generar la credibilidad suficiente de los agentes economicos y sociedad en general para que adoptando las politicas y medidas especificas podamos salir adelante?

Cecilio Figueras
10 de febrero, 2016

Excelente análisis de los Srs Hausmann y Santos y como lo demuestran, la actual situación nacional es ESTRUCTURAL lo cual amerita un cambio de sistema para poder enrrumbar al pais hacia aguas menos turbulentas y todo esto demanda medidas y decisiones y acciones uegentes. Ya es hora que todos los venezolanos aportemos nuestros mejores esfuerzos para sacar a esta nación y a su sociedad de tan peligroso situación.

SOLOS LOS HOMBRES INTELIGENTES SON CAPACES DE RECONOCER SUS FRACASOS Y RECTIFICAR OPORTUNAMENTE.

Econ. Carlos Pino
10 de febrero, 2016

Excelente análisis y única propuesta lógica en esta crisis, luego de sentar esas bases podría venir el proceso creativo que por la vía de la productividad y de comenzare a ver al Factor Humano como un factor de inversión, podría acelerar los procesos de cambios necesarios para el país. Tus enfoques siempre los uso en mis clases de posgrado de Mercado de Capitales y Finanzas Corporativas Ricardo Saludos

Magín Serfaty
10 de febrero, 2016

No hay que ser un genio en física cuántica para saber que no existe país que pueda soportar el nivel de robo, corrupcion y populismo al que nos llevó Chavez sin pagar las consecuencias. Obviamente, el análisis del Dr. Housmann es muy importante, ratificando y agregando detalles con esta pieza magnifica.Los países no quiebran. Y en esto de los defoult, ya hemos tenido experiencias anteriores,así como muchos países lo han pasado.El gobierno de Maduro no negociará con nadie una refinanciación a menos que consiga ocultarlo del pais.Algo difícil,mas no imposible.Lo que si creo muy difícil es que exista algún organismo o pais que este dispuesto darle dinero a estos locos de carretera,sin exigir cambios drásticos,compromisos serios y sobre todo AUDITORIAS Y CONTROLES.La unica forma de tener una solución económica para el país es con una solución política:La salida civil,legal y con pleno consenso de Nicolas y su gobierno,mas una depuración del poder judicial.Así es como podremos negociar.

Arturo Pimentel
10 de febrero, 2016

como hacer para que estos señores reconozcan y recapaciten cuando su ignorante ideologia no se los permite. apuesto que si se necesita imprimir billetes de 500 al primero que pondrían sería a la bestia eterna. dios nos libre y nos ilumine a salir de esta lamentable pesadilla.

Luis Tovar
10 de febrero, 2016

Cordial saludo. agradesco la información publicada, es la orientación necesaria para todo Venezolano de sentido comun. esperemos pronta mejoria a corto plazo.

Sheyla Falcony
10 de febrero, 2016

¿ Por dónde empezar ?..¿ qué podemos hacer..?…………..buen artículo..gracias. …………………………… A lo mejor podemos lograr MUCHO..pero ¿ habrá cerebros pensantes en este gobierno para dialogar y resolver……..creo que No o sí ?…. Y rumiando mi angustia individual por mi País..sólo me queda recordar aquél librito cargado de sabiduría que leí hace unos años ..Los cuatro acuerdos de don Miguel Ruíz..

..LO CIERTO ES QUE URGE SALVAR A VENEZUELA !!!!

Pedro Mujica
10 de febrero, 2016

Un análisis entendible para aquellos que no sabemos de finanzas, diría muy bueno, pero….. Como le ponemos el casCabel al gato? Como hacemos para que el país entienda porq acudir al FMI? Como hacer entender a los “administradores” actuales que deben irse por el bien del país?

