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Al límite // La insoportable precariedad del orden; por Luis García Mora

Por Luis García Mora | 26 de octubre, 2014
al límite 640

El Presidente Maduro, junto al ex Ministro Miguel Rodríguez Torres, inspecciona armas entregadas para su inutilización en el 23 de enero [Alba Ciudad, 8 de agosto de 2013]

 

El reciente y relampagueante cambio lo demuestra: esto da un giro completamente militar.

Maduro saca al general Rodríguez Torres del Gobierno (o por lo menos del despacho de Relaciones Interiores). Como dicen, le entrega su cabeza a los colectivos, a unas bandas armadas que ante los criterios de Miraflores parecieran depositarios de tanta o más fuerza política que las FAN.

¿Debilidad institucional? ¿Fortaleza política?

Quién sabe…

Simultáneamente y como dato central, ha pasado a encargarse del despacho de la Defensa el general Padrino López, quien es considerado como se sabe el profesional de mayor jerarquía y respeto dentro del estamento militar. Asume esta parte importante del Ejecutivo sin soltar, eso sí, la jefatura del CEO o Comando Estratégico Operacional, quizás el nivel de más alto rango castrense hoy por hoy. Y, como sucesora de un general, en el MRI otro general (o generala) la señora Carmen Meléndez.

¿Qué ha ocurrido?

¿Es un mensaje a la FAN, tras aquel que evidentemente habría enviado al paramilitarismo revolucionario la policía judicial en un acto de atrevimiento y en un exceso de fuego al meterle más de treinta disparos al líder de ese mismo 5 de Marzo, José Odreman?

¿Pero es solamente un recado a la FAN? ¿O también al propio Gobierno? ¿A Maduro? ¿A Cabello?

¿O quizás estemos contemplando un juego en el cual, en un ambiente nacional de profundas contradicciones y carencias, el gobierno esté tratando de sostener con pinzas una gobernabilidad y una estabilidad que aparentemente penden de un hilo? Uno donde el estamento militar es básico, aunque de momento permita alguna mínima flexibilidad. Razonable. Pragmática.

Es sabido que para el mantenimiento en el tiempo de cualquier gobierno es necesario un grado considerable de cooperación e interacción entre el Estado y actores no estatales en el interior de redes de decisiones mixtas públicas y privadas, y que al mismo tiempo definen un conjunto de modalidades de coordinación de las acciones individuales entendidas como constructivas de un orden social.

Es decir: de gobernabilidad.

Piedra angular (o última llave institucional) que cierra la puerta al caos. Una frontera vital, de una construcción precaria y vulnerable, hoy sujeta a la amenaza de disolución, sustentada en la ansiedad que genera el miedo. Y como diría alguien, en la fragilidad de las opiniones caprichosas de la gente.

El mantenimiento de una gobernabilidad que constituye un grave problema tanto para el Gobierno como para la Oposición, y que está generando una tensión muy fuerte, más o menos advertida por el sostén del actual status quo: nuestra Fuerza Armada.

Y no, no es fácil manejarse ante esta situación en la que el poder de las armas no es patrimonio único de la FAN.

No es fácil sostener eso. Menos en un clima como el actual, de un desabastecimiento híper-inflacionado y la inseguridad en el pecho. Violenta. Total. Y los minutos corriendo en lo inmediato hacia unas elecciones en 2015. Elecciones que el Gobierno puede perder. Y perder el Legislativo.

Esto es una realidad.

Que alerta. Que enloquece. Y pone la mirada en el juego. Como la de Diosdado Cabello, quien acaba de dar otro paso en el juego el pasado fin de semana cuando en El Universal y Televén, en dos entrevistas simultáneas quedó claro que el tipo del poder era él.

De esto ocurrir, tendrían obligatoriamente que cambiarse las estrategias tanto del Gobierno como de la oposición. Cuestión que debería tenerse dilucidada como mínimo en junio antes de perder el Gobierno y de ganar la oposición.

