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Bronnie Ware es una enfermera australiana que pasó muchos años trabajando en cuidados paliativos, atendiendo pacientes terminales durante sus últimas semanas de vida. En esa etapa profesional, reunió los comentarios de los pacientes desahuciados en un libro llamado The Top Five Regrets of the Dying. Las recopilaciones de Ware revelan la claridad y el sentido de realidad que las personas adquieren al final de sus vidas. Aquí presentamos las grandes coincidencias que Susie Steiner resaltó sobre este trabajo en The Guardian.
1. Habría querido tener el valor de vivir una vida siendo fiel a mí mismo y no la vida que otros esperaban de mi. “Éste fue el arrepentimiento más común de todos. Cuando la gente descubre que su vida está por terminar y voltea a mirar claramente, es fácil ver muchos sueños que no se cumplieron. La mayoría de las personas no cumplieron ni la mitad de sus sueños y tuvieron que morir sabiendo que fue por las decisiones que tomaron o las que no tomaron. La salud trae una libertad que poco imaginan, hasta que ya no la tienen”.
2. Habría querido trabajar menos duro. “Esto lo dijo un paciente hombre que cuidé. Ellos extrañaban la juventud de sus hijos. Las mujeres también hablaron de este arrepentimiento, pero la mayoría de ellas no eran sostén de familia. Todos los hombres que cuidé se sentían profundamente arrepentidos de pasar tanto tiempo de sus vidas en la faena de una existencia de trabajo”.
3. Habría querido tener el valor de expresar mis sentimientos. “Muchas personas reprimen sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás. Como resultado se acomodaron en una existencia mediocre y nunca llegaron a ser quienes realmente eran capaces de ser. Muchos desarrollaron enfermedades relativas a la amargura y el resentimiento que cargaban como resultado”.
4. Habría querido mantener el contacto con mis amigos. “A menudo ellos no reconocen todos los beneficios de los viejos amigos hasta llegar a sus últimas semanas, cuando era imposible contactarlos. Muchos se habían encerrado tanto en sus propias vidas que dejaron que sus mejores amistades se perdieran en el tiempo. Hubo muchos arrepentimientos profundos por no dar a las amistades el tiempo y el esfuerzo que merecían. Todos extrañan a sus amigos cuando se están muriendo”.
5. Habría querido permitirme ser feliz. “Esto es sorprendentemente común. Muchos no se dieron cuenta hasta el final que la felicidad es una elección. Ellos se acomodaron a patrones y hábitos. El llamado confort de la familiaridad desbordó tanto sus emociones como sus vidas físicas. El temor al cambio los hizo pretender que estaban satisfechos frente a los demás y frente a sí mismos, cuando en el fondo añoraban reír propiamente y recuperar la levedad en su vida”.
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Para leer la entrada completa de Susie Steiner en The Guardian haga click acá.
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27 de mayo, 2014
Aunque me sucedieron casi todas las cosas más malas que le pueden ocurrir a una persona, estoy satisfecho con la vida que me toco vivir y de la cual me falta poco para despedirme en sana paz. No tuve la suerte de vivir mucho tiempo en un hogar debidamente constituido por lo que carecí de la debida orientación paternal para decidir lo concerniente a mi futuro. Por ejemplo, cuando me gradué de bachiller decidí estudiar ingeniería por que me gustaba, a pesar de que le tenía pánico a las matemáticas, pero como sí tenía fuerza de voluntad (a Dios gracias), lo primero que hice fue agarrar el álgebra de Baldor y estudiarla línea por línea (menos mal que no existían los tests vocacionales, je, je). Lo que sí lamento un poco es haber perdido casi totalmente el contacto con compañeros de estudio y de trabajo. En los EE.UU. están bastante avanzados en la organización de sociedades de ex empleados, incluyendo encuentros anuales y similares, lo cual es bueno para cualquier país. En resumen, no tengo nada de que arrepentirme, excepto por una cierta afición a la vida nocturna, lo cual, sin embargo, no era tan peligroso como en la actualidad. (Al margen: releyendo el artículo siento la necesidad de expresar que para mí el haber trabajado de día y de noche en instalaciones petroleras de todo el país me llena de satisfacción).
27 de mayo, 2014
Disculpen, la palabra inglesa click no lleva la letra “k” en el idioma español(clic).
28 de mayo, 2014
Interesante aporte de la Sra.Ware.Quiero aprovechar este espacio para advertir a los muchos familiares y amigos de enfermos,con diagnostico de ENFERMEDAD TERMINAL,que siempre hay tiempo para buscar orientacion y mejores actitudes hacia ellos.Por ello les aconsejo la lectura de LA RUEDA DE LA VIDA y SOBRE LA MUERTE Y LOS MORIBUNDOS.Ambos de la Dra.Elisabet Kubler-Ross,psiquiatra y muy acuciosa investigadora,ademas de muy particular amiga,para los pacientes en esta condicion.Siempre he sido de la opinion que no hay paciente mas maltratado que estos,bien por parte de sus medicos tratantes y por si fuera poco,por su propio grupo familiar.En este particular la lectura de la Dra.Kubler-Ross,me ratifico la impresion.Por esa sencilla razon les invito a esta lectura y procurar mejores momentos para ese familiar u amigo que desde hace rato navega en esas aguas turbulentas.Mil gracias por los que puedan concederme atencion y mucho mejor que eso,¡PROCEDER EN CONSECUENCIA!
29 de mayo, 2014
Bueno si solo eso es de los que nos arrepentimos al final de la vida yo morire en paz. Mi vida no seria excesional pero al menos he sido lo mas importate.. Leal a mi misma y a mis sentimientos no me reprimo ni dejo de vivir por nadie mas. Entonces me voy feliz!!!!
29 de mayo, 2014
Bueno si solo eso es de los que nos arrepentimos al final de la vida yo morire en paz. Mi vida no seria excesional pero al menos he sido lo mas importante.. Leal a mi misma y a mis sentimientos no me reprimo ni dejo de vivir por nadie mas. Entonces me voy feliz!!!!
29 de mayo, 2014
Es triste llegar al final de tus días con una enfermedad terminal y sentir que no has podido hacer realidad por lo menos la mitad de tus sueños y estar satisfecho contigo mismo, con tu familia y tus amigos más cercanos hay que aprender a vivir para no llegar a decir que ya es demasiado tarde…
29 de mayo, 2014
me arrepentiría por haber ofendido a Dios con cualquiera de mis acciones y sentirme en completa confianza en mi creador para agradecerle la dicha de haber vivido y morir feliz.
30 de mayo, 2014
Lo que más me extraña de estas personas que le han hecho sus confesiones a esa enfermera, es que ninguna haya dicho: debí haber tenido una completa conversión con Dios y haberle dado gracias por todos los momentos felices y por todo lo que le había dado, haber ayudado a cualquier persona necesitada. Ojalá que no hayan dicho eso, porque ellos lo hicieron.