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¿Qué ocurrió en la segunda reunión de cancilleres de la OEA sobre Venezuela?; por Mariano de Alba

Fotografía de Juan Manuel Herrera/OAS

Fotografía de Juan Manuel Herrera/OAS

La segunda sesión de la reunión de consulta de ministros de Relaciones Exteriores de la OEA sobre la crisis en Venezuela culminó sin ninguna decisión. Se consideraron dos proyectos de declaración, pero ninguno obtuvo los 23 votos necesarios para su aprobación. La propuesta de declaración que contenía un llamado al gobierno venezolano a reconsiderar la constituyente fue la única que tenía posibilidades de ser aprobada, pero logró 20 votos. La región no sólo persiste dividida sobre cómo abordar la crisis sino muy enfocada en emitir (o no) un texto. El caso venezolano es mucho más complejo.

La asistencia e intervención de la canciller Delcy Rodríguez

Aunque a finales del mes de abril de 2017 el gobierno venezolano decidió retirarse de la OEA precisamente por la convocatoria de esta reunión de cancilleres, la canciller Delcy Rodríguez acudió a la reunión. Fue la primera en hacer uso del derecho de palabra.

En términos más respetuosos que en otras ocasiones, volvió a descalificar al Secretario General Luis Almagro y a restarle legitimidad a la organización. Planteó la reunión como el esfuerzo de un grupo de países para intervenir en Venezuela e insistió en la constituyente. También volvió a negar la existencia de una crisis humanitaria y recalcó que el Consejo Nacional Electoral ya aprobó un cronograma electoral para las regionales. Justo al culminar la sesión, se retiró de la sala, advirtiendo que no reconocía la celebración de la reunión ni las resultas que de allí provinieran. Igualmente, ratificó que el gobierno no reconsiderará la decisión de abandonar la OEA.

No obstante, la delegación venezolana seguirá participando en la Asamblea General que tendrá lugar hasta este miércoles 21 de junio. Incluso ha propuesto 10 proyectos de resolución para que sean considerados. Esos textos se refieren a temas como la desaparición forzada de 43 estudiantes en Ayotzinapa, México, la decisión de Estados Unidos de abandonar el Acuerdo de París contra el cambio climático y una condena a la existencia de bases militares estadounidenses en la región. A pesar del evidente esfuerzo para desviar la atención sobre la crisis venezolana, es poco probable que alguna de esas propuestas sea adoptada.

Las dos declaraciones consideradas

Al principio de la reunión, dio la impresión de que al menos 23 países habían logrado llegar a un acuerdo sobre una declaración. El canciller de Guatemala, quien presidió la reunión, informó que las dos propuestas que habían sido consideradas el 31 de mayo –la de los 14 países del Caribe (CARICOM) y la de 14 los países críticos con el gobierno de Venezuela– habían sido retiradas y se estaría considerando una única propuesta de declaración, aparentemente consensuada entre los países críticos y los países del Caribe.

Sin embargo, el representante de San Vicente y las Granadinas destacó que no había sido consultado por el CARICOM sobre el retiro de la propuesta. Esa queja fue secundada por otros países como Dominica y Surinam. En consecuencia, San Vicente pidió que se volviera a incluir –esta vez a nombre propio– el texto que había propuesto CARICOM el 31 de mayo.

Por otro lado, países como Haití, El Salvador y Ecuador reclamaron que la nueva propuesta presentada justo antes del inicio de la sesión no había sido distribuida con suficiente tiempo de antelación. Por ende, solicitaron un receso para poder evaluar y ponderar si podían apoyarla.

La nueva propuesta presentada hace un llamado al cese de la violencia, al respeto de los derechos humanos y la Constitución venezolana, así como al cumplimiento de lo acordado durante el proceso de diálogo del año 2016. Asimismo, destaca la necesidad de un nuevo proceso de diálogo y negociación entre las partes y llama al gobierno venezolano a reconsiderar la Asamblea Nacional Constituyente y su decisión de salirse de la OEA. También manifiesta apoyo a que se tomen medidas urgentes para atender la crisis de abastecimiento de alimentos y medicinas y recalca la disposición de establecer un grupo de países para apoyar el diálogo entre gobierno y oposición.

Por su parte, la declaración reintroducida por San Vicente y las Granadinas, reconoce la existencia de una crisis política, económica y social y también hacía un llamado al cese de la violencia, al respeto de los derechos humanos y el Estado de derecho. La gran diferencia con respecto a la anterior es que no contiene un llamado a reconsiderar la iniciativa “constituyente”. Finalmente, el documento también exhorta al gobierno y a la oposición a comprometerse a participar en un “renovado”proceso de diálogo.

