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5 apuntes: ¿qué se vio en el ataque al Palacio Legislativo?; por Willy McKey

Por Willy McKey | 6 de julio, 2017
Fotografía de Fernando Llano para AP

Fotografía de Fernando Llano para AP

1. La “intrusión” oficial. Apenas unas horas antes, el Vicepresidente de la República estuvo delante del Acta de la Independencia, en el Salón Elíptico, un espacio del Palacio Legislativo que es regentado por el Poder Ejecutivo donde cada año un funcionario del Ministerio de Interior y Justicia debe abrir y cerrar el arca que contiene el Acta.

La lectura del contexto puede conducir a ver que se trataba de las autoridades ejecutivas del gobierno llegando desde la intrusión al Capitolio. El posicionamiento de la propuesta constituyente en el top-of-mind político venezolano arroja de inmediato la impresión de que el partido de gobierno hacía presencia desde su ejercicio del Poder en un lugar ajeno, donde no pudieron ganar por los votos. No es así. Sin embargo, en los discursos, y en el hecho de hacer el acto completamente desconectado de las autoridades del Poder Legislativo, fue evidente el carácter intrusivo del evento.

El asunto es que todo esto tuvo lugar a unos metros del sitio donde, apenas unas horas después, la sangre de algunos diputados mancharía el piso del atrio y los jardines, después de la entrada violenta de grupos militantes del oficialismo al Palacio Legislativo, un lugar donde entrar y salir amerita que la Guardia Nacional Bolivariana encargada de custodiarlo lo permita.

2. La intrusión no-oficial. Mientras en el hemiciclo se llevaba adelante una sesión extraordinaria, con la historiadora Inés Quintero como oradora de honor, llegó hasta el Palacio Legislativo un grupo de simpatizantes del gobierno con la aparente intención de intimidar. Aparente hasta que la amenaza creció y las hordas traspasaron el patio interno del Palacio Legislativo.

El ataque pareció pasar desapercibido para la televisión abierta y la radio. La razón es que, mientras tenía lugar el inicio del referido asalto a la Asamblea Nacional, por todos los medios de comunicación abierta se transmitía un desfile militar que días antes tuvo su propia espiral noticiosa, cuando voceros de la oposición llegaron a decir que las autoridades militares estaban considerando su suspensión.

Durante la alocución de Nicolás Maduro en el marco del desfile, el mandatario señaló que ordenaría una investigación en torno al hecho, señalando que le resultaba sospechoso. La intención de desvincular desde la vocería oficial el ataque al Capitolio del desfile puede generar varias lecturas, pero hay dos ejes interpretativos claros: el primero es que, al suceder en simultáneo, el desfile se plantea como el evento controlado a cargo del Poder Ejecutivo y la sesión extraordinaria pasa a ser el evento en caos a cargo del liderazgo opositor; el segundo tiene que ver con el sujeto político y el sujeto que recuerda: desde 2002, cuando una cadena de radio y televisión ocupa los medios mientras hay un suceso de violencia política, existe el temor de que la intención detrás de la sincronía sea ocultar algo, en este caso una arremetida contra el patrimonio, y la agresión grave a varios trabajadores, periodistas y diputados.

3. La custodia. Unos días antes de este ataque salió un video que se hizo viral. Allí se veía al Coronel Lugo, encargado de la seguridad de la Palacio Legislativo, empujando al Presidente de la Asamblea Nacional y sacándolo de un área del edificio. Después de un intercambio de palabras, Lugo remataba que bajo su mando militar se resolvían los conflictos como a él le daba la gana.

Quizás sea necesario repetirlo: entrar y salir amerita que la Guardia Nacional Bolivariana encargada de la custodia lo permita. Varias fotografías que circularon por las redes muestran a diputados heridos en el suelo del patio del Palacio Legislativo, con atacantes a su alrededor posando para el registro fotoperiodístico, mientras hay uniformados contemplando la escena.

Sin embargo, en esas mismas fotos destaca otro elemento, algo que quizás habría pasado desapercibido, de no ser por la torpeza comunicacional del Ejecutivo.

