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Un viaje por el mundo de Facebook

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LogoDW80x120Al principio Silicon Valley tiene un ambiente diferente, innovador y sin límites que contagia. En especial si la visita incluye a dos de las empresas más conocidas a nivel global que tienen su sede en San Francisco: Twitter y Facebook. Los creadores de estos medios fueron adolescentes que hace aproximadamente una década, experimentando con los límites de la tecnología, llegaron a revolucionar la comunicación cotidiana. Hoy son adultos jóvenes y empresarios a cargo de estos medios que están cambiando la forma de ver el mundo.

Ya sea en el ámbito político, periodístico o económico, todos están obligados a entender y utilizar estas plataformas. Por ello, ver las bases de Facebook y Twitter no solo ayuda a entender cómo se definen estas empresas, sino también hasta dónde quieren llegar y cómo ven el futuro.

Dentro de las instalacionesm de Facebook la velocidad es otra. Por ejemplo, la clave para conectarse a internet en el lugar es “move fast”, primera referencia clara a que el mundo gira más rápido en Facebook. Otra cosa que llama la atención es el ambiente, muy colorido. Es casi una ciudadela con restaurantes, cafés y hasta un garaje donde un par de mecánicos está listos para reparar bicicletas. Esto, porque muchos de los 5.000 empleados que trabajan en Facebook se mueven de un departamento al otro en bicicleta.

En total son 14 departamentos, pese a que en el mapa se ven 15 edificios. ¿Por qué? Porque no hay número 13. “Mark no quería tener un edificio con esta cifra”, dice la funcionaria que nos recibe. “Mark” es Mark Zuckerberg, dueño y gerente general de Facebook y a quien también pertenecen las empresas Instagram y WhatsApp. Su empresa registró en el primer trimestre de este año ganancias de más de 7.800 millones de dólares. Al preguntar por su oficina, la repuesta es “eso es top secret. Nadie lo sabe, porque además Mark está en todas partes”.

Desde una pantalla gigante

Los empleados de Facebook no tienen horarios fijos. Pueden trabajar desde el ambiente que crean conveniente, por ejemplo desde alguno de los restaurantes, las áreas verdes o el centro de recreación, donde hay una cafetería con bebidas a mitad de precio durante el “happy hour”. Las reuniones no deben durar jamás más de 30 minutos. Durante una videoconferencia con “Mark”, que toma lugar una vez a la semana, los empleados pueden hacerle preguntas, algunas de las cuales el jefe responde desde una pantalla gigante.

La seguridad es vital para la compañía. Por eso, las visitas no pueden acceder a muchos sectores y siempre van acompañados por un agente que vigila que nadie se vaya por donde no debe. Algo contradictorio para una empresa que pide a sus usuarios ser abiertos y transparentes con sus propios datos en la red.

Las instalaciones recuerdan a Disneylandia: calles impecables, mucho color, una tienda de souvenirs donde se encuentran tazas, camisetas y lapiceros de Facebook. Pantallas gigantes donde se emiten mensajes e historias positivas de algunos empleados. Tiene sentido: “Mark” eligió al arquitecto de Disneylandia para que diseñara su imperio de Facebook.

Facebook tiene almacenados miles de millones de datos de cada uno de sus usuarios. Diariamente 1.230 millones de personas usan esta red social. Luego, la funcionaria que guía al grupo confirma que “Mark” tiene la cámara de su laptop permanente tapada con un papel. Otra contradicción más que no deja de llamar la atención.

1 por ciento del viaje

Los planes a futuro van de la mano con la meta básica: lograr que más personas se conecten a la red. Actualmente alrededor de 4.100 millones de personas en el mundo no tienen acceso a internet. Facebook está trabajando para cambiar esto, por ejemplo desarrollando una conexión gratuita que sería provista a través de un dron gigante que a su vez funcionaría con paneles solares a 18 kilómetros de altura, y que podría abastecer a diversas regiones del globo con internet.

Otro de los planes a futuro es trabajar con la inteligencia artificial, es decir hacer a las computadoras cada vez más inteligentes, de tal manera que no solo reconozcan voces y personas, sino que puedan dialogar con el usuario. El área de innovación de Facebook está trabajando, por ejemplo, para que los usuarios puedan dictar mensajes con tan solo pensarlo. Es decir el programa podría leer los pensamientos. Eso sí, el método en el que están trabajando para lograr esta meta aún no se quiere revelar.

La realidad virtual también forma parte de los grandes planes de Facebook. “A corto plazo, la meta es lograr que más personas compartan con nosotros sus preferencias, sus ideas, sus intereses”, dice la funcionaria, cuya frase final -luego de tres horas de recorrido- es “recién hemos terminado el 1 por ciento del viaje”. Falta mucho camino, al parecer.