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Todo sea por un iPad, por Flaviana Sandoval

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Cerca de las ocho de la mañana del 17 de marzo de 2010, después de 37 días de trabajo en Foxconn, Tian Yu se lanzó del cuarto piso de los dormitorios de la fábrica tecnológica ubicada en Shenzhen, China. La joven de 17 años sobrevivió milagrosamente, pero a causa de tres fracturas en la espina dorsal y cuatro en la cadera, carece de movilidad de la cintura para abajo.

Tian Yu es una de los 4 sobrevivientes de 18 trabajadores de Foxconn que intentaron suicidarse durante el año 2010. La serie de suicidios llamó la atención de los medios de comunicación y la opinión pública sobre Foxconn, la empresa multinacional taiwanesa que a partir de una fuerza laboral de 1 millón 400 mil trabajadores chinos, se encarga de suplir el 40% de la demanda mundial en productos de tecnología, sirviendo como manufacturera para grandes empresas tecnológicas como Dell, Apple, Nokia, HP, Samsung, Sony, Amazon, Nintendo, Motorola, Toshiba entre otras.

Estos suicidios acontecen meses después de que cerca de 150 empleados de Foxconn subieran al techo del edifico de la fábrica y amenazaran con suicidarse en colectivo si las condiciones laborales y el pago no mejoraban. El suceso llamó la atención de los medios y la opinión pública internacional empezó a cuestionar los escenarios de trabajo de los trabajadores de la firma.

Para minimizar el daño reputacional, Foxconn argumentó que la tasa de suicidio en sus fábricas era menor a la de la República Popular China, comparando la fuerza laboral de un millón 400 empleados de la compañía con los 1.300 millones de ciudadanos chinos.

Ante la convulsión generada por los suicidios y la poca comunicación planteada por la multinacional, la organización sin fines de lucro, SACOM (estudiantes y académicos por los derechos laborales) conformada por 20 universidades, se encargó de investigar las condiciones laborales de los trabajadores en la empresa productora de tecnología.

La vida en ciudad Ipod. Tan sólo en China, Foxconn desarrolla operaciones en trece fábricas escondidas detrás de las murallas que encierran los 3 kilómetros cuadrados que ocupan las grandes factorías tecnológicas. En estas fábricas, denominadas también “Ciudad Ipod” o “Ciudad Foxconn”, se pueden encontrar bancos, tiendas de alimentos, restaurantes, librerías y hasta un hospital para los 550 mil empleados que habitan en las fábricas ubicadas en Shenzhen y Zhengzhou.

En 2012, por primera vez Foxconn dejó que las cámaras entraran en sus instalaciones. Bill Weir, conocido periodista de la cadena ABC, entró a los pabellones de manufactura de productos Apple en Foxconn. No obstante, las cámaras sólo tuvieron acceso a algunas áreas del edificio, bajo el argumento de que “podrían comprometer secretos tecnológicos de otras empresas”.

Las líneas de producción son ocupadas por cientos de trabajadores vestidos con sobretodos de poliéster blanco, tapabocas y un sombrero de tela. El silencio rige en la planta y en ocasiones es interrumpido por la voz de una máquina. Otros trabajadores descansan medio cuerpo sobre mesas de trabajo con los ojos cerrados.

El estudio de SACOM reveló que los trabajadores cubren entre 10 y 12 horas de trabajo diario por alrededor de 360 dólares al mes, lo que implica un ingreso de 2 dólares por hora. Los empleados sólo cuentan con una hora destinada para comer y dos pausas de diez minutos que, con frecuencia, son empleadas para dormir a un lado de la banda de producción. Para ir al baño, el empleado debe levantar su mano y esperar a que algún compañero de trabajo pueda cubrir su puesto.

La producción no puede detenerse.

Muchos de los trabajadores vienen de las zonas rurales en busca de mejores oportunidades. En su lugar de procedencia, los empleados comparten una habitación con el resto de su familia, que en su mayoría jamás ha visto un Ipad o un Ipod. Foxconn contrata a cientos de empleados para cubrir los puestos de trabajo debido a la alta rotación.

