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Se paralizó la producción de Harina P.A.N. Aquí explicamos por qué.

Por Indira Rojas | 19 de noviembre, 2016
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Segunda reunión de la Comisión Especial de la Asamblea Nacional para el Estudio de la Crisis Alimentaria. Miércoles 16/11/2016. Fotografía de Andrés Kerese.

En cincuenta y cinco años de producción industrial de harina precocida de maíz en Venezuela, nunca se habían detenido las plantas procesadoras del ingrediente principal de la arepa, el alimento más consumido por los venezolanos. La paralización ocurre a pocos días de diciembre, cuando las hallacas disparan el consumo de harina de maíz a sus máximos anuales.

En Venezuela hay 27 plantas procesadoras de maíz blanco y 18 de ellas son administradas por el Estado. De las 9 restantes, 3 pertenecen a Alimentos Polar y están inoperativas desde el jueves 10 de noviembre de 2016. Y, hasta ahora, el Gobierno no se ha pronunciado sobre la crisis de materia prima en el sector.

Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación Venezolana de Industriales de Harina de Maíz (Venmaíz), afirmó que las ocho procesadoras afiliadas a la cámara “están operando con dificultades similares a las que enfrenta Polar”, durante la primera reunión de la comisión especial de la Asamblea Nacional para el estudio de la crisis alimentaria.

Al encuentro también asistieron Tony Pestana, Presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), y Manuel Felipe Larrazábal, director general de Alimentos Polar. Sentados en semicírculo en la Sala Francisco de Miranda del Palacio Legislativo, cada uno mostró a los cinco diputados de la oposición que conforman la comisión sus cifras en rojo y sus intentos por acercarse al Ejecutivo para compartir soluciones y superar la crisis. La bancada oficialista todavía no ha designado a los dos representantes que le corresponden.

Desde el 19 de enero de este año, Fedeagro participó en 41 reuniones del Consejo Económico Nacional Productivo; Venmaíz publicó cuatro comunicados entre marzo y septiembre que alertan sobre los bajos inventarios de maíz blanco, y Alimentos Polar envió “siete cartas al jefe de la Gran Misión de Abastecimiento Soberano, catorce al Ministerio del Poder Popular de la Alimentación y ciento ochenta y cinco a diferentes organismos” para llamar la atención del Ejecutivo Nacional sobre los factores que limitan la producción, dice el director de la empresa. “El Gobierno está advertido sobre lo que está sucediendo”.

El último informe de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) muestra en números rojos la producción de harina de maíz en el país. Al comparar el tonelaje reportado en octubre de este año con la producción del mismo mes en 2015, se evidencia una caída de 37,6%. El acumulado para ese mes en 2016 versus el acumulado para octubre de 2015 evidenció una baja de 25,5%.

El presidente de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, fue retenido el jueves en el Aeropuerto Internacional Jacinto Lara de Barquisimeto. No pudo volar a Ecuador, donde asistiría a una conferencia de la Cámara de Comercio de Quito, que se suspendió para solidarizarse con el empresario. Mendoza aseguró que las autoridades del terminal aéreo no justificaron la acción y sólo dijeron que “eran órdenes desde Caracas”. En el aeropuerto declaró:

“Tenemos seis días con las plantas de harina precocida de Harina P.A.N., y de Mazorca en Cumaná, paradas por falta de materia prima. El Estado venezolano ha paralizado, por falta de acceso a la materia prima, a la industria nacional de harinas precocidas de maíz. ¡Es algo insólito! No le permiten al productor tener una rentabilidad, como lo dice la Ley de Precios Justos, y el productor no quiere vender maíz para tener pérdidas”

Una propuesta de solución: el acuerdo

Alimentos Polar planteó al Gobierno aumentar el precio a los productores de maíz de 96 a 243 bolívares por kilo. “Frente al riesgo de no producir, propusimos un acuerdo para comprar lo que queda de la cosecha a un precio justo para los productores nacionales y vender a 770 bolívares el kilo de harina, que es 70% más económico que las harinas importadas”. El acuerdo también es significativo porque implica un pacto entre agricultores y empresa para la recuperación de la producción, y cuenta con el respaldo del 98% de la plantilla de trabajadores.

“En Venezuela existe la capacidad de producir todo el maíz blanco que requiere la industria de harina precocida de maíz, y también es posible abastecer el mercado con harina hecha en Venezuela, lo que hace falta es ofrecer las condiciones para lograrlo. Impulsar la producción nacional beneficia a los agricultores, trabajadores, empresas y consumidores”, apuntó Larrazábal en un comunicado publicado el 9 de noviembre. El convenio permitiría:

1. Garantizar la materia prima hasta el mes de diciembre y evitar que el Estado deba importar maíz blanco adicional durante lo que resta de año. Esto permitiría un ahorro de 20 millones de dólares.

2. Garantizar la producción de Harina P.A.N. y Mazorca para los próximos meses. La cantidad de maíz que se les va a comprar a los productores permitirá  revertir la caída del 80% de la producción de Alimentos Polar. 37.812.500 kilos de harina precocida serán despachadas al mes.

