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El Museo que destruye una plaza, por Federico Vegas

Por Federico Vegas | 7 de noviembre, 2011

Hay un proverbio que dice: “Cuando veas algo bueno, imítalo, esfuérzate en hacerlo igual de bien. Cuando veas algo malo, revísate”. Uno desearía hablar sólo de lo que le gusta. Cuando hablamos de lo que no nos gusta, o nos revuelve, vamos a conectamos con nuestras zonas oscuras, donde no sabemos lo que vamos a encontrar. El museo de arquitectura diseñado por el profesor Juan Pedro Posani nos obliga, sin duda, a una profunda y dolorosa revisión.

Lo primero que se supo de este museo, el MUSARQ, es que iba a funcionar en la antigua GAN, una idea genial. Es difícil imaginar una condición más noble para las manifestaciones de nuestra arquitectura que el estar cobijadas por una creación de Carlos Raúl Villanueva

Si uno revisa los ejemplos de museos de arquitectura en Latinoamérica, encuentra que se suelen dar en remodelaciones de edificios ya existentes. Un caso notable es el MARQ, manejado por la Sociedad de Arquitectos de Buenos Aires; su sede se encuentra en una vieja torre de agua del complejo ferroviario del Retiro

 

Museo de Arquitectura y Diseño de la Sociedad Central de Arquitectos, Buenos Aires

 

Es tan lógico que un museo de arquitectura comience rescatando una pieza urbana abandonada, o desaprovechada, y así nazca reconociendo, celebrando, que el gran museo es la ciudad, su herencia, su historia física y espiritual.

Pero no logramos tanta sensatez con el MUSARQ. Había que hacerle sede aparte y dedicarle unos 5.000 M2. La siguiente decisión sería: ¿Dónde colocar en Caracas un museo de arquitectura? Vamos a analizar el lote escogido.

A lo largo de las 20 cuadras que se demolieron entre el parque el Calvario y el parque Los Caobos, para dar paso a lo que se llamó Plan Rotival, luego Avenida Bolívar y hoy Parque Vargas, existía una sola plaza justo frente al Nuevo Circo, diseñado en 1919 por los arquitectos Alejandro Chataing y Luis Muñoz Tébar.

A partir del plano de Ricardo Razetti de 1919, la plaza aparece en todos los planos de la ciudad. La vemos de una manera legible y estimulante en el dibujado en 1936 por Ramón Sosa, y con su diseño definitivo en el de 1946.

Plano de Caracas Monumental, Ramón Sosa.

 

Plano de Caracas, 1946, Nuevo Circo

 

En el plano de 1938, llamado “Distribución de calles, avenidas y carreteras”, donde se plantea la propuesta de Rotival para la futura gran avenida que derribará las 20 cuadras, vemos que se mantiene la plaza. Esta idea se evidencia con mayor claridad en una perspectiva de la “Avenida principal” del “Proyecto del plan monumental de Caracas” de 1939, donde observamos cómo se respeta la plaza frente al Nuevo Circo en la secuencia de edificios que bordean los dos lados de la avenida de este a oeste.

Proyecto para la avenida principal, perspectiva

 

Además de su vigencia y presencia en los planos de Caracas, existen fotografías de la plaza original con el clásico trazado de las plazas caraqueñas.

 

Plaza del Nuevo Circo

 

Medio siglo más tarde, en el proyecto para el Parque Vargas de Gómez de Llarena, también se mantiene un frente verde como parte de un continuo a lo largo de las amplias aceras y áreas verdes. Podemos ver en esta foto la vista libre hacia el Nuevo Circo. Este episodio en el recorrido es un deleite, con los chaguaramos enmarcando ese hermoso diálogo entre dos épocas.

 

Plaza del Nuevo Circo

 

Como vemos a lo largo de estos planos y fotografías se trata de uno de los tesoros de nuestra ciudad. Pues resulta que el lugar seleccionado para colocar un museo de Arquitectura es justo donde estaba esta plaza.

 

Museo de Arquitectura frente al Nuevo Circo

 

Una relectura del texto de Aldo Rossi, La Arquitectura de la ciudad, nos lleva a conceptos conmovedores sobre la ciudad como un receptáculo y repositorio de la memoria del hombre, de su gesta diversa y colectiva. Los conceptos de Rossi sobre la relación entre los elementos históricos y la arquitectura, entre las tipologías constructivas y la morfología de la ciudad, nos indican que, ante la clara y evidente historia urbana, cultural y social de esa zona de la avenida Bolívar, y de la totalidad del eje, se ha cometido una violación absolutamente innecesaria. Algo peor que una mala acción, una estupidez.

¿Qué piensa Posani de todo esto? ¿Cómo justifica violar lo propuesto por la historia de nuestra ciudad? Veamos el texto que aparece en musarg.blogspot [1], el cual presumo lo escribió el propio proyectista o alguien que defiende el proyecto:

No nos preocupaba la relación con la pequeña escenografía arquitectónica del Nuevo Circo. Ubicado en la cuadra posterior al sur, su altura reducida y la escala menuda de sus elementos decorativos reducen su empaque monumental a las dimensiones de la placita triangular que lo precede diagonalmente. El contraste con el volumen y el acabado metálico del Museo de Arquitectura refuerza poderosamente el carácter casi de adorno urbano y la memoria de la pequeña escala de una Caracas desaparecida.