Raúl Maestres
10 de febrero, 2016

Explicación magistral!! Con la sencillez y contundencia que tiene la verdad

Jose R Pirela
10 de febrero, 2016

No entiendo porque se insiste en calificar la actitud perversa de los gobernantes actuales de “modelo económico fracasado”. No es más que una venganza contra los venezolanos, es una actitud ruin que se suaviza con “modelo económico fracasado”, en lugar de recibir una condena por malhechores.

jorge
10 de febrero, 2016

se van a ir cuando no quede nada en el BCV y tocara apelar a la comunidad internacional e invitar una intervencion de la ONU/OEA tipo haiti porque asi de mal vamos a quedar

LUIS ALEJANDRO
10 de febrero, 2016

Un saludo Sr Hausmann y Santos, el tema urgente pasa por la tozudez del gobierno en no querer hacer publico su descalabro ideológico fracasado ya que el socialismo decadente es la ultima hebra de hilo que les queda entre ellos y ese 15% que todavía les sigue, todos sabemos que para poder aplicar una receta ordenada debe haber credibilidad y gente que se comprometa y en el gobierno en su forma actual no se cuenta ni con lo uno ni lo otro, en fin no será Maduro el presidente que nos guie a cumplir con esa magistral propuesta que ud tiene a bien de compartir con el país la cual igual que el sr Mendoza como venezolanos les duele lo que estamos viviendo creo que de allí debe partir el nuevo rumbo reconciliación nacional y nuevo poder ejecutivo nuevo timonel ahh muchas gracias.

Miguel Ángel Ayala S.
10 de febrero, 2016

El modelo del gobierno es marxista y por tanto todas sus acciones económicas tiene el objetivo de propiedad en los medios de producción. La población recibirá un ingreso tal para su subsistencia. Hoy un salario mínimo es de usd$11 mensuales. Nunca podrá aplicar las propuestas brillantes y prácticas de estos dos venezolanos que aportan una solución dentro del esquema modernista de la economía. Felicito a los profesores por cuanto es la mejor propuesta que he leído para evitar el colapso social y económico del venezolano. Cuando la economía arropa al político lo lleva a su desteuccion. La historia lo ha narrado.

José L. Santos
10 de febrero, 2016

Excelente análisis de la grave crisis económica que atraviesa Venezuela. Toda posible salida debe empezar por lo político.

Dr. Rene Farrera
10 de febrero, 2016

Cual seria la posibilidad de rescatar fondos en el exterior producto de la corrupcion?. En el analisis no se menciona el efecto de el desvio de fondos y la corrupcion. Otro aspecto importante es la necesidad de contar con un talento humano debidamente acreditado y formar aceleradamente generacion de relevo.

Angel Ruocco
11 de febrero, 2016

Quiero seguir pensando que en algun momento el Gobierno tomara las decisiones apropiadas, aunque nos puedan parecer muy lejanas en estos momentos. La esperanza la albergo basado en que en Europa hemos visto a paises con gobiernos socialistas adoptando medidas de corte “neoliberal” (racional) por mas dolorosas que sean, pero la realidad del manejo populista de la politica economico-social no pudo seguirse ocultando ni obviando. Entre estos casos estuvieron Irlanda, Portugal y Grecia.

Angel Ruocco
11 de febrero, 2016

Las politicas de estos paises no eran sostenibles y los paises vivieron por encima de sus posibilidades reales (su realidad racional), … algo parecido a lo que ha acontecido en Venezuela. No obstante lo anterior, sigo pensando en si el Gobierno actual tendria la credibilidad necesaria para hacer que confiemos en el, ya que puede existir la tentacion de regresar a las politicas de anos pasados si los precios petroleros repuntaran por alguna razon que hoy no visualizamos, echando por tierra lo que hoy dia pudiera avanzarse con un programa de ajuste bien concebido. Amanecera y veremos; pero en todo caso,hay que recordar que no tomar decisiones tambien es una decision, …irresponsible, pero decision al fin.

Luis Alberto Urea
11 de febrero, 2016

It’s the economy, stupid! Con esa frase como guía, aún se recuerda al gobierno de Bill Clinton como mucho mejor que el de G.W.Bush, a pesar de Mónica. Y por eso y otras cosas, Hillary Clinton se posiciona mucho mejor que Jeb Bush en las encuestas presidenciales de este año. ¿Qué hacer en Venezuela? Se empieza por reconocer que el camino que estamos recorriendo no es el correcto y que requerimos un cambio de timón. ¡Y PRONTO!

gloria incerpi
11 de febrero, 2016

Senalo a la recomendacion dada de las salidas alternativas. Son dos las recomendaciones adoptadas por Haussman. Pedir Ayuda a los Organismos Internacionales y reestructurar la deuda como sucedio recientemente en Grecia y, donde hasta ahora parece que ha resuelto en parte el problema con no pocas modificaciones en las cargas impositivas a la poblacion. Otra, que considero importante es generar condiciones positivas a la inversion privada para que aumente el cumulo de divisas en la economia del pais que, aunado a la repatriacion de de las divisas ROBADAS por los agentes que guiaban el sector publico, calculadas en 31 millardos de dolares , nos darian un cierto respiro para el diseno de Planes futuros que asegurarian , en presencia siempre de administradores NO CORRUPTOS, beneficios a la poblacion venezolana.

