PUNTOS DE IGNICIÓN
Cuál es el punto de ignición
en el que vertido en pavesas
un país desaparece y arde disuelto por el aire
devorado por cenizas en el agua
mujeres, las hacedoras de la vida,
jóvenes, los enemistados con la muerte
gentes de lugares similares y diversos
expropian para sí plazas y calles
contra las palabras
volvieron a abrirse la cárcel y el exilio
los resistentes van y vienen como olas encrespadas
son muchos los que trazan escrituras
pocas veces indeleble
abierta a borrones y otras líneas
gentes que se niegan
a llevar sus caligrafías al exilio
con un pie en ellas, uno apenas
los indigentes de antes y de ahora
se desembarazaron del letargo
cuando decidieron
(¿por cuánto tiempo? nadie sabe)
que de ataduras nada más
propician hartazgos
de muros, puertas carcelarias, lejanías del exilio
huelgas de hambre que llevan a la muerte
pancartas y cuerpos cansados de tanto mal vivir
y cada vez que a uno aniquilaban
(creían eso)
engrosaban el arco descontento lo tensaban
el punto de ignición y del arrojo
se acercan uno al otro
resistir hoy y mañana
y después si es necesario
quisieron acabar con el sagrado nimbo de los cuerpos
y esa pretensión
sea cual fuere el tiempo necesario
la pagan los culpables
y con su vida seguirán obligados a mirar
que no pudieron con la nuestra
ni con la de esos creyentes que dejaron de hechizar
cuál es este punto de ignición
nadie lo sabe
pero suele anunciarse mucho antes de llegar
el que para entonces tenga oídos,
tal es su claridad, lo escuchará
las habitaciones de la historia arreglaron a su gusto
como un regalo confortable (se decían, nos decían)
que tuviesen ellos merecido por todos los años venideros
tras robarnos nuestra condición de gente
(eso pretendían)
y acabarnos en la faz de nuestra tierra
fuimos aprendiendo una lección:
nada, nada es para siempre
resistir hoy y mañana
y después si es necesario
vino la gente una vez más enorme tromba
sed (no de venganza), con mucha sed
de sol abierto y lunas claras
y la historia urdida entre escritorios trémulos
radiofonías sordas, televisiones ciegas
callejones levantados con afiches
mes a mes sólo de afiches
fue arrasada
después (tomó su tiempo)
sólo después comenzó el mar a serenarse
y no fue no quiso ser jamás podría serlo
un mar de sangre
///
NUNCA ESTAMOS A SALVO
Domina brioso la espesura
regala lluvias y ardor entre
el abrirse del último mes y de comienzos
Los olfatos del otro
a causa del galope blanco tan veloz
no descubren el cuerpo
ni sus huellas
ordena la captura con voz enrojecida
ojos iracundos
inflamados de cegueras
En silencio visible
el galope cada vez más fulgurante
atrae cuerpo de las aguas
materia de montañas
la voz profunda no lejana
de los cielos y las gentes
habla su voz
también desde el pasado
habla
El rostro del otro
quiso emitir un canto
y sólo pudo golpear contra la mesa
la mano hinchada
contra su vientre de animal ya muerto
y arrojado
Comenzaron a oírse los pasos y las manos
las miradas
los rostros de las gentes
no el galope
sólo en presente su voz enuncia
nunca en porvenir
En el otro
Venerado, Idolatrado
los oídos asfixiaban
en unción de sus fanáticos
en los que resistieron
y hasta en los primeros que cedieron
vio llegada la hora requerida
a ras de calles
y en la ropa de los días
para volver a levantarse
sin importarle el tiempo necesario
el unicornio
enfrenta las tormentas de piedra
y de consignas
y nos llevó
al menos por ahora
con nuestros pasos nuestras manos
a derrumbar los rituales
las ofrendas
que ya en su estatua
el Reverenciado reclamaba
voces
en la palabra cruda de las luchas
por más que duerman
en algún lugar de casi todos
están siempre vigilantes
las que redimen las que asaltan
el navegante del día
traza su ruta
con una pocas estrellas diurnas
que sus ojos nunca ven
y nunca estamos a salvo (es la voz de cada día)
el poema lo sabe:
la gente subversiva
derrota a la Historia y la revive
///
VIAJE QUE NO CONCLUYE
Tan pesimista es la verdad
que a pesar de sus arrojos
ni siquiera a sí misma se soporta
o tan plena de optimismo
que sale a navegar
con nosotros apresados en sus dientes
y no importa si es verdad o no lo es
ni siquiera
si somos dignos de saberlo
al menos será un día otro más
donde los cataclismos
no disfruten talando nuestras puertas
trizando paredes y ventanas
a ciertas horas ciertos días
somos capaces de cerrarlas
contra el rostro de farsa y disimulo
también pero no siempre
contra verdades
que propician incendios
en el centro del pecho y la razón
otros las quisieron bien abiertas
sin importarles
si eran limpias las verdades
o árboles de fronda contagiosa
para treparlos y encubrirse
idolatrados con idólatras
en tiempos banales pavorosos
resucitan veneraciones sin pudor
con aguas y penumbras
desbocan su bramar
contra todo rumor libre
hasta la asfixia
de la conciencia propia o de la nuestra
en contra de las gemas de humo y de papel
resistieron las palabras
y los cuerpos
la totalidad del corazón
en este tiempo
en cualquier otro también
sea en la luz o en la negrura
ante sus asedios
y sus bagatelas insolentes
opusieron manos y voces
ya sabemos:
como las aves
la verdad
puede emigrar
y cuando regrese que lo hará
igual que las aves
otra vez puede emigrar
como las aves, insistamos,
verdad idolatría
vuelven y emigran
ningún viaje
al alma principal de este combate
tiene frontera
o finaliza
la luz
entretanto
no deja de colarse por las grietas