Artes

La música y la media o el hueco en la media, por Aquiles Báez

De cómo el fenómeno comunicacional ha afectado la música

Por Aquiles Báez | 20 de julio, 2012

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios,
y el Verbo era Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de Él,
y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres. “ (Juan 1:1).

Para entendernos y diferenciarnos de los animales, el hombre inventó esta cosa llamada la comunicación. En ese afán de comunicarse el hombre empieza a ver su propio mundo y quiere expresar “las ideas”. De esta abstracción, con un sentido de trascendencia, el hombre crea las artes. En tiempos remotos, las artes no eran otra cosa sino medios de expresión del hombre imitando a la naturaleza a partir de su pensamiento y su necesidad de expresarse. De esta necesidad nacen La Música y La Palabra. Desde tiempos muy antiguos, la música ha sido un vehículo conductor de la Comunicación. Es una forma de expresión que  ha estado presente desde tiempos ancestrales. En la antigüedad la música estaba vinculada al verbo. No sé en que punto exacto de la historia la música y la palabra se dividieron creando sus propios caminos, aunque nunca hemos dejado de ver a las canciones como una comunión de ambas. Por eso me atrevería a decir que la palabra y la música son generadores de una forma de pensamiento que llamamos arte, y el arte sin duda es un camino que lleva directamente a los sentimientos.

De estas estructuras antiguas, todavía nos queda una de las formas de comunicación más trascendentes en el tiempo: La Canción. ¿Qué es lo interesante de esta combinación de palabras y sonidos? Muy sencillo, en la canción, se mezclan la palabra y la música. Para Platón, en la teoría de las ideas, la palabra es un organismo vivo y un canal por donde se transmite esa semilla inmortal del conocimiento. Para él, la palabra es un ente que tiene como objetivo primordial la comunicación, que induce a la memoria a captar ideas. Sin duda alguna, las ideas son vehículos para esta interacción entre los seres humanos. La música es, en cambio, un camino que traduce las emociones humanas sin palabras, a través de intervalos sonoros y de la sensibilidad. (Es en sí una abstracción matemática, pero también es un arte que acaricia los sentidos, es el resultado de la combinación de sonidos a distintas alturas, timbres y espacios de tiempo). En este sentido, siempre han existido hombres que han creado este puente comunicacional. En la edad media el trabajo del trovador era el de contar historias a través de canciones, generalmente sobre el amor o cosas cotidianas, y estas a su vez eran difundidas por los juglares, quienes eran como los intérpretes de la época. El trabajo de los trovadores y juglares era de difundir historias del mundo no religioso, tales como el romance de Robin y Marion o la misma Carmina Burana, convertida en Cantata por el maestro alemán Karl Orff.

Cómo llega la música a encontrarse con la media.

Hasta hace apenas menos de un siglo, la forma de trasmisión de la música eran a través  de la tradición oral o de la partitura, no existían registros sonoros o grabaciones que sustentaran lo que pasaba en el momento. Era muy común que la gente tuviera conocimientos de música y fuera capaz de leer una partitura. Eso quiere decir que  las formas de promoción eran diferentes. El amante de la música se valía del conocimiento de la misma para saber lo que estaba aconteciendo en su tiempo. Como muestra de esto, hay una anécdota muy interesante de Beethoven. El maestro, un día se fue para el campo en medio de sus tormentas internas y llegó a un pueblito de Italia. La sorpresa para él, era que la gente conocía sus partituras y como no había ni televisión ni radio ni twitter ni computadoras, la gente del pueblo, que eran campesinos, artesanos, costureras, etc., se reunían todas las noches a leer partituras a varias voces. Algunos de ellos eran músicos amateurs que tocaban en el violín, la flauta o el piano obras de Haydn, Haendel, Vivaldi, Mozart y hasta del mismo Ludwig.

