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Moisés Naím y Ramón Piñango: ¿Cómo llegó Venezuela a esta crisis y qué pasará?; por Víctor Salmerón

Por Víctor Salmerón | 29 de julio, 2015
Moisés Naím y Ramón Piñango analizan cómo Venezuela llegó a esta crisis y qué puede pasar en lo que resta de año; por Víctor Salmerón 640

Ramón Piñango y Moisés Naím

0. El fin de la armonía. En octubre de 1984, Ediciones IESA puso en venta un libro que resulta fundamental para comprender por qué en la década de los noventa el país ingresó en un largo túnel de inestabilidad y decadencia: El caso Venezuela ¿Una ilusión de Armonía? fue coordinado por Moisés Naím y Ramón Piñango.

Este trabajo recopiló la visión de distintos especialistas sobre áreas fundamentales como la economía, la salud y la educación y culmina con un texto de Naím y Piñango que en ese entonces resultó un enfoque premonitorio: gracias a la riqueza petrolera, Venezuela creció, se modernizó y se expandió en todos los órdenes a una velocidad centelleante sin incurrir en las confrontaciones típicas de estos procesos de transición. No obstante, tras el Viernes Negro de 1983 ya era evidente que el descenso de la renta petrolera presagiaba tiempos tormentosos en una sociedad carente de instituciones sólidas.

Hoy, transcurridos 31 años de haber sido escritas aquellas páginas, Moisés Naím, convertido en un influyente analista e intelectual y Ramón Piñango, sociólogo y ex director del IESA, dialogan sobre cómo se desencadenó la crisis que gestó el ascenso de Hugo Chávez al poder, el desasosiego de los tiempos actuales y lo qué puede ocurrir en lo que resta de 2015.

1. Lo institucional. Como punto de partida para analizar los antecedentes a la conflictividad de los años 90, Ramón Piñango recuerda que en 1984 “la armonía estaba pegada con alfileres y había que desarrollar los mecanismos sociales de solución de conflictos, prestarle atención al sistema judicial, a los consejos municipales. Si algo se hizo mal fue olvidar el desarrollo de esos árbitros institucionales y hoy estamos pagando las consecuencias”.

Moisés Naím coincide con esta apreciación y explica que durante mucho tiempo se evitaron los conflictos mediante la abundancia de dinero. Existía la idea de que había recursos para todos y que se repartían, pero si bien esta práctica mantuvo congelada la confrontación entre distintos sectores como, sindicatos y empresarios, “debilitó la creación de las instituciones que una sociedad utiliza para dirimir conflictos cuando no tiene dinero en abundancia”.

2. Punto de quiebre. ¿Qué desató la tormenta de El Caracazo de 1989, los intentos de golpes de Estado de 1992 y el rechazo al programa de reformas que propuso Carlos Andrés Pérez en su segundo gobierno? Moisés Naím resume que “fue la convergencia de muchos factores. Una vez que cayó el ingreso petrolero fue mucho más difícil resolver los conflictos y no teníamos los árbitros. Los partidos políticos estaban muy anquilosados, dormidos. Las élites empresariales, universitarias, políticas fueron muy miopes y no vieron que el país estaba entrando en una fase de descomposición muy profunda”.

Ante el argumento de que la desigualdad desató el conflicto, indica que “éste es un factor que se ha enfatizado y ciertamente había desigualdad. Pero, si es por eso, ha debido haber mayor conflictividad en países más desiguales como Chile, Colombia o Brasil. Si el problema hubiese sido la desigualdad económica, otros países han debido tener estallidos sociales, políticos y la descomposición que hemos visto en Venezuela”.

Al evaluar el rechazo a las reformas que intentó realizar Carlos Andrés Pérez durante su segundo gobierno, Moisés Naím retrocede en el tiempo para recordar los años en que fue Ministro de Fomento e indica que “quienes estábamos en el Gobierno cometimos errores muy importantes, pero las consecuencias fueron desproporcionadas. La sociedad no estaba dispuesta al proceso de cambio. Líderes muy importantes del sector privado y de la política no entendían y tenían la ilusión de que era posible continuar con un país basado en la abundancia petrolera. Hubo una oportunidad de modernizar el país. El Gobierno no la supo explicar, pero también es posible que la sociedad no aceptara explicación alguna. La sociedad quería más de lo mismo”.