Del lado de la oposición, de ganar, deberán decidir si hundirían el acelerador parlamentario, con lo que entraríamos en lo que alguien llamaba el escenario “candela”. O no. O lo medio hunden y entramos en el llamado escenario “suavesón”, que comunicaría con el 2016 y la posibilidad de la convocatoria a un Referéndum Revocatorio.

De decidirse por el escenario “candela”, la oposición metería unas medidas arrechísimas en la AN y el Gobierno pasaría a tumbárselas en el TSJ, y habría marchas y contramarchas, y una situación de doble poder, como en la crisis constitucional rusa de 1993 cuando el presidente Boris Yeltsin decretó la disolución del Congreso y el Soviet Supremo, organismos que constituían un obstáculo para su consolidación en el poder.

En la posibilidad tersa, apacible, dócil, que denominamos el escenario “suavesón”, pudiera pasar que 8 ó 10 diputados no chavistas pero no partidarios de la candela, como los de AD, o como otra porción que pudiera salir electa del enigmático Henry Falcón, buscara un entendimiento sin cambiarse para el Gobierno.

Y Maduro terminaría de perder piso no porque le jueguen atrás algunos de sus apoyos, cosa que puede influir, sino porque hay suficientes elementos para que esto ocurra sin tener que llegarse a ese extremo. Y si en tal escenario Maduro sale, un José Vicente o un Diosdado tendrían vida, ya que en un fuego tan intenso como ése, y con la demanda de salida de Nicolás tan encendida (si ello ocurre) algunos podrían hasta pensar incluso desde el Gobierno en una acción que, lógico, podría constituirse en otra manera de jugar.

Aunque 30 días después tendrían que convocar a elecciones.

De manera que una opción es que se pierden las legislativas y en febrero de 2016 le digan que renuncie porque la gente no lo quiere, y un mes o seis después son ilegales en la conducción de lo que quede porque no han sido electos por el voto popular, y lancen a la hija de Chávez, y gane la oposición.

Ahora, si el chavismo gana la Asamblea, Cabello es candidato para 2019.

Junto a otras opciones. Como por ejemplo, que pierda la oposición en diciembre. ¿Qué hace?

Que alcanzamos al 2016, y junto a las posibilidades de un Referendo Revocatorio hay elecciones de gobernadores y alcaldes, y entonces iríamos al 2019 y se tiran no sólo Henrique Capriles sino también María Corina, Leopoldo y Eduardo (que luce inaguantable), aunque estos acontecimientos no pasen por la salida de Maduro, y entonces, sí, se lanzaría Cabello.

Otro. Si el Gobierno pierde, que es el escenario más claro (para todos, chavistas y antichavistas, con excepción de Cabello), puedes suspender desde el Gobierno las elecciones, pero tendrías que convivir con un escenario sumamente convulsionado. Y de no suspender, pierdes, pero con 45% de los votos, y con el Poder Ejecutivo en tus manos. Algo inédito, muy difícil, que también puede terminar mal.

Cuando AD perdió en el 98, perdió en desbandada, y no salió ninguna marcha adeca a protestar. Que no es el caso del PSUV, que no viviría un naufragio sino solamente una disminución del número de sus votos. De manera que al perder el Legislativo no es automático que el chavismo pierda el Ejecutivo.

Y acaso ni el Judicial.

Ahora, amigo lector, dejemos el futuro-ficción y aboquémonos a esta situación tan difícil, en la que el Gobierno a lo interno se debate entre dos grandes tendencias, una más radical que la otra.

La de un grupo liderado por el vicepresidente Arreaza (sí, aquél entrevistador de VTV de perfil afligido que luego pegó un salto al pódium y dejó a todo el mundo atónito), de confianza no únicamente de Chávez and Family, sino también (como se dice) de los cubanos, o como una contención en el Gobierno de Maduro impuesto (también se dice) por los Castro. Ala que es la más radical.

Y está la otra de más avanzada que es la que está dando la batalla y de la que forma parte Maduro, con la consciencia de que hay que hacer cambios políticos y económicos, y con la gran limitación de que saben que no disponen del piso político para hacerlos.

