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Bjørn Lomborg se pregunta si la Humanidad antes estaba mejor

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¿Son las cosas mejores ahora que antes? ¿Está el mundo mejorando o se acerca cada vez más vertiginosamente a su final? Estas preguntas han surgido durante toda la historia del hombre, pero pocas veces se plantean con rigor investigativo. Sin embargo, Bjørn Lomborg, profesor de la escuela de negocios de Copenhagen, y otros 21 economistas renombrados hicieron una evaluación sobre el estado general del mundo desde el año 1900 y proyectándolo hasta el 2050, tomando en cuenta áreas como salud, educación, guerra, contaminación, biodiversidad y cambio climático entre otras, reflejando los resultados de esos 150 años en el producto interno bruto global.

El estudio demuestra, sorpresivamente, que el mundo de hoy está mucho mejor que en 1900 y en muchos aspectos proyecta mejorías en cada una de las áreas. La evolución más impresionante se basa en los efectos del calentamiento global: se han producido aumentos del PIB global de hasta 2,3 % debido a la mejora de las cosechas, pues con el aumento de la temperatura y el efecto secundario del CO2 que actúa como fertilizante ha aumentado la producción. Por otro lado, los efectos negativos del cambio climático, como el estrés hídrico (cuando la demanda de agua en una zona supera la cantidad que hay disponible) y las inundaciones, producen un descenso de apenas 0,3% del PIB global.Sin embargo, este efecto es temporal y de no tomar medidas para frenar los efectos del calentamiento global, los beneficios desaparecerán y los efectos negativos se incrementarías dramáticamente.

En otras áreas también hay mejorías considerables, como los avances en el campo de la salud que han mejorado la expectativa de vida mundial. En 1900, la expectativa se encontraba en 32 años, mientras que actualmente se posiciona en 69. Y para 2050 se prevé que se sitúe en 76. Sin embargo, los daños causados a la biodiversidad en el siglo XX se traducen en una pérdida del 1% del PIB global al año, siendo ésta la única de las áreas que no ha presentado ninguna perspectiva de mejoría.

Se puede concluir que, a pesar de los duros tránsitos del siglo pasado, el mundo puede aproximarse a una época más sosegada si se realizan los cambios correctos, prestando atención a las voces más razonables y no las más alarmantes.

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Fuente: Slate.