Ramón Piñango subraya que las élites “no asumieron su responsabilidad plenamente ni se ubicaron en aquel momento histórico”.

3. Chávez en escena. Moisés Naím considera que el poder que llega a tener Hugo Chávez, “quien va a manejar a Venezuela como un monarca, obedece a la debilidad institucional, pero también hay que reconocer que fue un político extraordinario. Tenía un gran carisma, habilidades para comunicación, capacidad de conectarse con las masas. La asimetría que había entre estas capacidades para tocar ámbitos muy sensibles en la sociedad y sus rivales es enorme”.

Ramón Piñango señala que “se trataba de un líder excepcional que llegó porque había un inmenso vacío en el país. Pero siempre me pregunto si ese carisma hubiese sido tan efectivo con un precio del petróleo alrededor de 8 dólares, que era el valor del barril cuando él llegó al poder”.

Sobre los tiempos del chavismo, añade que fue un período durante el cual se exacerbó la creencia de que había dinero para todo y que todo era posible. “Cuando escribimos el libro pusimos como ejemplo de este fenómeno el proyecto del puente hacia Margarita y, si vemos los tiempos recientes, ¿qué tal el ofrecimiento de las playas en el río Guaire de Caracas o el gasoducto hasta la Patagonia? Otro tema es que la debilidad institucional se ha profundizado. No tenemos separación de poderes reales, no hay poder autónomo. Una de las cosas más graves de esta crisis es que no hay árbitro”.

Moisés Naím agrega que “los montos de corrupción galáctica de este gobierno y el anterior tienen que ver con la desaparición de los pesos y contrapesos. Es verdad que en la Venezuela anterior a Chávez había corrupción pero también, aunque imperfectos e incipientes, había ciertos controles. Hoy no existe nada y eso es lo que ha llevado a la exacerbación de la corrupción. Se están robando cantidades macroeconómicas. Se habla de miles de millones de dólares. Tenemos a un Gobierno saqueando al país”.

4. El liderazgo. Sobre el liderazgo que necesita el país para superar una crisis como la actual, caracterizada por recesión, escasez, criminalidad y otros factores, Ramón Piñango señala que hay un rasgo de racionalidad en la sociedad que se manifiesta en el bachaqueo, que no es más que la respuesta lógica a una serie de incentivos. Tras esta introducción a su análisis, indica que “el gran reto del liderazgo y de la élites es ver cómo aprovechan la racionalidad dominante y abandonan demasiados énfasis en explicaciones culturalistas como que el pueblo es esto y aquello. Una recriminación constante contra el venezolano. Usted no puede liderar a un colectivo que descalifica. No se lidera a quien usted desprecia”.

“Las élites no pueden seguir evadiendo la realidad. ¿Cómo es posible que, ante el problema del tipo de cambio, dos organizaciones privadas hagan declaraciones diciendo que la culpa es de Dólar Today? No hablan del Banco Central de Venezuela ni del desastre que está ocurriendo en el sistema financiero en muchos sentidos. Ésa es una posición que termina siendo culillo y es una gravísima irresponsabilidad”, dice Ramón Piñango.

Moisés Naím afirma que “los líderes aparecen de los lugares más improbables. Hugo Chávez es un buen ejemplo de eso. Podemos esperar que surjan personajes que nadie conoce, de los lugares más improbables. Otro tema es que más que hablar del caso Venezuela podríamos referirnos al ocaso de Venezuela: estamos ante un país fragmentado y hay que recuperar la armonía. Los venezolanos nunca van a estar unidos en todo, pero hasta que no se recupere la posibilidad de trabajar unidos para buscar soluciones colectivas va a ser muy difícil sacar al país adelante”.

