Arte

Scratch, el mítico roedor de “La era del hielo”

Por Prodavinci | 24 de octubre, 2012

Artículo de Gregorio Belinchón, publicado en El País (España). Un extracto a continuación:

La culpa la tiene una bellota. Humilde, pequeña, alargada. Pero con pinta de jugosa, de estar a la altura del fruto prohibido que lio la que lio en el Génesis, de convertirse en la solución a todos los males gástricos —vamos, de acabar con el hambre— de una ardilla prehistórica de dientes de sable. La bellota no tiene nombre, la ardilla sí (Scrat), y ambos conforman la desigual pareja cómica cuyas persecuciones —el animal desea a toda costa darle un buen bocado al fruto— desencadenan todos los inicios de la saga Ice age (La edad de hielo).

Scrat —su nombre, procedente de su aspecto físico, mezcla las palabras squirret (ardilla en inglés) y rat (rata)— poco tiene que ver con las aventuras del extraño grupo que protagoniza Ice age, pero ya pertenece a la categoría de secundarios míticos —ha protagonizado sus propios cortometrajes, incluso uno delirante parodiando a The artist— del cine. Y desde el principio algo debieron de olerse en los estudios Blue Sky, productores de la saga, porque Chris Wedge, codirector de la primera película y cocreador de la saga, fue quien le dio la voz… aunque no diga ni una palabra.

Ice age es fruto simultáneo de un trabajo meticuloso y de la improvisación. La historia de cómo un perezoso, un mamut y un tigre dientes de sable buscan a un grupo de neardentales para devolverles un bebé fue escrita con sumo cuidado para enganchar al público. Pero la preproducción del filme duró casi un año para que los actores de doblaje —nombres tan conocidos como Ray Romano, Dennis Leary, John Leguizamo o Goran Višnjic— hicieran suyos los personajes y aportaran ideas a los animadores. Más aún, la primera Ice age varió según fue siendo testada en diversos pases con público… y Scrat vio aumentada su participación.

*******

Lea aquí el artículo completo.

Prodavinci 

Envíenos su comentario

Política de comentarios

Usted es el único responsable del comentario que realice en esta página. No se permitirán comentarios que contengan ofensas, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o con contenido discriminatorio. Tampoco se permitirán comentarios que no estén relacionados con el tema del artículo. La intención de Prodavinci es promover el diálogo constructivo.