Después de una jornada laboral, los empleados caminan al aire libre, pasan junto a las redes antisuicidio instaladas alrededor del edificio y llegan a sus dormitorios, que por 70 dólares al mes, pueden ocupar junto a otros siete empleados que la gerencia de Foxconn ha seleccionado como sus compañeros de cuarto. Una vez que vuelva a salir el sol, será momento de que el empleado se dé una ducha en el baño común para luego regresar a la línea de producción que ocupará por 6 días a la semana.

Transmitido por BBC Mundo. Imágenes originales de ABC. Una mirada dentro de Foxconn.

¿A quién le importa? Aunque Foxconn es proveedor de distintas marcas líderes en el mercado de la tecnología, el escándalo de 2010 recayó principalmente en Apple, que ha sido criticada desde entonces por medios de comunicación y organizaciones alrededor del mundo, los cuales acusan a la empresa de no atender con el rigor necesario las condiciones laborales de sus socios y proveedores.

En un comunicado publicado el 24 de septiembre de 2012, Apple aseguró estar comprometido con altos estándares de responsabilidad social en su cadena de suministros a nivel internacional. “Insistimos en que todos nuestros proveedores manejan buenas condiciones laborales y tratan a los trabajadores con dignidad”, dice el documento. Sin embargo, hay quienes ponen en duda el compromiso de la compañía con la calidad de vida de los trabajadores.

Un antiguo ejecutivo de Apple, que conversó con el diario The New York Times en condición de anonimato, afirmó que la empresa ha sabido de los abusos laborales en las fábricas asociadas durante los últimos cuatro años y, sin embargo, tales abusos continúan. “¿Por qué? Porque el sistema funciona para nosotros”, agregó. “Los proveedores cambiarían todo si Apple les dijera que no tienen otra opción”.

Tras su despido en abril de 2011, Li Mingqi, ex gerente de Foxconn, declaró que el bienestar de los empleados no está dentro de los intereses de Apple. “Lo único que les preocupa es incrementar la calidad de sus productos y reducir los costos de producción”, afirmó.

Encontrar nuevos proveedores es un proceso que requiere tiempo y dinero, por lo que es difícil de implementar una solución al problema de incumplimiento de los derechos laborales en las empresas proveedoras. Foxconn es una de las pocas compañías de manufactura a nivel mundial con capacidad para satisfacer la demanda de las grandes firmas de tecnología. Cambiar de proveedor podría significar un recorte significativo en las unidades producidas y por lo tanto en las ventas.

Soluciones y mejoras. Después de un año y medio de críticas, Apple se unió en enero de 2012 a la Asociación para el Trabajo Justo (Fair Labor Association, FLA), una organización dedicada a monitorear y defender los derechos laborales alrededor del mundo. La FLA realizó una serie de auditorías en las fábricas asociadas a Apple, entre ellas Foxconn, y publicó sus resultados en dos reportes, uno en agosto de 2012, y otro en mayo de 2013.

De acuerdo con estos reportes, Foxconn está tomando acciones para mejorar las condiciones laborales. Algunos de los cambios que se están llevando a cabo son la introducción de lapsos de descanso cortos y un mejor mantenimiento de equipos de seguridad. Las mejoras también incluyeron un aumento del 16% en el salario base de los trabajadores, implementado a partir de agosto de 2012, y la reducción de las horas de trabajo a un máximo total de 49 horas semanales (todavía por encima del límite de 40 horas establecido por la legislación china).

Las mejoras de las condiciones laborales en Foxconn no han sido bien recibidas por todos. La reducción del límite máximo de horas de trabajo provocó malestar en los propios empleados de la empresa, quienes alegan que quieren trabajar más de 60 horas semanales para obtener mayores beneficios económicos. Auret van Heerden, presidente de la FLA, explicó que la regulación de las condiciones laborales será un desafío para la compañía manufacturera, porque implicará cambios que afectarán directamente a los trabajadores. “Consultar con los empleados será un factor crítico en el éxito de esta transición”, aseguró.