Juan Jaramillo
11 de febrero, 2016

Toda esa formula en economía es perfecta en economía, pero si no se inicia en paralelo un profundo cambio educativo y de inclusión, todo fracasará. Imaginen poder lograr inversiones de venezolanos en Venezuela, convencerlos de traer parte de sus dolares e invertirlos, con tazas de rentabilidad mas atractivas que las americanas, que no dan nada. Hay muchas cosas por hacer, pero hay que re-educar al pueblo, porque este sistema creo muchísimos parásitos.

Maria Aranda
11 de febrero, 2016

Muy buen análisis y clarito de entender! En defensa de Dios: Dios proveyó abundantemente estas tierras con recursos minerales, bellos paisajes y amable clima, pero el despilfarro y la pésima administración han malbaratado esa provisión. Necesitamos de una seria gerencia pública para mantener nuestra hermosa casa en orden y libre de depredadores de turno.

César Medina
11 de febrero, 2016

Mejor escrito, imposible; habrá alguna mente lúcida en el Gobierno que entienda que esta debacle nos llevará a todos, a los rojos, azules y amarillos, al foso? La salida a esto pasa necesariamente por un cambio de Gobierno. Es tiempo de la Política, no de explcaciones “leguyéricas” que sólo buscan mantener al Poder. Si se requiere modificar Leyes para lograrlo, hay que hacerlo. Todos tenemos que empujar el carro hacia atrás, para que no se vaya por el barranco. Aquí es muy válido el dicho – el fin justifica los medios.

gilberto morillo
11 de febrero, 2016

Discrepo. Mas endeudamiento? 40 a 50 millardos mas? Saben cuantos pensionados dependen de los ingresos de los bonos de Pdvsa y Uds alegremente dicen que tienen que sacrificar parte de sus escasos ingresos? Saben Uds que 1 bonista que demande da al traste con cualquier refinanciamiento? Menos academia y mas finanzas corporativas.

ramon garcia
11 de febrero, 2016

Estoy de acuerdo que el pais se endeude con cualquier prestamista internacional, lo que me da cosquilla, dónde puedan ir a parar estos dolares, cómo sucedió en la cuarta republica, con los 30 mil millones y quedamos peor, por que los vivos se los llevaron del pais…….

Juvenal Freites
11 de febrero, 2016

¿Cómo debe ser el país, para afrontar estas decisiones, de tanto impacto social? ¿Podremos “arrear con los bueyes” que tenemos en la oposición? ¿Quiénes deben ser los convocados, a dirigir esta dolorosa transición? ¿Cuándo es “ya”?

Miguel Ángel Santos. Ricardo Hausmann.

Gonzalo Martinez
11 de febrero, 2016

La solución esbozada aquí es: acudir al FMI RESTRUCTURACION DEUDA. Mágica frase. Para un economista significa: té presto dinero, a cambio de que me vendas tus activos. Bajo las condiciones que yo te impongo. Eso es venta de los bancos en manos del estado, venta de las empresas cementeras y de las petroleras. Y con ese dinero me apalancas el dinero que te presto. Esa es la más viable.

Edito Rangel
11 de febrero, 2016

Excelente y aleccionador análisis Pero ¿habrá en el gobierno algún economista que pueda entenderlo, y sin las taras que a veces generan las idiologías promover o poner en práctica las recomendaciones aquí planteadas, olvidando todo sezgo político y pensando sólo en venezuela y sus ciudadanos? Yo quisiera pensar que sí, aunque la ya larga lista de improvisaciones y fracasos en este sentido, no dejan mucho margen de credibilidad o confianza

Cuesta también creer, que a estas alturas de la crisis, haya todavía gente del pueblo, que aún con todas las calamidades vividas, y las que nos faltan por sufrir; piensen que este es el mejor sistema de gobierno que merecemos, y que es culpa: delImperio,la guerra económica, el capitalismo, la ultra derecha y cualquier otra cosa que no sea la incapacidad del gobierno de turno, lo que nos ha traído hasta el borde de este obscuro precipicio que apenas estamos vislumbrando.