Hasta hace apenas poco más de un siglo, la forma que teníamos para comunicarnos era la escrita o la comunicación directa, como un concierto, una obra de teatro, etc. Había una relación más inmediata entre el artista y público. Con la aparición del fonógrafo las plataformas de comunicación directa se transformaron en otra cosa, dándole espacio a los medios masivos. A esta masificación de las cosas se le añade la creación de algo llamado “el mercadeo”. Vemos como la función de los medios ha cambiado tanto que lo que importa es la venta, convirtiendo al arte en un producto, generando de esta forma un vicio de forma y de fondo en donde no importa la calidad de lo que se hace, sino como manejas el mercado. La relación música-media es una dupla que se ha hecho cotidiana en nuestros días. La música juega un rol importante en la cultura contemporánea y se ha transformado en uno de los elementos mas contundentes que manejan los medios de comunicación, siendo usada como un recurso más de esto que llaman mercadeo. Toda acción de los medios masivos tiene música, desde un comercial hasta la radio, o una película, programa de TV, etc. Con esta superabundancia de ideas, la música pasa a ser un objeto de consumo en lugar de ser una forma de creación. El trabajo del creador se disipa cuando el artista lo que quiere es ser una celebridad y no defiende su arte, olvidando que “el artista” tiene que ser un generador de la creación, no importando su forma. El artista es en sí mismo un comunicador y como comunicador tiene que decir cosas, el problema es cuando el artista no dice absolutamente nada.

El filósofo francés Edgar Morin plantea que hay que crear contracorrientes, y que la misión del ser humano es la de generar esperanza. Para esto los medios de comunicación deberían dejar de ser células de corporaciones interesadas en la generación de capital y no en la gente misma, para mutar en ser vehículos de transformación y catalizadores de una cultura que se supere a sí misma, que esté a la altura de las transformaciones que ha traído el siglo XXI.

Los tiempos cambian, y ahora todo transcurre a un  ritmo demasiado rápido, sin embargo,  la historia de los medios de comunicación masiva es muy joven. No estoy en contra del  progreso comunicacional que hemos vivido, sobre todo en los últimos veinte años, donde los medios virtuales han masificado la comunicación. No obstante, debe asumirse una responsabilidad por parte de los medios con objetivos claros hacia la educación, la estimulación del intelecto y la generación de contenido. Por eso el rol de los medios debería tener una conducción más ética. Cada día nos dejamos envolver en una masa de mediocridad, dejando que esta masa nos cubra la piel sin que reaccionemos, esto cuesta creerlo. Los medios se han trazado como finalidad fomentar el ocio y el vacío. El escritor Peruano Mario Vargas Llosa hace una aguda reflexión al respecto, de lectura altamente recomendada. Vargas Llosa comenta lo lamentable que significa ver que estemos confundiendo la cultura con el entretenimiento. Producto de la banalización y la frivolidad de los medios, el arte se ha vuelto un estereotipo facilista, y añadiría, que nos conformamos con eso y no hacemos nada al respecto.

Comparto plenamente las ideas de Morin cuando plantea que el ser humano tiene que ser un generador de esperanza, y la música tiene que ser parte de esa esperanza, esperanza que tiene que estar basada en el amor, el conocimiento, además de la madurez como individuos y como sociedad. Una sociedad madura, sin duda alguna, es esa en donde se toman en cuenta los valores culturales.

Aquiles Báez 

Comentarios (13)

Geraldine
21 de julio, 2012

Bellísimo

Alejandro
21 de julio, 2012

Maestro una vez mas nos sorprende con su aguda y erudita visión de lá musica. Por fávor no nos deje tanto tiempo sin sus artículos, que nutren el alma.

