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Parlamentarias 2015 / Tras la alianza perfecta: ¿primarias, consenso o ambas?; por Franz von Bergen

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Parlamentarias 2015 Debe la oposición hacer primarias en todo el país por Franz von Bergen 640

Con las elecciones parlamentarias programadas para el próximo año, en la Mesa de la Unidad (MUD) han comenzado a florecer diferencias de criterio sobre la selección de candidatos. Algunos partidos, como Voluntad Popular, La Causa R y Bandera Roja, respaldan la realización de primarias en todos el país, mientras que otros, entre los que destacan Primero Justicia, Acción Democrática y Copei, prefieren la idea de “tanto consenso como sea posible y tantas primarias como sean necesarias”.

Las elecciones internas y los acuerdos unitarios tienen sus pros y sus contras. Las primeras son especialmente efectivas para lograr unidad, algo relevante en un periodo en el que la MUD presenta divisiones considerables. Los segundos salen más económicos, factor de peso si se toma en cuenta que el país está sumido en una crisis que complicará la obtención de recursos.

La oposición nunca ha realizado unas primarias totales para procedimientos electorales que involucran a más de un candidato. 2012 fue el año en que hizo mayor cantidad de internas, escogiendo así a 16 de 23 candidatos a gobernadores y más de la mitad de los 335 postulados a alcalde en 2013. Antes de eso había seleccionado alrededor del 15% de los postulados para diputados por esta vía en 2010.

Si se decide basándose en lo estrictamente legal, en su artículo 67 la Constitución de 1999 obliga a que todos los candidatos se escojan por votaciones en las que participe la base de los partidos. Sin embargo, esa orden ha sido menospreciada continuamente, tanto por las organizaciones oficialistas como por las opositoras, por lo que este factor pierde peso en la discusión.

Otro elemento a considerar es el ejemplo de otros países. En EEUU, donde existe un claro bipartidismo y una creciente polarización entre las opciones políticas, Demócratas y Republicanos escogen a sus candidatos para cualquier proceso a través de comicios internos, lo que permite que todas las corrientes que existen dentro de las organizaciones diriman sus diferencias sin llegar a fracturas.

Gracias a estos procesos han surgido nombres frescos y hasta entonces poco conocidos que cautivan a una gran cantidad de personas y se transforman en fenómenos electorales, siendo Barack Obama el mejor ejemplo.  Sin embargo, en otras ocasiones ha ocurrido el efecto inverso. Es el caso del partido republicano entre 2008 y 2012, cuando los miembros del Tea Party votaron masivamente en las internas y beneficiaron a algunos candidatos demasiado conservadores que después tuvieron problemas en las elecciones generales.

A continuación se evalúan con mayor detalle algunos factores de la situación venezolana actual que influyen en la decisión de cuántas primarias deben realizarse. 

La necesidad de unidad
Debido a los cambios introducidos por la Constitución de 1999 y la Ley de Procesos Electorales de 2009, el sistema electoral venezolano se ha transformado en uno “cuasi mayoritario”, por lo que es necesario ganar al menos por un voto en diversos circuitos para obtener una representación considerable. Esto convierte en un suicidio político la existencia de divisiones en las candidaturas.

La experiencia de los comicios regionales de 2012 son un buen ejemplo para demostrar la efectividad de las primarias a fin de alcanzar opciones unitarias. 16 candidatos se eligieron por votación interna y en solo un caso hubo división. Fue en Monagas, debido a la irrupción del “El Gato” José Gregorio Briceño como dirigente opositor, tras su separación del chavismo.

Para esos mismos comicios, los otros 7 candidatos se seleccionaron por consenso debido a que ocupaban la gobernación. En 2 estados, Amazonas y Táchira, otras opciones políticas opositoras terminaron postulándose.

Este factor también se hizo notar en las municipales de 2013. En 2004, la oposición fue dividida en 259 municipios, a las vez en 2008 lo hizo en 183. Al final perdió por esa razón 36 y 28 alcaldías, respectivamente.

En el último proceso, las únicas divisiones las generó el MAS y candidatos menores postulados por partidos ajenos a la MUD. El resultado fue que se redujo a 14 el número de municipios donde las postulaciones distintas afectaron la posibilidad de victoria.