Aparte de una insólita vanidad y soberbia al plantear la superioridad del nuevo edificio metálico con respecto al Nuevo Circo, aquí no se toca el tema de la plaza rectangular que estaba al frente, las evidencias de su existencia y razón de ser, y el hecho de que haya sido respetada a través de tantas propuestas. ¿Cómo no aprovechar en una ciudad necesitada de verde, de plazas, y en un parque destinado a cubrir esta deficiencia, la maravillosa lección que nos entrega la historia? En el “Plano de Caracas y sus alrededores” realizado por Eduardo Rohl en 1934, podemos observar la importancia que tenía este conjunto de plaza y Nuevo Circo en la relación de llenos y vacíos del casco central, una relación donde ciertamente han ido predominando los llenos.

Otra pregunta: ¿Cuál es esa Caracas de pequeña escala? La plaza Bolívar también pertenece a la memoria de una Caracas de pequeña escala, así como la Casa Amarilla, el Capitolio, el Consejo Municipal, el museo Arturo Michelena en La Pastora. Si se aplicara ese concepto de “reforzar poderosamente el carácter casi de adorno urbano y la memoria de la pequeña escala de una Caracas desaparecida”, me temo que quedaría muy mal parada nuestra historia caraqueña.

Y, ¿cuál es esa Caracas desaparecida? ¿Desaparecida para quién? Yo no soy taurino –tampoco estoy entre quienes se definen diciendo “Yo no voy a los toros”– ni boxístico, pero nunca podré olvidar el primer concierto de Fania en junio de 1974, ni dejar de anhelar que vuelva a darse algo igual de maravilloso en ese Gran Salón, mucho más poético que el Poliedro.

Aún resuena en Caracas un evento celebrado en el Nuevo Circo en 1948, la llamada “Fiesta de la Tradición”, dirigida por Juan Liscano y Abel Vallmitjana, en la cual se presentaron, juntas por primera vez, manifestaciones folklóricas de todo el país.

Cuando se hace referencia a la “pequeña escenografía arquitectónica” del Nuevo Circo, a “su altura reducida”, a “la escala menuda de sus elementos decorativos”, se están cometiendo varios errores. El primero es despreciar una arquitectura que quizás sea más digna y de escala (que no equivale a tamaño) más adecuada e invitante que el nuevo edificio metálico.

 

Fachada principal Nuevo Circo. Foto: Alfredo Padrón

 

Pero lo más grave es considerar al Nuevo Circo sólo como un objeto. Ese lugar, para usar un término que engloba a la edificación y sus circunstancias, tiene una dinámica, un potencial, un flujo, una capacidad de congregar, una historia. La “Fiesta de la Tradición”, por ejemplo, puede volver a convocarse una y otra vez todos los años, junto a cientos de otras posibilidades que ofrece esta ágora. Esa vitalidad es la principal razón de ser de la plaza que tuvo al frente por tantas décadas.

De manera que la sola escogencia de esa plaza para edificar un mueso de arquitectura ya es una herida profunda y un acto profundamente mezquino contra la idea de la ciudad como nuestro museo colectivo, donde las historias grandes y pequeñas concurren en el tiempo. Fundar un museo hablando despectivamente “de la memoria de la pequeña escala de una Caracas desaparecida” es actuar como un inquisidor desde el momento que se coloca la primera piedra.

Pero, ¿qué podemos decir del edificio actualmente en construcción? Revisemos el texto del blog:

El museo no se parece a un galpón… es un galpón. No tiene porque ser más que un espacio decente, honesto, flexible y útil, sin esos gastos de representación que en un país como el nuestro siempre huelen a nuevorriquismo. El edificio no será el gran protagonista, según el modelo que nos echan en cara los países industrializados. El protagonismo lo tendrán las exposiciones y sus contenidos. Es esta una opción escogida con toda premeditación: es una tesis que defiende el MUSARQ como la opción que corresponde y simpatiza con nuestra historia, nuestra idiosincrasia y nuestras condiciones geográficas y ambientales.

Me temo que por motivos inesperados, tales como la estridencia, el galpón va a ser el gran protagonista. Pero ahora me interesa preguntarme: ¿Cómo es nuestra idiosincrasia? ¿Cómo podemos ser simpáticos con nuestra historia? Según el texto, está condición se da gracias a la franqueza y la honestidad de reconocer las limitaciones históricas: las imperfecciones, la brutalidad áspera e incierta de los acabados, las evidencias de las fases constructivas, de sus secretos estructurales. Franqueza didáctica y en cierto modo también austeridad política. Y se agrega, contradiciendo la idea de que es un galpón nada protagónico: El edificio en su simplicidad sin disfraces podría ser un manifiesto; luego se explica qué se manifiesta: El edificio no compite con nadie. Es como somos. Eso sí, pretende ser auténtico, no se disfraza de primer mundo.

