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El precio de la gasolina y las pérdidas de PDVSA, por Marianna Párraga

Por Marianna Párraga | 4 de abril, 2013

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Hay un dicho famoso entre los petroleros del mundo que, al comparar las ganancias de ese negocio con su sobrina la petroquímica, dicen que el primero es un negocio de billetes y el segundo de centavos. Eso es así en todas partes del mundo menos en Venezuela, donde literalmente la venta interna de combustibles también es un negocio de centavos.

Cuando voy a la estación de servicio trato de conseguir un billete de cinco bolívares. Podría pagar con monedas, porque llenar un tanque es incluso más barato que dos horas de estacionamiento, más barato que la botella de agua mineral más pequeña, más barata que cualquier periódico. Pero me empeño en sacar mi billetico de cinco bolívares para poder dejarle una propina al islero.

Tal vez usted no lo sabe, pero de esos Bs. 5 la estación recibe alrededor de Bs. 3 y al islero le quedan Bs. 2. “Poca propina la que deja…” me podría reclamar, pero no es así porque de los Bs. 3 que reciben los dueños de las estaciones se pagan los salarios, los pasivos laborales de los trabajadores y los costos fijos de la estación como electricidad, agua y aseo.

Los dos bolívares que recibe el islero, en contraste, le quedan netos en su bolsillo y se añaden al salario fijo que recibe. Si atendiera unos cincuenta autos al día y todos le dejaran una cantidad equivalente, al final del mes tendría unos 2.000 bolívares extra de salario.

¿Y quién paga la gasolina a Petróleos de Venezuela? Aquí comienza una de las grandes distorsiones que causa el abusivo subsidio a los combustibles en Venezuela: nadie.

El llamado “margen de comercialización” de los combustibles, que es el ingreso que le corresponde al dueño de la estación por cada litro de gasolina o diesel que vende, ya es equivalente al precio final de venta e incluso superior. PDVSA entrega la gasolina y cada bomba firma una factura por mera burocracia, pues a estas alturas ya no hay intercambio de dinero en el negocio.

No es difícil comprender entonces que el precio que usted y yo pagamos por la gasolina no alcanza para cubrir los costos de producción de cada barril. PDVSA nos la ha estado regalando en los últimos años. Y en unos cuantos más —no muchos, cabe acotar— en cierto modo nos pagará para que la surtamos en nuestros vehículos, al ser el precio de venta inferior a lo que se le debe pagar a la bomba.

En este momento, por ejemplo, si todos los insumos que se usan para generar gasolina y diesel se produjeran localmente, sin componentes importados, a PDVSA le costaría unos 1.700 millones de dólares al año fabricar los barriles que se consumen en las estaciones de servicio.

La totalidad de ese monto, como hemos explicado antes, corresponde a pérdidas, porque PDVSA no recupera ni un centavo y encima paga regalías y otros impuestos al Estado por cada uno de esos barriles. Para subsanarlas, PDVSA tendría que multiplicar al menos por cuatro el precio final de venta actual de la gasolina y por nueve el precio del diesel. Es decir, que en lugar de tres bolívares, para llenar un tanque de un carro pequeño usted necesitaría Bs. 12.

Haga en este punto un ejercicio mental y piense si su bolsillo podría soportarlo.

El fantasma del Caracazo. Casi nadie entiende por qué en casi 16 años que lleva congelado el precio de la gasolina, convirtiendo indiscutiblemente a Venezuela en el país con el combustible más barato del mundo, PDVSA no ha logrado convencer al Poder Ejecutivo de ajustar el precio final de venta y sus directores arrastran los pies cada vez que desde la presidencia a alguien se le ocurre —a Chávez se le ocurrió por última vez en 2007— estudiar un posible incremento.

La respuesta es simple: el costo social y político que implicaría multiplicar por cuatro el precio para subsanar la pérdida sería—cualitativamente hablando— muchísimo más grande que la pérdida anual que esto le representa a la estatal.

El año pasado, por ejemplo, PDVSA obtuvo ingresos consolidados de 124.500 millones de dólares. De haber multiplicado por cinco el precio interno de la gasolina —sólo la gasolina, manteniendo el subsidio al diesel—, hubiera obtenido unos 1.500 millones de dólares extra, calculados al tipo de cambio que imperó en ese ejercicio, de Bs. 4,3 por dólar. Es decir, hubiera incrementando sus ingresos brutos en apenas 1,2%, una cantidad que no hubiera hecho mella en sus crecientes cuentas por pagar a proveedores.