En 2010 la oposición también realizó primarias para elegir a algunos candidatos para diputados, aunque la selección por consenso fue mayor e involucró a alrededor de 85% de los postulados. En esa ocasión la alianza fue casi perfecta.

Dinorah Figuera, jefe de la bancada parlamentaria de Primero Justicia, considera que hay que repetir una experiencia similar a ésa, aunque aclara que debe haber votaciones internas para un número mayor de circuitos, especialmente los más reñidos.

Selección de los mejores
Una cosa en la que todos los factores de la Mesa coinciden, es que se deben elegir los cuadros con mejores opciones de triunfo en cada circuito. Antonio Ecarri, coordinador de Copei Caracas, pide que los nombramientos de figuras con poco arrastre popular pero con peso político interno queden solo para las listas o para circuitos fuertemente opositores, a la vez que llama a evitar la selección de candidatos que no sean de los lugares por los que compiten. “En las circunscripciones muy reñidas es necesario que se vaya unidos y que el candidato dé un plus”, afirma.

Pedro Benítez, secretario político de Acción Democrática, considera que este tipo de postulados se puede lograr mediante primarias o consensos.

“Hay lugares donde los últimos procesos han hecho evidente la presencia de liderazgos únicos en su zona. Ocurre en regiones donde la oposición no tiene tanta fuerza, como el sur de Guárico o Portuguesa. En estos sitios no tiene sentido hacer primarias, como sí lo tiene en otros espacios donde hay muchos dirigentes en disputa”, advierte.

Una desventaja de las elecciones internas son las distorsiones que pueden generar. Por ejemplo, si la base participante vota tomando en cuenta temas muy ligados a una visión opositora radical, los candidatos que surjan pueden tener poco atractivo entre el chavismo descontento. De igual forma, algún aspirante sin las mejores credenciales puede resultar favorecido por tener una maquinaria más fuerte.

El voto entubado, otro factor que distorsiona los resultados de las primarias, no está presente esta vez. La gente que apoyaba una opción para presidente votaba por todos sus candidatos para otros cargos como una forma de respaldarlo a él y no porque simpatizara de verdad con esas opciones.

Por otro lado, si los consensos no toman en cuenta la aceptación del candidato ante el electorado, su nombramiento aumenta las posibilidades de perder circuitos reñidos.

Más inclusión
Las organizaciones que apoyan la realización de primarias en todo el país son las más pequeñas o más nuevas de la MUD, las cuales consideran que las candidaturas por consenso terminarán siendo dominadas por los “cogollos” de la alianza.

“Las primarias son el mecanismo más democrático frente al autoritarismo de una minoría autodesignada. La única forma de que respaldemos un consenso es que sea incluyente y plural, lo que supone un cambio profundo en la MUD y la derrota de la tendencia hegemonicista”, indica Noel Jesús Hermoso, miembro del Comité Político Nacional de Bandera Roja.

Agrega que la única forma de garantizar que su tolda no lance candidaturas por separado es que haya elecciones internas en la mayor cantidad de localidades.

Para las municipales de 2013, factores del MAS decidieron postular candidatos por su cuenta en varios lugares, luego de denunciar que la selección por consenso de los aspirantes a concejos municipales no fue hecha de manera proporcional entre los distintos partidos de la alianza. Si hubiese habido elección primaria para esos cargos, es probable que esa fractura no se hubiese dado.

El método de escogencia
Uno de los factores que puede complicar más la negociación de candidaturas consensuadas es la dificultad que hay para llegar a criterios claros y justos de escogencia.

Para las parlamentarias de 2010, las regionales de 2012 y las municipales de 2013 tuvieron gran peso los votos obtenidos por los partidos políticos en los procesos anteriores. En el último reglamento se permitía llegar a un consenso si el postulado era respaldado por los partidos que habían acumulado en esa zona el 70% de los votos en las elecciones anteriores.

Ese criterio es ahora inaplicable debido a que en las presidenciales de 2012 y 2013, así como en las últimas municipales, estuvo presente la tarjeta unitaria, por lo que la fuerza de cada partido no pudo ser medida con exactitud.

Algunas toldas podrían pujar porque se consideren los resultados de los comicios regionales de 2012, donde todas presentaron su tarjeta. Sin embargo, eso puede generar fricción en el seno de la mesa y aquellos que resulten menos favorecidos por la situación pueden argumentar que en ese proceso hubo una participación muy baja y los resultados se distorsionaron, además de que en el municipio Libertador de Caracas no hubo elecciones.

