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6 datos claves sobre el precio de la gasolina en Venezuela; por Bárbara Lira

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1. ¿Cuánto cuesta la gasolina? Para quien acude a una estación de servicio a llenar el tanque de su vehículo con gasolina de 95 octanos, el costo es de Bs. 0,097 por litro. Por un litro de gasolina se paga bastante menos que por una lata de refresco o un café. Un tanque de 40 litros se llena con Bs. 4, menos de un dólar a cualquiera de las tasas de cambio oficial (Cadivi, Cencoex, Sicad 1 o Sicad 2). Venezuela tiene, por mucho, la gasolina más barata del mundo. Uno de los países que le sigue en este ránking, por ejemplo, es Arabia Saudita y el precio es 12 veces más alto que el venezolano.

Sin embargo, a Pdvsa la gasolina le cuesta más. En diciembre de 2013 el Vicepresidente para el Área Económica, Rafael Ramírez, explicó que producir un litro de gasolina de 95 octanos cuesta alrededor de Bs. 2,7, lo cual es 28 veces el monto que se cobra al consumidor en la estación de servicio. De hecho, el también presidente de PDVSA y Ministro de Petróleo y Minería explicó entonces que “en este país no se paga por la gasolina porque PDVSA paga para que echen gasolina. Y con el diesel la situación es peor”.

2. ¿Cuánta gasolina se consume en Venezuela? Según Ramírez, actualmente el mercado interno consume 765 mil barriles diarios. Las últimas cifras disponibles que contienen algún detalle adicional corresponden a la Memoria y Cuenta del Ministerio de Petróleo y Minería. Este documento indica que en 2013 las ventas de productos refinados de PDVSA al mercado interno se ubicaron en 618 mil barriles diarios. De ese volumen, la mayor porción corresponde a las gasolinas (299 mil barriles diarios) y los gasóleos (254 mil barriles diarios). Dadas estas referencias, cabe aclarar que la cifra de consumo que indica Ramírez para 2014 probablemente corresponde al total de hidrocarburos líquidos vendidos al mercado interno, incluyendo el Gas Natural Licuado.

3. ¿Cuánto pierde PDVSA por “regalar” la gasolina al mercado interno? En vista de que el precio de venta de un litro de gasolina no cubre su costo de producción, PDVSA pierde por cada litro que vende en el mercado interno. Pero más allá de esa pérdida directa, cada barril de combustible que PDVSA vende en el país a precio subsidiado (alrededor de US$ 2,4 el barril), podría haber sido vendido en el mercado internacional al menos al precio promedio de la Cesta Venezuela (actualmente US$ 96,42 el barril). Es por esto que Ramírez ha señalado que “perdemos un tremendo costo de oportunidad para tener más ingresos para la Nación”.

Los cálculos oficiales resultan en una pérdida de US$ 12.500 millones al año por el subsidio a la gasolina.

4. ¿Qué implicaciones tiene el bajo precio de la gasolina, además de las pérdidas?

– El consumo interno de productos refinados ha aumentado de 321 mil barriles diarios en 1999 a 618 mil barriles diarios en 2013. Si bien esto en parte se debe a factores como el crecimiento del parque automotor y el mayor número de emplazamientos para la generación termoeléctrica (que requieren gasóleos y destilados para su funcionamiento), también hay un componente de “derroche interno”, como lo catalogó el propio Rafael Ramírez.

– Relacionado con el “derroche interno”, el bajo costo de la gasolina también incentiva el uso del vehículo particular, algo que contribuye parcialmente con los problemas de tráfico y congestionamiento que viven las ciudades de Venezuela.

– El diferencial de precios entre Venezuela y los países vecinos crea un claro incentivo al contrabando. Ramírez ha explicado que, del total de consumo interno, cien mil barriles diarios “se van” por esta vía. Los estados fronterizos, como Zulia y Táchira, resultan los más afectados.

– Existe un deterioro en las estaciones de servicio y toda la infraestructura de comercialización.

– De los 4,15 millones de vehículos en el país, sólo 33% están hechos para usar gasolina de 95 octanos. Sin embargo, 70% del consumo interno total de gasolina es de 95 octanos. A pesar de que este tipo de gasolina es más costoso de producir, para los consumidores el precio de todas las gasolinas es tan bajo que no necesitan discriminar entre la de 95 y el resto.

– El bajo precio de la gasolina de 95 octanos ha dificultado la ampliación del uso de Gas Natural Vehicular. A pesar del esfuerzo que reporta PDVSA para ampliar el uso del gas, 94% de los vehículos utilizan gasolina.

5. ¿Desde cuándo no se ajusta el precio de gasolina?

El último ajuste al precio de gasolina se hizo en 1996, durante el gobierno de Rafael Caldera. En Venezuela, los ajustes al precio de combustible se han considerado posibles generadores de inestabilidad social, desde que en 1989 un aumento implementado por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, en el marco de un paquete económico, fue interpretado como una de las causas de El Caracazo.

Durante todos los años su mandato, el fallecido presidente Hugo Chávez nunca modificó el precio de la gasolina. Y hasta febrero de 2013, Rafael Ramírez explicaba que la gasolina en Venezuela seguiría siendo “no barata, sino regalada” y que un ajuste del precio “no está planteado, no está pensado. No necesitamos tal incremento, porque no es que con esos recursos [que se podrían recaudar] que vamos a balancear algo”.

Sin embargo, desde diciembre de 2013, Rafael Ramírez considera que “por el bien del país, el precio de la gasolina es una discusión que tenemos que dar”. Y ahora, en mayo de 2014, ha reiterado que el actual precio de la gasolina “no tiene sentido”.

6. ¿Por qué el Gobierno habla del ajuste del precio de la gasolina justo ahora?

El cambio de opinión de Ramírez puede leerse como un sítoma de que en un año aumentaron considerablemente las necesidades de recursos. El 96% de las divisas del país provienen de la actividad petrolera y, en un entorno de crecientes necesidades de importaciones, PDVSA debe asumir la responsabilidad de generar divisas mientras cuenta con menos barriles para la exportación. La estatal ha mostrado caídas en su producción, en tanto más barriles están comprometidos para el consumo interno y el cumplimiento de los acuerdos de suministro con países como China y varios de América Latina. En este contexto, para el Ejecutivo Nacional se vuelve importante explicar a la población que los recursos que provengan del ajuste de la gasolina serán mejor empleados en alimentos, educación o salud.