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8 claves para entender qué cambió en el PSUV con el III Congreso; por Franz von Bergen

Por Franz Von Bergen | 1 de agosto, 2014

congreso PSUV 640

El III Congreso Socialista del PSUV cerró con un acto en el Cuartel de la Montaña. Se aprobaron distintas decisiones que servirán para fortalecer a la cúpula que dirige el partido, a la vez que se anunciaron medidas que fusionan estructuras de la organización partidista con instancias del Estado, lo cual desdice abiertamente del marco constitucional venezolano.

No todo fue predecible y la reunión también arrojó algunas sorpresas que podrían debilitar las parcelas de poder de algunos dirigentes del chavismo. De igual forma, quedó en evidencia el descontento que existe en un sector de las bases por la situación política actual.

A continuación, 8 aspectos clave que dejó el encuentro partidista:

1. Reforzamiento de la cúpula dirigente. Nicolás Maduro, elegido presidente del PSUV durante el Congreso, propuso que se ratificara el Alto Mando Político como una “necesidad de la revolución”. El pedido viene a dar legitimidad a una estructura que en los últimos tiempos reemplazó a la Dirección Nacional del partido, según denunció el ex ministro Héctor Navarro en una carta dirigida al Tribunal Disciplinario de la organización, el cual lo había expulsado días antes por defender al defenestrado Jorge Giordani. Hasta ahora, el espacio ha estado integrado por miembros de la Directiva del partido vinculados al propio Maduro y al presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, cuyos grupos están en estrecha alianza y controlan el partido y el gobierno.

Fuentes diversas coinciden en que la Dirección Nacional, integrada por 31 dirigentes, está actualmente dividida en 4 segmentos: el de Maduro y Cabello, el de algunos dirigentes con liderazgos regionales pero sin fuerza nacional (caso de Francisco Arias Cárdenas), un grupo alejado del poder, molesto porque considera que no se está respetando el legado de Chávez (Héctor Navarro y diputados como Rodrigo Cabezas y Freddy Bernal) y dirigentes distanciados de la toma de decisiones a todo nivel (Vanessa Davies o Noelí Pocaterra).

2. Mantenimiento del derecho al “dedazo”. En su intervención como vicepresidente de la región Sur del partido, el ministro Héctor Rodríguez indicó que uno de los elementos que causó mayor debate en las bases durante los meses de preparación del Congreso fue el artículo 5 de los estatutos del partido, el cual habla de los métodos de elección de autoridades y toma de decisiones.

El mencionado apartado permite que se aprueben nombramientos y medidas por consenso, lo que causó especial malestar en la militancia durante la selección de candidatos a alcalde el año pasado. En el Congreso, Maduro anunció que ese método de elección sería eliminado en lo parroquial, municipal y regional, pudiendo sólo ser aplicado por el presidente de la tolda o la Directiva para decisiones nacionales.

La situación reviste especial importancia debido a que las autoridades de la organización deben ser renovadas en lo queda de año. Manteniendo su derecho al “dedazo”, Maduro podrá elegir a su antojo la Dirección Nacional completa si así lo quisiere. Esto es importante porque podrían quedar de lado varias figuras de segmentos que ahora resultan incómodos.

3. Militarización de la tolda. Nicolás Maduro fue investido como presidente de la organización por Cabello en una pequeña ceremonia previa a la clausura del Congreso. Se le entregó la bandera del PSUV con un protocolo parecido al de una transmisión de mando militar.

Esa escena no fue el único detalle que dejó entrever un acercamiento del elemento castrense al partido. Una de las 8 tareas que propuso el presidente Maduro a los delegados fue “asumir el carácter cívico-militar de la revolución bolivariana”.

Ese carácter quedó luego demostrado por un hecho concreto: el anuncio de la entrada al partido del ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, y del ex comandante de la Armada, Guillermo Pinto Blanco. Hasta ahora, los civiles han predominado en los puestos de mando de la organización (sólo 16% de los miembros de la Dirección Nacional son militares). En el Alto Gobierno la situación es diferente y habrá que esperar a ver si eso se empieza a repetir.

4. Fusión con el Estado. En la clausura del Congreso se anunció que las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (UBCH), la estructura de base del PSUV, serán incorporadas a todas las políticas del Gobierno, tarea para la cual fue encargado el primer vicepresidente del partido, Diosdado Cabello.

Maduro explicó que formarán parte de la “Gran Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor” y tendrán que identificar problemas en sus comunidades que deban ser resueltos. La medida viola la Constitución, la cual no permite que un partido político forme parte activa del Gobierno. Ni siquiera acepta el financiamiento público de las organizaciones con fines políticos.

Así mismo, durante el Congreso se dio a los delegados la oportunidad de interpelar a distintos ministros del Ejecutivo, prerrogativa negada reiteradamente a los diputados de oposición dentro de la Asamblea Nacional. También se anunciaron políticas de Estado y se pidió que las UBCH debatir sobre un posible aumento del precio de la gasolina. Tales acciones, se comenta, sirven para dar cierta legitimidad popular a las medidas económicas que está estudiando el Gobierno.