Esta ecuación es muy peligrosa. Ser auténtico no elimina la posibilidad de hacer una arquitectura del “primer mundo”; así como estudiar e incorporar lo que hacen en el llamado “primer mundo”, arquitectos como Rafael Moneo, Geoffrey Bawa, Alvaro Siza o Peter Zumthor, no implica disfrazarse. Mucho de lo que hacemos y hemos hecho en Latinoamérica está incluido en la mejor arquitectura de la historia contemporánea; basta con revisar los ejemplos de Villanueva y Salmona, o asomarse a la década de los cincuenta cuando la arquitectura de Caracas estaba en la vanguardia de las publicaciones, las exhibiciones y la crítica.

¿A qué nos lleva condenarnos a esa “franqueza y honestidad de reconocer nuestras limitaciones históricas, nuestras imperfecciones, nuestra brutalidad áspera e incierta de los acabados?”. Me temo que puede ser una trampa que justifique errores y mediocridades, una coartada para delirantes experimentos disfrazados de tercer mundo.

En este sentido me preocupa un enunciado del blog: El edificio es exactamente lo contrario de lo que está de moda en la arquitectura globalizada. Allá se inventan formas excepcionales para desespero de ingenieros. Aquí, en cambio, se parte del ingenio de los ingenieros. Yo pensaría que un museo de arquitectura debería partir del ingenio de los arquitectos. Más allá de esta presunción me pregunto: ¿Qué tendrá de ingenioso la propuesta estructural? Según lo que he logrado ver hasta ahora –una visión que admito es superficial–, se trata de una estructura bastante ordinaria.

 

Museo de arquitectura, vista de la estructura

 

Entrar a analizar el que un director de un museo se adjudique el proyecto del museo, es un tema que no nos lleva a ninguna parte. Pero sí el hecho de que no se haya realizado un concurso que partiera de dónde y cómo se debe hacer un museo de arquitectura. Es una verdadera lástima que hayamos perdido esa oportunidad tan ecuménica y congregante. En la naturaleza del tema palpitaba una convocatoria abierta, una invitación a participar. Pero la edificación se dio en secreto, hasta que se hizo estruendosamente visible. Entonces apareció el urgente argumento de que allí había una “gran tienda”, que no sabemos quién y por qué la colocó en tal lugar. Realizar el museo a espaldas de la sociedad de arquitectos y las facultades de arquitectura, es pretender parir una criatura sin convocar a sus legítimos padres naturales, los que, a la larga, la van a nutrir sin subsidios ni imposiciones.

El texto del blog hace un augurio: si el final de la trayectoria es positivo, si el equipo, la dirección y el público responden al reto, Venezuela contará con uno de los más importantes museos de arquitectura de Latinoamérica y quizás del mundo, ¿por qué no?. Comprendo que siempre esté subyacente la búsqueda y el anhelo de ese reconocimiento universal, primer mundialista, pero me temo que el Museo de Arquitectura en Buenos Aires, con la sencilla remodelación de la torre de agua de un complejo ferroviario, será siempre una mejor propuesta. No creo que empaquetar el edificio en una membrana metálica de apenas un milímetro de espesor, como un desafío tropical –lo que sólo es posible aquí, en este trópico del cual deberían nacer nuestras ambiciones serenas y nuestro orgullo terrestre, sea argumento suficiente para hacer del edificio uno de los más importantes del mundo.

Alguien dirá que debemos esperar a que esté terminado antes de juzgarlo, y, en mi opinión, lejos de ser terminado debe ser derribado; y añadiría una exigencia: un Museo de Arquitectura debe incluir en su programa la creación de una plaza, como la de los Palos Grandes, una tipología fundamental en la configuración de nuestra ciudad y sus 400 años; nunca jamás su eliminación, como si fuera un simple lote vacío.

El texto propone además que será un museo donde se pueda apreciar lo que en la historia se ha hecho y aprender de ello. Me temo que nació negando lo que podíamos aprender en el propio lugar de sus cimientos, despreciando lo que nuestra ciudad nos ha legado, por pequeño que sea. Me temo que el museo, además de un galpón, será un manifiesto contra la herencia que nos dejaron los arquitectos y urbanistas que nos preceden, contra el testamento que nos toca escribir, contra los recuerdos de simples espectadores, desde fanáticos taurinos hasta los caminantes de siempre.

Alguno dirá que la avenida Bolívar ya había borrado del mapa esa ofrenda, pero insisto en que las consiguientes propuestas, como la de Rotival y la de Gómez de Llarena, planteaban reinstaurarla o respetar el área verde. Nunca desapareció de la memoria y de las posibilidades fisiológicas del lugar, eso explica todo lo que la zonificación del Parque Vargas le concede al sitio.

Esta es la dolorosa revisión a que me refería al principio: asistimos impávidos al espectáculo de cómo una plaza más ha sido borrada en Caracas. Esta vez para dar paso a un museo de arquitectura.

