Artes

Prioridad: la Música desde el corazón; por Aquiles Báez

Por Aquiles Báez | 28 de marzo, 2013

guitarra texto

“Con el fin de crear, debe haber una fuerza dinámica, y
¿qué fuerza es más potente que el amor?”
Igor Stravinsky

“Considero mis obras como cartas que escribí  a la
posteridad sin esperar respuesta”
Heitor Villa-Lobos.

“Error funesto es decir que hay que comprender la música
para gozar de ella. La música no se hace, ni debe jamás
hacerse para que se comprenda, sino para que se sienta.”
Manuel De Falla

 

Empiezo a escribir estas letras motivado por varias entrevistas que me han hecho, en donde me han preguntado si había soñado con ganarme un Grammy, a lo que he respondido enfáticamente que no. Si algún reconocimiento llega producto del trabajo es bienvenido, pero trabajar únicamente para recibir un reconocimiento es algo que no está en mi forma de pensamiento, y este tipo de premios tienen algo de eso. No le quito mérito a quien merecidamente haya ganado uno; sin embargo, bien se sabe que el trabajo de lobby, contactos, referencias y labor en los medios es muy grande para lograr un premio, y tienes que pasar muchos años manejándolo, lo que se transforma en un gran desgaste. A mi juicio, el tiempo que se invierte en estas gestiones prefiero dárselo a la música. Mi objetivo es hacer  música, cosa que hago desde lo que soy y por lo que soy.

En otras palabras, para mí el mejor premio que uno puede ganarse es el amor de la gente. A modo de anécdota y para ilustrar un poco mi punto, en estos días llegando al aeropuerto de Maiquetía recibí uno de esos premios que son sencillamente hermosos. Se me acercó uno de los chicos que llevan las maletas y me dice: “Maestro, tenía que darle la mano porque una composición suya llamada “La casa azul” cambió mi vida, y eso tengo que agradecérselo”. Ese gesto realmente me conmovió. Reconozco que, hablando en criollo, se me aguó el guarapo, y pensé en lo bonito y sincero que fue ese instante, que para mí es ahora eterno.

Este tipo de cosas lo ponen a uno a pensar en qué es lo importante, si el reconocimiento o crear sin estar pendiente de ninguna retribución. Para mí la creación es un hecho sorprendente y fabuloso, y pienso que por ahí debe orientarse el camino. Es muy difícil explicar con palabras esa emoción que engendra la magia exquisita de la creación. Es ese trance donde el creador puede trabajar en una  melodía o frase por horas, días, e incluso años, y que lo conectan con esa energía indescriptible que tiene el poder de Dios. Esta energía hace que cada uno de nosotros responda de forma distinta, dando como consecuencia la originalidad que diferencia a un creador de otro.

Por eso, aunque puede haber coincidencias, cuando una obra es exactamente igual a otra la llamamos plagio. Imaginen que el embarazo y esa magia fabulosa del alumbramiento no existiera, y que todos naciéramos de una fórmula generada en una pastillita como en una caricatura de Quino, clones de nuestros pasos, autómatas de pensamiento. Lamentablemente, eso está sucediendo en mucha música de hoy en día. Hay fórmulas que han sido creadas con el fin de unificar el pensamiento artístico, cosa que afortunadamente es imposible. Los transeúntes de estas fórmulas son los que han hecho hincapié en los premios superficiales y en darle importancia a reconocimientos muchas veces desmerecidos.

Sin duda alguna, vivimos en una era en donde los medios, la banalidad, la inmediatez y el deseo de figurar forman parte de la cotidianidad de muchos artistas. Entramos en dicotomías que nos llevan a tomar posiciones firmes en la vida. Reitero, no critico a quien desee recibir un reconocimiento y decida vivir en pos de conseguirlo, pero sí critico el vacío de la mediocridad en que hemos caído, que ha generado monstruos de anime y paradojas absurdas en donde se piensa que el fin es el principio, trasformando esta forma de pensar en el principio del fin. La vida del artista no es fácil porque todavía se considera al arte como una profesión de segunda. Recuerdo muchas veces cuando dije que quería dedicarme a la música que me preguntaban por qué mejor no estudiaba algo serio: decían que me iba a morir de hambre y que era sólo un hobby. Muchos familiares y amigos me recomendaban que estudiara una profesión “de verdad”. Recuerdo casos de amigos que, teniendo vocación para la música, estudiaron otra carrera para ser aceptados familiar o socialmente; después se sintieron frustrados, y muchos terminaron colgando su título para dedicarse a otra cosa.

La carrera de la música “en serio” es muy compleja y necesita mucha preparación. Cuando la música no es tomada en serio, se le da la razón a quienes piensan pragmáticamente que esta es una profesión de segunda. Por eso es tan importante el trabajo del día a día, y cada vez esforzarse para ser mejor.

