El 25 de febrero de 2015 la Cámara de Diputados y el Senado Federal de Brasil se pronunciaron sobre la situación venezolana. La primera instancia aprobó una Moción de repudio al gobierno de Venezuela y la segunda aprobó la designación de una comisión que viaje a Venezuela a constatar la situación política en Venezuela. A continuación traducimos el contenido de ambos documentos aprobados. Si desea leerlos en el idioma original, junto al Protocolo de Ushuaia del Mercosur que es citado en ambos textos, haga click acá.
El requerimiento no. 77 del Senado Federal fue introducido por el senador Ricardo Ferraço (PMDB/ES). y puede leerlo a continuación:
Requiero, en los términos de los artículos 74 y 75 del Reglamento Interno, la constitución de una comisión externa del Senado Federal con el fin de verificar in loco la situación de Venezuela, establecer un diálogo con los miembros del parlamento local, y con interlocutores representativos de las oposiciones y la sociedad civil, bien como, si es posible, con las autoridades de aquel querido país hermano.
Justificación.
La sociedad brasilera viene siguiendo con gran preocupación el proceso de agravamiento de la crisis que se abate sobre Venezuela, con graves repercusiones en el plano social, político y económico en aquel país. Como país vecino al cual nos ligan profundos vínculos de amistad y solidaridad y con el cual compartimos más de dos mil kilómetros de frontera, Brasil no puede quedarse en silencio frente a la escalada de tensiones que pueden resultar en graves perjuicios, algunos, quizás irreversibles para aquella nación amiga.
Como miembro pleno del Mercosur, además, Venezuela tiene obligaciones que cumplir, entre las cuales las incluidas en la llamada cláusula democrática, prevista en el artículo 4° del Protocolo de Ushuaia, que así define: “en el caso de ruptura del orden democrático en un Estado parte del presente protocolo, los demás Estados parte promoverán las consultas pertinentes entre sí y con el Estado afectado”.
En el ámbito de la Unasur, de igual modo, Brasil, Colombia y Ecuador recibieran mandato durante otro momento de agravamiento de la crisis venezolana de 2014, para cumplir el papel de mediación que, infelizmente no tuvo éxito.
En las últimas semanas, la escalada de tensiones ha sido caracterizada por el aumento de la violencia y el recrudecimiento de los ánimos. En el plano político el recrudecimiento de las tensiones y la radicalización llevaron a prisión al alcalde elector de Caracas, liderazgo democráticamente electo.
Por otro lado, la semana pasa se cumplió el primer año de prisión de Leopoldo López, cuya voz está siendo callada. Lo mismo puede ser dicho en relación a la sra. María Corina Machado, quien tuvo el cargo de diputada arbitrariamente revocado, además de responder a vagos alegatos de golpismo contra el presidente Maduro.
La reacción democrática de los países de nuestro continente frente al cuadro de agravamiento al que asistimos, en especial después de la muerte de un joven manifestante de 14 años, trágicamente muerto por agentes policiales en enfrentamiento durante las protestas al régimen de Maduro, debe ser más afirmativa. En las veces que Brasil se manifestó por medio de nuestra Cancillería, el tono fue exageradamente tímido, tal vez en función de los vínculos ideológicos y partidarios que han perjudicado a autonomía brasilera, en perjuicio de nuestra actuación diplomática.
El Congreso Nacional debe buscar contribuir, en la medida de sus posibilidades, para oír a las fuerzas políticas y económicas del país, dotarse de información consistente, y mostrar su solidaridad con todo el pueblo venezolano.
Esta es el momento, en efecto, en que los demócratas de Brasil y el mundo entero necesitan hermanarse en defensa de los Derechos Humanos y de las libertades democráticas, condición indispensable para que la sociedad venezolana pueda enfrentar y vencer la grave crisis que se abate sobre nuestro querido vecino.
Ricardo Ferraço (PMDB/ES)
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Por su parte, la Cámara de Diputados aprobó la Moción de Repudio al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela propuesta por el líder de la minoría Bruno Araújo de PMDB/ES y es expuesta en el siguiente texto:
Moción de repudio N° 587 de 2015 (del Sr. Bruno Araújo)
Requerir la aprobación de Moción de repudio a la actuación del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela por quebrar el principio democrático, con ofensa a las libertades individuales y al debido proceso legal.
Señor presidente,
Requiero, en los términos del artículo 117, caput, del Reglamento Interno y teniendo como precedente el requerimiento n° 8196/2013 que, oído la Plenaria, sea aprobada la moción de repudio a la actuación del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela por quebrar el principio democrático, con ofensa a las libertades individuales y al debido proceso legal.
Justificación.
En los últimos años, diversos medios de comunicación vienen informando reiteradas prácticas antidemocráticas y autoritarias por parte del gobierno venezolano, en detrimento de los principios democráticos, las libertades individuales y el debido proceso legal.
Últimamente, aquel país, que es integrante del Mercosur, viene perpetrando graves violaciones que merecen el repudio de todas las naciones verdaderamente democráticas. Mencionamos la prisión de opositores políticos, como Leopoldo López, la confiscación de propiedad privada, la persecución a periodistas, la censura a la prensa, dentro de otras prácticas arbitrarias.
En los últimas días los medios divulgaron ampliamente el encarcelamiento del alcalde de Caracas, sr. Antonio Ledezma, que además de haber sido realizada de manera arbitraria por las autoridades venezolanas, todavía hay rumores de tortura contra opositores.
La verdad, es compromiso de todos nosotros repudiar las agresiones contra las libertades individuales que ocurran en cualquier lugar del mundo, pero tenemos que tomar posición principalmente cuando esas ocurrencias se dan en nuestra región, en contraposición de los pactos internacionales de los que Brasil es parte.
A propósito, el Protocolo de Ushuaia establece, en el ámbito del Mercosur, que “la plena vigencia de las instituciones democráticas es condición esencial para el desenvolvimiento de los procesos de integración entre los Estados Parte del presente protocolo”.
Frente a lo expuesto, y considerando que por fuerza de nuestra Constitución de 1988 y de los tratados internacionales tenemos el deber de pautar nuestros posicionamiento por la defensa intransigente del principio democrático y de los Derechos Humanos, es que solicitamos el apoyo de los nobles pares para la aprobación de esta moción.
Sala de sesiones, febrero de 2015.
Diputado Bruno Araújo -PSDB/PE. Líder de la minoría.