El citado blog comienza diciendo: Franqueza y claridad de parte nuestra nos parecen imprescindibles cuando su carencia es tan evidente en las pequeñas maniobras de la mediocridad politiquera. Y ojalá que un texto como el que sigue ayude, sin negar la fuerza de la polémica honesta, a renovar y afinar un instrumento demasiado mellado y oxidado: el de la crítica de las ideas, de la profundización medular, del análisis conceptual, ¡el que tanto le falta al horizonte arquitectónico actual!

Lamento que esas buenas intenciones sean propuestas cuando una maniobra las ha hecho estruendosamente tardías.

 

Federico Vegas 

Comentarios (103)

Valentina
7 de noviembre, 2011

1.¿y cuanto costará esa “maravilla”? 2.¿cobran y se dan el vuelto?

Ynés
7 de noviembre, 2011

Su trabajo ayuda a nuestra memoria, gracias.

krina
7 de noviembre, 2011

Ay, Federico…

Isaac Estanislao
7 de noviembre, 2011

Otra perla mas para añadir a esta nefasta historia de los últimos 11 años de nuestro hermoso pero atormentado país. La no convocatoria a un concurso, con bases además organizadas por las mentes preclaras vivas de la sociedad de arquitectos, es una muestra del nepotismo, la estupidez rampante y la corrupción, no solo económica sino mental, ética y profesional. ¿Dónde quedaron los colegios de arquitectos y de ingenieros? ¿dónde está la opinión de la sociedad de arquitectos paisajistas, de las escuelas de diseño urbano y urbanismo? ¿Alguien está entrevistando a Carlos Gómez de Llarena, por favor, a ver qué opina de este desaguisado? (o mejor dicho, otro guiso mas)

Milagros Azancot
7 de noviembre, 2011

Estoy plenamente de acuerdo con su exposición. No se puede destruir para construir.En todos los aspectos del acontecer,lo que se debe hacer es modificar.

Jeannette
7 de noviembre, 2011

Gracias Federico por desempolvar sabiamente memorias urbanas importantes y destacar opciones de “lo que pudo haber sido y no fue”. Aunque tu excelente artículo no logra amainar mi tristeza, leer tanto despropósito junto me hace aplaudir tu propuesta de que “lejos de ser terminado debe ser derribado”.

Oscar Montenegro
7 de noviembre, 2011

Bravo, Federico! Alguien tenía que defender la amable placita que será enterrada bajo el mamotreto. Tienews la gallarda actitud de aquel antepasado nuestro, “desaparecido” y posiblemente “de escala reducida” que salió en defensa de la ciudad, el lvenezolano más parecido al Quijote, Ledezma.

Pofirio
7 de noviembre, 2011

Que tristeza profesor Posani como la sumision a un regimen intoxicado e incapaz puede borrar conceptos y convicciones que por decadas transmitio a amplias generaciones de arquitectos en su paso por la UCV

Ignacio Arias Vincentelli
7 de noviembre, 2011

Gracias señor Federico…

Es difícil precisar cual de los aspectos de este asunto resulta mas indignante. Creo que en mi caso, y no por taurino, es la burla lo que mas me duele.

“…como el toro, burlado como el toro.” (M. Hernández)

Porque no es la casta lo que produce la furia del toro… es la burla.

Oscar Alberto
7 de noviembre, 2011

¿Plaza? ¿Cuál plaza? Creo que hay buena intención en su artículo por cuanto recupera y ofrece información histórica sobre nuestra querida y ya no tan joven ciudad. Por otro lado, es obvio que también hay cierto deseo de polemizar sobre un asunto que nos compete a todos como ciudadanos, seamos o no arquitectos: la construcción de un edificio -sea para el uso que sea- en una avenida concurrida e importante de la ciudad -aunque ya lleva bastante tiempo esperando por un plan acertado para ella. Eso también me parece positivo de su escrito. De los aspectos sin embargo que no comparto con usted, está el que llame plaza a una acera más ancha y con grama que había en ese sitio. Porque hasta donde yo recuerdo, desde que se hizo el supuesto Parque Vargas -que tampoco es parque ni mucho menos- el valor de lo que había ahí, repito, para el momento de su construcción, era igual al que había cien metros más adelante o pasando la calle… aceras más anchas, con grama y con unos bancos vacíos. Hace mucho que no existía ahí tal plaza. Hace demasiado tal vez. No veo tal drama entonces en la propuesta del profesor Posani, quien, aparte de su merecida reputación nacional y latinoamericana como crítico de arquitectura, que por cierto usted no señala para informar al lector tan bien como lo hace de la extinta plaza, es el autor de algunas obras nada despreciables, como el emblemático reloj de la UCV, la iglesita de la Consolación en el 23 de Enero, las tribunas y los trampolines de las piscinas de la Universidad, etc. etc. Volviendo al asunto: creo que la avenida Bolívar amerita que se consoliden sus bordes y que los edificios que se construyan para ello, aporten dinamismo, afluencia y vida a la zona. El Nuevo Circo (que también por cierto lo declaró Monumento el profesor Posani cuando estaba de director de Patrimonio Nacional, igual que declaró a la Ciudad Universitaria y a toda la obra de Villanueva) sigue y seguirá estando ahí. Nadie lo ha demolido. Al contrario, está ganando un vecino importante, un museo de arquitectura que bien puede contribuir a valorizarlo. Saludos y de nuevo gracias por su artículo.