5. ¿Qué va a pasar? Ante la interrogante de qué se puede esperar para los próximos meses Ramón Piñango indica que “existe la tendencia a observar el fenómeno delincuencial como un dato más y no como parte del problema del poder en el país. Nadie señala el poder de las bandas, coordinadas entre sí y organizadas. Eso va a tener un peso mayor en los meses que vienen. Y luego el enfoque de los economistas. Hay que preguntarse si los cambios que proponen se pueden hacer con este régimen. Y la respuesta obvia es que no. Eso va a estar planteado con más intensidad durante los próximos meses”.

Moisés Naím considera que “un pronóstico fácil es que esto no es sostenible. La situación política, social, económica y de seguridad no pueden continuar. Es muy difícil suponer que no va a pasar nada”. Añade que en materia económica se requiere un ajuste integral y “comprender que no hay tal cosa como tres medidas mágicas. Para que Venezuela entre en una senda de crecimiento sostenido necesita hacer las cosas bien durante mucho tiempo”. Afirma que, para mantener al día los pagos de deuda externa, Nicolás Maduro le ha hecho default a los venezolanos sometiéndolos a escasez de alimentos, medicinas y productos de todo tipo. No obstante, de cara a las elecciones, considera probable que se busque “un dakazo internacional” que sería el default a la banca extranjera.

Advierte Moisés Naím: “Uno se imagina a Maduro en televisión diciendo que no vamos a darle los dólares a los banqueros imperialistas y se los vamos a dar al pueblo venezolano. Ese discurso lo veo muy posible. De allí en adelante pasa de todo en términos del acceso de Venezuela al financiamiento internacional, el embargo de los activos que tiene la Nación en el extranjero, pero esa historia cabe perfectamente dentro del estilo, el temperamento, los trucos y triquiñuelas que usa este gobierno para engañar a los venezolanos”.

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[Video] ‘¿Cómo llegamos hasta aquí?’ Moisés Naím y Ramón Piñango moderados por César Miguel Rondón

[Video] Una conversación entre Moisés Naím y Ramón Piñango

Víctor Salmerón 

Comentarios (14)

Edgard J. González.-
29 de julio, 2015

“¡Qué desató…los intentos de golpes de Estado de 1992”: Chávez siempre usó como justificación para los golpes del 92 lo del Caracazo del 89, pero ya era un agente del castrismo en 1971 cuando fue Infiltrado en las FFAA precisamente para que diera un GOLPE, y lo dio en febrero del 92 porque estaba a punto de ser expulsado por evidente tarea de Conspirador, que llevaba 2 décadas como el “espía Salazar” de Margarita. Todos sabían lo que hacía y nadie frenaba al loquito (mucho menos CAP, megalómano que no concebía que hubiera quienes quisieran derrocarlo). “La sociedad quería más de lo mismo”: Por supuesto, eso fue lo que llevó a la mayoría a reelegir a CAP, para que implementara un remake del “Ta’barato dame dos” de su primer período (con el presupuesto triplicado gracias al conflicto en el medio oriente y el aumento de los precios petroleros. Último presupuesto de Caldera I: Bs 14.000 M, primer presupuesto de CAP I: Bs 42.000 M). Comparen con lo actual. Piñango se pregunta si ese carisma hubiese sido tan efectivo con un precio del petróleo alrededor de 8 dólares, La respuesta la tiene en el pésimo desempeño del monarca y su consecuente baja popularidad, en el 2002 motivó una Marcha de más de un millón de ciudadanos (masacrada en la Baralt) y en el 2003 motivó la iniciativa del Referendo (que iba a perder, y lo pospuso por un año, con la trampa de las firmas planas, y la ayuda de la Multi-dádiva implementada con los cubanos de barrio adentro y otros espejismos, un primer DAKASO a mayor escala). Que Chávez “fue un político extraordinario. Tenía un gran carisma”: Casanova fue un amante extraordinario, tenía un gran carisma, pero sus logros eran efímeros, basados en promesas incumplibles, y no pudo formar ni un hogar (Chávez destruyó lo que ya teníamos, sin dejar algo idóneo en ese espacio).