4. El Ministerio 2.0 y la referencia calcada. A pesar del black-out informativo, las imágenes provistas por los medios digitales mostraron un nuevo elemento: buena parte de los atacantes parecía haberse esforzado para hacer resonar las referencias visuales del ataque a la Asamblea Nacional con las imágenes que se han visto durante casi cien días de protestas y la llamada “resistencia”, al menos a través de vestimenta e implementos.

Después de los ataques, este elemento se convirtió en el objeto comunicacional del Ministro de Comunicación e Información. A través de su cuenta personal (y mediante una estrategia de interpretación semiótica tan simple que despierta suspicacias) se dedicó a comparar el look de los atacantes del Palacio Legislativo con la apariencia de los manifestantes opositores, como quien ha calcado una referencia ajena y desea subrayarla.

Se pretende activar una maniobra orwelliana: tomar una estética, convertirla en argumento político y agitar la ya manida estrategia del contraste social: si son del este son libertadores, pero si son del oeste son colectivos armados, marcando que tal cosa es la lectura opositora aunque “luzcan iguales” o parezcan estar haciendo lo mismo. Sin embargo, la maniobra del calco referencial queda inconclusa cuando el elemento más noticioso de las manifestaciones opositoras permaneces ausente: la represión.

Mientras difunde el contraste estético y simple, el ministro deja de lado algo que quienes atacaron el edificio de la Asamblea Nacional mantenían en condición de secuestro a unas trescientas personas y esa circunstancia se mantuvo durante horas, sin despertar la reacción de ninguna fuerza de seguridad pública. Y, al no haber represión contra los atacantes, el intento de calcar las referencias de la resistencia opositora queda trunco.

Minutos después hubo un esfuerzo evidente por conseguir (y “comunicar”) testimonios de algunas víctimas, algunos atacantes que hubieran perdido en la pelea cuerpo a cuerpo. Pero fueron pocos y todos resultaban menores frente a la sangre y las heridas del bando opositor.

5. Sangre en el Capitolio. Si bien la violencia y las armas pueden generar un efecto intimidatorio en la política, cuando ese miedo no es acompañado desde el Poder con una batería de incentivos y soluciones, lo único que genera es un rechazo potencial, invisible, latente.

Quizás por eso la sangre que se vio en el Palacio Legislativo replantea el tablero político de una manera sutil, pero diferenciadora. Por ejemplo: una estrategia mal comunicada, como la del evento con intención plebiscitaria que la oposición plantea para el 16 de julio, puede empezar a despertar el interés de quienes empiecen a entenderlo como una acción de catarsis y capitalización política. Al mismo tiempo, toda la campaña oficialista que ha intentado vincular a la constituyente con la paz y el diálogo se viene abajo por la vinculación directa de hechos que el discurso oficial llevó adelante, desde su principal vocería ejecutiva.

Y en ocasiones la propaganda no es suficiente.

La propaganda, para ser efectiva, requiere de una alta credibilidad y de algún incentivo que haga que el miedo parezca un mal menor. Y el tren ejecutivo de Nicolás Maduro falló en cada una de esas direcciones. Incluso, siendo fríos y pragmáticos (a veces el análisis lo amerita), los diputados que resultaron agredidos con mayor gravedad hoy capitalizan un insumo político como la defensa del Parlamento, de las instituciones y, gracias al capital simbólico del efeméride, de la Independencia.

El Ejecutivo Nacional tuvo una triple oportunidad de capitalización política: el evento del Acta de la Independencia, el desfile militar y el ataque al Palacio Legislativo. El primero fue un intento legítimo, pero soberbio: al no ser capaces de llevarlo a cabo junto a autoridades legislativas (como fue durante años) pierden una oportunidad para “contagiar” la idea de su buena fe y su defensa del diálogo. El segundo fue un intento sectorizado, pero riesgoso: un desfile militar evoca la distancia del asunto civil y remite de inmediato a la idea de opresión vivida en las manifestaciones. El tercero fue un intento intimidatorio, pero acéfalo, donde perdieron la oportunidad de ejercer un liderazgo que calmara los ánimos y evitara que la oposición capitalizara políticamente la agresión. Así, lejos de demostrar disciplina política, el oficialismo estimuló una lectura de “pueblo rebasando a sus líderes” que en ocasiones también se lee en el terreno de la protesta opositora, argumentando cierta ignorancia y descontrol.