Es obvio que estos números no ofrecen un incentivo financiero suficiente para tomar una decisión que, más por razones psicosociales que por causas reales, podría empujar la inflación, crear una crisis en el transporte público y acarrear un incalculable costo político a un gobierno que se ha promocionado como protector de los pobres.

Ya pasó durante El Caracazo en 1989, ¿por qué no podría pasar ahora? Es la pregunta que se hacen muchos estrategas políticos. Es tan grande el miedo que los venezolanos le tienen a un posible aumento del precio de la gasolina que en la agenda de los candidatos electorales el tema brilla elegantemente por su ausencia.

Pero, y aquí entramos en el terreno de los centavos, para PDVSA cada bolívar cuenta en este momento. Su ganancia neta no llegó a 5.000 millones de dólares el año pasado y tuvo que endeudarse local y externamente, tanto para inversiones como para el gasto corriente que no hará más que seguir creciendo si se cumple, incluso parcialmente, el ambicioso plan de negocios de la estatal, que implica decenas de millones de dólares anuales en desembolso.

No se puede olvidar que en agosto de 2012 PDVSA sufrió el más severo accidente en la historia de la industria petrolera nacional con la tragedia de Amuay, que además de dejar decenas de muertos y cuantiosos daños de infraestructura, deterioró la principal refinería del país, incrementando sensiblemente las necesidades de importación de costosos combustibles terminados.

El punto de inflexión. Y es aquí cuando llegamos al 2013 —otro año electoral— y a sus tal vez impertinentes consideraciones. La PDVSA de hoy no es la misma de hace diez años y sus instalaciones presentan graves deficiencias de mantenimiento que trastocan una logística que antes funcionaba como un reloj suizo.

Un tercio de la gasolina terminada que usted y yo surtimos a nuestros vehículos no es de aquí: es de Estados Unidos y se paga a precio de mercado con billetes constantes y sonantes, sin financiamiento ni rebaja. Y esas importaciones se hacen en momentos en que los volúmenes de combustible terminado que exporta PDVSA disminuyen peligrosamente, acercando a Venezuela rápidamente al día en que se convertirá en un importador neto de combustibles.

Venezuela, además, importa unos considerables volúmenes de componentes para gasolina y diesel terminado, tanto automotor como eléctrico, todo esto suministrado a unos irrisorios precios al mercado interno.

La discusión no consiste ya en determinar hasta dónde PDVSA puede costear las pérdidas que cada año le deja el negocio del mercado interno por no aumentar el precio final, sino hasta dónde sus endebles finanzas soportan la explosiva combinación de crecientes pérdidas y declinantes ingresos.

Ya en 2012 vimos la primera muestra. En un año en que el precio internacional de la cesta petrolera venezolana subió ligeramente, tanto los ingresos como las ganancias de la empresa declinaron.

Los 700.000 barriles por día que consumió el mercado interno de combustibles por primera vez hicieron suficiente peso para cambiar el rumbo de sus finanzas, esta vez ligeramente. Quién sabe en qué medida podría hacerlo mañana.

Casi ningún país petrolero en el mundo vende el combustible a sus ciudadanos a los precios internacionales, pues la plusvalía del negocio es enorme y genera la elasticidad suficiente para mantener un precio interno razonable. Sin embargo, en Venezuela la diferencia en abismal. El subsidio a la gasolina y el diesel —expresado como la diferencia entre el precio interno y el de exportación— representa unos 18.200 millones de dólares al año a los importes actuales.

Asumiendo que es impensable equiparar el precio interno al externo, se requeriría multiplicar por 18 el precio interno para sostener el costo de importaciones que PDVSA está erogando.

¿Recuerda los 12 bolívares de los que le hablé al principio? Para costear las importaciones que hace PDVSA en la actualidad —y que a precio de mercado significan unos 6.500 millones de dólares al año—, usted y yo tendríamos que pagar un poco más de Bs. 50 para llenar el tanque. Ese es el valor real de los combustibles que consumimos.