Infografía_Foxconn1

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Otro frente de acción de Apple en torno a los escándalos de derechos laborales en su cadena de suministros, ha sido la diversificación de riesgos, al recurrir a nuevos proveedores para equilibrar sus demandas de producción y evitar que recaigan en una sola empresa manufacturera. En mayo de 2013, Apple puso fin al monopolio de Foxconn, al encargar a la empresa taiwanesa Pegatron un mayor porcentaje de sus productos.

Pegatron, la empresa de tecnología con base en la ciudad de Taipei, había sido un productor minoritario de iPhones desde el 2011, y asumió gran parte de la totalidad de la producción del iPad mini durante el 2012. El aumento de la cuota de producción concedida por Apple, tuvo que ver con un encargo específico: Pegatron es el responsable del proceso de ensamblaje del iPhone 5C (versión de bajo costo del iPhone 5S), recientemente lanzado al mercado.

Sin embargo, el expediente de Pegatron no está precisamente limpio. Recientemente, China Labor Watch reportó que Pegatron estaba incumpliendo las regulaciones de trabajo exigidas por la legislación china, al obligar a sus trabajadores a cumplir jornadas de horas extra sin remuneración. El reporte publicado el 29 de julio de 2013, incluye la denuncia de condiciones muy pobres de vivienda y trabajo, y hace énfasis en que las deficiencias en la calidad de vida de los trabajadores violan el código de conducta y responsabilidad social de Apple, vigente desde el año 2005.

En respuesta a este reporte, Pegatron se comprometió públicamente a investigar y tomar acciones inmediatas contra cualquier violación de los derechos laborales de sus trabajadores. Por su parte, Apple aseguró haber realizado auditorías periódicas a Pegatron desde el 2007, para garantizar los estándares mínimos en las condiciones de trabajo de su proveedor asociado. De acuerdo con los resultados de estas auditorías, que cubrieron a más de 130 mil trabajadores de Pegatron, los empleados no trabajan más de 46 horas a la semana, y las condiciones de salud y seguridad en la empresa son adecuadas.

La Manzanita más popular. Contrario a lo que podría esperarse, el escándalo de Foxconn no ha tenido un impacto significativo en la imagen de Apple. Según una encuesta de The New York Times, publicada en noviembre de 2012, 56% de los encuestados dijo no conocer ningún aspecto negativo del gigante Apple. 14% expresó que lo peor de la compañía era el alto costo de sus productos, y sólo un 2% tomó en cuenta los problemas de las condiciones laborales de Apple en el extranjero.

Tampoco las ventas de la multinacional se han visto afectadas. Al contrario, la marca continúa fortaleciéndose y la demanda de sus productos sigue creciendo. Durante el lanzamiento del iPad 2, en marzo de 2011, miles de personas hicieron fila a las puertas de las tiendas de Apple en las grandes ciudades del mundo, a la espera de poder entrar y ser de los primeros en adquirir la tableta de segunda generación.


Reporte realizado por Gizmodo de la fila de personas esperando entrar a la tienda Apple en Londres.

Apple recibió 2 millones de pre-órdenes del iPhone 5 en las primeras 24 horas después de su lanzamiento en 2012. El lanzamiento de los iPhone 5S y 5C, realizado el 20 de septiembre de 2013, alcanzó un total de nueve millones de unidades vendidas en el primer fin de semana, sólo en Estados Unidos.

Mientras tanto, en mayo de este año, las fuerzas de seguridad chinas reportaron 3 suicidios más en las instalaciones de Foxconn en Zhengzhou.

Heather White, investigadora de la Universidad de Harvard, considera que hasta que los consumidores no demanden mejores condiciones de producción como requisito para adquirir los productos de Apple, hay pocas posibilidades de que se den cambios significativos. Como lo afirma un actual ejecutivo de Apple, en condición de anonimato: “por ahora, la gente está más interesada en el nuevo iPhone que en las condiciones laborales en China”.