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Colombia: ¿Qué se espera de la segunda vuelta?

Por Prodavinci | 26 de mayo, 2014

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No hubo madrugón ni sorpresas. Lo que las encuestas predecían en las últimas consultas se hizo patente ayer domingo en los comicios. Óscar Iván Zuluaga, el candidato del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, ganó la consulta electoral con 3.759.784 votos (29,26%) frente al presidente Juan Manuel Santos, quien obtuvo el segundo lugar y la posibilidad de disputarle al hoy más votado la presidencia en segunda vuelta. Santos obtuvo 3.300.020 sufragios (25,68%), en un país cuya participación electoral es más bien baja y donde no es obligatorio votar.

La abstención superó a los cinco candidatos presidenciales. Apenas sufragó un 39.61% de los 32.9 millones de colombianos con capacidad de hacerlo.

Las sorpresas resultaron mezquinas. La principal fue acaso el último lugar que ocupó el otrora alcalde de Bogotá y candidato de la Alianza Verde, Enrique Peñalosa, a quien ciertas encuestas situaron en algún momento como posible candidato a la segunda vuelta. Pues obtuvo apenas un 8.32% de los sufragios.

Por detrás de Zuluaga y de Santos se ubicó Marta Lucía Ramírez, del Partido Conservador, con un 15.56 %, seguida de la candidata del Polo Democrático, Clara López, con 15.27%.

La segunda contienda, pautada para el próximo 15 de junio se definirá, de acuerdo al común de los observadores, según dos variables fundamentales. La primera, el apoyo o rechazo que los ciudadanos otorguen a las negociaciones que el gobierno de Santos adelanta en Cuba con la guerrilla de las FARC. Se sabe que Uribe y Zuluaga han sembrado la preocupación de que los líderes rebeldes, con la anuencia del gobierno, no tendrán que rendir cuentas por los crímenes cometidos durante la guerra. Ello ha minado la confianza en las negociaciones. Mientras, Santos vende con los acuerdos, la paz que Colombia ha añorado desde hace décadas, y que pondría fin a medio siglo de conflicto armado.

La segunda variable concede el desenlace a las alianzas que conquisten los candidatos y sus comandos con las fuerzas derrotadas en la primera vuelta, a saber: Marta Lucía Ramírez candidata del Partido Conservador, Clara López, candidata de la izquierda por Polo Democrático, y Enrique Peñalosa, de Alianza Verde.

Hay tendencias más o menos claras. Sobre el Partido Conservador, que obtuvo la tercera mayor votación, se enfilan las expectativas de Zuluaga para consolidar su victoria parcial del domingo. Su candidata, Marta Lucía Ramírez, indicó que “le estamos diciendo adiós al país de la mermelada”, en clara alusión a Santos, y se mostró partidaria de implementar el voto obligatorio para reducir las cifras de abstención.

Por su parte, el Polo Democrático es enemigo del cierre del camino pacífico y saluda las negociaciones Gobierno-FARC, por lo que podría esperarse un apoyo abierto o sugerido al presidente Santos. Los verdes anunciaron de boca de su candidato, que muy pronto se pronunciarían sobre apoyar o no a alguno de los finalistas. “Será decidido de manera colectiva con el equipo que hemos construido”, declaró Peñalosa. En tal sentido, Antonio Sanguino, compañero suyo, sostuvo que nada definitivo está dicho y es posible que se abstengan de apoyar a alguno de los dos. “En el tema de paz, tenemos más coincidencias con Santos, pero en la forma de hacer política, tenemos la misma distancia con Santos y Uribe o Zuluaga”. Todo indica que el resultado de las adhesiones sobrevendrá de los pactos que Santos y Zuluaga logren adelantar con dichas fuerzas.

La recta final de la campaña estuvo marcada por dos escándalos de guerra sucia en los que se vieron involucrados los dos principales comandos: el primero, cuando el diario El Espectador y el columnista Daniel Coronell, dieron a conocer una versión según la cual el narcotraficante Javier Calle Serna, alias “Comba”, preso en los Estados Unidos, declaró que él y varios narcos habrían entregado 12 millones de dólares para que el asesor de la campaña de Santos, el venezolano J. J. Rendón y el ex consejero presidencial, Germán Chica, le presentaran al Gobierno una propuesta de sometimiento a la justicia. La publicación de la nota generó la renuncia Rendón y un manejo bastante inhábil del anuncio por parte del presidente Santos.

En el segundo round se dio a la luz un vídeo en el que Zuluaga aparecía instigando una trama de espionaje, desarrollada por el hacker informático Andrés Sepúlveda, detenido y acusado por la Fiscalía de hacer interceptaciones ilegales para sabotear el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC. Resulta bastante obvio que el manejo político y comunicacional del primer caso opacó el del segundo.

Todo indica que aún faltan cruces en el tortuoso camino a la presidencia de Colombia. Que las facciones no cejarán en su intento de devorarse la una a la otra. Y que la percepción que las audiencias tengan de los actores en pugna, definirá los destinos políticos, económicos y sociales de una de las naciones de mayor crecimiento y más orientada al futuro en la región. Pero como indica el propio columnista Daniel Coronell: “Nunca la victoria dependió tanto de los derrotados”.

Prodavinci 

Comentarios (5)

Héctor Vásquez
26 de mayo, 2014

A mi juicio en el análisis hace falta un factor con el 60% d los votos.Es vrdd q no todos votarán pero con un porcentaje q lo haga, inclina la balanza

javier monzon
27 de mayo, 2014

Nada justifica la alta abstencion de votantes. El voto es derecho y tambien obligacion moral. En un pais donde no hay fraude electoral, el voto decide quien es el ganador, y si no asistimos a las urnas, luego no tendremos derecho a protestar, o a hablar basuras en las esquinas sobre el gobierno electo. Hay que tratar de incentivar a los “abstencionistas” para que asistan a la segunda ronda…y ojala que gane Zuluaga.

Roberto Reina
27 de mayo, 2014

Acertado análisis el de Prodavinci. Veremos como el candidato de Uribe pasará a la ofensiva con un lenguaje que envalentone a todo un pueblo. Sorprende que la política en ese país sea de minorías. La abstención del 60% habla por sí sola. Santos tendrá que amarrarse los pantalones.

Victor Silva
27 de mayo, 2014

Lo triste es que muchos opositores en Venezuela están ligando al uribismo. Por su fanatismo creen que Santos es chavista. Basta de ver el mundo como los saurios: en blanco y negro. Ojalá se imponga en Colombia la paz. Paz para nuestros hermanos colombianos. No más Uribe. No más Chávez.

dharana
27 de mayo, 2014

El colombiano de a pie, en especial, el joven menos de 25 años no cree en el voto y en las instituciones. Colombia podría a mediano plazo transitar el camino que enfrentó venezuela a finales de la década de los 90 y que dio paso al “proceso revolucionario”. Espero que los colombianos reflexionen y participen, solo con el voto se consolidan las democracias.

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