Si ya está poniendo el grito al cielo y sacando la calculadora, sólo voy a darle otro dato: los 6.500 millones de dólares en importaciones equivalen a unos 41.000 millones de bolívares al nuevo tipo de cambio. Si las refinerías venezolanas no hubieran llegando al estado de deterioro en el que están, la devaluación del bolívar —que este año aportará 48.000 millones de bolívares a las arcas públicas, o lo que es lo mismo: a las cuentas de PDVSA— tal vez no hubiera sido necesaria. Al menos no para PDVSA.

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Marianna Párraga 

Comentarios (18)

JFernandez
4 de abril, 2013

el problema de PDVSA no es el subsidio de gasolina para el consumo local, creo que ese es el privilegio que nos merecemos ya que PDVSA es una empresa del estado Venezolano y ese seria como el beneficio de nuestras acciones en dicha empresa, los problemas de PDVSA vienen como consecuencia del enorme gasto publico sostenido en gran medida por PDVSA así como los convenios mediante los cuales se les subsidia Petroleo a los países aliados el actual gobierno…

Bruno
4 de abril, 2013

Las acciones que se deben emprender para reducir estas perdidas es aumentar el precio a un nivel en que deje de ser atractivo a los contrabandistas fronterizos, y para evitar un nuevo caracazo se coloca el chip opcional a nivel nacional, quien opte por el chip tendrá gasolina barata y quien no quiera chip paga el precio fijado. Adicionalmente se puede incluir descuento en el precio dependiendo de la cantidad minima comprada (precios ajustables) y configurar un patrón de consumo que permita identificar a quienes intentan desequilibrar el sistema de control. Estos planteamientos a partir de la plataforma instalada por Pdvsa en los estados fronterizos, cuyos resultados no son exactamente conocidos..!

M Garces
4 de abril, 2013

Creo que nadie duda que la gasolina aqui es regalada. El dia que dejen de regalar petroleo a Cuba y subsidiar a otros paises no tengo ningun inconveniente que suban la gasolina a un precio justo. Pero antes no.

Y por cierto, es lo unico barato relacionado con el sector automotor. Mi carro cuesta alrededor de 15 mil $ en cualquier pais de la region y aqui cuesta (si lo consigues) 55 mil $. Cada caucho esta alrededor de 5 mil actualmente y el seguro (que es imprescindible) unos 25 mil Bs anuales.

Gerardo Diaz
4 de abril, 2013

No, nadie cuida lo que no le cuesta, por eso vamos en carro a comprar el pan y la leche a dos cuadras de casa. Una de los beneficios en el aumento, es que el consumo se haria mas racional, evidentemente no a precios internacionales, pero si, pagar lo que cuesta.

R. Vivas
4 de abril, 2013

El Caracazo le ha costado a Venezuela en terminos de ingresos fiscales una cantidad apabuyante a lo largo de unos 20 y pico de anos , quizas lo suficiente para haber resuelto buena parte del problema de la pobreza en manos de unos gobiernos medianamente competentes e inteligentes . Es como el miedo a la inflacion de los Alemanes que esta a punto de hundir el Euro y arrastrar toda Europa a la hecatombe . Inreible el poder del miedo para modelar la conducta humana y hacerla irracional y auto destructiva.

José luis Briceño
4 de abril, 2013

A propósito del Caracazo cito al historiador Elías Pino Iturrieta:” ¿ Cómo cabe pensar que en tan poco tiempo y con un aumento mínimo de la gasolina pudiera haber habido una explosión social? No cabe en la cabeza de nadie…”(Por los comentarios de esta sección se equivoca de cabo a rabo) Mas adelante dice: ” En la historia de las sociedades funciona lo fortuito, no todo tiene que ser deliberado y planeado, como por ejemplo la muerte… Un terremoto cambia todo, una inundación barre un estado y eso no estuvo en los planes de nadie levantarse colectivamente en contra de una medida aislada…” “Estamos en el aire. 18 temas de la cátedra de radio”. Oswaldo Yepes. Conferencia: Etica en los medios.