Freddy Siso
29 de julio, 2015

El chavismo carece de escrúpulos y es capaz de cualquier cosa, con tal de mantenerse en el poder. Hay que recordar, que el PSUV y la FANB, son una misma cosa. ¿Reconocerán estos factores de poder una derrota electoral y en todo caso, cómo hacer que la reconozcan?

Adriana Pertuso
29 de julio, 2015

Gracias a Ramón Piñango por destacar la incoherencia de que organizaciones privadas como Fedecamaras responsabilicen a la página Dolar Today del descalabro cambiario. Empezaba a sentirme como una extraterrestre por criticar ésto aún sin tener ningún conocimiento de economía más allá del “training” obligado al que nos han sometido. Muy de acuerdo con el carácter utópico de las soluciones propuestas por economistas muy respetables. Excelente análisis.

Gabriel Castro A.
30 de julio, 2015

En ciencias políticas una definición en la que muchos tienen consenso sobre el liderazgo es la capacidad de producir cambios; para bien o para mal, Hugo Chávez generó muchos cambios y, -por si acaso-, no lo estoy defendiendo. ¿Que destruyó muchas cosas? De eso no hay duda, pero ese era parte de su objetivo político y lo logró a gran escala, entonces fue un político extraordinario o no? Otra cosa es que millones no hayamos compartido ni compartamos su visión, ideología y filosofía política, pero de que fue extraordinario creo que no hay dudas. Sucede que muchos lo juzgan desde la acera de enfrente, considerando nociones y conceptos como el capitalismo y la democracia liberal, -tal y como la entendemos en Occidente-, pero él, lamentablemente, logró muchísimos de sus objetivos.

gerardo
30 de julio, 2015

Chavez fue un demagogo inescrupuloso, que fue haciendo todo lo que le dio la gana en la medida que una sociedad desmoralizada, amenazada y finalmente rendida, le fue permitiendo sus abusos irresponsables. Nada que no hubiese pasado antes con Gomez o Perez Jimenez, pero con la gravedad del sentido ideologico- a su conveniencia- del caudillo de Barinas. En Venezuela es imposible, creo yo, planificar un pais, un Estado y un Gobierno decente, respetuoso, eficiente y productivo, porque desde el pueblo pobre, la clase media y hasta los ricos siempre estan esperando ese caudillo providencial que va a arreglar todas las barbaridades y aberraciones que el caudillo anterior creo. Esto es Latinoamerica y ya es hora que nos demos cuenta que nunca viviremos como en Suiza, lamentablemente para los que se creen SUIZOS!

Belkis De la Rosa
31 de julio, 2015

Un lujo que Prodavinci haya colocado el link de la presentación en el IESA, se les agradece. Si bien destacan los analistas la dificultad que tendría Venezuela para vivir de la renta petrolera a partir de 1984, creo que no imaginaron que para el siglo XXI el precio del barril podía sobrepasar los US$ 100 y mantenerse en ese nivel por tanto tiempo, con la mala suerte – como mencionó Moisés Naim – que esa bonanza haya sido desperdiciada y saqueada por el peor gobierno que haya tenido el país después de 1958. Chávez, asesorado por los cubanos, revirtió los logros que se habían alcanzado con la COPRE, la creación del fondo de estabilización macroeconómica para ahorrar los excedentes en tiempo de bonanza y otras reformas económicas como la apertura petrolera, para manejar los fondos del país con el mayor derroche y sin rendir cuentas a nadie. Usó el talento político que muchos le reconocen para destruir el país. Así llegamos a este desastre. Comparto plenamente los comentarios de Edgar J. González.

Miguel Sogbi
31 de julio, 2015

El análisis es impecable. La conclusión dolorosa. La crítica al liderazgo es acertada, porque nada tan cierto como que no se puede liderar a quien se desprecia y acá hay un desprecio de la clase media y y media alta a las mayorías.