Lucho
22 de julio, 2012

Leyendo, con extremo prejuicio, el texto de Báez, quisiera acotar algunas cosas que me parecieron curiosas en el mismo. Cuando dice: “En la antigüedad la música estaba vinculada al verbo. No sé en que punto exacto de la historia la música y la palabra se dividieron creando sus propios caminos,… etc. La música se relaciona tanto –si no más– con el silencio como con la palabra. La música “comunica” o transmite (si se nos permite ese término tomado prestado a la radioemisión) tanto como lo hace el silencio. “… La música es, en cambio, un camino que traduce las emociones humanas sin palabras, a través de intervalos sonoros y de la sensibilidad. (Es en sí una abstracción matemática, pero también es un arte que acaricia los sentidos, es el resultado de la combinación de sonidos a distintas alturas, timbres y espacios de tiempo). En este sentido, siempre han existido hombres que han creado este puente comunicacional. En la edad media el trabajo del trovador era el de contar historias a través de canciones, generalmente sobre el amor o cosas cotidianas, y estas a su vez eran difundidas por los juglares, quienes eran como los intérpretes de la época. El trabajo de los trovadores y juglares era de difundir historias del mundo no religioso, tales como el romance de Robin y Marion o la misma Carmina Burana, convertida en Cantata por el maestro alemán Karl Orff. La música no solo ‘traduce’ emociones, sino también (quizá más que todo) impresiones. Es una expresión sensible de algo que se tiene en mente frente a o con ocasión de una respuesta o reacción a algo que se recibe: una imagen, un recuerdo, una idea, una emoción. Sea que venga de afuera o de adentro. Pero una vez desencadenada, la creación de música en la mente sigue su propio camino. He mencionado cuatro fuentes: imagen, recuerdo, idea, emoción. Ellas, esas cosas, por separado o juntas, pueden estar en el origen de la creación musical, pero ésta puede tomar una vida propia y buscar su propia expresión más allá de esos orígenes, y así lo hace frecuentemente. Tal sonata se originó en el sentimiento de un amor frustrado, tal movimiento sinfónico en la impresión de una tormenta, pero no son expresión de un amor frustrado ni de una tormenta: son expresión musical, que deviene independiente de los orígenes que tenga, y se presenta como lo que es: expresión musical. Sobre todo en los mejores artistas –ejecutantes y compositores– se da y debe darse ese independizarse de los orígenes. Porque la música no es algo ancilar (aunque así lo hayan podido considerar muchas personas y ámbitos culturales, como las iglesias, los salones de baile o las fuerzas armadas). Es algo por sí mismo y de sí mismo. Y en los mejores artistas, inclusive en esos trovadores que literalmente se ganaban la vida haciendo música, había esa conciencia del ejercicio de algo que era mucho más excelente (en el pleno sentido de estar por encima de algo) que aquello de lo cual cantaban. Un caso parecido al de algunos pintores, que sabían que lo que estaban haciendo era algo mucho más allá del tema representado, así fuera una bella mujer o un importante personaje o un misterio de la fe o del mito antiguo. En el caso de tales pintores, era algo mucho más allá como arte, en el caso de la música, algo mucho más allá, como lenguaje; más allá del lenguaje común mismo. Al lado de definiciones que hacen estruendo más que ruido (“abstracción matemática”, “arte”…), el autor da una descripción que es exacta pero no dice mucho (“… resultado de la combinación de sonidos… etc.”), como cuando definimos a una persona diciendo: “es el hijo de fulano” o “es el hermano de zutano”. Bien, perfecto, eso es verdad, no nos está mintiendo. Pero sirve para bien poco. “Cómo llega la música a encontrarse con la media” En cuanto a este título, la verdad es que me dejó entre perplejo y risueño: recordé el cuarto de mi adolescencia, en que los cassettes, partituras, instrumentos y discos, todos por el suelo, se encontraban, de verdad y en literal paridad, no “con la media” sino con una multitud de medias y zapatos de goma de variada antigüedad y uso, amén de otras ropas. Después pensé que era una forma figurada o simplemente afectada de hablar de la media aritmética. Al parecer, no se refería a ninguna media de esas.

