0. Eso es un Oscar de la Renta. Un vestido blanco con grandes puntos negros, ajustado a la cintura, con hombros pronunciados, el ruedo hasta las rodillas y en algún momento flores. Nada más Oscar de la Renta que esto. Así, clásico, siempre elegante, femenino, con un indiscutible toque latino.
Ayer murió Oscar de la Renta, el último caballero, el rey de las fiestas de sociedad, el diseñador que supo poner la palabra cool en lo clásico y el hombre con el mejor olfato para empoderar a mujeres fuertes y capaces de cambiar el mundo con sus diseños.
Le ganó el cáncer, pero hasta a la muerte la supo torear con elegancia.
1. Oscar de la Renta, gentleman y couturier. De las cosas buenas que ha gestado República Dominicana, Oscar de la Renta es uno de los nombres que ha dejado más en alto el nombre de esa hermosa isla (seguido, sin duda, por Juan Luís Guerra).
Y así como el músico, de la Renta se valió de los códigos más clásicos de su industria, bien aprendidos y aplicados en Europa, para empaparlos con sus raíces más latinas y decirle al mundo, con una sonrisa pícara como la suya, que las cosas son más interesantes si se mezclan palabras como multiculturalidad y belleza.
La palabra couturier significa “modisto”. Se asocia con aquellos que cosen y hacen alta costura y, por supuesto, con quienes lo hacen bien. Pues lea: Oscar de la Renta fue aprendiz de Cristóbal Balenciaga, el más grande de todos los modistos de la historia, como lo afirman muchos conocedores de moda y hasta sus propios colegas. De su tiempo en España quedó ese gusto por el flamenco, la tauromaquia y los colores de una cultura tan rica. Luego vino París, de la mano de Antonio Castillo, el modisto que diseñaba para la casa Lanvin. Y luego de tanto llegó la sofisticación, el refinamiento de su talento y su visión de la mujer.
Un vestido blanco con grandes puntos negros, ajustado a la cintura, con hombros pronunciados y el ruedo hasta las rodillas, una vez más. El resultado perfecto de los volúmenes de Balenciaga, el imaginario español, la sofisticación parisina y la picardía latina.
Sí. Nada más Oscar de la Renta.
Y esos trajes vistieron a mujeres, mujeres poderosas de las que se supo rodear, a quienes buscó y empoderó. Comenzando por sus dos esposas: Francoise de Langlade, una antigua de Vogue Paris, y Annette Reed, una mujer de sociedad americana y filántropa. También lo vistieron Jacqueline Kennedy (cuando era Kennedy y cuando era Onassis), Hillary Clinton cuando era Primera Dama, Senadora y candidata a la presidencia, Sarah Jessica Parker, Anna Wintour, Amal Clooney y, finalmente, Michelle Obama, quien por primera vez en dos mandatos como Primera Dama vistió un traje del diseñador dominicano hace unas semanas atrás, en el encuentro que sostuvo en la Casa Blanca con diseñadores de moda, periodistas especializados en esta industria, ejecutivos de moda y estudiantes. Un hecho que mereció la atención de la prensa… tanto el evento como que Obama vistiera, por fin, un diseño de Oscar de la Renta.
2. Oscar PR Girl. No se puede decir que Oscar de la Renta fue un diseñador revolucionario ni alguien que cambió los estándares de la moda. Esos títulos se dejan para otros más atrevidos. Oscar de la Renta fue un diseñador que, básicamente, buscaba cumplir dos sueños que toda mujer tiene, no importa su tendencia política, sexual, su procedencia, su edad: verse bella y sentirse segura.
Él lo entendió perfectamente.
Esa fórmula la llevó al ready-to-wear (listo para llevar) gracias a los consejos de otra gran mujer, Diana Vreeland, mítica editora de Vogue y Harper’s Bazaar, quien le dio los consejos necesarios para triunfar en la aventura de sacar su propia marca.
Más allá del talento como modisto que dejaban ver sus diseños, Oscar de la Renta es lo que será gracias a sus mujeres. Hoy las redes sociales están llenas de condolencias, fotos del diseñador y entrañables citas que empoderan a las mujeres y, así como lo hacían sus trajes, las hacen sentirse bellas y seguras.
No es casualidad entonces que la manera de mercadearse en las redes sociales fuese a través de la cuenta de una chica joven y que trabajara en las relaciones públicas de la marca: el nuevo modelo de aspiración del siglo XXI.
Tuvo socialités, tuvo princesas, tuvo primeras damas. Hoy tiene a una exitosa en el mundo la moda, joven, con gusto y con acceso a cualquier traje firmado por Oscar de la Renta. Eso es @OscarPRGirl, una de las movidas más astutas del mercadeo de moda en las redes. Una cuenta recomendada, por supuesto, porque todas queremos ser esa chica (esa chica vestida de Oscar de la Renta, como las ha habido en las cinco décadas que vistió al mundo).
3. Lo hizo todo (pero lo hizo bien). Desde un corte al biés perfecto, pasando por la expansión de su marca a accesorios, vestidos de novias y productos para el hogar, hasta la selección de quien siga a la cabeza de su marca. Todo lo hizo bien. Muy bien.
Hace una semana el diseñador inglés Peter Copping fue nombrado como director creativo de Oscar de la Renta. Una noticia que, aunque ya se rumoreaba, igual tomó por sorpresa al mundo pues el diseñador seguía vivo. Nos parecía verlo activo, pero quizás porque en realidad no queríamos pensar que se retiraría.
Peter Copping venía de la casa Nina Ricci, después de cuatro años prolíficos con la casa francesa. Es un diseñador que sabe muy bien cómo hacer vestidos lindos en los que cualquiera se podrá sentir bien. Es decir: la mejor selección para seguir cosechando sofisticación, elegancia cool y ese toque latino que, irreductiblemente, tendrá cada uno de sus diseños, pues no hay nombre más latino que el de Oscar de la Renta.