Otro, quizás mas drástico, es Carlos Raúl Hernandez: … saquear, quemar, violar y golpear no tiene nada que ver con hambre, pobreza, desabastecimiento o corrupción. Si así fuera, el país viviera así permanentemente.” ” En muchos lugares, sociedades de alto desarrollo (Menciona MOntreal, Nueva York, Londres. En esas ciudades también ha ocurrido lo fortuito) también han perdido miedo a la sanción, las barreras civilizatorias caen y hay un regreso a la condición de manadas de crogmanones. “Lo ocurrido el 27 y el 28 F.., se debió a revueltas en los terminales de Guarenas, Guatire… por un alza abrupta del precio del pasaje un dia 27 que los trabajadores no habían cobrado su salario” Los miembros del sindicato, negociaron con el gobierno el aumento del precio del transporte, congelado desde antes de que llegara CAP. Lo aplicaron un día antes del autorizado. Otro hecho fortuito como el terremoto que menciona Iturrieta. Pudo haber sido una trifulca en el Metro en una hora pico, o en el ferrocarril de Los Valles del Tuy, o la muerte de un estudiante o la de un pandillero como sucedió en el 2011 en Londres. Mientras sigamos pensando que al aumentar el precio de la gasolina, vendrá “el coco del Caracazo” estamos bien fregados. Ese es el primer trauma a superar.

Ramón Guerra
5 de abril, 2013

En este mundo nada es gratis. Esta brutal e imperdonable irresponsabilidad de regalar la gasolina hoy en día, no se si la pagaremos quienes disfrutamos actualmente del bacanal, pero es una factura que se está acumulando, con sus respectivos intereses, y alguien habrá de pagarla a un altísimo costo en el futuro.

Quico Toro
5 de abril, 2013

A mi me gustaría que alguién hiciera una investigación seria sobre la tasa de mortalidad por asma y otras enfermedades respiratorias crónicas causadas por la contaminación de partículas causadas por el derroche de gasolina. Es un tema que casi nadie toca, pero en principio se debería poder cuantificar.

luis matos
5 de abril, 2013

El problema no es el precio nominal de la gasolina,sino el precio real al que deberia estar.Tiene que ser una medida necesaria y no populista,de que se mide el costo politico,y no el costo monetario a futuro.

Franco Savini
5 de abril, 2013

El gran problema es que los Venezolanos no queremos entender que tener la gasolina tan estúpidamente barata no beneficiamos a nadie, ya que con el dinero que diariamente perdemos por el subsidio a la gasolina se podría beneficiar a los mas pobres, en mas viviendas, mas hospitales menos inflación etc. Subir la gasolina a por lo menos su costo seria lo mas sensato y no tendría ningún impacto sobre la inflación ya que un camión carga de 100.000 Bolívares o mas en mercancía subir un lleno de 10 Bolívares a 60 no haría ninguna diferencia. Con el precio tan barato solo se benefician los que menos lo necesitan ya que son los que mas consumen al tener 3 o mas carros de altas cilindradas, van a la panadería a 300 mts a comprar el pan y cuando se van de viaje no les importa pagar $60 (Bs. 380) por un lleno en el exterior, por lo tanto los que vamos siempre en autobús subsidiamos a los que tienen carro, no es justo.

G Sabino
5 de abril, 2013

El problema principal, ademas de casi todos los ya expresados, es la creencia popular esparcida e inoculada en casi todos los cerebros de los venezolanos via ADN desde que son procreados, por cierto y segun mi opinion, totalmente equivocada, que el pais y el gobierno deben ocuparse de darnos algo; obviamente, en un pais petrolero deben repartir esa riqueza en petroleo o gasolina, no se entiende que esa riqueza puede ser aprovechada de manera casi infinita en inversiones en infraestructura y servicios para hacer de este un pais de primer orden…piensen en esto y lo veran: cuantos paises del mundo cuentan con la riqueza petrolera de venezuela y son mucho mas desarrollados en todo ambito (desde calles limpias, iluminadas y bien mantenidas y cuidadas) hasta estructuras educacionales y hospitalarias de primer orden. Es un problema mental y educacional muy dificil de superar. Lastimosamente es un problema cultural.

JuanC
18 de abril, 2013

Totalmente de acuerdo con los acertados comentarios de Quico Toro, Franco Savini y G Sabino, el tema petrolero económico necesita urgentemente equilibrar sus cuentas, el subsidio es la crónica de una muerte anunciada, hemos sido privilegiados en tener el petróleo y no estar peor de lo que ya estamos en todos los ámbitos, mientras otros paises OPEP diversifican sus actividades generadoras de PIB en base de los ingresos petroleros aquí la regalamos y subsidiamos, incluso patrocinan pilotos de F1 (deporte totalmente elitista y burgués)lo cul me parece y por los comentarios anteriores, todos pensamos que es un sin sentido y una soga al cuello.