Sobre la afirmación: “Cada día nos dejamos envolver en una masa de mediocridad, dejando que esta masa nos cubra la piel sin que reaccionemos, esto cuesta creerlo. Los medios se han trazado como finalidad fomentar el ocio y el vacío.” Etc. Nuevamente la caída en el mito de que “nos dejamos envolver” por una conspiración cultural-comunicacional-social-nacional-global-/-/-… Gracias a Dios, nunca he creído en ese bulo. Se dejará envolver el que quiere. Uno es libre de oír lo que le plazca, sea vallenato, sea John Cage. Cada quien escoge lo que le da la gana. No vengan a echarle culpa a un ente supramental todopoderoso que nos domina subliminalmente y nos dice, con voces ultratúmbicas en medio de un sueño mediúmnico adoctrinador: “Oye reggaetóóóóóóóón, oye reggaetóóóóóóóón…”. Uno, como en otras cosas, hace en eso lo que quiere. Pero la mayoría es demasiado perezosa (e inculta) para hacer más o ir más allá de lo que el mundo le ofrece. Al final, el autor creo que cae en los mismos demonios que en principio denuncia: la música termina siendo algo en función de otra cosa. No importa que “el fin” sea “esa esperanza, esperanza que tiene que estar basada en el amor, el conocimiento, además de la madurez como individuos y como sociedad”, no importa que sea el lindo pajarito en su rama o la dictadura del proletariado o el predominio de las voces de la tierra en la palabra de una raza superior: igual, la pobre música termina al servicio de principios morales, esperanzadores, humanos, etc. Es decir, fuera de su misterio. Las cenizas de Nietzsche –que amaba tanto y tan seriamente la música– quizá hayan brincado un poco ante estas palabras de Báez. Las de Heidegger también se pueden haber sacudido alguito. A pesar de sus prejuicios, creo que el autor procede de buena intención. No está mal ser tuerto en tierra de ciegos, pero, personalmente, pienso que es mejor aspirar a tener los dos ojos. Aunque en un par de ocasiones se hace eco de las afirmaciones de Edgar Morin en algunos respectos, creo que Báez no deja de ser razonable en muchas de sus afirmaciones.

Aquiles Baez
22 de julio, 2012

Mi querido Lucho creo que esta muy bueno tu articulo, por lo que tengo varios puntos que comentar. No escribo con prejuicio sino desde la honestidad de lo que siento. No hay que conocer un poco de historia de la música como para saber que la música y la palabra siempre han estado conectadas. Cuando dices que la música no solo traduce emociones sino también impresiones, estas cayendo en un juicio de valoración de las cosas, para ti lo que llamas impresiones para mi pueden ser emociones. Y en este punto mas allá de cualquier cosa y disculpa, me parece que te dispersas un poco del tema en cuestión. Hice una introducción para llegar al punto que me preocupa que la media en la actualidad y la mediocridad que plantea. Se ve que eres una persona estudiada y erudita, por lo que espero que comprendas que no se trata de una disertación filosófica sobre la música, sino el papel que juegan los medios en la actualidad. Cada quien tiene sus puntos de vista de las cosas y en el fondo no veo contradicción entre lo que planteas y lo que yo hago. Pienso desde el punto de vista de un creador artístico, y el buen artista es incapaz de tolerar la mediocridad. Es posible que seas una persona mas negativa que yo, pero me siento identificado con esa esperanza que plantea Morin, porque básicamente amo la música y creo en el hecho musical como una obra divina, esto es algo a lo que he estado entregado desde siempre. Como músico, uno no puede entender de donde proviene esa fuerza tan poderosa de la creación, que esta ahí justo al momento de componer o esa energía que queda grabada en la piel en cada concierto. Esto es algo que no le funciona a las personas escépticas. Quizás hablo de eso cuando menciono la palabra “esperanza”. Por otro lado es muy probable que mis conceptos sean un tanto ingenuos según tu punto de vista, pero al menos son míos. Y definitivamente no me he planteado ser el tuerto en una tierra de ciegos, sino ponerme unos lentes de contacto o hacerme una operación láser para ver la realidad, o sencillamente comprarme un ojo de vidrio y ver por el otro ojo que me queda. A veces la luz esta ahí y usamos lentes de sol. Pensándolo bien, a Reverón nunca se le hubiera ocurrido ponerse unos lentes de sol en este trópico.