Buena fe, distancia, opresión e ignorancia. Es inevitable recordar una parte de esa Acta que muchos tuvieron delante y no pudieron leer. Y viene a cuento por esa singular virtud política con la cual Juan Germán Roscio cuidó la redacción de cada línea, tal como debe cuidarse todo lo que se escribe durante las transiciones:

“Los intrusos gobiernos que abrogaron la representación nacional aprovecharon pérfidamente las disposiciones que la buena fe, la distancia, la opresión y la ignorancia daban a los americanos contra la nueva dinastía que se introdujo en España por la fuerza. Y contra sus mismos principios, sostuvieron entre nosotros la ilusión a favor de Fernando, para devorarnos y vejarnos impunemente cuando más nos prometían la libertad, la igualdad y la fraternidad, en discursos pomposos y frases estudiadas, para encubrir el lazo de una representación amañada, inútil y degradante”

Este 5 de julio de 2017, 206 años después, una representación legítima de diputados electos por el voto universal y secreto de más de catorce millones de ciudadanos fue atacada de manera violenta por quienes intentan “encubrir el lazo de una representación amañada, inútil y degradante”, pues la constituyente propuesta por Nicolás Maduro no es sino eso: una representación amañada, inútil y degradante que decidió servir de excusa para un exceso que rebosó sus fuerzas y su credibilidad, manchándose de sangre ajena.

Y aunque el Acta de la Independencia parece recordarnos a menudo que hay manchas de sangre que no salen, también tiene el empeño de subrayar que hay gobiernos que sí. En especial aquellos que se benefician con la buena fe, la distancia, la opresión y la ignorancia.

***

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Willy McKey  Parte del equipo editorial de Prodavinci. Poeta, escritor, docente y editor de no-ficción y nuevo periodismo. Especialista en semiología política y conceptualización creativa. Puedes leer más textos de Willy McKey en Prodavinci aquí y seguirlo en twitter en @willymckey Haga click acá para visitar su web personal.

Comentarios (12)

Carlos Medina
6 de julio, 2017

Si revisamos las declaraciones del presidente de la AN Julio Borges ayer a propósito del ataque que fueran objeto por parte de colectivos y afectos del gobierno, donde Borges refiere que para el momento de los hechos en la AN habían aprox. 300 personas. Ahora bien, si analizamos bien la nota, más adelante el presi dice que de los asistentes 100 eran del cuerpo diplomático, 100 eran periodistas y el resto eran diputados principales y suplentes. Cabe la siguiente pregunta ¿Donde carrizos estaba el pueblo? ¿Acaso no merecía el Bravo pueblo que también lo hubieran invitado a celebrar por el 206 aniversario de nuestra Independencia? ¿No será que es cierto lo que dicen los detractores de la Oposición, de que la Asamblea Nacional está secuestrada por una nueva oligarquía? No sabemos si esto es cierto o no, lo único que si sabemos, porque lo hemos visto en TV y en videos en las redes, es que a Julio Borges no solo lo empuja el coronel Lugo, sino que le empujan un coñazo de colectivos cada vez que les dé la gana, por el sencillo, evidente y comunicacional hecho de que la Asamblea Nacional permanece en una total soledad, o en una evidente ausencia de pueblo, ¿Parce que el pueblo tiene prohibida la entrada a la AN?, porque de ser falso, o en caso contrario a lo que decimos, sí en la AN dejaran entrar al pueblo, o se la pasara llena de afectos a la oposición, o se la pasara llena de pueblo llano, o ayer hubiese estado llena de gente, fuera otro el gallo que cantara allí, Y lo de ayer, ni lo de antier, ni lo de atrás de antier hubiese sucedido. ¿Cierto o falso? ¿Hablo paja o digo gran parte de la verdad? Hagamos como si estuviésemos en el Plebiscito: Sí ó No. Creo que hay que revisar esto, porque por el camino que vá, si no la acaba la ANC, la acaban ellos mismos por estar cada día que pasa más cerrada al pueblo, la acaban ellos mismos por cada dia que pasa estar más entregada a liderazgos elitescos. Que solo se acuerdan del pueblo en tiempos de elecciones… Amanecerá y Veremos…