Juan Manuel Jauregui
11 de febrero, 2016

Muy interesante su artículo, Dr. Hausmann. Que desastre dios mío. Yo agregaría que a todo esto que usted describe habría que añadirle un artículo describiendo el problema social y sus soluciones. El estado dejo de ser el agente centralizador del poder, con lo Venezuela sufre un problema de ingobernabilidad que tampoco tendrá solución en el corto plazo. Si bien el tema económico es fundamental, y por lo tanto de prioridad, el tema social también amerita de propuestas inmediatas. Hacen falta propuestas sociales a nivel macro y meso descritas con las misma lógica con la que usted describe su propuesta económica. Saludos.

Per Kurowski
11 de febrero, 2016

Para salvar a nuestros compatriotas parecería indispensable bipasear el actual gobierno.

Aumentemos el precio de la gasolina, entreguémosle a PDVSA lo mínimo necesario para que pueda seguir vendiéndonos gasolina, y repartamos todos los bolívares entre los ciudadanos.

Que el Gobierno resuelva su rollo por si solo… con la ayuda de la providencia.

http://radicaldelmedio.blogspot.ca/2015/12/si-yo-fuese-uno-de-los-112-o-uno-de-los.html

María Inés Páez Capriles
11 de febrero, 2016

Excelente,expone con cifras la dura realidad a la cual llegamos, por irresponsabilidad y desidia del régimen más corrupto que hemos tenido. Cifras desmontan excusas:Si se uniesen a obras inconclusas, mal concebidas y peor pensadas, o a las que que se hubiesen podido hacer con bonanza. Pero al contrario mucho de lo que había, entre ello la infraestructura productiva se destruyó, dejándonos por todo el territorio cementerios de obras. Y aquí estamos en esta situación desesperada: A lo hecho pecho, dice el refrán popular. Pero la medida N° 2 es decir el poder salir constitucional y democráticamente de este régimen es la condición necesaria, aunque no sea suficiente y luego habrá que tomar muchas otras medidas, acuerdos, y más sacrificios. Todos contenidos en un Proyecto Nacional que nos haga recobrar la esperanza, no basada en mentiras populistas y fantasiosas, sino en la comprensión de que es con trabajo productivo, con valores,formación, esfuerzo que se construye un país.

María Inés Páez Capriles
11 de febrero, 2016

Excelente,expone con cifras la dura realidad a la cual llegamos, por irresponsabilidad y desidia del régimen más corrupto que hemos tenido. Cifras desmontan excusas:Si se uniesen a obras inconclusas, mal concebidas y peor pensadas, o a las que que se hubiesen podido hacer con bonanza. Pero al contrario mucho de lo que había, entre ello la infraestructura productiva se destruyó, dejándonos por todo el territorio cementerios de obras. Y aquí estamos en esta situación desesperada: A lo hecho pecho, dice el refrán popular. Pero la medida N° 2 es decir el poder salir constitucional y democráticamente de este régimen es la condición necesaria, aunque no sea suficiente y luego habrá que tomar muchas otras medidas, acuerdos, y más sacrificios. Todos contenidos en un Proyecto Nacional que nos haga recobrar la esperanza, no basada en mentiras populistas y fantasiosas, sino en la comprensión de que es con trabajo productivo, con valores,formación, esfuerzo que se construye un país.

Luis Alfredo Parada N.
11 de febrero, 2016

No puede ser mas descarnado y objetivo su análisis. Una referencia obligada para los funcionarios encargados de reconducir el entuerto en el que estamos. Seguramente tendrá que ser un nuevo gobierno porque el actual no tiene ningún interés de resolverlo. Que Dios, la sabiduría y la buena voluntad de los venezolanos que les toque dicha responsabilidad nos ayude.

