Actualidad

Otra invasión británica, por Antonio Ortuño

Por Antonio Ortuño | 28 de julio, 2013
Luther texto

Idris Elba en “Luther”

 

Los seriales televisivos, decíamos hace unas semanas, se han convertido en una forma privilegiada de la narrativa contemporánea. Ya que uno se deja de andarlas comparando con la literatura, la calidad de algunas es encomiable. Paradojas de la industria fílmica anglosajona: ha resultado más sencillo para el aparato de guionistas, directores y actores levantar proyectos arriesgados, “orientados al público adulto”, en la televisión, ese viejo medio despreciado —o, al menos, cuestionado— por todos los estudiosos de la comunicación desde hace decenios, que en el cine hollywoodense y hasta el llamado “independiente”, cada día más forzado a orientarse al consumo de “toda la familia”, cada día más baldado por una censura y autocensura invasivas y lerdas.

Al margen de las series estadounidenses que han centrado la atención pública y crítica (obras que se inmiscuyen en todos los géneros posibles, del noir y el drama histórico al western, y del costumbrismo enloquecido a la fantasía épica, como The Wire, Band of Brothers, Rome, Deadwood, Mad Men, Breaking Bad, Game of Thrones…), la BBC, augusta cadena pública de Reino Unido, se ha revelado como una productora astuta y capaz de atraer talentos considerables a sus proyectos. Correspondiendo a la tradición británica del relato policial, la cadena ha producido en tiempos recientes algunas buenas muestras del género.

Primero que nada, Sherlock, una actualización de la saga madre de todos los detectives privados, ambientada en un Londres actual, en el que, curiosidades del colonialismo, es posible mantener el perfil de Watson, compañero de andanzas de Holmes, como veterano de la cíclica guerra de Afganistán. Segundo: Zen, un agente policial italiano orillado, por un medio corrupto y acomodaticio, a cuidarse tanto o más de sus colegas y superiores que de los criminales.

Y tercero, pero no menos importante, Luther, una de las más brillantes exploraciones en el campo del thriller policial que se han filmado, cuya tercera y última temporada acaba de comenzar a ser transmitida (y replicada por cientos de páginas en la web). Su protagonista, el detective John Luther (Idris Elba, de The Wire y ahora mismo en cartelera con el blockbuster llamado Pacific Rim), indaga casos crecientemente sórdidos en un Londres nada turístico, una ciudad en ruinas físicas y morales. Capaz lo mismo de arrojar a un pedófilo a un abismo que de sostener una amistad casi romántica con una parricida, Luther da una vuelta de tuerca con respecto a la recordada agente Starling de El silencio de los inocentes; recuerda un poco, en ese sentido de ambigüedad ética, al forense multihomicida Dexter.

Pero, al contrario de lo que sucede con el serial estadounidense, obligado por el mercado a prodigarse en extenuantes temporadas repetitivas, Luther se concentra en unos pocos episodios de una intensidad y redondez dramática destacables. Una historia afilada, sobria, singular. Es decir, lo que toda buena obra narrativa aspira a ser.

Antonio Ortuño Narrador y periodista mexicano. Entre sus obras más resaltantes están "El buscador de cabezas (2006) y "Recursos Humanos" (finalista Premio Herralde de Novela, 2007). Es colaborador frecuente de la publicación Letras Libres y del diario El Informador. Puedes seguirlo en Twitter en @AntonioOrtugno

Envíenos su comentario

Política de comentarios

Usted es el único responsable del comentario que realice en esta página. No se permitirán comentarios que contengan ofensas, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o con contenido discriminatorio. Tampoco se permitirán comentarios que no estén relacionados con el tema del artículo. La intención de Prodavinci es promover el diálogo constructivo.