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Sabana Grande: cuando se acaben los inventarios; por Yorman Guerrero

Por Yorman Guerrero | 9 de diciembre, 2016
Fotografía de Andrés Kerese

Uno de los comercios fiscalizados cerca de la estación del Metro Plaza Venezuela. Fotografía de Andrés Kerese

A Ricardo lo detuvieron a las 2:30 de la tarde del sábado 3 de diciembre. El bulevar de Sabana Grande, corredor comercial del este de Caracas, estaba abarrotado de gente. El hombre alto y delgado supervisaba el ingreso de compradores a la tienda cuando irrumpió un grupo de funcionarios, policías y militares, quienes le exigieron bajar 30% los precios de toda la mercancía.

Las autoridades llegaron acompañadas por una muchedumbre que invadió el frente del negocio de ropa y zapatos. Ricardo no entendió la imposición. Se valió de sus funciones de supervisor y pidió a los hombres vestidos de civil su identificación. Recibió una amenaza cargada de altanería: “tú no sabes quién soy yo”.

Eran fiscales de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) y formaban parte de un operativo ordenado por el presidente Nicolás Maduro para bajar el precio de “los estrenos”, tres semanas antes de Navidad. Ricardo no lo sabía. Pidió a sus empleados bajar la santamaría para impedir la entrada del tumulto de cazadores de rebajas. Los fiscalizadores interpretaron aquello como desobediencia y aumentó la tensión en la entrada de la tienda: empujones, manotazos, palabrotas, amenazas.  

Minutos después, una nueva orden contrarió la instrucción que Ricardo había dado a sus empleados: “me suben las santamarías y me bajan los precios”. Era William Contreras, superintendente de precios justos, que acompañado por un grupo de camarógrafos de la Sundde, se mostró renuente a discutir márgenes de ganancias con el encargado de la tienda.  

Más compradores se aglutinaron en la puerta del local. Los curiosos miraban expectantes el ambiente confuso del interior de la tienda, otros más decididos esperaban para entrar. Contreras lanzó nuevamente la orden a sus subalternos: “no se pongan a sacar cuentas, es bajar los precios. No pidan factura porque nos van a caer a coba. ¡Es bajar los precios!”. Y enseguida ordenó a sus policías escoltas que detuvieran a Ricardo.

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Algunos negocios trabajaron con las santamarías entreabiertas para controlar el flujo de compradores. Fotografía de Andrés Kerese

Las órdenes de Contreras se escucharon en varias tiendas del bulevar. También los regaños a sus ayudantes y los golpes sobre los mostradores fueron una constante.“Todas estas tiendas se comieron la luz”. Llamó “sicarios económicos” a los comerciantes que remarcaron los precios “con el argumento del dólar criminal”, para referirse al salto de más del 300% del dólar en el mercado paralelo desde octubre a principios de diciembre.

Comerciantes confirmaron a Prodavinci que los precios habían aumentado al ritmo del dólar negro durante las tres semanas previas a la fiscalización. “¿Cómo hacemos? Les compramos a proveedores nacionales que a su vez utilizan dólares para importar la mercancía. Tenemos que ajustar nuestros precios al valor que ellos nos vendan. No podemos trabajar a pérdida”.

Los trabajadores

Un aviso pegado en la puerta de una pequeña oficina advierte que sólo puede entrar personal autorizado. Dentro, una mujer joven se identifica como la encargada de una zapatería. “El jueves antes de que viniera la Sundde, nos visitaron varios organismos del gobierno para revisar las facturas, las órdenes de compra y los precios de los zapatos. Todo estaba en orden”, recordó. “No entiendo por qué dos días después vino ese señor con esa actitud a mandar a bajar el precio de todo. Ni siquiera revisaron las facturas. Fue una orden ‘a lo macho’”, manifestó.

En medio del bulevar, una tienda exhibe en su vidriera varios disfraces para niños. Indumentarias de princesas, héroes y personajes famosos reposan en pequeños maniquíes tras el gigantesco ventanal. A diferencia de la mayoría de los comercios, nadie hace cola en sus puertas. “¿Qué va a comprar la gente si no nos queda casi nada?”, cuestionó el encargado. Ese sábado, luego de la fiscalización de la Sundde, un grupo de compradores se llevó buena parte del inventario a precios rebajados. “La Sundde crea a los bachaqueros. Esa gente vino a comprar para luego vender más caro. A ellos no les ponen el ojo, a los que trabajamos legalmente sí”, denunció.