Benítez advierte que se deben discutir nuevos criterios y recomienda que se hagan evaluaciones circuito por circuito tomando en cuenta los liderazgos naturales que existen. Los resultados de las municipales del año pasado pueden ser una buena guía: En 224 municipios, 66,8% del total, los candidatos de la MUD sacaron, por lo menos, 30% de los votos. Eso sugiere que algunos tienen un piso de reconocimiento sobre el cual pudieran trabajar si no salieron electos el año pasado.

Figuera estima que se debe dar una “discusión profunda” entre los equipos electorales de la MUD que permitan alcanzar una postura unitaria. “Hay muchos factores que entran en juego, desde la legitimidad de un liderazgo hasta su propuesta y la presencia de movimientos sociales”, resalta.

Por su parte, la posición de Bandera Roja es que todos los miembros de la MUD deben estar plenamente de acuerdo sobre una opción para que se obtenga una candidatura por consenso, indica Hermoso. 

Los altos gastos
La ley indica que las primarias pueden ser organizadas por el Consejo Nacional Electoral. Sin embargo, los gastos generados deben ser costeados por las toldas participantes.

Las internas de 2012 costaron 21 millones de bolívares, cifra que probablemente subiría para esta ocasión debido al incremento de la inflación. Además, la campaña electoral previa genera más gastos.

“Hoy cobran 300 bolívares por un afiche que en 2012 se podía hacer por 12 bolívares. En esa época estaba a 7 y ahora está por encima de 100. Aparte, las empresas privadas están en una situación muy complicada, por lo que la recaudación de fondos se hace difícil”, confiesa un dirigente que optó por una alcaldía en las últimas internas y que prefirió declarar en condición de anonimato.

Ante este panorama, cada candidatura elegida por consenso podría traducirse en una cantidad de dinero que se pudiera guardar para la campaña electoral contra el chavismo.

Sin embargo, Freddy Guevara, coordinador político nacional adjunto de Voluntad Popular, resta importancia a este problema argumentando que las primarias son una excelente precampaña que animará más a las bases opositoras y hará que los postulados partan con ventaja.

Medir fuerzas
Luego de los cambios que ha habido en la oposición tras las protestas de principios de año, los partidos que respaldan las primarias piensan que éstas ayudarían a legitimar los liderazgos dentro de la MUD.

“Este proceso tendría una vinculación directa con la definición de estrategias y objetivos de la oposición más allá de las parlamentarias. Aunque no hay que olvidar que son dos procesos distintos y la influencia de uno sobre el otro varía; si la campaña se plantea en esos términos y no simplemente en elegir candidatos, la vinculación sería más fuerte. Voluntad Popular no ha decidido cómo plantear esa campaña”, advierte Guevara.

Primero Justicia considera que se tienen que colocar las parlamentarias y la selección de candidatos como prioridad, aunque no descarta que unas internas revelen ciertas tendencias. “Los votos van a hablar”, comenta Figuera.

Por su parte, Benítez rechaza que las elecciones internas sirvan para medir las fuerzas de cada organización y sus objetivos dentro de la oposición. “Pesan más los nombres de los aspirantes y muchas otras circunstancias entran en juego, sostiene.

Establecer contrastes
Las campañas electorales son en la mayoría de los casos una lucha por establecer contrastes con respecto a los rivales. En el PSUV se ha venido dando un proceso de ataque a los factores disidentes y es probable que los candidatos sean escogidos por el Buró Político.

Si eso termina siendo así, el mejor camino que tiene la MUD para capitalizar esa falla de su contrincante es presentarse como una opción mucho más democrática, para lo cual la cantidad de primarias es un factor clave (hay que tomar en cuenta que esta situación también puede girar a favor del chavismo si terminan haciendo más consultas).

Sin embargo, la oposición enfrenta el problema de la falta de información. Todavía no se sabe la fecha de las elecciones ni si los circuitos electorales serán cambiados. Esas incógnitas imposibilitan tomar decisiones en lo inmediato y, dependiendo de cuánto tiempo quede cuando se sepa el cronograma, la organización de primarias podría complicarse.