Jacobo Sarevnik
7 de noviembre, 2011

Gracias Federico, totalmente de acuerdo con tu artículo. Ese mamotreto solo merece ser derrivado, y como escribí en twitter: el Dr. Villanueva ante tal despropósito le hubiese dicho a su discipulo, en su inolvidable acento creole : “Tu tenía lapi,tu tenía papé, tu era arquiteto, que carajo te pasó Juan Pedro?” Triste, muy triste

Juan alberto
7 de noviembre, 2011

Me sumo a la idea de derribarlo

Victor Blanco
8 de noviembre, 2011

Es sorprendente como en toda Venezuela se destruye nuestro patrimonio y lentamente nos vamos quedando sin conocer parte de nuestra historia es así como en Caracas se fueron erigiendo edificios de cristal y dejando atrás esa Caracas de de los techos rojos de la que tanto hablan los viejos y que nunca tuve la oportunidad de conocer. Poco se ha explorado el crecimiento subterráneo de la ciudad y pienso que una buena salida para este museo hubiesen podido ser unos buenos sótanos no muy profundos por aquello de la humedad y ¿Por qué no? Que su antesala fuera esa plaza o área verde de la que se habla en este articulo, al menos de esta forma hubiésemos podido seguir apreciando desde la avenida esta magnifica obra arquitectónica El Nuevo Circo. Poco ha sido explorado el crecimiento subterráneo de nuestras ciudades, por ejemplo en Carrizal estado Miranda en la actualidad se construye un segundo mamotreto de pasarella que en donde eficientemente se cruzaba una calle en menos de 1 min, ahora son necesarios 10 min. No solo se juega con nuestro tiempo sino con el de personas con discapacidades físicas para las que seguramente les implica mayor tiempo llegar al otro lado. Uno podría pensar en escaleras mecánicas a la intemperie por ejemplo, soluciones probadas con éxito en otros países, sin embargo se eligen aquellas soluciones mas vistosas, menos funcionales, menos urbanas, menos sofisticadas y con mayor presencia política. Del museo de arq. Hasta llegué a oír eso de : “desde adentro se va a poder apreciar en todo su esplendor el Nuevo Circo” y desde afuera una incomoda masa de concreto desactualizada y populista, también inconsulta como muchas otras obras a quien quiera que se le haya ocurrido crearlas.

V DE SOLA
8 de noviembre, 2011

EL ARTÍCULO DE FEDERICO VEGAS MUY BUENO, LO QUE OPINAN ALGUNOS ARQUITEXCTOS MUY CIERTO, LO QUE DECIMOS “LOS VENEZOLANOS DE A PIE” ES QUE ESE MUSEO NO REFLEJA PARA NADA LO QUE DEBERÍA SER UN MJUSEO DE ARQUITECTURA, ES MATAR DE UNA SOLA PUÑALADA LO QUE ES Y HA SIDO NUESTRA ARQUITECTURA………..ALLA EN SU TUMBA LOS QUE SE HAN IDO Y AQUI SOBRE NUESTRA TIERRA LOS QUE ESTAN DEBEN LLORAR LÁGRIMAS DE SANGRE POR ESTE HORRIBLE MAGNICIDIO…………NO ENCUENTRO OTRA PALABRA PARA DECRILO. CUANDO EN OTROS PAISES DEL MUNDO QUE QUIERAN CONSIDERAR HACE TODO POR PRESERVAR Y MNATENER AQUI SE CONTINUA CON LA DESTRUCCIÓN Y EN ENFEAMIENTO DE LA CIUDAD , SI ES QUE ESA PALABRA EXISTE…………… HAGAMOS VALER NUESTRA PALABRA Y CONOCIMIENTO Y HAGAMOS SABER QUE NO MNOS GUSTA Y NO ESTAMOS DE ACUERDO………..ADEMÁS NECESITAMOS PLAZAS, LUGARES DE PAZ Y ESPARCIMIENTO Y SOBRE TODO CONSERVAR LO NUESTRO.. ESO SI ES SER NACIONALISTA , VENEZOLANPO DE VERDADS LO OTRO ES DEMAGOGIA Y RIDICULEZ SALUDOS A TODOS LOS ARQUITECTOS Y A LOS AMANTES DE LAS COSAS BELLAS Y QUE VERDADERAMENTE NOS REPRESENTEN.. Y ESOS INGENIEROS QUE HACEN ESE BODRIO, DESHONRAN A LOS VERDADEROS INGENIEROS DE ESTE PAÍS QUE TRABAJARON EN CONJUNTO A LOS ARQUITECTOS PARA CONSTRUIR LO BELLO Y GRANDE DE CARACAS. Y DE VENEZUELA