Ana
22 de julio, 2012

Los que conocemos a Aquiles Báez, sea personalmente, como espectadores de sus conciertos, o como lectores de sus artículos, conocemos su aficción por los juegos de palabras, y por lo tanto entendemos el título de este y sus anteriores escritos. Es necesario compartir, al menos un poco, su agudo e inteligente sentido del humor para entrar en esa sintonía, y una vez que eso ocurre, puedes adorar u odiar sus archi-reconocidos “chistes malos” como muchos los definen, pero lo cierto es que cuesta despegarse de ellos. Por otro lado, Aquiles es mucho más serio de lo que muchos saben cuando se trata de promover la cultura, la música de calidad y los nuevos talentos de la música de nuestro país, latinoamerica y cualquier parte del mundo siempre que la creación, la originalidad y el trabajo disciplinado sean protagonistas. Este es mi humilde punto de vista y espero que sirva para aclarar, a quienes no conocen al autor, el motivo de sus curiosos títulos o comentarios. Yo por mi parte deseo… que Aquiles Báez siga escribiendo de la misma manera tan amena, hermosa y apasionada. Amén.

Alexandre Daniel Buvat
22 de julio, 2012

Si en una exposición o en una galería hay un cuarteto de cuerdas tocando Bach y en otra una reproducción electrónica de algo de Thaiscovski y en otra música de rap, indudablemente que quien seleccionó la música quiso, con su muy particular sentido, de que la música generara mayor aceptación de lo que se exponía en cada caso, mezclándose en el espectador(comprador?) las emociones y sensaciones de arte pictórico con las que genera la música. Así se aplica el arte como instrumento subliminal de comercio. Cuando Bethoven, o Haydyn, o Mozart, componian y tocaban para reyes y nobles, tambíen habia un subyacente llamemolo comercial. Si al terrible medio de redes sociales Twitter se pudiera añadir tonos musicales según la emoción o la supuesta importancia del chisme a transmitir, estaríamos ante juglares siglo XXI…..Así pues, la necesidad de comunicarse entre humanos, las relaciones de poder o de simple sobrevivencia, el amor, el miedo, el odio, la soledad, la impotencia y las reacciones por sentirnos así cuando se destruyen cosas o conceptos amados o intimamente nuestros, todo todo ello, se transforma de algún modo en arte: en música, en textos, en poemas y todos todos ellos en cuanto a expresión de emociones o senssaciones, se adaptan a épocas de “evolución” de las sociedades. Lamentablemente , en eso concuerdo, hoy día los medios ya han creado una sociedad mediocre y la “mass media” y viven de ella, generando la música y las expresiones de verbo y arte en general, acordes con el manejo de las emociones y sensaciones con su siempre escondido sentido comercial. Afortunadamente -y aquí cabe la expresión la música y el arte generadora de esperanza- en cada época hay rebeliones y lo mas alto o elevado se impone, sea creado hoy o sea producto de genialidades pasadas.. ¡¡¡Qué grata es la lectura de tus artículos que además inducen a reflexiones que uno no se hubiera planteado si no hubieras escrito y , obvio, ja ja yo leído tu artículo. Gracias

Eduardo
23 de julio, 2012

No comparto con el gran músico Aquiles el punto del mercadeo como un ente que nos bloquea como músicos la posibilidades para expresar Nuestro arte. El mercadeo goza Hoy  de una herramienta poderosa y democratica que es la tecnologia. Con la tecnología tenemos el acceso a promover a través de medios web y redes sociales musica de extraordinaria calidad sin la necesidad de un “medio” de comunicación asociado a las grandes disqueras. Estas prácticamente desaparecieron justamente porque la distribución de la musica y el acceso a grabarla es ahora mas democrático.

Estamos entonces ante la presencia de algo dinámico que el maestro Baez olvida mencionar. Un ejemplo interesante es como un video casero sin ningún gran estudio o disquera puede generar el éxito que genero el duo de pomplamoose que ha generado casi diez millones de visitas a Youtube. Aquí no hay un gran medio atrás o corporacion y de paso el video fue el trampolín para grabar su primer disco además de forma independiente.

