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“Conozco mis biorritmos”. Una entrevista a Gustavo Cerati por Gerardo Guarache

Por Gerardo Guarache Ocque | 4 de septiembre, 2014

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Comenzaba el mes de mayo de 2010 cuando sonó uno de los teléfonos en la redacción del diario El Nacional. Quien llamaba no era cualquiera. Se trataba de uno de los máximos exponentes del rock y el pop en castellano. Un ídolo que un par de semanas después, tras el último concierto de su vida, sufriría un accidente cerebrovascular que lo dejaría en cama por el resto de sus días.

Gustavo Cerati se encontraba a punto de afrontar el último tramo de su gira Fuerza natural. Pasaría por Miami, Medellín y Bogotá antes de llegar a Caracas. Sonaba animado por lo que estaba generando su quinto álbum de estudio como solista, que llegaba justamente tras la frenética gira de reencuentro con sus compañeros de Soda Stéreo.

Quien estaba de este lado del teléfono experimentó un sobresalto. Nunca había escuchado su propio nombre pronunciado por una voz que él sí había escuchado miles de veces antes, pero en todas con una comunicación unidireccional: desde el iPod, desde el CD, desde la radio, desde Internet. Ahora, por primera y única vez, se trataría de una interacción. Una pregunta y una respuesta. Y otra. Y otra más.

¿Cómo enfrentas el hecho de producir un álbum, una obra con un sentido, unos mensajes y un leit motiv que los une, en una época donde, a causa de Internet y otros fenómenos, las canciones solas, los sencillos, cobran más fuerza?
La verdad es que apunté a eso sin proponérmelo de antemano. Me encontré con que las canciones tenían un sentido integral. Es un poco anacrónica la idea, en el sentido de hacia dónde van las agujas del reloj, pero uno siempre puede hacer una cosa diferente. Sacándolo en vinilo atraje curiosamente a un público más joven, pero sí hay cierto espíritu romántico setentista que flota sobre el disco. Eso lo busqué en el sonido, la idea, la tapa, el arte. No tengo presiones en ese aspecto, no me preocupa mucho. Seguramente ya está rodando por allí en mp3 o en algún shuffle, pero hago fuerzas para que trate de entenderse el mensaje general.

Después de Ahí vamos, que era un disco más concentrado en las rupturas y en las dificultades de pareja, en éste parecieras encontrar la calma. ¿Suscribes esa idea?
No soy una persona precisamente “calma”, pero las canciones me han funcionado como premonitoriamente en mi vida. Además, el ambiente en que las compuse no fue tan urbano como otros. Tiene un aire del campo, que nada tiene que ver con estar encerrado en un apartamento.

Sé que estuviste en Uruguay, frente al mar…
Sí, la mayoría de las canciones las hice ahí. Y esa realidad me influyó, pero no es algo que salga a la superficie, ¿viste? Hay gente que escribe sobre el mar y nunca lo conoció. En la temática estaba un poco cansado de hablar de relaciones y me acerqué a la idea de tocar temas más universales.

Ya venía una continuidad en solitario desde Bocanada hasta Ahí vamos, y luego llegó el reencuentro con Soda. ¿Crees que esa gira con tu banda de siempre tuvo algún efecto en el sonido y las temáticas de Fuerza Natural?
Sí. Sobre todo de una manera dialéctica. 2007 fue un año concentrado en la vuelta de Soda, lo cual hice con la misma pasión. No es que estuve escribiendo canciones mientras andaba en eso. Me dediqué completamente y después de Soda me tomé un tiempo, un poco a contramarcha de toda esa adrenalina. Sin embargo, es más dialéctico con respecto a Ahí vamos que a Soda. Ahí vamos es más de distorsiones, de power rock… pero aquí prepondera la psicoldelia, el folk, el blues, etcétera.

¿Qué hay detrás del uso del antifaz, el caballo? ¿Qué historia esconde?
[Risas] En realidad hace cierto tributo a las tapas de hipnosis que tanto me apasionaban, que llegaban a la Argentina después de 7 años, como las de Pink Floyd, que mostraban pinturas que parecieran reales pero eran cosas totalmente ficticias. Nos inspiramos en ellas. Luego estuve viendo una película que se llama Special sobre un tipo que se creía superhéroe, pero sólo él: nadie más lo creía. Y me sirvió una línea del diálogo en la que hablaban de fuerzas naturales. De modo que de ahí tomé el título y la imagen de un caballero apocalíptico y misterioso, que podía ser yo o alguien más.

¿Cómo has sentido Fuerza Natural en directo?
Ya estuvimos en el interior de Argentina y, después de esta pausa, estaremos en Perú, Estados Unidos, Colombia y Venezuela. Será como el 2.0 de Fuerza Natural. Desde que salió empecé a tocar y se trata de un tipo de show que se mantiene, pero está un poco reformado. La primera parte dominada por Fuerza Natural y luego me paseo por otros discos.

¿Qué caracteriza a esta gira? ¿Qué la diferencia de las anteriores?
Hay mayor amplitud tímbrica. Somos tres guitarristas en vivo y lo hago porque trato de usar la menor cantidad de pistas. El disco tiene muchos arreglos, guitarras acústicas, eléctricas, slide… y, además de Richard Coleman, estarán Gonzalo Córdoba y Anita Álvarez haciendo coros. Por eso hay más riqueza en posibilidades para hacer las nuevas y para reversionar temas de discos anteriores. Tenemos un repertorio bastante variado.

