Fotografía de Oswer Díaz Mireles para El Universal. Haga click en la imagen para ver la fuente original.
Un trabajo de la periodista María Alesia Sosa, publicado en el sitio web RunRunes, explica que la vulnerabilidad del oficio, la falta de preparación, la impunidad y el robo de armas por parte de delincuentes se postulan como las principales razones detrás de los homicidios a escoltas y guardaespaldas en Venezuela. En este reportaje también se lee que los asesinatos de escoltas se han incrementado en los últimos años, con cálculos que registran al menos 52 muertes desde 2010.
El riesgo de cargar un arma convierte a los guardaespaldas en un blanco para el hampa: en Venezuela, alrededor de 90% de los delitos violentos son cometidos con armas de fuego y una pistola 9mm cuesta entre 250 y 300 mil bolívares en el mercado negro. “Desde hace 5 años no hay ventas de armas de fuego, se ha reducido mucho el parque de tráfico de armas, y son muy caras. Lamentablemente es más fácil agarrar a un escolta, quitarle la vida, y despojarlo de su arma de fuego”, asegura Mario Mármol, experto en seguridad.
La mayoría de los escoltas asesinados habían formado parte de un cuerpo policial en algún momento. La migración de los policías al oficio de la protección privada se debe principalmente al aspecto económico: el sueldo de un escolta ronda entre los 30 y 50 mil bolívares mensuales (un pago se incrementa para los que prestan protección a empresas privadas), mientras que el de un policía con 15 años prestando servicios es de 20 mil bolívares.
Para leer el trabajo completo en el portal de RunRunes haga click acá.