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Los pumas de Los Ángeles tendrán un puente para cruzar la autopista

Por Deutsche Welle | 18 de enero, 2017
Fotografía de Steven Winter para National Geographic Creative

Fotografía de Steven Winter para National Geographic Creative

La autopista Ventura, conocida como la 101 por la población local, es una carretera estatal estadounidense muy transitada, por la que circulan sin descanso hasta 175.000 vehículos diarios a través del Valle de San Fernando en Los Ángeles, en el estado de California. Esta autopista es la arteria principal en sentido este-oeste, pero ha dado lugar al aislamiento de pumas, linces y otros animales salvajes del mundo exterior.

Algunos animales han logrado escapar del triángulo formado por la 101, la 405 – otra importante autopista– y el Océano Pacífico para encontrar pareja en otras áreas del sur de California.

De hecho, se especula que el puma más famoso de Los Ángeles, conocido con el nombre de P22, cruzó dos autopistas para terminar en las accidentadas colinas del Parque Griffith de la ciudad, una extensión verde municipal situada en el extremo oriental de las montañas de Santa Mónica y a tan solo unos kilómetros de la densa área urbana. La mayoría de los pumas, sin embargo, no son tan ambiciosos, ni tan afortunados. Muchos de los que asumen el difícil desafío de cruzar una autopista con ocho carriles, mueren en el intento.

Pero ahora el Departamento de Transporte de California (Caltrans) colabora con grupos de conservación para construir un puente con jardines sobre la autopista 101, que conectaría los diversos biotopos de las montañas de Santa Mónica al sur con las colinas de Simi y la Sierra de Santa Susana.

Si todo va bien, se inaugurará en 2021. Según los biólogos, llegará justo a tiempo para salvar al puma de la extinción en esta área.

Salvando a los pumas de la endogamia y de la extinción

Poco más de una docena de pumas, también conocidos como leones de montaña, viven en las montañas de Santa Mónica. Allí, al menos por el momento, los grandes felinos encuentran suficientes presas para mantener viva a la población.

Sin embargo, el espacio es demasiado reducido para prevenir la endogamia. El aislamiento provoca que los animales adultos maten con frecuencia a los rivales más jóvenes, incluso si están emparentados. Tal comportamiento, inusual en la especie, es indicativo de la feroz competencia por conseguir pareja.

Un artículo de investigación publicado en 2016, en la revista científica PLOS ONE concluyó que a menos que aumente el área de su hábitat, los pumas de la región se enfrentarán a una “depresión endogámica”. El término describe el resultado genético del confinamiento que sufren los animales, que se ven obligados a emparejarse con parientes cercanos ya que apenas tienen libertad de movimiento.

Como consecuencia disminuye la diversidad genética, lo que a su vez provoca que la especie sea más vulnerable a problemas de salud y enfermedades. Según los investigadores, si no se interviene a tiempo la probabilidad de que los pumas de la región de Los Ángeles desaparezcan en los próximos 50 años será del 99%.

Aprendiendo del pasado

John Benson, profesor asistente de Ecología de Vertebrados de la Universidad de Nebraska y autor principal del estudio, vió anteriormente una situación similar entre la población de panteras de Florida (una subespecie del Puma concolor que vive en el sur de Florida en los Estados Unidos) y cree que se puede aprender del pasado.

“Cuando su diversidad genética alcanzó niveles muy bajos en los años 90, las panteras casi se extinguieron”, cuenta Benson. El investigador lo atribuye a factores asociados a la depresión endogámica.

La introducción de nuevos genes en la población puede restaurar la variabilidad genética, mejorando así la supervivencia y la reproducción, y previniendo la extinción.

“En Florida, esto se hizo trasladando pumas de Texas al sur de Florida, después de que las panteras hubieran comenzado a experimentar una depresión endogámica”, explica.

Según el científico todavía existe una oportunidad para restaurar la “conectividad paisajística y el flujo de genes” en el sur de California, antes de que la situación se agrave.

“Nuestro modelo sugiere que, si introducimos un puma en la población cada dos o cuatro años, sería suficiente para mantener en gran medida la diversidad genética y reducir con ello la probabilidad de extinción”, explica. Sin embargo, para que eso suceda, los animales necesitan mayor libertad de movimiento.

Un puente para la biodiversidad

El puente propuesto, con un precio estimado de 56 millones de dólares (54 millones de euros), crearía un tramo de 61 metros de largo y 50 metros de ancho sobre la autopista 101, en el suburbio de Agoura Hills. También se extendería por una carretera adyacente, y se plantaría vegetación natural para bloquear el ruido y la luz de la autopista.

En Alberta, Canadá y los Países Bajos hay pasos de fauna similares, al puente propuesto sobre la 101, para mantener o restaurar la conectividad paisajística de la vida silvestre en zonas fragmentadas por carreteras. Pero hasta ahora, no se había desarrollado semejante puente en una zona densamente poblada como en Los Ángeles.

Si se construye, el cruce de la autopista 101 sería el mayor corredor de vida silvestre del mundo, y un modelo para la protección urbana de la naturaleza y de los animales, según sus defensores.

Libre circulación para todos los animales

Paul Edelman, Director de Recursos Nacionales y Planificación del Territorio de la Autoridad de Recreación y Conservación de Montañas, cuenta que otras especies también se enfrentan a la amenaza de la endogamia y se beneficiarían del proyecto.

“El zorro gris y el lince podrán usar el puente, e incluso las aves cambiarán su plan de vuelo para sobrevolar el espacio verde”, explica Edelman.

La financiación correrá en gran parte a cargo de donaciones privadas y, en caso necesario, de dinero público proveniente de fondos destinados a la conservación, según Caltrans.

No obstante, para cumplir con el plazo de 2021, los defensores creen que sería necesario recaudar 10 millones de dólares a principios de 2017 y comenzar con la planificación de la construcción.

Según Beth Pratt-Bergstrom, Directora Estatal de la Federación Nacional de Vida Silvestre (NWF, en sus siglas en inglés), la comunidad local y la ciudad de Agoura Hills están detrás del proyecto, pero el dinero sigue siendo una preocupación.

“Lo único que podría detenerlo es la recaudación de fondos”, dice agregando que, si se lleva a cabo, la construcción sería un ejemplo para otros futuros puentes en áreas urbanas similares.

“Cuando se construyeron las autopistas de la región, no se tuvieron en cuenta cuestiones de conservación”, explica Platt-Bergstrom. “Creo que, a partir de ahora, los corredores de vida silvestre serán parte integral del diseño de autopistas, siempre que sea oportuno”, concluye.

Autor: Larry Buhl

Deutsche Welle 

Comentarios (1)

Irma Sánchez de Díaz
19 de enero, 2017

Me parece extraordinario, que hicieran eso, los animales también tienen derecho a vivir en paz, y reproducirse en paz, sin que para ello tengan que salir de su habitat, ojalá puedan recolectar las donaciones, asi con dan millones para Campañas Electorales,tomen conciencia y donen para hacer este puente y bosque, 10 millones de dólares no es nada para muchos millonarios, que existen en EE.UU,solo piensen que es cuestión de humanidad, y es para preservar este animal que es tan bello. Deseo que todo se haga realidad, y en poco tiempo. Es todo.

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