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Julio Coco y Marea Socialista: ¿Rebelión en las bases del chavismo y la oposición?; por Franz von Bergen

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“Hay una lucha de abajo hacia arriba”, dice uno. “Es una lucha de bases contra castas”, comenta el otro. En la oposición o en el chavismo, militantes de a pie están expresando disconformidad frente a sus respectivas dirigencias. Consideran que aquellas están tomando decisiones de manera arbitraria, sin respetar los métodos democráticos.

Julio Jiménez, mejor conocido como Julio Coco, es un dirigente social que saltó a la fama el 12 de febrero del 2014, cuando publicó en Internet un video en el que hablaba de la situación del país el día en que estallaron las protestas de calle contra el gobierno de Nicolás Maduro. Dicha presentación se viralizó en la web y le valió una invitación a CNN que lo catapultó al centro de la opinión pública. Se declara disidente e indica que en la Mesa de la Unidad Democrática el problema está en los partidos políticos que la integran.

 “Cuando ves los secretarios generales, los únicos elegidos por las bases son los de Voluntad Popular y La Causa R. El problema es sustituir a los secretarios generales de los partidos, pero eso es un asunto interno de cada organización. Se complica porque hay represión interna en las toldas. Chávez legó un método de hacer política que tiene mucho que ver con el caudillismo, el consenso por encima del voto democrático y la falta de debate. Eso se ve también en los partidos, con secretarios generales eternos como Henry Ramos Allup, que nunca fue electo en AD, u Omar Barboza en Un Nuevo Tiempo. No es nada distinto a Chávez”, dice.

Por su parte, Heiber Barreto, militante del PSUV y miembro de la corriente denominada Marea Socialista, ve en su partido un panorama similar. “Murió Chávez y parece que con él se fue la democracia. En el partido se impuso una línea estalinista. Primero se eliminaron las primarias para elegir los candidatos a alcalde, luego se arremetió contra quienes protestaron y ahora suspendieron a Navarro sin una investigación”, asevera.

La situación hace que Julio Coco, quien hasta el año pasado militara en Bandera Roja y ahora trabaja en la construcción de un “movimiento ciudadano”, piense que la polarización se está empezando a romper. Desde febrero ha participado en más de 100 asambleas populares en 11 estados, lo que le ha dado la idea de que en el país lo que hay realmente es una “fragmentación”.

“Tanto chavismo como oposición tienen divisiones internas y ya no son dos grandes bloques unidos”, diagnostica. “Cuando hablas con militantes de base de Acción Democrática, Voluntad Popular o de cualquiera de esos partidos, te das cuenta de que todos estamos de acuerdo. El problema se da entre la dirigencia, no en la base. Eso genera que haya una lucha de abajo hacia arriba”.

El dirigente se atreve a decir entonces que se están gestando las condiciones para una “insurgencia” de las bases contra todo liderazgo establecido: “Es un escenario parecido al de 1998, aunque ahora es más difícil porque la represión del gobierno de Rafael Caldera no era tan fuerte y no estaban presentes las mafias delincuentes del narcotráfico que hay ahora”.

Las soluciones

Curiosamente, la fórmula concebida por dirigentes de oposición y por el PSUV para reanimar sus vínculos con las bases es la misma: congresos.

Sectores de la MUD lanzaron esta semana la propuesta del Congreso Ciudadano, una reunión que se realizaría en octubre luego de desarrollar varias reuniones preparatorias, según ubicación geográfica y sector social. La iniciativa fue de la organización Vente Venezuela, de María Corina Machado, y es respaldada por Voluntad Popular y Alianza Bravo Pueblo. Organizaciones importantes de la MUD, como Primero Justicia y Acción Democrática, decidieron no plegarse.

Julio Coco considera que la idea es “maravillosa” porque es el momento del activismo político y se debe “politizar” la sociedad. Sin embargo, le preocupa que, a su juicio, no haya habido un pronunciamiento claro sobre los alcances del mismo. “Estuve en el acto y no se planteó la propuesta completamente. No se dijo qué es el Congreso, cuáles son sus objetivos, su estrategia, ni su metodología”.

“Mientras eso siga así, es difícil decidir si apoyarlo o no. Si sólo es marketing político y el apoyo a un grupo de partidos, generará falsas expectativas y, cuando fracase, habrá más decepción”, alerta.

Por su parte, el Congreso del PSUV ya pasó y, en la opinión de muchos dirigentes, terminó haciendo poco por subsanar los problemas que afectan a las bases del partido.

“El tema de los métodos de elección no quedó resuelto y se está confiscando la conducción del partido a los sectores populares. Hay que revisar los métodos, tampoco es sólo llamar a primarias, tienen que ser procesos con equidad y que no estén al servicio de determinados candidatos. El pueblo chavista se está manifestando y quiere ser consultado. Se acabó aquello de dejar de señalar cosas”, dijo la semana pasada durante una rueda de prensa Gonzalo Gómez, coordinador nacional de Marea Socialista.

Ese movimiento ya ha llamado la atención de un sector de la dirigencia del partido de gobierno. Al encuentro del viernes pasado asistió como “observadora” la diputada del Parlamento Latinoamericano Ana Elisa Osorio, miembro de la Dirección Nacional del PSUV, quien se solidarizara con el ex ministro Héctor Navarro, expulsado por la dirigencia oficialista y quien además exhortara al presidente Maduro a desempolvar la Ley contra la corrupción para castigar a los corruptos: “Esos son los grandes traidores a la Revolución”.

La parlamentaria explicó que la Directiva de la organización no ha sido convocada desde hace meses, ni siquiera para discutir las conclusiones del III Congreso Socialista. La única reunión que hubo con posterioridad a ese encuentro fue la del presidente Nicolás Maduro con el Buró Político, integrado por unos pocos dirigentes de la Dirección Nacional. Ana Elisa Osorio volvió a pronunciarse este lunes a través de las redes sociales sobre las protestas en Sidor, pidiendo a Nicolás Maduro, parar la agresión de la GNB. “Presidente pare la agresión de la GNB dentro de SIDOR los trabajadores no son nuestros enemigos“, tuiteó.

Próximo reto

La selección de candidatos para las elecciones Parlamentarias pudiese ser el punto de inflexión en esta pretendida lucha de bases contra “cogollos”. En 2010, el PSUV realizó elecciones primarias para escoger a sus nominados, al igual que hizo la MUD en algunos circuitos.

Desde entonces, el PSUV no ha hecho consultas internas para escoger a postulados para cargos públicos, a la vez que la oposición realizó una primaria para seleccionar a sus nominados para los comicios presidenciales, de gobernadores y de alcaldes.

Mientras tanto, la voz de Julio Coco insiste en que las dirigencias de oposición y chavismo tienen un pacto no escrito ni acordado: “Es una táctica que les conviene porque ellos no pretenden ser sustituidos en la dirigencia. Mantienen la lucha entre ellos dos para que no surja ningún factor que pueda desplazarlos. No quieren competencia. Si los liderazgos sociales adquieren relevancia, se constituirían nuevas organizaciones de lucha, lo que afectaría al estatus quo. La oposición dejaría de ser la dirigencia pública de las tendencias que enfrentan al Gobierno, y por el otro lado, el Gobierno chocaría entonces contra un nuevo liderazgo que sí podría desplazarlo”.