Y Cabello, que juega al radical pero es institucional con el Presidente, más militar, mantiene una tendencia y una ascendencia en las FAN, y ve el choque de trenes que se está produciendo (según algunos funcionarios del BCV esta situación sin las medidas no soportaría hasta diciembre, y en enero pueden haber desenlaces importantes)

¿Que tratarían de adelantar las elecciones?

Pueden. Con un ambiente como éste en el que la popularidad y el apoyo al Gobierno y a Maduro van en caída libre y a la misma velocidad del deterioro económico en subida, quizá Maduro lo piense.

El tiempo corre. Y tienen que tomar decisiones rápidas con un equipo ejecutivo también básico, que se debate sin saber qué hacer para sostenerse.

Tratan de entenderse con AD que al mismo tiempo torpedea a la MUD y execra a los radicales, y donde un zorro viejo como Ramos Allup, con una AD como su franquicia, al contrario de Julio Borges con PJ, sí puede comprometerse porque entiende el factor de poder en el que se está convirtiendo para el Gobierno y en lo que redundaría para él y el partido. Van a meter unos miembros en el CNE y a 2 ó 3 magistrados en el TSJ (discuten si uno para la Sala Constitucional y otro para la Civil). Y hasta pudieran lograr constituirse en la fracción parlamentaria más importante de la oposición, la cual, completándole al Gobierno su mayoría con estos acuerdos, junto con el PSUV aprobarían las leyes.

Así estabilizarían el status quo.

Y muchos se preguntan: ¿Por qué este país, el mismo que en el 92 explotó con Carlos Andrés, no lo ha hecho hasta ahora con Maduro?

Porque no hay factores organizados que conduzcan el descontento.

Entre tanto, esto sigue girando hacia lo militar. Para el mantenimiento de la gobernabilidad. De la estabilidad.

El desafío es claro tanto para Maduro y su gobierno, como para la dirección de la oposición, sometidos ambos a una tensión permanente por el sostén del tinglado, donde una estructura castrense, con la atención puesta en unos colectivos que pesan, cómo pesan, controla, supervisa y monitorea la situación.

Tictac.

Luis García Mora 

Comentarios (14)

José María
26 de octubre, 2014

Excelente artículo Luis. No subestimos las parlamentarias: si la oposición gana en votos la gente verá que el chavismo es minoría y se podrá convocar el revocatorio. Todavía no ha habido una elección en la que el chavismo haya perdido en voto popular (salvo el primer referéndum de cambio constitucional), cuando el chavismo pierda en votos en las parlamentarias (aunque obtenga más escaños), se producirá una quiebra emocional en el chavismo y un estado de opinión en el chavismo. Las parlamentarias son el trampolín necesario para un revocatorio, que será a los pocos meses, la única salida limpia y eficaz. Así que a tomarse en serio las parlamentarias: Leopoldo López será el héroe de la retirada, seguramente no será presidente pero al igual que Carrillo en España su encarcelamiento y linchamiento hará perder credibilidad al gobierno y fortalecerá la unidad de la oposición.

José María
26 de octubre, 2014

No “subestimemos” las parlamentarias, disculpen en error

leonardo
26 de octubre, 2014

¡Muchas hipótesis! Pero ¿perderá las elecciones el chavismo? Eso no está garantizado. Y ¿cuál sería la reacción de las fuerzas armadas? y ¿cuál la de los colectivos? Francamente, ¿ve usted a un Diosdado Cabello sentado en los bancos de oposición de una asamblea? ¿Ve usted al chavismo entregar el poder por la vía democrática o constitucional? (Y ¿quién es el verdadero dueño del poder?) Una revolución socialista no puede ser, en ningún caso, democrática (en el sentido liberal). Fidel Castro se deshizo de ese problema desde el comienzo. Chávez no lo necesitó, y cuando perdió dispuso como quiso de las victorias de la oposición. Hoy día, en Venezuela, nada ni nadie escapa a la precariedad.

cesar
26 de octubre, 2014

Necesitamos verdaderos proyectos y nueva gente, con moral, para hacerle frente al Gobierno. Jóvenes Perezjimenistas, con visión de futuro, nacionalistas, debemos organizarnos y salir a proponer para devolverle a Venezuela el lugar al cual perteneció en los años 50.