bernardo moreau
6 de julio, 2017

Lo que se vió ayer es lo que se observa en toda Venezuela todos los días. Un estado de ingobernabilidad donde el que tiene armas es quién más pisa y doblega a quien tiene la razón. El pueblo está cansado de la política, siempre lo ha estado, lo que le interesa es trabajo digno, facilidades para salir adelante y la seguridad física, alimentaria y de salud que se merece. Lamento que las cosas políticas el sector oficialista quiera resolverla a base de doblegarle el cuello a quien sea, y eso incluye a sus anteriores aliados (léase Luisa Ortega Diaz). Otro punto a mencionar es la posición asumida por el Indigno Coronel (de pacotilla) Lugo. Bochorno le debe dar a toda la GNB vestir un uniforme manchado de estiercol polítiquero – incluyo el vocero de la marcha quien igual sale con la bandera cubana en el pecho. Ya esto no tiene nombre y esa desfachatez tiene algún día su costo. Aquellos que aun callan dentro de las fuerzas militares en los diferentes sectores : pena ajena señores por su mutismo. Basado en lo dicho, queda que los venezolanos todos en una sola voz – todos los de buena voluntad y democratas natos – sigamos defendiendo la Constitución en el campo de la paz, mientras no nos obliguen a ir a otros senderos.

Maximilian L G Grüber
6 de julio, 2017

En su caso, Carlos Medina, no aplica aquello de “qué cantidad de sandeces en tan corto espacio”, gracias a que le han concedido extensión extra para explayarse, haciendo uso de una libertad de expresión que su verbo denuncia demasiado amplia, para sus standards. En tan solo 2 parágrafos, con 366 palabras y 1,998 caracters –el doble de lo que a mí me es permitido, y quizás un quinto de lo que usted me permitiría, alcanzando a tener el control– ha logrado ponernos a pensar en lo adecuado que sería mantener abierto al público el Palacio Legislativo, así como lo está el Zoológico de Caricuao! Deja usted abierta la duda, no obstante, si su propuesta incluye enjaular a los diputados para que no ataquen a los visitantes.

leonardo
7 de julio, 2017

Sutil análisis como suele serlo siempre! pero ¿qué le importa al gobierno saber si su comunicación es buena o mala? No es una preocupación para él. La tanqueta oficialista prosigue su camino, a empujones, a coñazos, a mazazos, a perdigonazos, arrollando lo que queda de democracia. ¡Y nadie ha podido detenerla hasta ahora! ni las elecciones libres, ni las manifestaciones diarias, ni la comunidad internacional, ni el papa, ni nadie. Asistimos a la crónica de la muerte anunciada de la democracia venezolana, ineluctable. A propósito del comentario de Carlos Medina… puede que haya algo de verdad, pero no creo que el pueblo opositor pudiera acercarse, aún menos entrar como entran los fascinerosos chavistas a la AN. Que en esos casos la GN sí sirve para algo. Pero no sería una mala idea.

Nerio Azuaje Perez
7 de julio, 2017

Hubo un joven con una herida en una pierna, según de un escopetazo y hay un video de un señor semidesnudo derramando sangre por la cabeza y recibiendo golpes a diestra y siniestra. ¿SON DIPUTADOS de la A.N?. Gracias por la aclaratoria.

Yes Gonzalez
7 de julio, 2017

La Asamblea me recuerda la pelicula….Durmiendo con el enemigo… Mientras este Lugo ahi nadie opuesto al gobierno entra y mas bien sale a empujones… Cabe la pregunta donde estaba el resto de los 112 diputados que no salió a defender a sus compañeros…Instinto de conservacion? Puede ser….

