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Cuba; por William Ospina

Por William Ospina | 7 de octubre, 2014

Cuba; por William Ospina 640

Todas las votaciones en el seno de las Naciones Unidas piden que se levante por fin el infame bloqueo a Cuba, pero los Estados Unidos persisten en su error. Creyeron posible derrotar a un pueblo por el hambre, aunque Cartagena demostró, desde los tiempos de la Guerra de la Oreja de Jenkins, que para someter a un pueblo digno no bastan los cañones.

El desembarco de Vernón en Cartagena en 1741 fue el más grande de la historia antes del desembarco en Normandía. Y sin embargo Cartagena obligó a Jorge II a esconder las medallas de la victoria que su vanidad había acuñado antes de tiempo.

La resistencia de Cuba ha sido mayor. Alguna vez alguien le preguntó a García Márquez por qué seguía apoyando esa revolución a la que tantos intelectuales le habían retirado su apoyo, y él respondió: “El día en que Cuba deje de ser un país bloqueado y pueda ser dueña de sí misma, podremos saber de qué tamaño son sus errores. Pero muchos de ellos no son debidos a sus opciones sino impuestos por la realidad”.

Añadió que no es que no tuviera críticas a lo que ocurría en Cuba (¿qué país latinoamericano funciona tan bien que no merezca críticas?), sino que “actualmente, cualquier crítica que hiciera —y tengo muchas— sería utilizada contra Cuba”.

Todo país sometido a un régimen de privación y de guerra se ve obligado a imponer restricciones a su población. Basta ver en qué quedan los derechos de los ciudadanos en Estados Unidos cuando se declara una guerra. Todo país en guerra trata con dureza a sus opositores, y con dureza extrema cuando están aliados con el enemigo.

Pero en Cuba, más allá de la precariedad a que se ve enfrentada por cuenta del bloqueo, se respira un clima de cordialidad. Los cubanos no se odian entre sí, muchos odian al Gobierno y a algunos líderes de la oposición, sobre todo de los establecidos en Miami, pero en general los cubanos se quieren, y hay algo que destacar: en un continente donde impera la criminalidad desde los desiertos del río Grande hasta las barriadas de Buenos Aires, pasando por las barriadas de San Salvador y de Cali, de Caracas y de Río de Janeiro, en un continente donde se mata sin piedad y sin tregua, en Cuba no hay criminalidad.

¿Por qué, en medio de tantas críticas, nadie se atreve a hacerle a Cuba ese mínimo reconocimiento? Dirán que no hay criminalidad porque el Estado no lo permite, pero esa debería ser la tarea del Estado. Todos los estados utilizan la fuerza con ese fin, pero casi en vano, y yo creo que lo que impide la criminalidad en Cuba no es la violencia sino el hecho de que el Estado piensa en los ciudadanos y los incluye en un proyecto de país.

En Cuba no sólo no hay hostilidad sino que hay cordialidad, una nobleza y una dignidad que es difícil encontrar en otra parte. Recuerdo un día en que andaba solo por las playas de Santa María, y desde un grupo familiar cubano alguien me dijo: “Oye, no estés solo, ven pa’cá”.

No se puede negar que muchos cubanos se han ido y muchos quieren irse. Pero ¿de qué país de América Latina no se va la gente buscando mejores horizontes?

Nunca aprobaré la arbitrariedad del Estado: por eso soy tan crítico de la calamidad en que vive Colombia, no sólo por la falta del Estado sino por su influencia negativa sobre el orden social.

Nunca aprobaré las restricciones a los derechos de los ciudadanos, pero en un continente donde nunca podemos escoger entre lo óptimo y lo pésimo sino entre niveles de precariedad, no sé decir qué es preferible, si el gobierno cubano, con su control estatal, sus restricciones a los ciudadanos, su partido único y sus insoportables cursos de materialismo histórico por la televisión, con su diario oficial y sus filas de racionamiento, pero que brinda educación, salud y dignidad a su pueblo, o mi país, donde la gente humilde tiene que pedir permiso a los criminales para ir de un barrio a otro, y donde todo se hace a espaldas de la comunidad.

Allá el Estado no permite la propiedad privada; aquí el Estado permitió que la propiedad de cinco millones de campesinos les fuera arrebatada a sangre y fuego, para tardíamente decretar, con conciencia de que no tiene cómo lograrlo, la restitución de esas propiedades.

Nos envanecemos mucho del derecho a la propiedad, pero la mitad de la población colombiana no tiene casa propia, y unos cuantos son dueños de las casas de todos los demás. Vivimos en un país tan lleno de exclusiones y resentimientos que las fiestas de barrio terminan en las salas de urgencia, y los hospitales parecen campamentos de guerra.