Lo que no se asoma ni un ápice en el análisis, ese que concluye que el país es insostenible, como ocurre de hecho, es como se vive acá, como vivimos los treinta millones de personas que aun rondamos por estas tierras.

Beatriz Moreno
31 de julio, 2015

el saqueo y expropiaciones políticas que demuestran la falta de valores, de ética, de principios, erradas decisiones que no solucionan sino agravan el problema y promocionan el hurto, robo, pillaje

Efraín Riera
31 de julio, 2015

El problema de nuestro país, es que siempre hemos tenido una maravilla de ingresos petroleros-. Ahora…¿Cúal realmente es el problema?…La mala administración de todos los gobiernos que han estado desde la época del otro negro… Ahora bien; la centralización de los poderes y ademas el partidismo y la politiquería por encima de los intereses, han llevado a esta sociedad a el comportamiento actual…. Aquí puede venir el mejor presidente del mundo a querer administrar el país, pero el problema cultural de la sociedad….da mucho que desear.

Jesus Soria B
31 de julio, 2015

Muy buenos los análisis presentados y el futuro que nos espera, pero no he visto ningún comentario respecto a lo que debemos hacer de tener un cambio de gobierno. Será que no somos capaces de plantearnos planes que permitan pensar que existe una posibilidad de hacer de Venezuela un país mejor?. Será que no estamos capacitados para trabajar por una Venezuela digna de un ser humano?. Señores, con su experiencia pudieran presentar algo que debemos hacer para darle una nueva vida a los venezolanos.

Jorge Vazquez
31 de julio, 2015

De la crisis real de la cuarta republica por regalar el petroleo a 8 $, salimos cuando El Comandante logro unir la OPEP y el petroleo subió a mas 100 $ desde entonces han creado una crisis continua provocada por paros que se le fue de la mano, paro petrolero, golpe de estado y desde la muerte del comandante, acaparamiento, baja producción, especulación con una economía paralela de libre mercado al dolar today , bachaqueo, contrabando y actores internacionales con la baja del petroleo cuando los gringos golpearon la OPEP con las invasiones a IRAK, LIBIA. y otros mas el petroleo fracking.

Jorge J Melet P
1 de agosto, 2015

Caramba Jorge Vásquez, ni la mayoría de los empresarios ni el capital extranjero han amado jamás a Chávez o a Maduro pero de ahí a exculparlos a ambos de toda responsabilidad hay un abismo. El país está arruinado y es su culpa. Si les hicieron guerra económica (cosa que dudo) entonces la perdieron de manera total e ignominiosa. Cabría preguntarse por que los empresarios nacionales y el capital internacional han sido tan cariñosos con Evo Morales, Ortega o Rafael Correa cuyas economías han logrado tantos avances los últimos años.

Julio Bolívar
1 de agosto, 2015

Leo el resumen de Salmerón y creo que faltó un aspecto del problema en donde estamos parados; que ni Naim ni Piñango desarrollaron. Aclaro, no estuve en el foro, comento el resumen: el control militar por parte de las instituciones civiles. Otros paises lo tienen claros y los golpes no suceden como aquí, y los que los han tenido han sabido controlarlos. Tienen otros problemas como el narcotráfico e inequidades sin superar. Comparto el comentario del profesor Edgar Gonzáles en lo referente a la debilidad institucional frente a conspiradores, eso es una consecuencia de lo que afirmo antes. Hay un libro que analiza el problema y sugiero su lectura: Militarismo y control militar ´publicado por la USB del Dr. Hernán Castillo, que aborda el problema desde los inicios de los cuarenta años “democráticos”. Creo que fue el Dr. Ramón J. Velásquez que dijo”abrieron la caja de pandora de los militares, no sabemos cuando se podrá cerrar”. Palabras más palabras menos, el historiador habló de unos demonios que son difíciles de controlar.Es un tema que debemos debatir urgentemente y sin eufemismos.

daniel aguilar
15 de agosto, 2015

Como consigo el libro ?

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