Marianna Parraga
22 de abril, 2013

Muchas gracias a todos por sus comentarios. Yo también opino que la insistencia de muchos venezolanos en aferrarse a un subsidio que no beneficia sino a una porción de la sociedad y mientras tanto lastima el funcionamiento de su principal empresa es un problema cultural, exacerbado en los últimos años a fuerza de la multiplicación de los subsidios a una economía hipercontrolada y dependiente. Lo mismo ocurre con los servicios públicos, el transporte subterráneo y hasta la comida importada por el Gobierno. ¿Cuántos de esos subsidios cumplen el cometido para el cual fueron creados y cuántos aún se mantienen sólo por inercia? Es válido que nos preguntemos eso.

Shirley
30 de mayo, 2013

¿Cual sería las problemáticas de éste tema? aparte de si llega a subir el precio de la gasolina… Es urgente!

Moira
27 de junio, 2013

Hola Marianna, buenas tardes, actualmente estoy haciendo un trabajo de investigación acerca de este tema del subsidio, de verdad necesito contar con voces como la tuya y tus conocimientos sobre el tema, debo investigar ambas versiones claro esta, también necesito una de Pdvsa para el mismo, podrías por favor enviarme tu correo para enviarte mi teléfono o me envías en tuyo, solo serán 5 minutos o menos… yo te cuento mejor que es lo que hago y te paso muestras si quieres de mis trabajos… gracias de antemano, agradezco tu positiva respuesta, y pronta, claro esta!

el chavista
30 de julio, 2013

MUY BUEN REPORTAJE AUNQUE UN POCO PARCIALIZADO HACIA LA 4TA. CUANDO DICE QUE ANTES ERA UNA TASITA DE ORO Y AHORA NADA SIRVE EN PDVSA. PERO UNA PREGUNTA MUY RASONABLE ¿QUIEN SE BENEFICIABA CON LOS INGRESOS PETROLEROS O GANANCIAS DE LA MISMA LES PUEDO RESPONDER SIN PELOS EN LA LENGUA QUE EL PAIS NO LO HIZO Y EL PUEBLO MUCHO MENOS. PORQUE ERA MANEJADA COMO UNA EMPRESA PRIVADA. Y LAS GANANCIAS PARA LOS SOCIOS OH NO. AHORA BIEN ESTOY DE ACUERDO CON EL AUMENTO DE LA GASOLINA AL MENOS POR AHORA AL COSTO DE FABRICACION (0,5 BSX LITRO)CUANTO SE GASTARIA EN UN TANQUE DE CAMIONETA D 60 LITROS 30BS.Y IR AUMENTANDO PAULATINAMENTE A UN PRECIO D 1,25 X LITRO

jose
17 de diciembre, 2013

es necesario que la aumenten, ya que a estas alturas de la vida no se justifica que solo con 5 bs llenen un tanque. no es solo eso el contrabando tan grande que hay, que solo unos pocos se hacen millonarios a costilla de los hidrocarburos que nos pertenecen a los venezolanos. pero tambien hay que exigir que se deje la regaladera a los demas paises que se dejen de esa pendejada de estar dando puestos en pdvsa solo porque la persona es del partido tal o del partido cual. necesitamos gente que de verdad sepa lo que va a hacer y nos evitamos todos lo accidentes que han ocurrido en la pdvsa roja rojita

raul martinez
6 de enero, 2014

Es necesario el aumento, pero no linealporuq aumentaria la inflacion drasticamente. Debe crearse una plataforma informatica de alta tecnologia que permita establecer diferentes precios por cada tipo de gasolina, de tal manera que para el transporte de carga y de pasajeros se mantengan precios bajos y para los demas vehiculos precios que sean aceptados por la mayoria (ej Bs. 25.00 un tanque de 40 lts), ajustable anualmente de acuerdo a una parte media de la inflacion.En las fronteras establecer un precio internacional para aquellos vivos que suelen extraer la gasolina para venderla en Colombia, todo es posible con una buena gerencia. Quieren saber mas?

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