- Prodavinci - https://historico.prodavinci.com -

Wikileaks y Buzzfeed: ¿cómo publicar las filtraciones?

37086693_403

LogoDW80x120

Deutsche Welle: Buzzfeed argumentó que los lectores deberían sacar su propia conclusión respecto a la publicación de los polémicos expedientes no verificados de la influencia de Rusia sobre el recién elegido presidente de EE.UU., Donald Trump. ¿Tenían legitimación suficiente como para publicar una información tan cuestionable sin mencionar fuentes fiables?

Markus Beckedahl: Esta publicación es otro de los puntos culminantes de una campaña electoral que se libró con mentiras e información equivocada. El mismo Donald Trump vio la receta de la victoria en las historias falsas y ahora es él mismo el afectado. En última instancia habría que preguntarse si la decisión fue digna o no, porque fue una decisión editorial de Buzzfeed. Yo solo puedo hablar desde el punto de vista personal. En Netzpolitik.org probablemente no habríamos publicado ese dossier de esa forma. Desde nuestro punto de vista, hay dudas respecto a la fuente y no hay pruebas suficientes que confirmen su veracidad. Sin embargo, también hay razones para publicar este tipo de cosas.

¿En casos como este, por qué esquivan los periodistas la fase de verificar y clasificar la información?

Sin duda, hay menos tiempo para la investigación debido a la presión económica. En este caso, se trata de información de servicios de inteligencia que normalmente es difícil de verificar. En los servicios secretos siempre hay partes diferentes y siempre hay que preguntarse si se puede confiar en la información. Buzzfeed argumentó que publicó el dossier porque ya era parte del debate político. Sirvió de base para muchos rumores, pero también para debates políticos actuales sobre la influencia de Rusia en la persona de Trump. En ese sentido, el argumento de que estaban legitimados para publicar tal información era, por lo menos, un razonamiento comprensible.

Ahora que se habla mucho de noticias falsas y guerra informativa, ¿no es más importante la clasificación y la veracidad de la información por parte de los periodistas de cara a no publicar fuentes no contrastadas?

Por supuesto que sí, y muchos medios deberían ser más críticos. Lo podemos ver incluso en Alemania. Ahora muchos medios publican información de los servicios secretos, que les contaron que los rusos están detrás de muchas de las campañas de desinformación. Podría ser posible, pero son informaciones no contrastadas que proceden de los servicios secretos. Por lo tanto, este tipo de publicaciones es casi similar al tema que estamos escuchando ahora.

Netzpolitik.org fue uno de los pioneros en Alemania en la publicación de los llamados “leaks” (filtraciones). Entretanto, también grupos de medios de renombre publican historias similares. ¿Se trata de una herramienta periodística sobrevalorada?

Una de las herramientas básicas es tener una historia, verificarla, describirla y ponerla en contexto. Una de las nuevas posibilidades de internet, que nosotros también usamos en Netzpolitik.org, es que podemos poner las fuentes a disposición del lector. El hecho de que los lectores puedan llegar a una valoración propia y tener una postura crítica sirve para lograr una mayor confianza y para valorar el propio trabajo del periodista. Las filtraciones son además una forma exclusiva de presentar las noticias, y por eso han ganado en valor económico en esta sociedad de los medios en tiempo real. Por lo tanto, también se usan para aumentar el valor de la propia marca.

Con este ejemplo de Buzzfeed, ¿se podría decir que las casas de medios están bajo presión para publicar tales filtraciones, aunque a veces no haya material suficiente?

En general, en el periodismo existe esa presión de ser el mejor y el más rápido. No creo que esa presión sea buena, pero es perfectamente comprensible, porque el mundo de los medios ha cambiado y es cada vez más rápido. Espero que alguna vez podamos ser testigos de tendencias en sentido contrario. Creo que, en este caso, no hay diferencias entre las filtracione, historias exclusivas o la prensa amarilla. Simplemente se trata de presión económica y de la pregunta sobre cómo uno mismo trata de posicionarse como medio en redes sociales orientadas a la inmediatez en tiempo real.

Maximiliane Koschyk realizó la entrevista.