Artes

Guerras recicladas; por Alberto Salcedo Ramos

Por Alberto Salcedo Ramos | 28 de enero, 2015

Guerras recicladas; por Alberto Salcedo Ramos 640

Guerras recicladas no es solo “la historia periodística del paramilitarismo en Colombia”, como lo proclama su subtítulo: es también un libro perspicaz que permite entender nuestro país.

Por sus páginas desfilan muchos de nuestros temas cruciales: el conflicto armado, la mentalidad de nuestros dirigentes, las relaciones entre el poder central y los mandamases de la periferia, la forma en que se ha ejercido la política a través de la historia, el problema agrario, la exclusión, la corrupción en los estamentos administrativos y castrenses, el narcotráfico desde sus orígenes hasta nuestros días, el contrabando de armas y el vacío de legitimidad que contribuye a la multiplicación de paraestados.

Hay, además, retratos minuciosos, exhaustivos, de los promotores del paramilitarismo en Colombia. Se averiguan a fondo sus actividades criminales, se informa quiénes fueron sus aliados corruptos en los poderes públicos y en las Fuerzas Militares, se analizan los estragos que le ocasionaron al país.

La autora, María Teresa Ronderos es una reportera magnífica que utiliza su gran habilidad investigativa para aclarar algunos equívocos perniciosos que han hecho carrera entre nosotros. Por ejemplo, que los hermanos Castaño –Fidel, Carlos y Vicente– se volvieron homicidas como consecuencia del asesinato de su padre, cometido por las Farc.

María Teresa Ronderos logra documentar que antes de ese crimen Fidel Castaño ya había incursionado en el narcotráfico y además había empezado a acumular tierras en algunas zonas de Colombia –como Córdoba y el Urabá– mediante el chantaje y la intimidación.

Otro ejemplo: David Tomkins, uno de los mercenarios que a finales de los años 80 llegaron a Colombia, cita un reportaje que leyó en Cromos sobre las Farc. La autora inspecciona todos los números de la mencionada revista en el año aludido, y no encuentra tal reportaje. Dejar en evidencia el dato falso del embustero es una manera de desenmascararlo y de impedir la legitimación dañina de su causa.

Uno de los méritos de Guerras recicladas es hacernos ver, justamente, que ninguna mentira es pequeña. Para lograrlo apela a un recurso tan simple como eficaz, que a menudo se olvida en el periodismo del día a día: confrontar toda la información disponible. O, como dice María Teresa Ronderos, “poner las versiones juntas”.

Ronderos indaga las pistas hasta sus últimas consecuencias, lee montones de libros –muchos de ellos publicados en otros idiomas–, compara documentos, conversa con decenas de protagonistas. Así se llena de argumentos para afirmar que los primeros israelíes entrenadores de sicarios que hubo en el Magdalena Medio tenían el apoyo de Estados Unidos.

Como todavía estaba vigente la Guerra Fría, los paramilitares que trajeron a aquellos mercenarios vendieron hábilmente ante Estados Unidos la idea de que promovían una cruzada política contra el comunismo. Fue su forma de legitimar la maquinaria de narcotráfico y muerte que ya por entonces habían creado.

“Sus cursos”, advierte la autora, “les sirvieron por igual a los alumnos que habrían de dirigir su carrera a la realización de masacres campesinas y a los que, en cambio, la dirigieron hacia la explosión de edificios. Matar a Bernardo Jaramillo, el candidato presidencial de la UP, porque defendía otra ideología, y matar a Luis Carlos Galán, el candidato presidencial liberal, porque defendía la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos, era, para estos multidisciplinarios estudiantes, una misma cosa”.

Guerras recicladas no cae en la estigmatización obvia de los asesinos, en la división maniquea, simplista, entre buenos y malos: es un libro que procura entender para explicar. Así nos cuenta, por ejemplo, cómo el paramilitar Daniel Rendón apenas aprende a leer y escribir cuando es encarcelado. Y así nos muestra que a menudo el criminal fue víctima antes de ser verdugo.

Desandar el camino de la desinformación para buscar la verdad que muchos torcieron en su momento es un acto valiente y justo. Por eso este libro es indispensable.

Alberto Salcedo Ramos 

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