Artículos por Alberto Salcedo Ramos

Memorias del último valiente. La historia de Rocky Valdez; por Alberto Salcedo Ramos

En la madrugada del miércoles 15 de marzo, murió a los 70 años el boxeador colombiano Rodrigo ‘Rocky’ Valdez según confirmó el alcalde de Cartagena Manuel Duque. Valdez fue dos veces campeón mundial de peso mediano y como boxeador profesional disputó 73 peleas dejando un récord de 63 victorias (43 por nocaut), ocho derrotas y dos empates. Compartimos con los lectores de Prodavinci la crónica "La historia de Rocky Valdez" del maestro Alberto Salcedo Ramos, publicada en el libro La eterna parranda (editorial Aguilar, 2011).

Alberto Salcedo Ramos | Actualidad | 15 de marzo, 2017

La herencia para mis hijos; por Alberto Salcedo Ramos

Hace poco fui con mis hijos a un restaurante caribeño donde sonaba la canción La plata, del juglar Calixto Ochoa. El mundo pelea si dejo una herencia Si entierro un tesoro no lo gozo yo Se apodera el diablo de aquella riqueza Y entonces no voy a la gloria de Dios Enseguida comenzamos a conversar
Alberto Salcedo Ramos | Artes | 17 de diciembre, 2016

Los sesenta de Amparo; por Alberto Salcedo Ramos

Hace poco alguien publicó en Twitter esta frase pretendidamente chistosa: “Antes de votar en el plebiscito piensa en la clase de país que le queremos dejar a Amparo Grisales”. (Vea: Amparo Grisales, la ‘diva de divas’ a la que los años le resbalan) La edad de Amparo Grisales es un tema recurrente para personas que,
Alberto Salcedo Ramos | Artes | 3 de diciembre, 2016

El duende de los famosos; por Alberto Salcedo Ramos

Dime qué tipo de fama tienes y yo te diré qué anécdota te inventará el duende anónimo de los famosos. Truman Capote, por ejemplo, era conocido por su gran desfachatez, así que el duende de la fama puso a circular la siguiente historia: en un restaurante Capote fue abordado por una muchacha ebria que le
Alberto Salcedo Ramos | Vivir | 12 de octubre, 2016

Sin remordimientos; por Alberto Salcedo Ramos

Félix y Jorge han venido a almorzar conmigo en un restaurante de comida caribeña ubicado en el norte de Bogotá. Ambos se preguntan por qué en la tierra de nosotros la gente tiene la mala costumbre de diagnosticar a gritos, antes de saludar, si uno está gordo o flaco. – De repente se te muere
Alberto Salcedo Ramos | Actualidad | 10 de septiembre, 2016

Un recuerdo triste; por Alberto Salcedo Ramos

Hoy amanecí sin ganas de levantarme de la cama. Recordé de golpe todos los horrores que me tocó vivir en el año 2000. Aquel fue el peor año de mi vida: el seis de enero, día del cumpleaños de mi madre, nos asaltaron a ella y a mí en el barrio Ciudad Jardín de Barranquilla.
Alberto Salcedo Ramos | Vivir | 18 de agosto, 2016

Sala de urgencias; por Alberto Salcedo Ramos

En este preciso instante, mientras el anciano de la pierna enyesada acude cojeando al llamado del médico, muchas personas sanas en la ciudad, más allá de la sala de urgencias en la que me encuentro, derrochan en ocio y gozo su buena salud. A esta hora, 6:45 de la tarde, alguien hace una carambola en
Alberto Salcedo Ramos | Artes | 11 de agosto, 2016

Elogio del arroz; por Alberto Salcedo Ramos

Antes de descubrir el arroz en el caldero de mi abuela, lo encontré mencionado en una ronda infantil: Arroz con leche me quiero casar con una señorita de la capital Al principio cantaba la canción pensando en la señorita de la capital, pero después descubrí que a mí no me interesaba la parte del matrimonio,
Alberto Salcedo Ramos | Artes | 29 de julio, 2016

La luna de Barranquilla; por Alberto Salcedo Ramos

Hace poco un amigo reportero me preguntó “¿qué es ser barranquillero?”. Le respondí: Considerar sospechoso al que habla a punta de murmullos, saber comer bocachico con las manos, haber contado un chiste en el Paseo Bolívar, comer fritos de pie en una fritanga callejera, haber oído una pelea entre vecinas en una calle del barrio
Alberto Salcedo Ramos | Artes | 20 de julio, 2016

Un hombre de honor; por Alberto Salcedo Ramos

El exsoldado Andrés Salazar advierte que si estuviera de nuevo ante aquella encrucijada en la que casi pierde la vida, actuaría de la misma manera en que lo hizo. Él no se arrepiente de nada, agrega, pues simplemente se limitó a cumplir su deber. Sería injusto que además de soportar la mutilación de las dos
Alberto Salcedo Ramos | Vivir | 14 de junio, 2016

En presente definitivo; por Alberto Salcedo Ramos

A finales del 2015, caminaba hacia una heladería en compañía de una amiga que, de repente, me preguntó si ya tenía mi tabla de propósitos para el año nuevo. Le respondí que jamás hago esas listas. — Pero si te pidieran hacer una… — No la haría. — Bueno, entiendo. — Ajá. — Menciona sólo
Alberto Salcedo Ramos | Vivir | 30 de mayo, 2016

Mi tesoro secreto; por Alberto Salcedo Ramos

Soy un mendigo de conversaciones. De niño fisgoneaba las pláticas de los adultos porque estaban repletas de historias. Me encantaba, además, la forma en que los contertulios dotaban de música a las palabras. A ratos armaban un barullo en el que nadie tenía la razón, y a mí me ponía feliz el efecto que se
Alberto Salcedo Ramos | Vivir | 15 de mayo, 2016

Silencio, estoy durmiendo; por Alberto Salcedo Ramos

Siempre me han inspirado pesar los enfermos de insomnio. He visto cuánto sufren al cargar con lastres como la fatiga y la depresión. En cambio me resultan antipáticos quienes eligen desvelarse por simple lujuria productiva o por expandir sus espacios de poder. Esas personas generan estrés. Como viven convencidas de que sus ambiciones determinan el
Alberto Salcedo Ramos | Vivir | 5 de mayo, 2016

Elogio de la mujer; por Alberto Salcedo Ramos

Durante la pubertad, justo cuando ingresé a la escuela secundaria, viví uno de los acontecimientos definitivos de mi vida: empecé a relacionarme con el sexo opuesto. Entonces ignoraba cómo diablos tratar a las chicas y, en consecuencia, era profundamente tímido. Venía de un colegio masculino repleto de muchachos bruscos. Para ser amigo de ellos bastaba
Alberto Salcedo Ramos | Vivir | 31 de marzo, 2016

Los regalos; por Alberto Salcedo Ramos

A mi amiga Claudia Consuegra Guardo en la memoria, como un tesoro, ciertos regalos entrañables que he recibido. Un pañuelito blanco con mi nombre bordado en letras azules, una chocolatina, una liebre del horóscopo chino tallada en bronce, una bolsita de cacahuetes, una libreta de apuntes con pasta de cuero, una crema hidratante, un disco
Alberto Salcedo Ramos | Vivir | 11 de marzo, 2016