Paulina Villanueva
8 de noviembre, 2011

Bravo Federico, no le quitaría ni una coma a tu artículo, por el contrario creo que has podido ir mucho más allá. Ya en la presentación del Museo me tocó enfrentar la sinrazón del mismo; el tiempo no ha hecho otra cosa que darme la razón. A tus comentarios se podría agregar el cálculo de lo que a los venezolanos nos ha costado la Institución y el edificio, te aseguro que nos llevaríamos otro susto más grande que el que produce la imagen del edificio, los textos del blog o la asignación a dedo del proyecto. Al Señor Oscar Alberto le recomiendo que ponga al día sus conocimientos porque las obras que menciona de la Ciudad Universitaria, reloj, piscinas, trampolines etc. son obras de Carlos Raúl Villanueva al igual que la Iglesia de La Asunción del 23 de Enero. Todos sabemos que el reloj tiene como cuatro paternidades distintas, pero el reloj es lo que Villanueva decidió que fuera, independientemente de quien hiciera el dibujo, torciera la maqueta o diera una sugerencia. Por otra parte y para aclarar el asunto de la autoría me remito a la prueba irrefutable, ninguna obra del profesor Posani tiene las cualidades de las obras de Villanueva y a buen entendedor pocas palabras bastan. En realidad lamento el camino tomado por Juan Pedro y él bien lo sabe, así que repito lo que les dije en la presentación del Museo: “mi papá se moriría si se levantara de su tumba y viera lo que están haciendo Juan Pedro y el Flaco Álvarez”.

Alix Rosales
8 de noviembre, 2011

Hay palabras que se quedan indelebles en la memoria y que a pesar de llevar una vida bilingue no se olvidan por el desuso. TARANTíN…es lo que me parece esa obra. Parece una tarantín que afea la ciudad y contribuye al empobrecimiento estètico. Si, lo sé, otra perosna me dirá que existe una estètica de lo feo en la posmodernidad. Pues sí corresponde a esa estética, que al verla te viene ganas de vomitar. Ay! mi país si un día vulvo me parece que no te reconoceré.

José Antonio Carrasquel
8 de noviembre, 2011

Siempre he pensado que los Venezolanos tenemos el afan de borrar nuestra historia y así lo hemos venido haciendo desde tiempos lejanos, lo mas triste es que el profe que nos guiaba en la escuela, que nos aprobab o reprobaba, incluso nos dio trabajo luego que culminamos los estudios INSTITUTO DE PATRIMONIO CULTURAL, el profe de historia ahora empuña el borrador. Si soy arquitecto y uno en estos tiempos no desprecia la oportunidad de hacer un proyecto pero, profe que pasó? Me ha tocado en algunas oportunidades dar la materia de diseño y espero que nunca mis alumnos tengan motivo para tal tipo de reproche.

Carlos Gil
8 de noviembre, 2011

Lo felicito por ese artículo Sr. Vegas y bastante acertados los comentarios de P. Villanueva. Es triste que la política pueda sesgar los comentarios y criterios profesionales para lograr edificar esas cosas tan horrendas en una ciudad como Caracas. Ciertamente la antigua plaza no está y lo de la árida Av. Bolívar también es cierto, quizás lo más sensato sería darle el uso de museo al edificio del Nuevo Circo (no se si de arquitectura) y “DEMOLER ESA COSA HORRENDA”, -que de paso, por la escala y la factura pudo estar lista hace bastante y aún seguimos pagando su construcción- …y en su lugar crear una nueva plaza que marque el acceso al Museo del Nuevo Circo… Por sencilla que sea cualquier obra durante su ejecución, ésta deja ver lo fascinante y lo grande de la arquitectura, todo lo contrario a al museo de arq. Es triste y penoso imaginar que con esa “arquitectura” podamos siquiera llegar a pensar en ser reconocidos mundialmente. No sabía que él era el autor de “eso”; la verad que decepción…

Moises P. Ramirez
8 de noviembre, 2011

La crítica planteada por F. Vegas es un pitazo para alertar sobre el camino que algunos “líderes” actualmente quieren para Venezuela.

Si no se tratara de un museo, sino de una pieza musical los autores del blog de Musarq habrían terminado escribiendo algo como…

“La única ambición, si la hay, es que con (estos serenateros) se pueda demostrar que con poco se puede hacer mucho y que se puede trabajar sin el ojo puesto en las (salas de concierto y auditorios) de los países ricos y decadentes, reconociendo nuestras condiciones específicas y de ellas sacando fuerzas. Puesto que de (música) estamos hablando, es lo que nos atrevemos a proponer: un ejemplo de modestia pero también de calidad.”

Si nuestro paisano G. Dudamel se hubiese quedado echándose palos y saliendo solamente a llevar serenatas, éstas serían maravillosas pero solamente la disfrutarían unas cuantas decenas de muchachos en Barquisimeto y no habría desarrollado la carrera que gracias al Sistema de Orquestas tiene.

Lamentablemente, Posani no es un Abreu. Si lo escrito en defensa del Musarq está avalado por él, lo cual por cierto dice más sobre lo que ese edificio NO ES, es una triste historia de 50 años de intentos fracasados según la cual se justifica por agotamiento mezclado con incertidumbre, lo que finalmente se terminó decidiendo hacer. Son también lamentables los comentarios que buscan destacar la especie de modestia orgullosa de este museo oxymorónico, a través de atacar directamente al Guggenheim-Bilbao u oblicuamente al Nuevo Circo.