Anexo el link de pomplamoose http://www.youtube.com/watch?v=oIr8-f2OWhs&feature=youtube_gdata_player

Pienso además que hay gente mas dada a la musica que otras (comprobado por estudios de Oliver sachs en musicofilia, entre otros) por lo que para el algunas personas tal vez nunca le será interesante oír musica de alta calidad, se conforma en oír lo que le pone un dj en la radio. Entiendo que puede ser frustrante para los músicos venezolanos que alguna gente ni siquiera oiga sus propuestas , a mi a veces también me duele pero la pelota esta en nuestro lado. Ante esa realidad nos queda es poner las excusas (la culpa es de las grandes corporaciones y el mercadeo) a un lado y buscar espacios creativos para llevar nuestras propuestas y motivar a la gente usando el mercadeo a nuestro favor y no como un enemigo. 

Un ejemplo de esa creatividad en la manera de presentar géneros de poca aceptación como el genero lírico, esta en el reciente espectáculo presentado por Jacobo Borges y Ximena Borges, “la tempestad”. Los Borges creativamente lograron posicionar un evento lírico (mercadeo) donde existe una gran cantidad de prejuicios de los medios y del publico en general usando un show multimedia que atrapo la atención de Venezuela colmando 4 funciones en el teatro chacao a pesar de sendas competencias como dudamel y Rubén blades viernes y domingo.

Con todo respeto amigo Baez tal vez ese panorama fue en su momento una realidad pero el mundo también cambia para bien y los que en momento tuvieron el monopolio de la musica que oíamos ya no existe como tal. Solo nos queda con mucha creatividad atraer a los indiferentes y publico que normalmente oye poca musica a que oígan las propuestas sin encasillarlos como personas alienadas por los medios, porque de verlo así ya estaríamos empezando con un gol en contra.

Hay un ultimo punto que me gustaría mencionar donde Aquiles señala que la música paso de ser cultura a convertirse en “entertainment”. Este cambio que señala Aquiles se da en el cine En los años sesenta. Pauline Kael critico de cine para new yorker rompió paradigmas al reconocer en esa revista de tanto prestigio intelectual, muchas películas de Hollywood que hasta ese momento eran rechazadas por la elite intelectual por ser superficiales. Las primeras fueron candilejas, Lawrence de arabia luego vendrian el padrino, tiburón, fiebre del sábado por la noche, el resplandor. Como las veríamos hoy esas películas? Superficiales?. Esta ruptura que Kael provoca sobre las películas y mas en un sentido general hace entender que la apreciación de la cultura popular (Main stream) es fundamental y que el rechazo al “entertainment” que los educados no consideramos arte en un momento puede cambiar en el tiempo, el verdadero juez será siempre la historia.

