1. Si pudieras cambiar un evento histórico, ¿cuál sería?
La revolución femenina. Me pregunto quién le dijo a esas señoritas que yo quería salir a trabajar o que me ofendía que mi esposo me diera una mesada y una extensión de su tarjeta de crédito o que me gustaba la idea de abrir la puerta del carro yo sola. ¿Quién les dijo que yo no quería que mi ruta fuese casa-colegio-gimnasio-peluquería-colegio otra vez-mercado-curso de manualidades-floristería-pilates-yoga-compras nerviosas de zapatos-piñatas-compras nerviosas de zapatos otra vez… ¿quién?
2. ¿Cuándo fue la última vez que cambiaste de opinión y por qué?
Hace dos días. No como cebolla y decidí pedir una ensalada de lentejas que tenía cebolla… porque sí, pues. Porque, aunque es una opción, en el caso de la cebolla es posible que todo el mundo no esté equivocado. Y en este caso, sólo en el caso de esa ensalada, no lo estaban. Me gustó… y mucho. La verdad es que eso de cambiar de opinión no es algo que me cueste mucho porque creo en el cambio, en la evolución. Cambiar de opinión es negociable, pero mis principios no.
3. ¿A qué crees que deberíamos prestarle más atención?
A lo que decimos. A lo poderoso que puede llegar a ser lo que sale de nuestra boca. A la manera como una palabra puede ayudar a salir de lo más profundo y otra a herir en lo más profundo.
4. ¿Sobre qué tema te gustaría saber más y por qué?
Sobre tecnología, para poder hacke… perdón. Voy de nuevo: sobre tecnología, para poder defenderme de los hackers con la misma moneda y no con la otra mejilla.
5. ¿Un error en tu vida que pudiera servirle a los demás?
“Préstale atención y contabiliza bien las millas que vayas acumulando con tus viajes”. Yo nunca lo hice y el día que saqué la cuenta equivalía a dos vueltas al mundo en clase turista o a un cuarto de vuelta en business. Las perdí todas. Hoy en día aprendí la lección y estoy pendiente hasta de las millas que pudiese acumular en un viaje Caracas-Valencia por la Autopista Regional del Centro.
6. ¿Cuál decisión se convirtió en tu mayor acierto y por qué?
El día en el que le dije a Mario Aranaga, editor de la revista Estampas, “¡Vamos a darle!”, luego de recibir su invitación para hacer las veces de editora invitada en un número de la revista dedicado al Día de la Madre. Después de su publicación fue cuando verdaderamente sentí que la “Ana” que a mí me gusta comenzaba a regresar después de dar a luz y haberle prestado mi cuerpo y mi mente a la maternidad. Siento que después de haber tomado esa decisión puedo decir con toda certeza que estoy de vuelta… y con más ganas y más energía que antes.
7. ¿Cuál idea o proyecto de otro te hubiera gustado concebir?
www.amazon.com
8. ¿Algo en lo que crean personas que tú respetes pero de lo que no hayan logrado convencerte?
Elías Pino Iturrieta no ha logrado convencerme de que las corridas de toros son arte. #MatarNoEsArte. No lo hará, pero yo seguiré respetándolo.
9. ¿Qué consejo te hubiera gustado recibir cuando tenías 18 años?
Vive en otros países, aprende muchos idiomas y usa todos los shorts que quieras. No siempre vas a tener el desapego, la retentiva ni las piernas que se tienen a los 18 años.
10. Un libro, una película y una canción.
Humor y amor (1970), de Aquiles Nazoa, Mi vida sin mí (2003), de Isabel Coixet y “Bohemian Rhapsody” de Queen.