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Atlético de Madrid y Real Madrid disputaron el sábado 24 de mayo de 2014 la Final de la Champions League. El vencedor del partido, en tiempo extra, fue el Real Madrid 4 goles a 1. Seguidamente, algunas claves del partido y de la temporada.
1. Valentía Colchonera. Visto lo visto, el resultado es un daño excesivo. Atlético de Madrid fue capaz de aprisionar al Real Madrid en su juego. Dominó con comodidad más de la mitad del partido. Cristiano Ronaldo, Benzema, Bale, Di María y Modric eran oleadas que se estrellaban contra la roca, al menos hasta el minuto 70. Hasta ese momento, el Atlético expuso lo que lo llevó a esa Final: solidaridad, intensidad, cobertura de espacios, solidez en el juego aéreo y en el terrestre, pero esto lo hacían cada vez más cerca de su arquería y terminó pagándolo con el gol de Sergio Ramos en el minuto 93.
El Atlético de Madrid, durante toda la temporada, fue mejor conjunto que el Real Madrid. Se relacionó y se entendió mejor sobre el campo, pero no fueron más poderosos. La dimensión del logro del merengue estriba en la dignidad y en la valentía de su rival. Otro no lo habría hecho mejor, porque ninguno ha mostrado como ellos la efectividad de la unión, el trabajo en equipo y la constancia como claves del crecimiento. Y ese legado es obra y gracia de Diego Simeone.
2. Di María: el Ángel que volvió del purgatorio. Su rol en el equipo estuvo en entre dicho durante gran parte de la temporada. Era la pieza seleccionada para salir del equipo con el fichaje de Gareth Bale, hasta que resultó saliendo el alemán Özil. El fideo se quedó y al principio de temporada arrojó presentaciones tan buenas que fue necesario adaptar un sistema de juego para hacerle espacio a él y resolver otras carencias del conjunto. Alternando titularidades con sustituciones, su acomodo fue un escándalo de tales proporciones que en enero volvió a sonar la posibilidad de venderlo, pero no se hizo principalmente por el deseo de Ancelotti. De ahí en adelante, Ángel Di María se dedicó a desacomodar defensas como lo había hecho en las temporadas anteriores. Tras los nervios iniciales que motivaron centros innecesarios y la pérdida de alguna pelota, Di María coronó una actuación tan buena que sólo puede ser desplazada por el protagonista de la jornada: Sergio Ramos.
3. El niño devenido líder. Sergio Ramos llegó al Real Madrid con 19 años. Cuentan que los capitanes de aquel entonces, entre quienes se encontraban leyendas como Raúl González, se sorprendieron cuando el adolescente confesaba que algún día sería capitán del Real Madrid. Sergio Ramos intercambió buenas actuaciones con torpezas que siempre lo pusieron en el ojo del huracán. Para bien o para mal, a Ramos siempre le ha gustado tener los focos sobre sí. Pero desde 2008, con Luis Aragonés en la Selección de España, comenzó a brillar más por sus virtudes que por sus arrebatos. Así, junto a su buen pie en corto y en largo, se fue convirtiendo en un lateral derecho y luego en un central sólido, sobre todo a nivel internacional, donde ya ha ganado dos veces la Eurocopa y un Mundial, mientras se convirtió en el internacional más joven en llegar a los 100 partidos con La Furia Roja y se volvió una figura protectora del relevo.
Tomando un verso del viejo himno madridista, Sergio Ramos es “todo nervio y corazón”. Pero en el Real Madrid el trayecto no era tan glorioso. Su estrepitoso fallo en la tanda de penales ante el Bayern Munich en las semifinales de Champions en 2011-2012 marcaba su carrera como merengue. Pero la temporada siguiente, ante el Borussia Dortmund, en la misma instancia decisiva y ante Robert Lewandowski, logró una de las mejores actuaciones que se recuerden entre los centrales contemporáneos del Real Madrid. Su actuación fue muy buena en lo defensivo y en lo ofensivo. Sin embargo, el Real Madrid terminó eliminado y el central estallando en llanto.
En la temporada 2013-2014, aunque empezó fuera de forma y con rumores acerca de su salida, ha sido la temporada en la que emparejó el éxito de la Selección con el de su club, a partir de haber consolidado su madurez emocional con la futbolística. Así, pudo sacarse la espinita ante el Borussia Dortmund y golear al mismo arquero del Bayern Munich que lo vio fallar aquel penal. En esta Final de Champions, con una actuación memorable a partir del segundo tiempo cuando decide tomar la bandera y lanzarse al ataque, marcó el gol que lo eterniza en la memoria blanca y en la historia de la Copa de Europa. Doce años después de la Novena, cuando él tenía sólo 17 años, levanta la Décima como segundo capitán.