Aquiles Baez
24 de julio, 2012

Quisiera reponerle a nuestro articulista Eduardo, sus planteamientos. Como artista no hay papel mas duro en estos momentos que defender el arte como tal. Pienso que las estructuras planteadas le han hecho demasiado daño a los conceptos artísticos y han hecho que cualquier persona sin la preparación necesaria se considere un artista. Mi abuelo siempre decía que la ignorancia es audaz. Por supuesto con la tecnología ha habido un avance en la democratización de las cosas, pero no ha sido suficiente. La pluralidad de pensamientos es fundamental en un sistema democrático real, en donde todos los componentes de sociedad artística tengan igual posibilidades, por eso “la media” plantea una dictadura del mercado. Por otro lado estamos en un momento critico en donde no sabemos hacia donde va la industria de la música. Ciertamente la tecnología ha transformado los preceptos de la grabación, han hecho mas accesible la posibilidad de grabar un disco. Sin embargo al artista real le cuesta mucho trabajo y sacrificio llegar a cualquier lado. Una de las cosas que hablo en articulo es de banalización de la cultura como lo plantea Vargas Llosa, eso hace que estemos enfrente a un universo superficial. Si todo fuera realmente en estos momentos mas democrático, los músicos de calidad deberían estar en la vanguardia de las cosas. Por eso para mi el problema no es que existan las corporaciones, sino que estos decidieron irse por el camino mas rápido que es el de la mediocridad. Al amigo Eduardo, con todo respeto le digo que sin duda alguna los medios virtuales le dan mas oportunidades al artista de llegar a un espacio antes inaccesible, pero corporaciones además se enteraron que el Internet y otros medios existen usándolos a su favor. Como medir lo que es bueno o lo que es malo, como saber cual es la verdad del arte hoy en día, esta es una reflexión que débenos hacernos a diario. Hay gente como la “Tigresa del Oriente” que tiene mas vistas que el dúo de pomplamoose, que tambien es una artista independiente y debemos decir porque esta tenga una masividad virtual ¿es esta trascendente o de calidad?. Por eso tengo que hablar desde la perspectiva de lo que soy: un músico que defendiendo a la creación como la herramienta mas poderosa del arte. Yo creo que es necesario el mundo con opciones, y en la pluralidad de pensamiento. Y si es verdad mi querido Eduardo estamos en la presencia de algo dinamico, que lamentablemente favorece solamente a los que tengan mas capital con que divulgar su arte, para mi eso no es democrático. Hay un libro que te recomiendo leer que se llama: como escuchar la música de Aaron Copland. Copland plantea que escuchamos la música en diferentes planos como lo son el sensual, el expresivo y el musical. Para llegar escuchar la música como lo plantea Copland al plano musical, necesitamos elementos de educación, y esta para mi es la gran falla en el mundo contemporáneo. No se puede leer a Cortazar si tu nunca has leído ni siquiera el principito. Luego están los diferentes espacios y pienso que hay que ganarse a la juventud para la buena música. No podemos dejar que se sigan sumergiendo en las aguas superficiales. Por eso hay que crear espacios y generar una forma de pensar diferente. Para eso hago un referente a la ciudad de Buenos Aires que posee un agenda cultural mucho mas activa que la de Caracas, para solo citar un caso esta la gente de la Bomba de Tiempo que son 17 percusionistas que tocan de forma improvisada. Estos chicos han llenado todos los “lunes” desde hace unos diez años en espacio Konex con un aforo entre 1500 y 2000 personas. Esto es interesante. Y quiero decirle mi compadre, que no soy enemigo del mercadeo, solo critico la forma y los objetivos que se ha planteado como estructura. Por otro lado creo que hablar del cine seria como para tener una discusión mucho mas extensa y nos desvía del tema planteado que son los medios y la música. Hay que abrir espacios alternos para combatir la mediocridad, ese es el punto en donde no hago concesiones.. A mi como consumidor de cultura me duele y se me hace un hueco en el corazón, cada vez que veo que hay artistas de un nivel artístico como pueden se Fabby Olano, que no tienen el dinero para terminar el disco que con tanto sacrificio han hecho, o cuando veo casos cercanos de músicos que no tienen ni para pagar una renta decente. A mi me duele estar cambiando cada dos segundos la música en la radio porque sencillamente es muy mala, a veces me digo que pongan aunque sea a Rudy La Scala, y como será la cosa que el pana es Duke Ellington comparado con muchas cosas que ponen. Quizás por amar la música, me duele como a los mediocre les dan tanto espacio, ganando fortunas y a la gente de calidad tiene que echarle demasiadas bolas para llegar a tener un estándar medio. Por supuesto que hay excepciones, pero lo lamentable es que son contadas. Compadre reflexione esto que el estoy diciendo y después conversamos

Eduardo
25 de julio, 2012

Amigo Aquiles para la tigresa de oriente versus pomplemoose, oscar d’ leon o Jennifer López quedara la historia para juzgar. Por otro lado no podemos pensar que todos tendrán el interés de leer el libro de copland y entonces empezar a apreciar la musica en su justa dimensión. Ahí esta nuestra creatividad como productores o músicos en atraer a la gente a oír nuestras propuestas.

En cuanto a ver artistas extraordinarios para realizar su arte coincido plenamente contigo y me parece que ahí esta nuestra responsabilidad como seres humanos en apoyar a esos talentos, como podamos. Pienso que parte de eso hacen ustedes en noches de guataca dándole difusión y tambien apoyando a algunos a grabar su música. Esa plataforma no existía antes igual que antes era imposible plantearse grabar un disco de calidad en nuestra propia casa. Por eso pienso que a pesar que la tarea no es fácil hay que plantearse que podemos hacer y concretarlo en acciones y dejar de Ver a la cultura Main stream como la responsable de nuestros males. Mas bien aprender de ella en la manera de llegar a la gente sin destruir nuestro arte, tal como lo hizo carlos vives con el vallenato colombiano.