Oswaldo Parada
11 de febrero, 2016

QUE DOLOR !!! Ver mi país en estas condiciones y a un Pueblo lleno de esperanza que creyo nuevamente en una persona populista que destruyó todo lo que se había logrado en decadas y que en la actulidad solo deja desesperanzas, tristeza, hamnbre, desolación y sin sueños para la vida. Solo basta pasar nuestra fronteras para ver un mundo diferente con desigualdades pero lleno de espernazas y con un porvenir. Hoy me siento como escribo solo al pensar lo que nos espera, a nuestra decedencia momentos de mucha dificultad. ESPERANZA VENEZUELA!!!!!

José Olivares
11 de febrero, 2016

Excelente evaluación de la situación. Yo le agregaría adicionalmente, que es el momento de la liberación de la economía. Dejar el modelo rentista, fomentar la función empresaria con los derechos de propiedad respetados por la transición y q el gobierno de ahora en adelante se dedique solo Salud, Eduacion y Seguridad Social y ciudadana. Mínimizando su tamaño. La pregunta es: Quien le coloca LA cascabel al gato? No veo a ninguno con ese perfil. Los posibles candidatos tienen iguales aires de populismo (controlado pero populismo al fin)

Gabriel Ortega
11 de febrero, 2016

Excelente artículo. Lástima que latente del gobierno no va a leerlo y mucho menos tomarl o en cuenta . Es necesario que haya decisiones políticas que permitan que gente capacitada acceda a la toma de decisiones económicas. Esta crisis no se soluciona con conucos y/o agricultura urbana. Se necesitan verdaderos economistas y no gente improvisada e ideológicamente cerrada a soluciones sensatas.

Sergio Elena
11 de febrero, 2016

Excelente artículo que muestra la cruda realidad, pero con una propuesta concreta que no ofrece evitar el dolor (ya hoy día imposible), si no, un camino para levantarnos por la vía de la planificación responsable y el trabajo consciente de todos lo venezolanos. Agradezco a Ricardo Hausmann y a Miguel Ángel Santos por tomarse este trabajo de informar en medio de esta profunda incertidumbre que vivimos todos.

Ivan
11 de febrero, 2016

NO estoy de acuerdo con el Titulo; mi Dios SI provee, el “honra al que le honra”; pero cuando los gobernantes y la mayoría de la nación le dan la espalda , no puede esperar ser honrado, mucho menos prosperado, en el Libro de Isaias capitulo 1, se describe a un pueblo de Israel muy parecido a Venezuela, lleno de corrupción y desviación, una nación empobrecida, saqueada por extranjeros y en ruinas; una nación humillada, pero que aun así persiste en el error. Para que esto cambie El nos da la salida en el verso 16-17 ,nos pide rectificar; nuestros gobernantes son un reflejo de nosotros, seamos íntegros para tener gobernantes íntegros, ninguna de esas medidas servirá si seguimos teniendo, gobernantes sinvergüenzas, mentirosos como los gobernados. Dios nos ama , pero espera fruto de arrepentimiento genuino ,si lo hacemos Dios dice que perdonara nuestros pecados y sanara la tierra (Cro 7:14).Disculpen si no tiene que ver con la economía, pero ya que nombran a Dios quise aclarar.Bendiciones

Miguel Arenas
11 de febrero, 2016

Excelente analisis de la situacion ecomica del pais, ahora bien, que hara el gobierno, quien es quien toma las deciciones, tomar las adecuadas?, que puede hacer el venezolano de a pie?

Alvaro
11 de febrero, 2016

Informe muy crudo y realista dado por expertos. No hay duda que vamos en un carro a 180kph y vamos a chocar de frente más temprano que tarde. Es choque es inevitable. El asunto es si lo hacemos en un modelo nuevo y moderno con cinturón y bolsa de aire ( air bag)o seguimos en este modelo viejo, arcaico y solo con el cinturón ideológico el aire de bolsa