3. Que los productos Harina P.A.N. y Mazorca tengan un precio más bajo que la harinas precocidas importadas.

El director de Alimentos Polar llevó la propuesta al Consejo Económico Nacional Productivo pero el Gobierno respondió: “Es inviable”. Tampoco ofreció soluciones alternativas. Larrazábal entregó este jueves el mismo acuerdo al nuncio Aldo Giordano, con la expectativa de que el Vaticano lo presente ante el Gobierno y la oposición en la mesa de diálogo.

¿Por qué la cosecha es insuficiente?  

Tony Pestana, presidente de Fedeagro, explicó a los legisladores el miércoles que la producción de maíz blanco en lo que va de año es de 497.228 toneladas, una cifra que se queda corta ante una demanda de materia prima para elaborar la harina precocida que supera el millón de toneladas. De las 451.000 hectáreas sembradas de maíz, 157.850 son de maíz blanco, 9,12% menos que en 2015. En contraste, la producción del maíz amarillo creció 38% en el último año, un producto que se vende a precios fuera de la regulación.

Para Rafael Rodríguez, presidente de Venmaíz, “el esfuerzo venezolano del circuito integrado no es reconocido a nivel de precios”. En definitiva: se requiere de precios que garanticen al trabajador del campo la rentabilidad del negocio.

 

¿Qué sucede con las importaciones?

Entre mayo y septiembre las plantas de Alimentos Polar se abastecieron “exclusivamente del maíz blanco importado por el Estado”, el único ente con autorización para importar maíz en el país. Pero el suministro fue insuficiente y la producción bajó 30%.

Para recuperar los “niveles habituales de producción” en el primer mes de 2017, la compañía requiere 175.000 toneladas de maíz blanco. Los productores agrícolas nacionales pueden aportar 55.000. “Para cubrir el déficit requerimos del Estado 120.000 toneladas de maíz blanco importado”, agregó Larrazábal.

El problema del circuito del maíz también se proyecta al año 2017 debido a la escasez de semillas. El diputado Luis Silva, vicepresidente de la Comisión Especial e ingeniero agrónomo, insistió en que el proceso de producción de maíz es, antes que nada, biológico. Y la naturaleza no espera.

Venezuela importa las semillas de maíz blanco de Brasil y México. “El viaje hasta puerto venezolano podría tardar 70 días en barco, y hay que sembrar en mayo. La semilla llegó tarde y era insuficiente, de modo que se cosechó menos. Así como el Gobierno tiene el monopolio de la importación del maíz, Corpovex (Corporación Venezolana de Comercio Exterior) tiene el monopolio de la importación de la semilla”.

¿Y las importaciones de producto terminado?

Larrazábal considera que el sistema de importaciones de productos terminados también golpea al sector, que ya camina en la cuerda floja. La Harina P.A.N. colombiana se popularizó en las redes sociales cuando los consumidores encontraron la misma marca en los anaqueles, pero con manufactura extranjera y sin precio regulado. El director de Alimentos Polar cuestiona que el Gobierno importe el producto y permita que se venda a 2.100 bolívares el kilo y a 1.600 bolívares medio kilo: “En este país estamos obligados a venderlo a 190 bolívares”.

Como representante de los productores, Pestana considera que la política de precios y de importaciones sólo destruye el aparato productivo. “Por cada dólar invertido para producir internamente, llámense agroquímicos y repuestos, nos ahorramos 5 dólares en importación directa de alimento además de potenciar el resto de la economía”.

“Está en riesgo la sustentabilidad del negocio del maíz, del cual formamos parte”, expresa preocupado Wilder Alvarado, secretario ejecutivo del sindicato de trabajadores de la planta Chivacoa de Alimentos Polar, en el estado Yaracuy, el último vocero de la reunión con los parlamentarios. “En estos seis días hemos estado sin producción, realizando solamente labores de mantenimiento de instalaciones y de equipos. Se han dejado de producir más de cinco millones de kilos de harina. Es un atentado a la seguridad y soberanía alimentaria. ¿Cómo ver una Navidad feliz en estas circunstancias?”.

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Trabajadores de la planta de Alimentos Polar en Chivacoa (estado Yaracuy) durante la segunda reunión de la Comisión Especial de la Asamblea Nacional para el Estudio de la Crisis Alimentaria. Miércoles 16/11/2016. Fotografía de Andrés Kerese.

Desde el aeropuerto de Barquisimeto, el presidente de Empresas Polar advirtió que debido a la falta de maíz y el agotamiento de los inventarios a partir de este viernes 18 de noviembre no habrá ni un kilo de harina P.A.N. para los consumidores venezolanos y fue enfático en la necesidad de elevar los precios a los productores del campo venezolano.

El vicepresidente de la República, Aristóbulo Istúriz declaró que las propuestas planteadas por Alimentos Polar son “medidas unilaterales orientadas a monopolizar los inventarios de maíz blanco” y reiteró que el acuerdo es inviable. “Ellos ponen un precio por encima del precio que pone el Estado. Bueno, todo el mundo le va a comprar al que paga más, para ellos monopolizar la materia prima. Los únicos que van a tener maíz blanco son ellos porque los están pagando a un precio superior, están imponiendo precios que no le corresponden”.