Resumiendo: se quiso hacer algo desde hace décadas, pero hubo dificultades; entonces se decide actuar de emergencia construyendo algo que se intuye “pobre” y, golpeando primero, se asume una defensa de esa decisión a través del ataque. Los dolientes de la falta de un concurso o los potenciales futuros usuarios ejercemos nuestra libertad de expresión. La medida más radical entre las propuestas es demoler…

Yo propongo demoler ese tipo de decisiones, esa manera de actuar creyéndose dueños de lo que es de todos… El anteproyecto de Posani ha debido compararse con otros anteproyectos nacionales e internacionales y un jurado altamente calificado e imparcial seleccionar la mejor propuesta por sus claros méritos. Es posible que la de él pudiese haber resultado la ganadora, pero ni él ni sus compadres habrían formado parte del jurado y mucho menos habrían ejercido ninguna presión.

Ese es el país que quiero y perfectamente puede incluír edificios diseñados por Posani.

Marisela Ascanio
8 de noviembre, 2011

ya que es un galpón al menos pensemos que es una “obra provisional”, que en algún momento se demuela…. que horror!

Mitchele Vidal
8 de noviembre, 2011

Nada que agregar a este artículo tan bien argumentado. Para mi fortuna Posani no fue mi profesor, de modo que no llevo ese equipaje de tristeza, que llevan muchos de mis amigos colegas por el rumbo que tomaron las eneseñanzas de un profesor estimado y respetado.

Federico, gracias por escribirlo =)

Andrés Steiner
8 de noviembre, 2011

Un análisis crítico que viene de un arquitecto, conocedor, respetuoso y amante de su ciudad, tiene más peso y buenos argumentos, que la simple defensa propuesta de antemano por sus creadores, como si ya supieran que pronto vendría una avasalladora tormenta de comentarios, que al más simple observador le son obvios. Nada más antipático que engalanarse de falsos atributos y justificaciones, como si los caraqueños, de los que me siento honrado ser, aunque sea en primera generación, no supieramos diferenciar entre lo necesario, lo bello y lo práctico, frente a lo destructivo, feo y sin sentido. Menos mal que existen aun mentes abiertas, que sin tapujos, luchan por mantener el espiritu de nuestra ciudad. Pero cuantas veces esos esfuerzos se pierden, por que otros no alzamos tambien nuestra voz en defensa de la identidad de la buena arquitectura: creativa, util y sincera. Felicitaciones

Carlos Acosta A
8 de noviembre, 2011

Exelente articulo federico, no le cambiaria nada. Sin embargo para no quedarnos solo en la critica propongo que el colegio de arquitectos organize un concurso publico nacional con arquitectos venezolanos, para que el ano que viene con el proximo gobierno, demolamos este adefecio y construyamos el museo que los arquitectos y todos los ciudadanos venezolanos nos merecemos. De nuevo felitaciones.

Ramón Méndez Yáñez
8 de noviembre, 2011

Na guara.. que pegoste.. adefecio.. me indigna que a esta pollera multinivel se le llame museo..

Raul Andarcia
8 de noviembre, 2011

les recuerdo una cosa no es la primera ves q en la historia se registra q se deben destruir los restos historicos xq la era nueva lo necesita para recordarles un poco para construir las torres del silencio se destruyeron muchas mas cuadras mas plazas y una iglesia con mucha mas historia que estaba emplazada en exactamente el mismo lugar otra cosa cuando venezuela aparecia en periodicos e ilustracion les recuerdo era xq algun politico por ahi decia que debiamos parecernos a Paris ahh q respeto a la idiosincrasia venezolana copiar modelos extrangeros y para lo mismo tambien se destruyeron muchas obras como iglesias para colocar calles nuevas e incluso iglesias q se tumbaban para reconstruir en otro estilo por puro capricho xq no se dejaron intactas???? ademas por lo q veo las fotos q muestra el texto la plaza no esta usada no hay gente nisikiera hay asientos q plaza q se considere plaza esta hecha para q la gente no se encuentre se siente a disfrutarla NO tiene asientos no hay nada no hay nada en la plaza q te llamase a atencion a kedarse alli ningun hito apenas se ven a dos personas pasando por alli ademas en el tropico una plaza donde puedas insolarte no es buena opcion a q vas a kemart al sol??? esa “plaza” no es plaza la plaza como la plaza y recuerdo otra cosa Caracas como metropoli es de echo una ciudad q tiene muuucho verde dicho por muchos extrangeros el problema q se observa en caracas es q no hay conectores entre los parques y las zonas verdes de caracas pero cuanlkier calle q veas tiene siempre un arbol y hast 3 solo de un lado de la acera dacir que a caracas le falta verde es pensar q el avila no existe visitando muchas otras ciudades se daran cuenta q caracas es una ciudad “verde” que hallan problemas de integracion entre las zonas verdes de caracas es otra historia no estoy diciendo q el musarq sea una maravilla ni q kitar un espacio el q sea de una zona sea una buena estrategia pero nisikiera esta terminado y si al final la plaza sigue alli mejor pensada mejor diseñada con sus respectivos bancos para sentarse y un hito q admirar “el musarq” les recuerdo la plaza de los estadios echa por villanueva en la ucv siempre esta sola xq “la insolacion” ademas de la falta de ekipamiento tiene sus bancos respectivos pero solo “se siente bien consigo misma” cuando hay algun juego… es esa la razon de una plaza hasta donde se la academia nos enseña que las plazas son lugares de encuentro pero hay plaza donde lo menos q se encuentra es la gente para la q fue diseñada