Es necesario para el artista que la gente conozca su trabajo. En el mundo capitalista contemporáneo el trueque no existe, y hay que tener el capital como para pagar la renta, el colegio de los hijos, la comida, etc. Por esta razón, el artista debe convertirse en un sujeto mediático para proyectar su obra. Lo negativo de esto es que hay muchos que se quedan únicamente con lo mediático y se conforman con el reconocimiento efímero y superficial, en vez de hacer un esfuerzo y superarse artísticamente. Ahí empezamos a rondar el universo de las fórmulas y las repeticiones infinitas. Muchas veces la apuesta no es por cuán auténtico seas, sin por cuán parecida sea tu obra a la de otro.

Esto es muy complejo porque las referencias son importantes. Que tengas referentes no quiere decir que seas un clon. Las influencias son imposibles de borrar. A mí me halaga cuando me comentan que alguna composición mía se pueda parecer a algo de Lauro, Aldemaro, Chico Buarque, Jobim, Luis Laguna, o Villalobos, entre tantos otros que no son solamente parte de mis referentes, sino músicos con los que me he vinculado a nivel espiritual. Son mis maestros indirectos.

El crecimiento de los seres humanos tiene que ir en la dirección planteada por referentes que nos iluminen, y nos mantengan lejos de esas tinieblas vacías de pensamiento. El gran problema es cuando las influencias se tornan en fórmulas mediocres. La repetición y ausencia de creatividad en el oficio vuelven al creador en un clon, que se asimila a una realidad paralela a su proceso creativo.

Éticamente, es como obtener la máxima calificación en un examen por copiarse de una “chuleta”, y no debido al fruto del estudio invertido y el conocimiento ganado. Sin duda, vivimos en tiempos de chuletas y artimañas. Como comentaba anteriormente, los premios no son un principio, sino una consecuencia del trabajo realizado. En lo personal, tengo una buena cantidad de premios que se me han otorgado, pero que no he perseguido. Son reconocimientos a trabajos específicos y a mi trayectoria como músico, y los agradezco. Pero tengo algo en claro: no soy ni mejor ni peor artista desde que poseo estos premios. Soy el mismo “muchacho” que ama el hecho de tocar o componer, y que ama cada nota que viene desde el corazón. En el trayecto de la vida, hay que buscar caminos que nos conduzcan a destinos de esperanza y donde la espiritualidad sea parte de este recorrido. Por eso es que importa la emoción, la fe y la verdad, así como el sentido de trascendencia que tengamos, que es muy diferente de la fama inmediata. Hay que hacer cosas por la alimentación del espíritu. La música no se puede hacer con la finalidad de obtener un premio. Ella en sí es el mejor regalo que sale desde el corazón.

Aquiles Báez 

Comentarios (18)

josaugust
29 de marzo, 2013

Maestro Aquiles, ese artículo contiene toda una hilación de principios muy reales y bien planteados. La música es eso: Sentir, por eso es Arte. La fama y los premios prefabricados del marketing no dan esa belleza del Arte en directo, como el suyo por ejemplo. Por cierto, me gusta su pieza denominada La Despedida, y es tan hermosa pieza que provoca clonarla. 😀 Saludos Maestro, referencia de éste su servidor. Un cordial saludo.

Zobeida Ortega
29 de marzo, 2013

Apreciado Aquiles, lo que tu expones es el secreto de como alcanzar la felicidad. Tu lo expones en tu caso como músico pero eso que expresa debería ser el deber ser con todas las obras que hace el ser humano.

Fabiola Márquez
30 de marzo, 2013

Aquiles Bàez: autentico y consecuente en su pensamiento. Te he visto evolucionar a través del tiempo, sin perder la cabeza, apegado a tus principios y valores. Siempre he dicho con orgullo que pertenezco a tu generación. Cómo hace falta en estos momentos en el país gente con esa coherencia.

fernando
30 de marzo, 2013

Excelente artículo. Adhiero con todo lo que dice. Felicidades y a seguir trabajando con esas ideas

Alejandro
30 de marzo, 2013

Maestro Baez ¿como hace para que sus articulos se hagan tan necesarios para uno?. Una sencilla y profunda reflexion, algo dificil de conseguir. Saludos

palaffita
30 de marzo, 2013

Yo alimento mi espiritu con tu música! Gracias por crearla.

Aquiles Baez
31 de marzo, 2013

Quiero agradecer todos los comentarios que me han llegado sobre este articulo por los diferentes medios virtuales y hasta llamadas telefónicas. Estamos en un tiempo complejo y con mucho vacío, por lo que hay que ser contundentes en las verdades que conllevan a una reflexión sobre los que son los valores y la ética. En definitiva hay que ser consecuente con lo que se predica, no es fácil pero se tiene que ser sincero, eso es fundamental. Una vez mas gracias a los comentarios que dan fuerza para seguir escribiendo.

Justo Morao
31 de marzo, 2013

Excelente artículo. Con mucho valor se declara lo que pocos se han atrevido en este mundo artístico/musical tan lleno de contradicciones. Este tipo de opiniones revelan la parte humana del artista que sirve de ejemplo e inspira a su audiencia para seguir adelante, no sólo en el trabajo de las profesiones artísticas, sino en la cotidianidad de la vida.