Iñaki Matanza
7 de julio, 2017

Los únicos sujetos en ese momento en el Palacio Legislativo que representaban a otros, unos 14 millones de ciudadanos, el país elector; bien o mal, gusten o no, a través de elecciones directas, universales y secretas, eran los diputados. Los demás valen cada uno en una democracia real, un voto. O sea, serían un grupito de panas más.

Ante esta visión “burguesa”, pero tan eficiente, alguien podría salir con el caramelo de la “Democracia Directa”. Bueno, creo que hay un par de razones que la harían ilusoria, y de consecuencias peligrosas, de las que la historia esta llena. La primera es que no cabe tante gente en ese ni en ningún otro edificio o plaza del mundo; ni hablemos del derecho de palabra. La segunda, más importante, es que cada vez hay menos tontos útiles.

Saludos a todos.

john king
7 de julio, 2017

Yo no se si carlos medina estuvo en el congreso este 5 de julio. cuando me entere por mis hijos y las redes lo que estaba pasando, me tome un plazo de calma y …luego me fui al congreso…yo solo… estuve hasta que se fueron los ultimos diputados. Me cale los insultos, los gritos, las amenazas y todo lo que una turba desenfrenada y aleccionada desde el balcon de enfrente que es de la alcaldia libertador le decia a todos los que estaban adentro. Si la guardia no ejecuta su rol de proteccion los hubiesen linchado en mis narices. ?porque yo pude ir y tu y el resto que te acompañan no fueron? ?porsque tienes que esperar que alguien te convoque para ver, conocer y en cualquier caso, ademas de testigo excepcional, dar una mano de proteccion a quienes se estan exponiendo para que tu, yo , nosotros tengamos una pais digno…. Por favor, la proxima vez vete al congreso y luego hablamos….. ?OK’

john king
7 de julio, 2017

Es evidente que el pais vive horas aciagas. no solo por las consecuencias de los actos y omisiones (ambos deliverados) de quienes se han abrogado el derecho a regentar un pais. Tambien porque existen en nuestra Venezuela una gran cantidad de habitantes que no son tales, son solo transfugas en la geografia nacional. No puedo pensar menos de alguien que rimbombantemente opina que en el congreso este 5 de julio no hubiese gente del lado opuesto,- yo diria del lado oprimido,- al mal llamado gobierno. Porque ante una situacion tan visible y vivible alguien tenga que esperaar que lo convoquen y si no lo hace, ademas de no estar presente, estas personas critican a los diputados por dejarse golpear….. No estaria y destinado si pienso que quien asi opina pudiese pertenecer a algun pais del caricom, incluyendo a cuba…? o es que esta en babia?….por favor…mas sinderesis y solidarida

Eduardo
8 de julio, 2017

En teoría el pueblo fue el que agredió a los diputados, por oponerse a su revolución, cuando la Asamblea estaba en manos del chavismo siempre había “pueblo”en las gradas aplaudiendo cualquier cosa que dijera un diputado oficia lista o pitando lo que dijera algún opositor.

ferrod
9 de julio, 2017

El gobierno sigue con su estrategia, desde Chavez y durante estos veinte anos, de separar a la sociedad en buenos (los chavistas, los nuestros, los marginados) versus los otros (oposicion, derecha, los ricos, los enemigos que hay que destruir).

Todavia no han podido arrasar con los “otros” y ahora tambien les dan durisimo a los “nuestros”, porque, donde queda El Paraiso sino en el oeste? Y donde es peor la represion del gobierno fuera de Caracas?

La sociedad venezolana ha mostrado una extraordinaria resistencia a ser transformada en dos bandos y no ha permitido que el gobierno implemente una “solucion final” contra los “otros” como tristemente ha pasado en otras latitudes y otros tiempos.

nancy
9 de julio, 2017

No estoy de acuerdo con usted. Los asambleístas están a diario con nosotros, en cada actividad popular de protesta, de acción, de rechazo a este regimen corrupto e incapaz.

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