Otro trabajador de una tienda de artículos deportivos intercala sus labores entre vender y vigilar a todos los que entran a la tienda. “Estas colas se prestan mucho para robar. La gente entra desesperada y si no estás pendiente se llevan las cosas. Aquí estamos esperando vender todo para cerrar indefinidamente. No podemos reponer la mercancía”.

Fotografía de Andrés Kerese

Tras la medida las tiendas avisaban la mercancía que se iba agotando con carteles. Fotografía de Andrés Kerese

Para Víctor, vendedor de una zapatería contigua a la estación de Metro Chacaíto, las autoridades son responsables por el desempleo que desencadena el cierre de tiendas. “Nuestros jefes dijeron que lo lamentaban mucho, pero no saben si abrirán de nuevo en enero. Con estos precios es imposible volver a comprar mercancía al costo que venden los proveedores. ¿Qué hace uno si se queda sin trabajo en este país?”, se preguntó en medio de la incertidumbre de no saber qué pasará cuando se agote el inventario.

Mientras buscaba varias tallas de calzado para tres clientas, el joven explica cómo la medida de la Sundde complicó sus condiciones de trabajo. “Mira cómo estamos trabajando desde el sábado. La cantidad de gente aumentó. Tenemos policías dentro de la tienda para evitar que nos roben. El día que llegó la Sundde, el cúmulo de gente entró desesperada y dañaron las exhibiciones”.

Los compradores

Pasan las horas y las filas aumentan. Cerca del mediodía el horizonte del bulevar se transforma en una marejada de personas. Hombres, mujeres, niños, vendedores informales, mendigos y policías convergen en el bulevar. Los murmullos entre transeúntes se convierten en ruidosas conversaciones. Van de un lado a otro cazando la mejor oferta o la cola más corta, lo que consigan primero.

Un cartel rojo decora la entrada de una tienda de zapatos. El mensaje del pequeño letrero anuncia rebajas en toda la mercancía: Oferta Sundde. En los alrededores del negocio, varias decenas de personas se ordenan en fila bajo el sol para aprovechar los descuentos. Dentro del establecimiento, los empleados se arreglan para atender al tumulto que entra de cinco en cinco.

Fotografía de Andrés Kerese

Los carteles en las puertas condicionaban las compras. Fotografía de Andrés Kerese

Yunni es una de las mujeres que aguarda turno en la gigantesca fila al frente de la tienda. Suda, desde hace varias horas espera para entrar a la zapatería. Aunque se muestra tímida, revela su postura frente a la medida: “me parece bien que bajen los precios”. Aseguró que ha recorrido otros sitios de Caracas como La Hoyada y el Mercado Popular del Sur en busca de mejores propuestas. “Vengo a comprarles un regalo a mi hija y mis dos nietas. Espero todo el año para aprovechar los precios de diciembre. Pensé que no iba a poder comprar, pero luego de que mandaron a bajar los precios me decidí a salir”.

Más adelante, en otra nutrida fila de gente, Mariana aguarda con su mamá y su hermana para entrar a una tienda de ropa. “¿Cuáles son las ofertas? Yo sigo viendo todo caro”.

La incertidumbre

A Ricardo no le imputaron delitos, pero considera que lo ocurrido fue “muy grave”. Supone que su resistencia motivó a las autoridades a imponerle rebajas del 40%, diez puntos porcentuales más que en la mayoría de las tiendas visitadas por Prodavinci cuatro días después del procedimiento que se ejecutó en varias zonas comerciales de Caracas, el primer fin de semana de diciembre, cuando tradicionalmente registran las mayores ganancias del año. 

Para Ricardo y otros vendedores, el operativo fue un “segundo dakazo”, en alusión a la orden que dictó Maduro en cadena nacional en noviembre de 2013 para ocupar las tiendas Daka en toda Venezuela y vender sus productos a “precios justos”. En aquel momento la decisión se extendió a otros negocios dedicados a la venta de electrodomésticos y línea blanca. Este año solo se aplicó en comercios de ropa y zapatos. Aquella medida se ejecutó con la intención de erradicar la inflación y la especulación de precios. Los números muestran su fracaso como política antinflacionaria. La inflación acumulada desde el “dakazo” hasta septiembre de 2016 es de 2.405%, según datos de la firma ODH.

Fotografía de Andrés Kerese

Varios comercios del lugar no abrieron sus puertas. Fotografía de Andrés Kerese

A pesar de estas cifras, la estrategia de la Sundde continúa. Por órdenes de Contreras, seis días después de la primera tanda de fiscalizaciones en Sabana Grande, decomisaron casi cuatro millones de juguetes de los galpones de la distribuidora Kreisel ubicados en Boleíta y la Candelaria, en Caracas y Guarenas en el estado Miranda. El superintendente declaró que la distribución de los juguetes estará a cargo de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). También anunció que hay una orden de arresto sobre el gerente de la compañía.