4. Modric, el croata. Ausente Xabi Alonso y Asier Illarramendi, Luka Modric, quien habilitó a Godín en el gol colchonero, fue el mejor pie merengue en el pase, en la orientación del juego y en la salida del equipo, por no escribir sobre su aporte defensivo, donde cerró espacios, aunque el Atlético de Madrid no fuera un aluvión ofensivo.
Pero Modric lleva haciendo esto toda la temporada. Llegó al Madrid como mediapunta, se convirtió en uno de los mediocampistas más potentes de Europa y fue quien centró el tiro de esquina a la cabeza de Ramos. El croata sumó valores defensivos a su especial criterio y resultó un jugador capaz de pegarse la pelota al pie cuando hay riesgo de perderla y soltarla justo cuando la jugada lo requiere. Luka Modric, haciendo mejores a los otros, se vuelva un gigante.
5. Carlo Ancelotti y los cambios. Su decisión inicial de dar cancha a Sami Khedira sorprendió a varios por dos razones: porque el relevo natural de Xabi Alonso es Asier Illarramendi y porque sólo había jugado 60 minutos desde que volvió de su lesión. Quizás se escriba más sobre el porqué de su presencia que sobre sus aportes hasta el minuto 59, cuando lo sustituyó Isco Alarcón. La magia del joven que encandiló al Bernabéu durante el inicio de la temporada no se sostuvo durante toda ella. Sin embargo, apareció en momentos claves, como en esta Final de Champions.
Su fútbol de calle sumó veneno y peligro a los ataques blancos, al igual que las incorporaciones de Marcelo. Cuando el brasileño está ante un equipo que no le ofrece preocupaciones, como el Atlético de Madrid que en esta final estuvo entregado a defender su arco, su vocación ofensiva es un festival, tanto individual como asociativamente hablando. Ancelotti no hizo nada sobrenatural con estos cambios. Alguno podría entenderlo como el reparo de un error, incluso, pero hizo lo que el momento y el contexto del partido le exigía. El míster hizo que lo difícil pareciera fácil.
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25 de mayo, 2014
No hablar del error de simeone en poner a jugar a Costa y quemar un cambio a los 9 min o q el 2do cambio del atleti fue tambien forzado por lesion es obviar en gran parte el porque el Madrid empato milagrosamente al final del alargue.
26 de mayo, 2014
A Marcelo no lo pueden dejar fuera ;y el árbitro con sus 5′ de descuento
27 de mayo, 2014
Ser imparcial en fútbol es realmente difícil porque se pone en juego mucho más que 11 jugadores y una pelota. Nolan Rada trata de serlo y casi lo consigue.Hay un sustantivo esencial para entender el resultado: a partir del Segundo tiempo el Atlético de Madrid perdió piernas para correr.Simplente no sqlían de su medio campo porque los jugadores están exhaustos. Aunque Simeone ha hecho un trabajo extraordinario fue justo el triunfo del Real Madrid. Los que digan lo contrario más que fanáticos del Atlético lo son del …Bar¢a.
28 de mayo, 2014
Gracias por leer y sumar sus visiones.
28 de mayo, 2014
Aunque todos hablan del empate milagroso, hay que revisar los 3 goles que falló Bale, porque siendo objetivo eran goles cantados, lamentándolo mucho al atlético le falto pierna y el fútbol que ganó, no es el fútbol bonito al que últimamente estamos acostumbrados de ver, pero igual es fútbol.
29 de mayo, 2014
Los 5 mins de tiempo extra, son totalmente legales, ambos equipos agotaron sus respectivos cambios ya por ahí sumas una mediana de 3′ de tiempo extra reglamentario y si a eso le sumas la cantidad de tiempo perdido por el Atl de Madrid, tienes 2 mins más. El gol de Ramos llega al 92:48, el árbitro lo pone en acta que fue al 93. A mi parecer no hay absolutamente nada que reprochar en cuanto a el arbitraje.
31 de mayo, 2014
Gracias, César y Klaus, por sumarse a la discusión.
César, sobre Bale: a mí me parece complicadísimo analizar su partido. Debo volver a verlo. Esto ocurre porque, sí, falló ocasiones que pudieron resolver el juego, como aquella que erró minutos antes del gol del Atlético. Lo vi muy ansioso, presionado. Sin embargo, hizo el segundo gol, un cabebazo difícil. Además, su aporte táctico también suma, pues su sola presencia ya es una alerta para cualquier defensa.
Saludos.