Por ultimo la radio que mencionas cada vez determina menos lo que oímos. Su poder de determinar con las payolas están muy disminuidas en el mundo la sintonía de radio ha caído casi 50 pt en los últimos cinco años. Han surgido en remplazo plataformas de internet como Pandora , sirius , fm xm donde dan a los oyentes el verdadero poder de lo que quieren oír. Es sin duda esta una forma mucho mas democrática de difusión de la musica.

Aquiles Baez
25 de julio, 2012

Compadre Eduardo, difiero de mucho de lo que planteas, ademas que me parece que te ubicas en una realidad que no es la de Venezuela. En nuestro pais la gente escucha la radio y esta sigue siendo el metodo de difusion mas masivo de la musica en Venezuela. Para hablar de realidades, tenemos que concentrarnos en nuestras realidades. Las plataformas de internet que planteas no son tan solidas aca como en otros lados. Hay que generar estrategias para generar nuevos espacios y transformar la realidad que tenemos.

ivan estrada
5 de agosto, 2012

gracias Aquiles por tan acertadas palabras en pro del arte y la buena y justa vida de todas las personas de este país

Alejandro
7 de agosto, 2012

Maestro Baez, una vez mas impresionado con su capacidad de reflexión. Estas son discusiones necesarias y me alegra en alta medida que un hombre que no ha dejado de hacer musica como usted, se tome el tiempo para hacernos reflexionar de nuestra realidad. Gracias una vez mas por sus escritos.

Juanma Trujillo
22 de agosto, 2012

Saludos a todos

Me parece que la discusión se salió un poco de tema.

En ningún momento me pareció a mi que la intención de el autor fuera implicar que los medios de comunicación social no han ayudado a la difusión de el trabajo de artistas independientes. Siendo parte de una generación mas joven que la de el señor Baez, yo me he beneficiado de documentar mi obra músical primordialmente en la web. El impacto que la tecnologia ha tenido en la sociedad moderna es evidente, no solo en la música sino en todos los aspectos de la vida. Pero esa no fue la noción introducida por el autor.

Si lei correctamente, este ensayo era más bien una reflexión personal, y quizá un llamado a conciencia acerca de que cosas son realmente importantes dentro de la consideración artistica y músical.

Yo estoy de acuerdo con el autor en que me parece que en nuestros tiempos la facilidad de tener una presencia dentro de la comunidad virtual, ha generado como consecuencia un fenómeno en ciertos grupos de individuos en las artes en donde la idea de proyectar una imagen de artista es mas poderosa que el mero acto de realizar el esfuerzo necesario para realmente serlo.

Yo creo que cualquier artista debería considerar pasar al menos un período de su vida (pero la mayoría de los grandes artistas ocupan toda su vida en esto) en donde la única preocupación es desarrollar una concepción artistica desde una posición de dominio y autoridad en lo que se quiere lograr, sea pintar, tocar el piano, etc…Si esto no se hace, es muy posible que el resultado de este proceso sean intentos artísticos de poca profundidad.

Ojo, vale destacar que no estoy intentando darle un valor negativo o positivo a este argumento, cada quien hace con su vida lo que quiera. Sin embargo considero que si una persona esta tratando de proyectar una imagen de ser un “gran pianista” o “gran compositor” seria prudente que esa persona pasara mas tiempo tocando el piano que promocionandose a si mismo en las plataformas sociales.

Ciertamente el análisis o la estimación que se le puede dar a un trabajo artistico en la mayoría de los casos sera subjetivo, sin embargo un hilo común en muchas de las personas que actualmente consideramos los mas grandes artistas de la historia es que ellos/ellas siempre hicieron su ética de trabajo una realidad objetiva.

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