Los resultados de las votaciones

Al considerar la nueva propuesta presentada –aquella que contenía un llamado a reconsiderar la constituyente– la votación fue de 20 países a favor, cinco en contra, ocho abstenciones y un país ausente (Venezuela) [1]. La mayoría requerida para su aprobación era de una mayoría calificada de dos tercios de los países participantes de la reunión, lo que se traduce en 23 países.

Posteriormente, cuando se consideró la propuesta reintroducida por San Vicente y las Granadinas, la votación fue de ocho votos a favor, 14 en contra, 11 abstenciones y un país ausente [2]. En consecuencia, ninguno de los dos textos fue aprobado. Asimismo, se evidenció que la única propuesta que tenía alguna posibilidad de ser aprobada era la nueva propuesta presentada, producto de una negociación entre los 14 países críticos del gobierno de Venezuela y algunos países del Caribe.

Luego de las votaciones, distintos cancilleres y altos funcionarios de los países hicieron uso de su derecho de palabra. Ministros de Relaciones Exteriores de países como México, Chile, Brasil y Costa Rica, lamentaron la falta de acuerdo y destacaron que hace falta ejercer presión internacional para ayudar a los venezolanos a resolver la crisis. Por su parte, algunos países como República Dominicana, consideraron que era fundamental proceder con mayor diplomacia y proponerle al gobierno y la oposición venezolana la creación de un grupo de países para la búsqueda de un acuerdo de “conciliación nacional”. En esto coinciden los 14 países críticos del Gobierno de Venezuela.

Próximos pasos

Vista la imposibilidad de aprobar una declaración en el marco de la reunión de consulta, es posible que se decida introducir la declaración que llama a reconsiderar la constituyente en la Asamblea General. En esta instancia ya no hace falta una mayoría calificada, sino simple, es decir, 18 países. Una segunda posibilidad es que los países críticos con lo que está sucediendo en Venezuela sigan buscando otros apoyos para lograr la mayoría requerida en la reunión de cancilleres.La reunión quedó abierta, por lo que es posible que los cancilleres se reúnan próximamente para volver a discutir la situación y finalmente aprobar una declaración.

Por lo pronto, 10 países (Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Estados Unidos, Honduras, México, Paraguay y Perú) ya han emitido un comunicado conjunto donde declaran que debe buscarse una salida concertada en Venezuela. Según estos 10 países, ese esfuerzo debe llevarse a cabo mediante la liberación de los presos políticos, el cese de la violencia, el respeto de los derechos humanos y el cese de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente.

Reflexión final

Para que se pueda concretar la ayuda de la comunidad internacional que Venezuela necesita, no es necesario ni será muy relevante la aprobación de una declaración. La grave crisis que vive Venezuela es mucho más compleja. Por ende, para que sea más probable que la presión internacional pueda surtir efecto, hace falta que esos 14 países críticos con el régimen busquen tender puentes con los gobiernos de los países que siguen siendo cercanos a Nicolás Maduro y al chavismo. No obstante, durante la sesión reapareció la polarización entre grupos de países, que que ha sido la apuesta del gobierno venezolano.

La discusión en el ámbito internacional no debe centrarse en el número de países que apoyan o rechazan al gobierno de Maduro. Más bien, lo que hace falta es que tanto los países críticos con el régimen como los que siguen apoyándolo, logren trabajar juntos para ayudar a que los venezolanos podamos buscar una salida negociada a la crisis. Eso supone un trabajo diplomático de mayor envergadura que limitarse a conseguir los apoyos para aprobar una declaración.

Todo indica que, si la región quiere jugar un papel relevante para ayudar en la resolución de la crisis, los países que votaron a favor de la propuesta que llama a reconsiderar la constituyente van a tener que trabajar de la mano con aquellos que votaron en contra o se abstuvieron. Son los que se abstuvieron y votaron en contra, como República Dominicana, los que podrían tender puentes con el gobierno de Venezuela (o al menos con una parte importante de él) para que entiendan que es necesario acordar una salida. Precisamente, el reconocimiento de esta tesis es lo que ha llevado a plantear que el grupo de amigos esté compuesto por tres países críticos con el régimen y tres países cercanos; y sean esos seis países los que elijan a un mediador que ayude a tender puentes entre gobierno y oposición.

***

[1] A favor (20): Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Uruguay. En contra (5): Bolivia, Dominica, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves y San Vicente y las Granadinas. Abstenciones (8): Antigua y Barbuda, Ecuador, El Salvador, Granada, Haití, República Dominicana, Surinam y Trinidad y Tobago. Ausente (1): Venezuela.

[2] A favor (8): Bolivia, Ecuador, El Salvador, Haití, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Surinam. En contra (14): Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Abstenciones (11): Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice,Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Nicaragua, Santa Lucía, Trinidad y Tobago. Ausente (1): Venezuela.