John Martinez
12 de febrero, 2016

Excelente nota, para los que no manejamos mucho el tema de economía, es de mucho aprendizaje, es increíble como nuestro país luego de estar en una bonanza tan grande estemos pasando por estas adversidades y es que el tema económico en nuestro país se comporta como un juego de ajedres, la descomposición social que se desarrollo en nuestro país es increíble inseguridad por doquier los amigos de lo ajeno no tienen pudor para robar a toda hora ni sitio luego la situación de medicinas pues pacientes que con simples fiebre sufren por conseguir una medicina ni mencionar a los que padecen de cáncer y bueno el tema de la comida ver como nuestras medres esposas hijos nosotros mismos tenemos que hacer tiempo en el trabajo para poder conseguir los rubros básicos, y bueno el tema político es un mal de nunca acabar en nuestro país, votamos por un cambio en la asamblea para tratar de mejorar la situacion y bueno tal cual creo que esto es un quítate para ponerme yo, no vemos mejoras o intensiones de que esto cambie Nuestro país tiene que mejorar, espero que algunos que están en esta nueva asamblea puedan abrir los ojos y hacer algo por nuestros país, por mi lado seguir aportando mi granito luchando cada día por mi país.

Jacqueline P.
12 de febrero, 2016

Hausmann y Santos excelente explicación económica de la situación que vive el país, por qué la tiene y qué se debe hacer. La pregunta ahora es política, para que todo eso ocurra, existe una condición necesaria, que el gobierno decida tomar esas medidas. Ahora está bien claro que el país está tomado por El Tribunal Superior, el cual hace lo que quiere con las leyes del país, que Maduro utiliza su poder Ejecutivo para decretar lo que él quiera y que la Asamblea Nacional aunque haya ganado la oposición está atado de manos y no tiene ningún poder para cambiar nada. El gobierno quiere que todo siga como está porque ese es el negocio redondo para todos aquellos que se están enriqueciendo con esta situación cambiaria, personas corruptas a las cuales no les importa nada el país sino su propio beneficio. Ellos sólo quieren más de lo mismo. Entonces, ante esto, qué podemos hacer? se va a lograr realmente un acuerdo entre el gobierno y la oposición? Muchas gracias.

Carlos Aponte
13 de febrero, 2016

Si usted se endeuda es mejor vender parte de los activos que seguir endeundadose. Vzla requiere un cambio de gobierno que genere confianza a inversionistas y empresarios, apenas suceda esto vendrán inversiones y si se venden las empresas expropiadas a gente que realmente se ponga a producir, podemos mejorar el tema de endeudamiento y producción. Que este gobierno o el que venga se endeude más, nos seguirá llevando a la devacle.

Joseph F. Feo Mc Mahon
13 de febrero, 2016

Análisis sin desperdicio! Muy bueno y fácil de entender… Ahora que hacer pues en mi opinión no vamos a lograr que esta gente del régimen que nos gobierna entren en razón y acepten su responsabilidad del fracaso y despilfarro. Lo Primero es que de forma Constitucional y Democrático salgamos de ellos antes de que suceda algo de lo que nos arrepentiremos siempre, una salida violenta que traería graves consecuencias de toda índole y luego Poner en marcha este plan de recuperación muy bien planteado por ustedes. Atentamente. Amigo JF.

Edgar Quero
13 de febrero, 2016

Excelente análisis, sólido como es de esperar de este par de talentosos compatriotas. Ahora bien, como lo plantean el inicio pasa por un cambio de gobierno, y el mismo debe hacerse en el marco de la constitución. Mi pregunta: ¿Que espera la Unidad Democrática para activar esa ruta? Ya los ciudadanos demostramos el compromiso con el cambio el 6-D ¿Que lo van a torpedear? Así será, pero allí estaremos nuevamente los ciudadanos para hacer valer la constitucionalidad.

Luis R.Sanint
13 de febrero, 2016

El paciente está grave y sigue desangrándose. Los improvisados “médicos” insisten en ponerle sanguijuelas (como la agricultura urbana). Todo lo que se dice aquí, habrá que hacerlo. Primero que todo, hay que cerrar las arterias rotas y esa no son económicas, sino políticas (ideología, corrupción, ineptitud, decadencia interna del PSUV). En este caso, lo lógico es lo racional. La solución está en manos de sentimientos, personas e instituciones en donde prevalece lo irracional. Difícil encrucijada, en donde todos pierden y en donde los que más van a perder son los que menos tienen. La inminente crisis humanitaria de Venezuela es toda una ironía que el destino le revienta en la cara a los “benefactores del pueblo”, al “pueblo querido” y, en últimas, a todos los que tengan vínculos vitales con el país.

