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¿Cuánto costarían los iPhones hechos en EE. UU.?

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LogoDW80x120Apple desarrolla el iPhone y otros productos en la sede de la corporación, en Cupertino, California. Allí trabaja la mayoría de sus 116.000 empleados, según la empresa, a tiempo completo. Entre ellos hay ingenieros, diseñadores, programadores y especialistas en marketing. Además, solo en EE. UU. hay también 268 Apple Stores con sus respectivos empleados.

Sin embargo, el iPhone se produce en China, como casi todos los teléfonos inteligentes; concretamente, en dos empresas que tienen su sede central en Taiwán: Hon Hai Precision Industry, también conocida como Foxconn, y Pegatron. Juntas fabrican 200 millones de iPhones por año.

“Haré que Apple construya sus computadoras y iPhones en nuestro país, y no en China”, dijo reiteradamente Trump durante la campaña electoral. El mensaje es que así se crearán puestos de trabajo para los estadounidenses, de modo que EE. UU. vuelva a ser “grande”. Pero, ¿qué pasaría con el precio de los iPhones?

¡La cuenta, por favor!

Según datos de la Nikkei Asian Review, una publicación económica japonesa en inglés, Apple pidió a Foxconn y Pegatron que calculasen los costos para un traslado de la producción a EE. UU. “Foxconn accedió”, escribe la revista, citando a una fuente anónima. “Pegatron, por el contrario, se negó a realizar esos cálculos por cuestiones de costos”.

El resultado de los cálculos de Foxconn, según esa publicación japonesa, es que “fabricar los iPhones en EE. UU. haría que los costos aumentaran a más del doble”. Un iPhone 7 de 32 GB de Apple cuesta hoy 649 dólares. Solo los costos de fabricación llegan, según estima el servicio de información IHS Markit, a 220 dólares, de los cuales cinco dólares representan el salario.

Ahora bien: Foxconn, siendo el principal productor del iPhone en China, no es precisamente una fuente confiable, ya que es de su interés seguir fabricándolos. Jason Dedrick, profesor de la Universidad Syracuse de Nueva York e investigador de la globalización de la industria e la información, hizo otros cálculos: “Si el iPhone se fabricase en EE. UU., importando para eso todos los componentes, los gastos de producción aumentarían entre 30 y 40 dólares por cada teléfono”, dijo Dedrick en entrevista con DW. Eso se debe, por un lado, al costo del salario, más alto en EE. UU., y, por el otro, a lo hay que invertir en transporte y logística.

“Si se fabricaran todos los componentes y también se montaran los iPhones en EE. UU., la producción sería, como mínimo, entre 80 y 90 dólares más cara”, añadió el experto. Entonces, Apple podría aplicar ese aumento al precio del iPhone o tendría que aceptar un margen menor de ganancias.

Pero Dedrick no cree que se lleve a cabo un traslado completo de la producción del iPhone hacia EE. UU. Según él, “a corto y mediano plazo, sería imposible desarrollar allí la infraestructura necesaria para fabricar millones de iPhones por año”. Entretanto, las ciudades chinas donde se produce el iPhone se han convertido en centros industriales pujantes. Allí no solo se fabrican teléfonos inteligentes de diversas marcas, sino que también son sede de los grandes proveedores, así como de laboratorios de “tierras raras”, que se extraen, sobre todo, en China, y que son un ingrediente infaltable en los teléfonos móviles.

“A eso se suma que una compañía como Foxconn posee el equipamiento, el conocimiento y la experiencia como para producir sin demoras millones de iPhones en lapsos muy cortos de tiempo, los lapsos que Apple necesita para ser competitiva”, explica Dedrick. Desarrollar esa infraestructura le llevó a China “varias décadas” y exigió “grandes inversiones de miles de empresas”. Y aún no es posible predecir cuánto costaría una estructura similar en EE. UU.

Si se lograra trasladar únicamente el montaje a EE. UU., no es seguro que surgiesen puestos de trabajo en el país: “Allí es probable que la producción se automatice más”, opina Dedrick, ya que ahora, cuando los salarios están aumentando ligeramente en China, los fabricantes ya hacen planes para que los robots asuman esa tarea. Dedrick está seguro de que un traslado de la producción incluso tendría desventajas para EE. UU.: “El mayor beneficio sería para los rivales de Apple, que aprovecharían las ventajas que tienen al fabricar en China”, subraya. Y si Apple vende menos, también podrían desaparecer empleos muy bien pagados en EE. UU., como los de investigación y desarrollo, es decir, los puestos de ingenieros o directivos.