Y no estoy seguro de que en todas partes los medios de comunicación no dicten la verdad de sus dueños con un dogmatismo más sutil y más eficaz que el propio Granma.

No es poco mérito haber resistido durante medio siglo el bloqueo de los sucesivos gobiernos del país más poderoso del mundo. Si yo estuviera seguro de que lo que quieren los Estados Unidos es la felicidad del pueblo cubano, expresaría todas mis críticas hacia Cuba, porque también tengo muchas.

Pero como sé que al día siguiente de la caída de Cuba, La Habana se convertiría en una inmensa sala de juego para el ocio de los norteamericanos, en una frontera más desgarrada que la de Ciudad Juárez, y en una encrucijada de todas las violencias y corrupciones de nuestra época, prefiero que Cuba siga resistiendo hasta que caiga el bloqueo, y que la dignidad cubana garantice una mejor transición que la que permitiría el oscuro poder de las multinacionales.

William Ospina  es un poeta, ensayista y novelista colombiano. Entre sus obras se encuentra la novela "El País de la Canela" (2008, La Otra Orilla) y el libro de ensayos "Los nuevos centros de la esfera" (2001, Aguilar). Ganador del Premio de Novela Rómulo Gallegos (2009) Colaborador del diario El Espectador

Comentarios (9)

Julian Vasquez
8 de octubre, 2014

Apreciado William, uno de los mayores errores que han mantenido los poderes es llamar un embargo Bloqueo. En Cuba, y si usted quisiera investigar hágalo no hay bloqueo, si así fuera, según la definición en derecho internacional de bloqueo a Cuba no entrarían barcos ni aviones de ningun país,es más Cuba compra muchos productos de Estados Unidos (además de otros países) y debe pagar cash por el embargo. El bloqueo al pueblo de Cuba se lo tienen sus gobernantes o mejor dicho la nomenklatura, que si vive muy, pero muy bien, mientras el pueblo pasa trabajo. Usted debería informarse mejor y conocer las razones del embargo. Qué, es injusto? SI, qué, quienes lo sufren es el pueblo cubano?, SI, pero no es bloqueo. Ese concepto ha sido por años utilizado acusando al enemigo necesario para mantenerse en el poder. (Por cierto un Canciller cubano, cercano a Castro me dijo que a Estados Unidos no le importaba geoestrategicamente ya Cuba, además lo que usted llama dignidad del pueblo cubano es su urgencia por irse como sea o tener FE=Familia en el exterior que le permita vivir mejor) Averigue, no me crea a mi, investigue y hable con mayor propiedad.

Ricardo
8 de octubre, 2014

Julián, Embargo o bloqueo no creo que importe los términos cuando se trata de una situación que tu la has calificado como es: Una injusticia al pueblo cubano, una injusticia que en la cual ha causado que Cuba no pueda desarrollarse de manera propia su capacidad como Estado, con las consecuencias colectivas e individuales que eso conlleva. Podrá caer mejor o peor el sistema político cubano pero las injusticias hay que combatirlas vengan de donde vengan.

@manuhel
9 de octubre, 2014

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

Es injusto el bloqueo parcial de USA a Cuba, pero Cuba también le ha hecho unas cuantas malas jugadas a los gringos.

Es una situación compleja, aunque abogo por que el embargo sea removido en su totalidad, por que USA no tiene porqué estar de paternalista con la isla.

En Cuba no hay crimenes, pero abunda la miseria.

La gente allá ve al turista como la gallina de los huevos de oro y se las ingenian por quedarse aunque sea con el cepillo de diente usado por este.

Ese tipo de miseria reniega cualquier tipo de grandeza de la que tanto se ufanan en la isla.

luis villafane
9 de octubre, 2014

todo lo escrito es verdad pero a los estados unidos se le quiere obligar a tener las mejores relaciones con un país que se ha declarado durante 50 anos su acérrimo enemigo. nunca he entendido ese bloqueo porque muchas naciones siempre han hecho negocios con su bella y adorada isla

luis villafane
10 de octubre, 2014

de que bloqueo hablan si cuba siempre ha hecho negocios con varias naciones, además quieren trato preferencial con usa si cuba siempre se ha declarado enemiga acérrima del imperio

Ricardo
11 de octubre, 2014

Luis Villafane, Cuba mantiene relaciones comerciales con USA pero tales relaciones son de un trato marcadamente diferencial e injusto, por ejemplo, para la compra de bienes tengo entendido que Cuba debe darlo por contado de una vez, cosa inusual en estos días, eso sìn decir de la gran coacción que emplea el amplio poder políticio y económica hacia entes financieros extranjeros para la inversión/préstamos para la isla.