Anita
31 de marzo, 2013

Que distintas serian las cosas en nuestro país y en el mundo si mas personas pensaran de esta manera… Si cada quien amara lo que hace con esta intensidad y con la verdad como bandera, dejaríamos de un lado esta proliferación de “malas copias” a todo nivel, y la apuesta seria por la calidad, cosa que nos hace mucha, pero mucha falta en el mundo entero. Gracias maestro por su articulo, ya lo estábamos extrañando.

Valentina Hidalgo
1 de abril, 2013

Aquiles, tus palabras siempre alentaráne inspirarán a quienes están a tu alrededor… ¡Gracias!

Carmen Oseches
1 de abril, 2013

Hasta el sol de hoy, no ha habido artículo de Aquiles que no me deje reflexionando, y en consecuencia, haga que lo admire, respete y quiera más. No en vano te decimos “maestro”. Un abrazo.

Alicia Dávila
2 de abril, 2013

Aquiles, debes conocer a Sir Ken Robinson, estos días veía algo de Él, a propósito de la consideración que se le ha dado desde hace mucho al arte como algo que va de último en los estudios de primaria y secundaria, (situación que debe ir cambiando obviamente en el mundo entero) y reflexivamente parece que parte de los orígenes de los efectos descritos por ti en la vida musical tienen relación con ese tipo de educación que mata la creatividad, donde muchos “artistas” se afanan -y ufanan- en “correr” en su vida musical hasta que se experimentan situaciones sin los cambios necesarios para la propia evolución y se entra en la falta de creatividad…y de “sentir”.

Te dejo el Link:

http://www.youtube.com/watch?v=nPB-41q97zg

Como siempre, mi admiración y respeto.

Verónica Rasquin
7 de abril, 2013

Como siempre hermosas tus palabras! Nuevas generaciones tienen mucho que aprender de ti tanto en lo musical como en lo personal. Un fuerte abrazo y mi admiración eterna.

Oriana Marcano
9 de abril, 2013

Es inspirador todo lo que escribes, sé que muchas personas seguirán tu ejemplo. Sólo quiero decir, Gracias! es un honor trabajar en pro de lo que haces.

nelson ferrer
24 de abril, 2013

Amigo Aquiles si todas las personas se deleitaran con lo que realizan, aunque aparentemente fuera insignificante, el mundo seria perfecto. En tu caso, Dios se comunica con nosotros sus hijos a través de tu música. No hay otra explicación. Tus creaciones musicales, tu ejecución de la mismas. No es mas que la expresión de Dios en el mundo. Y no solo tu, Al escuchar las creaciones musicales de autores y ejecutores. donde esa mezcla de notas, acordes y la ejecución de una interpretación magistral son regalos divinos de nuestro creador. Si lees estas lineas te felicito y ese es el mejor regalo y reconocimiento. Saludos a mi amiga Anita. A quien conocemos y apreciamos desde hace muchos y largos años.

Victoria-Irina Niculescu de Tapia
8 de septiembre, 2014

Sí, AQUILES, indudablemente, poder hacer música como usted lo hace, al nivel que usted lo hace, es ya un premio, es un premio que Dios le puso cuando su mamá lo parió, así que ud no vino con una arepita bajo el brazo sino con una guitarra y un corazón lleno de melodias y armonias….y …por si fuera poco, con un alma grande, de persona íntegra, de persona superior. Qué alivio se siente saber que en esta Venezuela cambiada, de hoy, existen artistas de su categoría humana. Es la primera vez que yo leo un artículo suyo. Desde hoy en adelante no seré solamente una admiradora incondicional de su guitarra pero también de lo que escribe. Por cierto, qué BIEN escribe, AQUILES.

ANA DE LAYRISSE
14 de septiembre, 2014

MAESTRO , SU GUITARRA Y SU PLUMA DICEN LO MISMO, AMBAS DELEITAN , SE DISFRUTAN, INSPIRAN !!!! MIL GRACIAS POR SU MUSICA Y POR SUS ESCRITOS . ANA DE LAYRISSE

Luis Guillermo Rangel
14 de septiembre, 2014

Apreciado Aquiles, siempre que veo , oigo, asisto o simplemente compartimos un ratico, me siento a pensar de tu genialidad como musico y creador, cada vez que sales a escena, nos presenta algo nuevo, algo distinto y eso le hace bien a las nuevas generaciones que van por tu camino. Te felicito hermano por tu calidez y sencillez como persona y por ser un Icono e nuestra tierra y de su musica.

Envíenos su comentario

Política de comentarios

Usted es el único responsable del comentario que realice en esta página. No se permitirán comentarios que contengan ofensas, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o con contenido discriminatorio. Tampoco se permitirán comentarios que no estén relacionados con el tema del artículo. La intención de Prodavinci es promover el diálogo constructivo.