Artes

Verdad y mentiras de la literatura, de Stephen Vizinczey

Por Prodavinci | 29 de noviembre, 2011

Artículo escrito por Alberto Ojeda, publicado en El Cultural. Un extracto a continuación:

Separar la paja del grano. Es lo que hace el campesino en la era. Y lo que, en el campo de la escritura, hizo Stephen Vizinczey en Verdad y mentiras de la literatura, un ensayo clave para todo estudioso de la creación literaria. Sus criterios para deslindar la impostura de la autenticidad siguen muy vigentes en la actualidad. Fue publicado por primera vez en 1985 (a España llegó en 1988) pero todavía sigue suscitando un gran interés, hasta el punto de que se sigue editando en nuevos países. “Cuando lo publiqué al principio apenas se vendió. En el Reino Unido se vendieron unos 2.000 ejemplares, y en EE. UU se quedó en los 5.000. Es que estas cosas nunca le han interesado a mucha gente. Lo bonito es ver que en los pequeños ámbitos del estudio de la literatura sigue generando debate y me llaman de nuevos sitios para publicarlo”.

Vizinczey, autor también de novelas de gran éxito como En brazos de la mujer madura y Un millonario inocente, lo explica a elcultural.es sentado en la cafetería de un hotel de la Gran Vía. Antes de una hora le recogerá un taxi para trasladarle al aeropuerto, donde tomará un vuelo hacia Londres, la ciudad donde vive este escritor de origen húngaro de 74 años desde finales de los 60. Ha venido a España (su país “favorito, junto con Italia y Francia”) para participar en las jornadas La creación del mundo organizadas por el Instituto Ibercrea, dirigido por Arcadi Espada. Le queda margen pues para disertar sobre su gran pasión vital: la literatura. En la frontera que trazó con su ensayo hay escritores que quedan del lado de la verdad y otros en el de la mentira. En el primer bando, el de los buenos, Vizinczey coloca “a los escritores de principios del siglo XIX en Francia y los rusos de ese mismo siglo”.

“Son los autores de ficción más profundos que yo conozco. La razón seguramente es que vivieron en tiempos muy inciertos, caóticos. No estuvieron sujetos al corsé de la corrección política”. Stendhal, Balzac, Dostoievski, Tolstoi, Pushkin… son los novelistas que ubica en el lado de la honestidad literaria. “En cambio los que viven épocas más estables están sujetos en mayor medida a la moral imperante. El conformismo es más marcado, se aceptan unas verdades concretas y no se contemplan alternativas”. Como ejemplo utiliza la Inglaterra victoriana y su autor más célebre: “Dickens retrataba a sus personajes en función de su posición social y de su oficio. Es lo contrario de lo que hacía Stendhal o Balzac, cuya mirada a la gente era más profunda y más humana, mucho más individualizada, no tan influenciada por su clase”.

¿Y en España? ¿Dónde está la verdad de la literatura? Su respuesta es rápida y contundente: El lazarillo de Tormes. “Es una obra maestra, sin ninguna duda, un libro que al mismo tiempo es muy denso y muy corto. En él puedes asomarte al alma de sus personajes. Es sencillamente perfecto, encarna la verdadera esencia del arte: ‘La naturaleza concentrada en una forma’, como decía Stendhal”.

Y para conseguir esas perfecciones literarias en forma de novela, Vizinczey elaboró un decálogo que debería observar todo escritor; son sus diez mandamientos de inexcusable cumplimiento. En el sexto vuelve a traer a colación una cita de su admirado Balzac: “Las obras del genio están regadas con sus lágrimas”. A lo que añade: ” Rechazo, mofa, pobreza, fracaso, una lucha constante contra las propias limitaciones… tales son los principales sucesos de las vidas de la mayoría de los grandes artistas, y si aspiras a conseguir su destino debes fortalecerte aprendiendo de ellos”.

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