5. Sin lugar para la contraloría. Antes del Congreso, dirigentes de base debatían sobre la idoneidad de que los jefes del partido sean los mismos funcionarios que ocupan cargos dentro de la cúpula del Estado. “¿Cómo puede haber contraloría así?”, se llegó a preguntar Rubén Mendoza, líder de los Círculos Bolivarianos y miembro del PSUV.

Héctor Rodríguez admitió que ese fue otro debate fuerte dentro de las UBCH. Sin embargo, se zanjó sin mayores cambios. “Se concluyó que los mejores deben dirigir el partido, sin importar quiénes sean”, señaló el ministro.

De esta forma, el presidente de Venezuela volverá a ser el presidente del PSUV y cada gobernador, en caso de ser chavista, seguirá siendo el líder de la tolda en su estado. Esto evita que la organización se pueda convertir en un ente vigilante de las acciones de sus militantes en el poder.

6. Desánimo. Un mes antes del Congreso, solicitaron que las 13.686 UBCH existentes en el país enviaran cada una 10 propuestas de gobierno al presidente Maduro. Durante la reunión, Yelitze Santaella, gobernadora de Monagas y miembro de la Dirección Nacional, informó que llegaron 25.632 recomendaciones.

Si cada UBCH hubiese mandado sus 10 propuestas, tenían que haberse sumado más de 136.000. Sin embargo, se alcanzó sólo el 18,6% de la cifra solicitada. Con la participación en las primarias para elegir a los delegados pasó algo similar: 7,6 millones de militantes fueron convocados y votaron sólo alrededor de 1,3 millones, 17,1%. Observadores internos explican que tales números son reflejo del desánimo que ha surgido en las bases ante la reducción de espacios democráticos dentro de la tolda.

No es de extrañar entonces que una de las propuestas que se llevó al Congreso fue la de incrementar los tribunales disciplinarios del partido para que tengan responsables por UBCH, parroquia, municipio y estado, pudiendo así tomar decisiones más expeditas. El partido no ha anunciado oficialmente si esta idea fue aprobada.

7. Los dirigentes perdedores. La Juventud del PSUV (JPSUV) había solicitado que se incrementara a 35 años la edad hasta la cual los militantes del partido pueden pertenecer a esa instancia. El pedido podía atribuirse a que más del 60% de los directivos de esa instancia tienen más de 30 años, la edad límite actual. Por consiguiente, el rechazo de la medida implicaría que figuras como los ministros Héctor Rodríguez y Víctor Clark deban abandonar tal espacio de poder.

El domingo, durante los discursos de los vicepresidentes regionales, se dio un contrapunteo interesante, con 2 regiones rechazando la solicitud y 3 apoyándola, entre ellas la de Rodríguez y la del gobernador Tareck El Aissami, que tiene varios cuadros cercanos dentro de la JPSUV. Finalmente, no se dio un anuncio oficial sobre el asunto, pero no se mencionó que se reformarían los estatutos en esta materia, lo que da a entender que el límite de edad quedará en 30.

Por otra parte, el diputado Jesús Farías fue otro de los dirigentes perdedores. Hasta la realización del Congreso dirigía el Sistema de Formación del partido, el cual pasa ahora a manos de la ex ministra María Cristina Iglesias.

8. Reciclaje de propuestas. Una serie de anuncios hechos por el presidente Maduro son reediciones de propuestas ya aprobadas con anterioridad por el partido y que no han sido activadas hasta ahora. Un ejemplo es la creación de la Escuela de Formación, tema ya debatido en el Congreso de 2010. De igual forma, el presidente pidió que el Congreso pueda ser llamado a sesión en caso de que se necesite, algo que está en los estatutos desde hace cuatro años.

Del miso modo, el presidente anunció que serían renovadas todas las autoridades de la organización, cosa que se ha debido hacer desde hace un año, cuando se venció el periodo de la actual Dirección Nacional.

***

LEA TAMBIÉN: Estas son las 32 decisiones tomadas en el III Congreso del PSUV #MonitorProdavinci

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Franz Von Bergen 

Comentarios (2)

Jorge Núñez
1 de agosto, 2014

Cito: “Del mismo modo, el presidente anunció que serían renovadas todas las autoridades de la organización, cosa que se ha debido hacer desde hace un año, cuando se venció el periodo de la actual Dirección Nacional.”

Sin embargo, la cúpula del PSUV seguirá gerenciada por los poderosos, Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, quienes no aceptan renovación alguna y solo desean enquistarse en los cargos de poder.

javier monzon
2 de agosto, 2014

Todos los eventos de inspiracion castrocomunista, sean partidistas, infantiles, o deportivos, tienen el mismo corte militar: entrega de banderas; himnos; caras serias, etc. Son muy similares a los vistos en los noticieros, y que se realizaban en la Alemania Nazi, o en la Rusia Stalinista. Todo es puro teatro, y detras de eso, mucha corrupcion, robos y abusos de poder.

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