Desde el bulevar, Ricardo, de vuelta en la tienda donde trabaja, replica con sus palabras lo que piensan otros trabajadores: “desconocemos cómo se surtirá la tienda cuando se agote toda la mercancía”. Al igual que en 2013, las tiendas venderán el inventario a precio regulado. Nadie sabe qué pasará en enero.

Yorman Guerrero 

Comentarios (16)

Ana María Montero
9 de diciembre, 2016

Solo se quejan, nada se hace. Así seguiremos por unos cincuenta años. Igual que los cubanos. Es un método realmente exitoso ese creado por los Castro.

Flor Bello
9 de diciembre, 2016

Que pasará en Enero ? Está clarito más desempleo, más negocios cerrados, más hambre y el esfuerzo de muchos en el pote de la basura…Y el desgobierno “muy bien gracias”…Y nosotros cruzados de brazo esperando a un Mesia que nunca llegará.

Domingo Gonzlez
9 de diciembre, 2016

No hay tal abuso de parte de William Contreras , la gente sabe que los comercios tenían preparadas ventas por encima de el precio justo, hasta mercancía guardada de años la desempolvaron y a vender . Pero no imaginaban que Sundde pediría recaudos “Ellos muy contentos ya había dolarizado la mercancía porque una agencia clandestina como lo es Dolar Today asi lo hacia ver, pues llego William y mando a bajar los precios a favor del pueblo., Que no quieren abrir pues tomaremos el local y se le dará a quien venda a precio justo.

otra venezolana
9 de diciembre, 2016

el pueblo quería revolución. el pueblo quería socialismo. todo lo que está pasando es consecuencia de decisiones tomadas por una mayoría. yo sólo espero que sea una oportunidad de crecimiento, todo esto sirva de lección y aprendamos a recordar la memoria colectiva, a tener sentido de pertenencia y comunidad. el 2017 se supone mucho peor que el 2016. que Dios nos agarre confesados.

José Vargas
10 de diciembre, 2016

A esto me refiero cuando hablo de delincuentes oficiales, y realizan sus desmanes enfrente del pueblo sean chavistas o no, entonces que ejemplo educativo se desprende de ese tipo de acto que no es más que un saqueo oficializado. Porque esos articulos fueron comprados por esos dueños de comercios, no se los subsidio el gobierno y por lo tanto deben tener un margen de ganancia en su venta, cosa que no obtendrán con este tipo de acto vandálico.

Victoria Avila
10 de diciembre, 2016

Eso es correcto no son todos pero la mayoria de los comerciantes dejan la mercancia que dejo el niño jesus el año pasado la guardan y luego la sacan la remarcan y le ganan hata el 150% a cada articulo bien sea zapato ropa articulos del hogar juguetes etc etc Por otro lado la labor del SUNDEE surte efecto cuando saben que estan por las calles cerca de los negocios pero cuando se van vuelven los comercios a lo mismo Pienso que debian dejar un fiscal que pase de rato en rato para que se acostumbren a vender con el precio justo !

Maximilian L G Grüber
10 de diciembre, 2016

Del comentario de: Domingo Gonzlez

Sin entrar en detalles en cuanto a lo anterior, resulta intrigante la última frase: “Que no quieren abrir pues tomaremos el local y se le dará a quien venda a precio justo.”

-Leyendo: “tomaremos el local” en primera persona, entiendo que forma usted parte de lo que han dado en llamar TSJ y hace un gran esfuerzo apropiándose de lo ajeno, sin tan siquiera mandar preso al dueño.

-Pero continúa: “y se le dará a…” en futuro condicional con un tono ‘sospechoso’, “…quien venda a precio justo”; sin embargo se le olvidó aclarar si el ‘precio justo’ de un par de zapatos son 1500 dólares o 15 bolívares, aunque también podría ser: cortesía de la casa.

Hasta aquí -y desde la experiencia- todo va según cabe esperar.

El gran interrogante es: a quién le va a vender a 1500 dólares, y/o con qué carrizo va usted a reponer estanterías y vitrinas habiendo vendido a 15 bolívares el par?