Espe
26 de octubre, 2014

Dios! que prueba tan fuerte nos toca! y lo que falta… lo siento mucho, perdón, GRACIAS.

Jorge Núñez
26 de octubre, 2014

Todas las hipótesis pueden tomarse, por la tendencia que llevan los hechos, lo importante es aprovecharlo para no hacerle el juego al gobierno en sus estrategias para dividir a la oposición, porque hay que concentrarse en las elecciones parlamentarias, sin embargo falta mucha agua que pase por debajo el puente. Que no ocurra lo del Juan Carlos Caldera, tampoco lo del diputado William Ojeda y su combo.

Susana Pocaterra
26 de octubre, 2014

Soy una lectora compulsiva de esta columna y no dejo de leerla cada semana. Pero creo que este de hoy no valió la pena, pues no aporta nada a la solución de los problemas que tenemos, necesitamos menos fatalismo y mas ideas.

Clara Baquero
26 de octubre, 2014

Estimado Señor Leonardo Muy acertado su comentario, manos bandos tienen mayoria precaria.

08Sonic
28 de octubre, 2014

El gobierno no va a perder las elecciones, en el 2011 aun la MUD ganando el 52% de los votos no les dieron la mayoría simple ni la Junta Directiva, si les da la gana se pueden agarrar el 100% del congreso, además la estrategia de sobornar partidos como AD, Primero Justicia con contratos, robadera sin castigo les ha funcionado. No voto estas elecciones, castigo a la MUD corrupta… me gustaría votar por Maria Corina y Leopoldo, los unicos que medio se han arriesgado y los han amenazado feo, el resto es pura mierda, oportunismo, fachadas, al final terminaran pactando también porque ellos 2 solos no pueden… tampoco firmo ninguna constituyente, que puede terminar en otra lista de Tascón y sin saber ¿cuál sera el texto que reemplazara la nueva constitución? es irresponsable, porque hacerla y ganarla y luego que el gobierno la use para meternos la reforma fracasada del 2007 mejor que se quede como esta que a que le quiten el capítulo de Derechos Humanos.

08Sonic
28 de octubre, 2014

yo soy de los que pienso que “nacera un 3er bloque” coherente, que luche por ideas, no por una alcaldía, gobernación dinero y mafia… y ese bloque es el que guste o no, producirá cambios… los 2 actuales no sirven, tanto del gobierno como la MUD.

Selene
28 de octubre, 2014

Francamente, ¿alguien todavía ve el escenario de un chavismo perdedor? ¿Con todo lo que ya sabemos de las elecciones y del nefasto CNE? ¡Por favor! Por otra parte, deprime, como ciudadano de a pie, leer que todo se reduce a un juego político diseñado o pensado para que JAMÁS PIERDAN LOS POLÍTICOS…aunque el bolsa de a pie termine abaleado, arruinado o muerto.

carlos castellanos
28 de octubre, 2014

Me cuesta creer que hasta el mismo señor Luis Garcia mora se crea este cuento de terror que el se esta echando,porque como dicela señora susana una de sus mas fiel seguidora usted no aporta ninguna solución si no un típico Quitate tu para ponerme no, osea su análisis es solo para crear mas incertidumbre entre sus seguidores el gobierno no debilita a la oposición ella se debilita sola porque no tienen una propuesta solo hablan de futuros desastres 15 años tienen en esto

santos lópez
28 de octubre, 2014

¿MRI o MIJ?

Carlos Gonzalez
29 de octubre, 2014

Claro que es posible ganar las parlamentarias, no son momentos para el pesimismo, nunca el chavismo ha estado tan mal como ahora, de nosotros, eso si, depende organizar una unidad monolitica, trabajando con la gente en las comunidades, el cada vez mas chavista desencantado y molesto, una utopía, que va amigos, es experiencia nuestra y de otras latitudes, esta anomia la podemos revertir.

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