Moisés P Ramírez
11 de octubre, 2014

El poeta Ospina prefiere seguridad a libertad. Qué raro. Mudese para allá…

Francisco Javier Salinas Bello
12 de octubre, 2014

Si el señor Ospina afirma “no sé decir qué es preferible”, entonces, supongo que tampoco sabe lo que no es preferible. ¿Tiene sentido esto cuando se discierne un asunto vital? La libertad como principio universal personal o social, por ejemplo, no está supeditada al gusto preferencial de alguien, por más simpático que éste sea.

Estelio Mario Pedreáñez
16 de octubre, 2014

En Latinoamérica se admira mucho a Cuba de Fidel solo por el hecho de “enfrentarse a los gringos”, por nuestra ancestral antipatía a los Estados Unidos, que le quitó medio territorio a México, que le quitó Panamá a Colombia y cuyo inmenso poder militar y económico nos subordinó mucho tiempo, con toda la explotación e injusticias que cometen los imperios. Pero este pasado y esta realidad no debe cegarnos para no ver el significado de la dictadura totalitaria que impera en la sufrida Cuba, que la regresó a los tiempos de la monarquía absoluta bajo la dinastía de los Castro. ¿Socialismo? Cualquier satrapía o dictadura militar que buscara cobijo bajo el Imperio Soviético era catalogada falsamente como “régimen socialista”, pero olvidan que los Castro no industrializaron a Cuba, como sí lo hicieron los comunistas de casi toda Europa Oriental, ¿Dónde están las industrias pesadas de Cuba? ¿Dónde están sus enormes masas obreras? Cuba en manos de los Castro sigue siendo un país que vive de la caña de azúcar y del turismo, igual que en la época capitalista. Rectifico: Con los Castro Cuba vivió del subsidio soviético y ahora vive del subsidio venezolano. Por eso pienso que Fidel Castro nunca fue un verdadero comunista, por lo menos, no un marxista, porque no industrializó a Cuba. Y no pongan como excusa “el bloqueo norteamericano”, en realidad un embargo comercial, porque Cuba siempre pudo comerciar con el Imperio Soviético y los países de su órbita, con China y demás naciones del mundo del “Socialismo Real”, y también con México y otros países que actuaron ante Cuba con independencia ante las políticas de los Estados Unidos. Después de más de 50 años de gobierno absoluto en Cuba, decir que sus fracasos y miserias no son responsablidad de Castro y su aristocracia (Fidel Castro, como todos los gobenantes comunistas, es un monarca) sino del “Imperialismo Yanqui” es una coartada, una excusa, ya no creíble. ¿Se acuerdan de las naciones agrarias de Europa Oriental arrasadas por la Segunda Guerra Mundial? Sufrieron en imperialismo soviético y después de muchas muertes y esclavitud, emergieron a la caída de la Unión Soviética como países con economías modernas o en transición a la modernidad, con grandes industrias y grandes sectores obreros en su población. No Cuba. Cuba no. Cuba, también después de muchas muertes y esclavitud, no tendrá industrias ni obreros cuando logre salir de la oscuridad. A otros con el cuento de la “Dictadura del Proletariado” que erradamente profetizó Karl Marx, lo que existió (y persiste en Cuba) fue la Dictadura del Partido Comunista, porque lso obreros jamás gobernaron, gobernaron los jerarcas de los Partidos Comunistas, como lo demostró el sindicato polaco “Solidaridad”: Un Sindicato de obreros para defenderse del Patrono, el Estado que decía ser gobernado por los obreros, pero su Presidente era un General del Ejército Polaco (subordinado al Ejército Soviético). Por eso Fidel se tituló “Comandante” y Raúl Castro es el General en Jefe del Ejército de Cuba ¿Ya entendieron? Y en cuanto a los gringos y la “digna lucha” de los reyes comunistas de Cuba, creeré en su realidad cuando intenten sacar a los Estados Unidos de la tierra cubana de Guantánamo, donde los Estados Unidos tienen una base militar con una cárcel donde torturan y cometen cuanta violación exista a los Derechos Humanos, pisoteando su propia Constitución (Pensar que los suecos, en un momento de locura, le dieron el Premio Nobel de la Paz a Obama, quien de candidato dijo que cerraría esa cárcel y de Presidente ratificó tamaña ignominia). Pero los Castro no son suicidas, si no lo intentaron en los tiempos de sus amos soviéticos, con todo y Guerra Fría, menos lo intentarán ahora.

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