Los protagonistas de esta historia son Felipe y Rafael, dos hombres que, a principios de julio y bajo el inclemente sol de la provincia de Sevilla, decidieron que el camino que han recorrido juntos desde hace más de 6 años haría una importante escala frente a un juzgado. Querían decir “Sí quiero” y había llegado el momento.
Ambos pertenecen a lo que en la cultura GLBT se denomina “la comunidad de los osos”. Dos hombres enormes (nunca mejor dicho), con barrigas prominentes, vello facial y actitud masculina. Se conocieron y enamoraron tal y como muchos de nosotros lo hemos hecho en este siglo XXI: por Internet. Digamos que estaba escrito en los designios del ciberespacio. Fue amor desde el primer momento, porque desde aquel día en que Felipe le propuso a Rafael encontrarse en un bar de Huelva para verse, no se separaron más.
Ahora viven en Bollullos de la Mitación, una pequeña población del Aljarafe sevillano, a unos diez minutos al oeste de la ciudad. Pero, por cuestiones legales (la residencia oficial de Felipe era en Huelva), el matrimonio se efectuaría en el edificio del juzgado de esta ciudad portuaria. Así que salimos desde Bollullos muy temprano en la mañana, con todo lo necesario para realizar la celebración.
Ya en el piso, los novios se tomaron el tiempo necesario para acomodarse. Obviamos la famosa regla de que el novio no puede ver a la novia antes de la ceremonia, quizás por una razón bastante obvia: no había novia, sólo dos hombres queriendo ratificar el amor que se profesan.
Antes de llegar al juzgado, había que hacer otra parada importante: era el momento de las fotos de los novios. Querían hacerlas en el Muelle del Tinto, en las riveras del río Odiel, lugar frecuentado por los recién casados por lo impresionante de su estructura, inspirada en la obra de Gustave Eiffel. Caminamos un rato por la hermosa edificación de metal y madera. Ellos tomados de la mano, nosotros intentando capturar cada momento. Y, sobre todo, cada gesto, cada mirada. Esos instantes en los que la felicidad puede percibirse con tan solo respirar.
Los nervios típicos de un día como éste hicieron que llegáramos al juzgado casi con una hora de antelación. La familia apareció a cuentagotas. Saludos, abrazos, besos por duplicado (en España es normal saludarse con besos en ambas mejillas) y la sonrisa nerviosa de los novios dio paso a la ceremonia, breve pero muy emotiva para unir a la pareja en matrimonio.
Grandote, como es, pudimos ver a Rafael llorando de alegría. Es raro ver a un hombre de casi dos metros de alto y 140 kilos, con un vozarrón de trueno, llorando. Pero cuando ves su cara y su sonrisa te das cuenta que detrás de la mole hay un muchacho bonachón enorme, con un corazón tan grande como él. Un hombretón que se desvive por Felipe, su hombre ideal, perfecto, “dibujaíto”, como Rafael lo describió para nosotros.
Felipe no lloró. Al menos que nosotros pudiésemos notarlo. Pero hay algo en su gesto que te dice lo feliz que está de haber encontrado a un hombre como Rafael. Es que tienen que verlos, la forma como se miran a los ojos. El amor en ellos es una energía tangible, palpable. Se miran y uno puede llegar a sentirse testigo de un momento más bien íntimo y te preguntas si está bien estar ahí, si lo lógico no sería escapar de allí sin ser notado para dejarlos solos explorando ese sentimiento que se transmiten con una mirada.
No faltó el arroz para desear toda la felicidad a los nuevos esposos. Son tradiciones que se repiten porque abundancia queremos todos, y más aún cuando en España se sigue respirando el olor de una crisis que tardará un buen tiempo en despegarse de la memoria. Lamentablemente, el sur de España sigue siendo la zona con el mayor índice de paro o desempleo y, aunque los números hablen de una posible recuperación, los ánimos aún están caldeados.
Un bar de tapas sirvió para sellar con un brindis la alegría que acompañó esta calurosa jornada. Regresamos a Bollullos ya tarde, cuando el sol caía en el horizonte dándole al cielo sevillano las razones por las cuales todos admiran los colores de esta hermosa región española.
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