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7mo. debate demócrata: victoria para Flint; por Flaviana Sandoval y Diego Marcano

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El evento demócrata fue televisado por CNN desde Flint, Michigan, la noche del domingo 6 de marzo de 2016. Se trata del primer encuentro de los candidatos demócratas después del Súper Martes, en el que Hillary obtuvo la victoria en 7 estados, mientras que Sanders conquistó 4. Hasta el momento, los resultados de las primarias del Partido Demócrata muestran a Hillary como la clara favorita con 1,123 delegados. Sanders tiene 484.

El debate de Flint fue importante no tanto por la exposición que lograron los candidatos (que difícilmente generará cambios sustanciales en la carrera), sino porque la audiencia pudo atraer la atención pública nacional para darle visibilidad a la emergencia sanitaria que desde hace varios meses se vive en la ciudad, debido a que el sistema de suministro de agua está contaminado con grandes cantidades de plomo, lo que ha causado estragos en la salud de la población.

La metodología del debate fue singular por haber dado la palabra a personas de la audiencia con el fin de que formularan sus preguntas a los candidatos, permitiéndoles así exponer sus preocupaciones por los problemas que enfrenta la ciudad.

El debate le permitió a Sanders ejercer el impacto positivo en los votantes negros que no logró en Carolina del Sur. El candidato enfrenta críticas por no haber podido llegar efectivamente a la población afroamericana hasta ahora, frente a lo que ha argumentado que se debe a la falta de exposición de su mensaje. Sanders considera que una vez que escuchen sus propuestas y conozcan sus planes detallados, más afroamericanos se sumarán a su movimiento. Pareciera que el senador de Vermont lo logró durante este debate. La audiencia contaba con una gran cantidad de afroamericanos y Sanders cautivó a buena parte del auditorio.

No obstante, será difícil que este debate reduzca significativamente la brecha de votos que Sanders necesita para ganar la nominación del partido. Clinton centró su estrategia –una vez más– en mostrarse como la persona indicada por tener la experiencia, contar con las propuestas detalladas y por su pragmatismo en la toma de decisiones difíciles. Los números de Clinton son muy sólidos en las encuestas, y con el apoyo de la maquinaria del partido va a ser difícil que se desmoronen antes del día de la nominación.

¿Quién derrotará a Trump?

Ambos candidatos aprovecharon el encuentro demócrata para demostrar que ya empiezan a preparar sus estrategias políticas y sus mensajes para enfrentar al Partido Republicano en las elecciones generales.

En los últimos minutos del debate, el moderador de CNN, Anderson Cooper, preguntó a los candidatos cómo se enfrentarían al aparentemente indetenible Donald Trump, quien se perfila como el abanderado republicano. Hillary Clinton respondió primero y utilizó sus números para promocionarse, subrayando el hecho de que más personas del lado demócrata han votado por ella que por Donald Trump del lado republicano. “Sólo hay un candidato en cualquiera de los dos partidos que tiene más votos que Donald Trump, y ese candidato soy yo”, afirmó la exsecretaria de estado. Y continuó: “Creo que la intolerancia de Donald Trump, la intimidación y su fanfarronería no tendrán éxito entre el pueblo estadounidense”.

Según las encuestas, Bernie Sanders enfrenta mayores complicaciones para vencer a Clinton en las primarias, que para derrotar a Trump en el escenario de una elección general. El senador de Vermont recurrió a las encuestas nacionales para defender su tesis de que él ganaría con más ventaja contra Trump, en comparación con la superioridad con la que Hillary derrotaría al magnate. “Nuestra campaña está generando mucha emoción. Creo que estamos alentando a la clase trabajadora, a los jóvenes, que se están preparando para levantarse y demandar que el gobierno nos represente a todos y no solo a unos pocos”, dijo Sanders.

Sanders, a la ofensiva

En las últimas semanas y con unos resultados electorales poco favorecedores, Bernie Sanders ha asumido una ofensiva directa contra Hillary Clinton, en un intento por revertir la tendencia de voto en muchos de los estados que aún no han ido a las urnas y hacerse con el mayor porcentaje de apoyo posible en lo que ya se perfila como la recta final de la carrera por la nominación del partido.

El debate de este domingo fue un reflejo de esta estrategia: Sanders atacó con dureza a Clinton, especialmente en lo que hasta ahora parece ser su mayor debilidad: su relación con Wall Street y las élites económicas de Estados Unidos.

Cuando se les preguntó a los candidatos sobre si apoyaban o no el fracking (la técnica de extracción de petróleo que algunos sostienen es altamente nociva para el medio ambiente), Clinton respondió que permitiría la utilización de este método sólo bajo una serie de condiciones de seguridad que garantizasen que no cause daños irreversibles.

Sanders contratacó asegurando que estaba totalmente en contra del fracking y que bajo ningún concepto permitiría que se realizara esta actividad en los Estados Unidos. Pero fue un paso más allá y atacó a Clinton acusándola de recibir dinero de las grandes compañías petroleras del país, sugiriendo entre líneas que por esta razón la candidata no podía estar en contra de los intereses de sus supuestos financistas. “Así como creo que no se puede atacar a Wall Street mientras utilizas su dinero, no creo que se pueda actuar efectivamente contra el cambio climático mientras se recibe dinero de aquellos que se enriquecen con la destrucción del planeta”, aseguró Sanders.

En este álgido intercambio, el senador de Vermont se presentó como el candidato demócrata anti sistema, que defiende las posturas de la gente por encima de los intereses de los poderosos. “Ella tiene el apoyo de todos los gobernadores demócratas”, dijo Sanders, refiriéndose al enorme apoyo que le ha dado a Clinton el aparato del partido, y luego continuó: “de todos los senadores y miembros del congreso. Yo no. No soy parte de ese establishment, me declaro culpable”.

Esto no es nuevo, puesto que desde el comienzo de la carrera, Hillary Clinton ha sido la clara favorita que reúne el apoyo masivo del partido. Sin embargo, se trató de uno de los ataques más directos de Sanders hasta ahora, y uno de los pocos momentos en que la palabra establishment se ha escuchado del lado demócrata, donde estas divisiones partidistas no son tan evidentes.

El debate se produjo dos días antes de las votaciones en el estado de Michigan. Los habitantes de Flint pudieron escuchar las ideas y el tono de cada candidato y escogerán a aquel que les devuelva la confianza en el gobierno. A un nivel más global, las expectativas están en si será el hasta ahora imparable Donald Trump, o un candidato demócrata el que entrará en la Casa Blanca en noviembre.