¿Qué te gusta de Caracas?
La ciudad siempre me ha parecido interesante porque es como un enclave de cemento futurista en el medio de la selva y ese verdor sigue luchando. Pero cuando hablo de Caracas no puedo olvidarme de las amistades que he ido cosechando. En principio tengo la intención de conocer lugares. No soy una persona a la que le guste quedarse en los hoteles. He estado en Los Roques y en Choroní, porque las ciudades a veces nos asfixian. En Caracas te aprisiona el tránsito, pero el mar y la selva están por ahí cerca…

Cada vez que vienes dejas historias de gente que te ha visto comiendo arepas por aquí o tomando cervezas por allá…
[Carcajadas] Sí, vos no me vas a ver encerrado. En general trato de salir. Es una oportunidad única que tengo en la vida. Además: cuando conozco más, me siento más en casa. Entonces soy el primer arengador, como decimos por acá, que levanta la polvareda para ir a algún lado.

¿Sientes que se va complicando la construcción del set-list, ahora que posees un repertorio, independiente de Soda, mucho más amplio?
Ya tener, a ver…. Amor Amarillo, Bocanada, Siempre es hoy, Ahí vamos y Fuerza Natural… me cuesta más conformar un poco a todas las épocas. Pero por otro lado está buenísimo, porque tengo muchas opciones. Por ejemplo: ahora no estoy tocando de Soda y a la gente no parece molestarte nada.

Claro, era distinto antes de Me verás volver
Exacto. Me saqué el gusto y la gente lo recibió placenteramente. La otra cosa es que no tengo el prejuicio que tenía al principio, que quería como escapar de la idea de Soda. Con eso cumplimos.

¿Existe algún proyecto que hayas tenido en mente por mucho tiempo? ¿Algún anhelo artístico que hayas engavetado por causa de las circunstancias?
A veces tengo la idea de hacer cosas que se desprendan de esa línea del tiempo, pero la agenda no me permite abordarlas de inmediato. Son proyectos que tienen otra forma, para no llamar mucho la atención. Por ejemplo: me gusta mucho lo electrónico. Incluso, he estado en Caracas tocando con Roken, con Leandro (Fresco), pero la verdad es no tengo mucho tiempo. Ahora estoy con Fuerza Natural y luego veremos qué pasa.

¿Cómo te sentiste después de participar en el evento “Argentina abraza a Chile”?
Muy impresionado de que el argentino… a ver: en los países limítrofes no hay enemistad real entre las personas, pero hay una especie de pica. Creo que ocurre entre ustedes y Colombia. Es como que somos hermanos, pero nos estamos codeando todo el tiempo. Y con Chile hay algo de eso. Entonces, ver a miles de personas con banderas de Chile y cientos de miles de kilos alimentos me hizo sentir realmente bien, muy contento de ser parte de este pueblo, que no me pasa muy seguido. No hubo nada político en el medio, nada que no fuera movido por nosotros mismos. Fue muy lindo y me dio la sensación de que si ocurren cosas de este tipo no hay diferencias entre nosotros.

Fito Páez habló de una cosa que él llamó “proceso de aniquilación cultural”, comparando un poco los espacios gigantes que tienen artistas como Ricardo Arjona al lado de otros como Charly García. ¿Crees que exista tal proceso?
La verdad es que no… no sé… es obvio que prefiero a Charly, no porque sea argentino, sino porque esta más cercano musicalmente. Pero siempre hemos coexistido con cosas más lazy, mas vagas, con más intenciones comerciales. Es mejor mirar a otro lado. La gente va a verlo quizá porque le gusta. ¿No? Fito es un artista al que quiero y admiro profundamente, pero fue desafortunado el comentario. Aunque quizás no… porque está promocionando su disco (Más carcajadas).

¿Cómo enfrentas los momentos de agotamiento creativo? ¿Llega un punto donde te aburren tus propias ideas?
¡Uy! Tantas veces! No tanto agotado, sino que me he sentido en blanco, como preguntándome “¿Y ahora qué?” Pero con el tiempo he notado que conozco mis biorritmos y he aprendido a esperar, porque no vale la pena forzar algo que no se da naturalmente. Después de Soda estuve casi un año sin hacer nada. Ni una sola canción. Esperaba que mi antena se renovara. Afortunadamente, no tengo que correr detrás de nada. Si viene, maravilloso. Si no viene, pues me dedicaré a hacer cuadros, ¿qué sé yo? Ya no es algo tan vital como antes. Al margen de todo eso, siento que Fuerza Natural es un paso adelante, es un disco diferente y eso me complace.

***

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Gerardo Guarache Ocque Periodista y músico, especialista en el ámbito del espectáculo, la crónica de concierto y la historia de la música popular. Puede seguirlo en cu cuenta de Twitter @gagueando

Comentarios (3)

Jorge Núñez
5 de septiembre, 2014

Se fue a “Un millón de años luz”, pero dejó su “Música ligera” a quiénes seguimos su “Canción Animal” nos permitió ver un pionero del rock iberoamericano a través de su “Persiana Americana” mostrando a nuevas generaciones de bandas latinas el “Zoom” de como hacer música “En la Ciudad de la furia” su “Adios” me “Volvió mi cabeza como un revólver” pero nos dejaste tu “Fuerza Natural” Venezuela tuvo el privilegio de ver y disfrutar su último espectáculo. Gracias totales, Cerati

José Alberto Gómez Ocanto
6 de septiembre, 2014

Muy buenas preguntas. Inteligentísimas respuestas. Una grandísima pena que nunca mas puedan haber otras preguntas y, sobre todo, otras respuestas; una gran pena.

Rosa
21 de septiembre, 2014

Que buena entrevista, es oirlo. Te quiero

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