luis segundo
14 de febrero, 2016

El analisis es muy bueno y es la cruda realidad del pais pero de forma lamentable veremos quee el actual gobierno hara Caso omiso a cualquier recomendacion que implique al fondo monetario internacional , con este govierno estamos condenados al colapso , es lamentable pero no hay otra realidad

Jose Tomas Milano Parma
15 de febrero, 2016

Dada la actuación del TSJ al declarar sin efecto la negativa de la Asamblea a aprobar el decreto de emergencia del regimen de nicolas, la Junta Directiva de la misma deberia pedir derecho de palabra en la ONU y OEA para denunciar el ilegal hecho,señalando que NO SERA RECONOCIDO, por ilegal, cualquier financiamiento o contratación con Entes Internacionales o Naciones que solicite el ejecutivo y se apoyen en el decreto de marras. Quizas de esa manera el regimen se vea obligado a reconocer y respetar las atribuciones de la Asamblea.

SERGIO BOCCHECIAMPE
21 de febrero, 2016

Señor Milano De acuerdo, manifestar a nivel internacional que nuestro país no va a aceptar deudas contraídas por estos pillos. Yo insistí, vía facebook y hotmail debían manifestarlo internacionalmente, especialmente a los chinos que prestaron dinero sabiendo que parte de ese dinero se quedaría en China en cuentas de los corruptos, que ese dinero no llegaría a Venezuela. Sabían que se lo iban a robar. Esto los hace cómplices de delito. No deberíamos reconocer esas deudas. Los créditos debían ser para comprar televisores, chinos. Es extorsión, una co-china-da. Quieren las materias primas de latinoamerica para alimentar sus industrias: Orimulsion, oro, aluminio, hierro, tantalio. No debemos reconocer esa deuda. Los rusos quieren su influencia y tienen a los Castro que con el dinero de los venezolanos financiaron campañas y trampas en toda la región para poner tomar el poder. Así, Santos, Ortega, kitcner, Evo, Correa, Umala, Chile, Brasil, Uruguay, Panamá. Ante ojos ciegos de Obama.

George Kastner
24 de febrero, 2016

Though I share most aspects of the analysis I believe that the authors uncharacteristically are short and as I read it, too “politically correct” in their analysis and description. The country reached a point of no return unless some very hard choices are made which require major very risky and costly surgery. The choices are between a rock and a very hard place; from a hard and diligent hunting expedition inside the government, the military and private sector speculators who abuse the system, all the way to over night “dollarization” of the economy and cleansing the institutions. No one in government will self inflict such painful remedies. Thus the alternative though bloody is to accelerate the deterioration to the point that the people scream out load I will not take this anymore and accompany the anger and pain with action. Bloody, but may be necessary.

Regulo Anselmi
24 de febrero, 2016

I agree with the analysis of both authors and also with Mr. Kastner opinion. All I can see is, Like Churchill said a long time ago, “Blood, sweat and tears” in the coming future, if the very hard, risky and costly surgery are not made anytime soon.

omar parra
10 de junio, 2016

Este pobre pais llego al llegadero. si no era con los chavistas era con otro grupo politico de cualquier signo. ¿que era lo que enseñaban en las escuelas de ciencias sociales en la UCV? MARXISMO Y MAS marxismo, idiologia politico-economica cuyo sustrato idiologico es inviable desde todo punto de vista social y economico. Desde los años 60,s se empezo a gestar este desastre, le hicieron creer al venezolano que eramos ricos y que sin trabajar nos mereciamos lo mejor del mundo, que ilusos, no sabian que cada plato de lentejas que nos comiamos alguien tenia que pagarlo, ahora no hay dinero ni lentejas. ha este pobre pais no lo reconstruye nadie, ni que venga Keynes, Milton Friedman, David Ricardo, D.F. Maza Zabala, reencarnados y apalancados con el F.M.I y los diversos multilaterales. A los vnzolanos los convirtieron en mendigos pedigueños enemigos del trabajo que es lo UNICO que crea riqueza, no somos ciudadanos somos moradores de un pais que posee algunos comodities que no sabemos valorar.

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