Mientras tanto, los representantes de Alimentos Polar y de FEDEAGRO esperan un pronunciamiento oficial que permita la reactivación de la producción y atienda los problemas estructurales del sector. Manuel Larrazábal acotó durante su intervención ante los legisladores que Alimentos Polar esperan reunirse con el Ejecutivo para encontrar una solución a la crisis de la materia prima de la arepa venezolana.

Indira Rojas 

Comentarios (9)

demetrio monrroy
19 de noviembre, 2016

estoy de acuerdo con todo ese comentario, quien no va querer comprar harina a 770 bolívares si la importada la venden en 2500,o 3000 bolívares como no vamos estar flacos, si en cada mesa de cada venezolano le falta su respectiva arepa y haci dice este gobierno que todo esta bien, sera para los enchufaos, (serrucho) con ellos…

maritza
19 de noviembre, 2016

Que alguien explique qué es lo que quiere el gobierno, si los bachaquero la están vendiendo en la calle en 3000.

Kondorito Konstitución
20 de noviembre, 2016

El gobierno bolivariano va a paso de vencedores a terminar con la mala costumbre que tiene el venezolano de querer comer tres veces al día, todos los días.

Jose Luis Rodriguez
20 de noviembre, 2016

Cada día uno se decepciona más de este gobierno. En Venezuela hay 27 plantas procesadoras de maíz blanco y 18 de ellas son administradas por el Estado. De las 9 restantes, 3 pertenecen a Alimentos Polar y están inoperativas desde el jueves 10 de noviembre de 2016. Y, hasta ahora, el Gobierno no se ha pronunciado sobre la crisis de materia prima en el sector.Que incapacidad tan grande. Con este solo indicador ellos nos dicen a nosotros los ineficientes que son. Donde se para el gobierno fracasa. Agradecemos que se vayan, que se rindan, que las elecciones presidenciales sean pronto. Ustedes ya tiraron la toalla.

Pablo Suárez
20 de noviembre, 2016

No tardarán de culpar a Polar. Es un plan para seguir manipulando la expropiación. Importar es mejor negocio para la élite del gobierno y seguir creando desempleo. Apoyemos a Polar no sólo por la harina pan sino por lo que significa.

eva caraballo
21 de noviembre, 2016

yo creo que ese precio esta muy bien hasta cuando pasar tanta necesidad por la calle los benditos bachaqueros venden super caro y el gobierno no hace nada como a ellos no le falta nada y todo el peo es que la agarrar con la polar y despues se lavan ellos las manos como siempre y el venezolano muriendo de hambre….. y que todo esta bien por dios q quien quieren engañar ya basta…..

Mario Otero
21 de noviembre, 2016

el precio no debería fijarse en 770, debería LIBERARSE, y punto.

Que los productos tengan el precio que deban tener en función a las condiciones del mercado y no acorde a lo que decidan unos politiqueros baratos que nunca han producido nada.

quizás hoy día con 770 se cubre costo y se genera ganancia, pero con la tasa de inflación que tenemos en apenas 2 o 3 meses eso dejaría de ser así y nuevamente aumenta la escasez.

Control de Precios = ESCASEZ = Mercado Negro (bachaqueros)

ciro picón
22 de noviembre, 2016

Si se deja libre precio según la inflación se daría una muestra de botón de como se deben hacer las cosas la arepa tiene un vasto mercado todos los hogares y no hay ahora solo tres plantas tiene polar y solo ellos están peleando que haya y el estado con la mayor cantidad por que no subir el precio inviable inviable es pagar 3000 bs por un kilo de harina pan colombiana inviable es pagar por un producto importado con una harina que no es calidad detrozando el dinero que tenemos con el trabajo inviable es que la arepa es esencial y tampoco un plátano vale 300 la unidad de un kilo saco tres cenas y comemos 4 dos adultos dos niñas (somos 4) si vale 190 son 380 lo que necesito para la semana dos kilos si aumenta a 770 son 1440 en la calle 3000 vale un kilo dos hacen 6000 menos 1440 creo que es viable pagar menos por un producto y acaso eso no es lo que queremos ahorrar AHORRAR pero si ese era un termino que usábamos para obtener lo que queríamos pero a sido borrado de la mente queremos que haya producto y que lo consigamos lo podemos pagar si quieren a 1500 cada harina y se acavo listo se mata al especulador de la harina y se encuentra el producto

Freddy González
24 de noviembre, 2016

Con cualquier indicador que se tome, y luego de 18 años controlando casi todas las instituciones, es inocultable la ineptitud del gobierno en el manejo de la economía. Para poder hacer los cambios necesarios se hace imperante el cambiar el modelo fracasado socialista, cuyos “logros” son las colas, la escasez, la inflación galopante y la delincuencia. No queda de otra!!

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