Diógenes Decambrí.
11 de diciembre, 2016

Aunque son cada vez menos (y por eso evitan medirse en elecciones, no las ganan ni con sus viejos fraudes), se mantienen apoyando toda ARBITRARIEDAD que cometa el funcionariado (con Maduro a la cabeza, como la vaca que lleva el cencerro y marca la ruta), y aprovechando las golillas que LA VIOLACIÓN AL MARCO LEGAL les genera. Les importa un comino que muchas de esas tiendas deban cerrar, y sus empleados quedarse en la calle. Mientras ellos se beneficien de la baja ARBITRARIA en productos que no son de primera necesidad, a la porra el país. No vemos al guapetón Contreras desplegando su chabacanería para una OFERTA SUNDDE en alimentos y medicinas, que sí son de primera necesidad y de profunda ESCASEZ.

Pilar
11 de diciembre, 2016

Sr. Domingo, usted ha pensado en el costo de reposición cuando el dólar negro es impredecible ?

Pilar
11 de diciembre, 2016

También eso de “dar el local a quien venda aprecio justo” es violatorio de la propiedad privada.

Jose Luis Rodriguez
11 de diciembre, 2016

No aplaudo para nada al sundde, sobre todo por la actitud prepotente y absurda. Recordemos que la violencia genera violencia.Todo negocio que se monte en Venezuela debe tener un margen de ganancia.Eso no es delito.Es importante revisar los documentos que son aprobados por otros fiscales de la Alcaldía y que el Sundee al parecer no reconoce.Se que existe el comerciante que quiere sacar el 1000% de ganancia,pero traten a la gente no como malandros,revisa primero y luego emita el juicio. Preso va el que maltrata y empuja un ciudadano. Preso va el que roba. Preso va el que no tiene razón y por tener una placa mete preso a cualquiera. Cómo sabe el SUNDDE que debe rebajar el 30,40,50 o 60%. Por la arrogancia de Ricardo….??? Donde estan los derehos y deberes de los demás. El gobierno ya ha establecido los margenes de ganancia, quien lo cumpla no debe dejarse someter por este Señor brabucon.El gobierno a lo arrecho lo que quiere es tener un sistema inquisidor y esto no se puede permitir.

Jose Bais
11 de diciembre, 2016

como van a reponer las mercancias? dolar oficial no hay dolar negro a Bs. 4.ooo entonces ? Negocios cerrados o semi vacios empleos que se pierden locales vacios sin pagar seguros alquileres impuestos

Sheyla Falcony
11 de diciembre, 2016

Lo siento amigos..este bulevar de hoy..no es el bulevar a Ayer..el verdadero bulevar dejó de existir hace varios años..Les cuento que de nuestra urbanidad caraqueña ya DESAPARECIÖ…. aquel paseo largo, fluido y alegre que recorríamos en nuestra juventud.. para caminar con amigos y familiares, tomar helados y comprar zapatos de moda a buenos precios…..no ..nada que ver..el bulevar de Sabana Grande ya no existe…Adiós..!!

Kaki
11 de diciembre, 2016

Robert Heinlein: “Cuando los monos se den cuenta que pueden votar por plátanos, entonces jamás volverán a treparse en los árboles. Ese será el fin de la república.”

Jaime Sanchez
12 de diciembre, 2016

Al señor Domingo Gonzalez, y a todos lo que piensas como él (que existe un “precio justo”): Los precios justos no existen. Solo existe el precio que es el que está dispuesto a pagar una persona por un producto o servicio. Si un precio es muy alto, es porque el comprador no tiene suficientes recursos monetarios para comprarlo. Si una señora pasó todo el año ahorrando para comprar en diciembre, no es culpa del comerciante que no le alcance la plata. Es del gobierno que destruyó el valor de su moneda.

A Jose Luis Rodriguez: que el gobierno establezca el margen de ganancia de los productos es un disparate. La ganancia es una función de la demanda (que es quien determina el precio) del mercado frente a la eficiencia del ofertante (quien incurre en el costo). Hay productos para los que un 30% de margen es altísimo, otros para los que es insuficiente. Parte de lo que ves en la calle de distorsión (entre oferta y demanda) es por esas medidas artificiales.

Claudia Robin
12 de diciembre, 2016

La SUNDDE puede y debe fiscalizar, ese es su trabajo, el marco para hacerlo es la ley!! No puede llegar a imponer descuentos sin ver costos! Asi digame quien invierte? Y mas en un pais donde reponer un inventario se lleva las gananacias!! Como se pagan impuestos? nomina? seguros? Donde queda la propiedad privada?? donde queda el derecho que tienen los comerciantes? No defiendo a los comerciantes, algunos especulativos, pero no todos se pueden acusar de los mismo sin pruebas!

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