EDUARDO MONCADA
9 de noviembre, 2011

PRETENDEN OCULTAR DETRAS UNA ANACRONISTICA “FILOSOFIA POLITICA” LA INCAPACIDAD DE PROYECTAR PROPIA A ESTAS, EL ESTE EUROPEO ESTA LLENO DE ESTOS, DEBO ESTAR EN DESACUERDO SOLO SOBRE UNA COSA, EL DETERIORO NO LO EMPEZO EL ACTUAL GOBIERNO VIENE YA DE LOS ANOS CINCUENTA!!, NOTABLES OBRAS DE ARQUITECTURA FUERON DEMOLIDAS EN FAVOR DE OTROS TANTOS ADEFECIOS AUPADAS POR UNA CIERTA COMPLICIDAD GREMIAL, EL EDIFICIO GALIPAN QUE EN PAZ DESCANSE ES UNA DE LAS TANTAS, EL CINE LIDO , EL CINE LA CASTALLANA,ETC. NUNCA LE HEMOS OTORGADO A NUESTRA HERENCIA LA DEBIDA IMPORTANCIA ES POR ESO QUE SOMOS UN PAIS CON LA TRADICION DEBIL.

Marjory Pedreañez
9 de noviembre, 2011

Me siento muy orgullosa después de leer este análisis. La casa que vence las sombras tiene quien la defienda ! Chapeau bas !

marcela vethencourt
9 de noviembre, 2011

me suscribo plenamente a todo lo que esta dicho en este artículo!!!! Federico hace lo que Juan Pedro no parece haber hecho ni con el proyecto ni con lo dicho en el blog del musarq, se documenta, reflexiona, investiga…

Odart Graterol
9 de noviembre, 2011

Mis saludos y respetos a mi siempre admirado y respetado Federico

Escribí lo siguiente en el Blog que refieres (seguramente no durará mucho allí mi comentario) jajaja! allí va:

Consulté diferentes definiciones sobre “galpón” De acuerdo a la RAE y word reference:

1. m. Casa grande de una planta. 2. m. Departamento que se destinaba a los esclavos en las haciendas de América. 3. m. Am. Mer. y Hond. Cobertizo grande con paredes o sin ellas.

De acuerdo a Wikipedia:

“Se denomina galpón a una construcción relativamente grande que suele destinarse al depósito de mercaderías o maquinarias. Suelen ser construcciones rurales con una sola puerta”

Llama la atención al menos, la adjetivación como espacio “Decente y Honesto” que hace el autor (si de su uso hablamos), aparte de “la franqueza y la honestidad de reconocer las limitaciones históricas: las imperfecciones, la brutalidad áspera e incierta de los acabados”…es decir, algo así como que deberíamos seguir “comiendo con las manos” tomando el alimento de rupestres utensilios elaborados con arcilla y madera que se balancean sin equilibrio sobre el suelo de tierra por que…es que ¿así somos?

Ni hablar de: “Aquí, en cambio, se parte del ingenio de los ingenieros”…¿punto de partida “lógico” para el museo de nosotros Los Arquitectos…? y que decir de la irracional e inconcebible (al menos a mi juicio) ubicación en lo que tradicionalmente era y ha debido continuar siendo una PLAZA frente a un edificio que, para bien o para mal forma parte de nuestro patrimonio o al menos memoria colectiva por el solo hecho de haberse presentado la oportunidad o “chance” e “ideosincráticamente” hay que aprovechá´” y “agarrá man que sea fallo”…porque igual “refuerza poderosamente el carácter casi de adorno urbano y la memoria de la pequeña escala de una Caracas desaparecida”. (sin ánimo de comparar, menos mal que a los Romanos se les dió por hacer su coliseo y otras obras algo mas grandecitas)

Estimo que lejos de estar de acuerdo con tendencias de moda o globalizantes (como describe el autor) para la exaltación del ego de quien les crean (edificios estridentes y casi injustificables e inviables desde el punto de vista económico) o con un estilo “a la premio Pitzker de turno” el hecho de estudiar y ejercer Arquitectura en un país como el nuestro debería tener un fin algo mas noble que producir como resultado un Galpón! ¿Qué debo decir entonces a mis alumnos de diseño?!!!(El galpón es de paso una “solución importada” y no precisamente con orígenes autóctonos o criollos…y por cierto en la USB impartimos clases de diseño en uno, el No.5, al que por cierto le tengo mucho cariño).

En verdad llama la atención, sobre todo si tomamos en cuenta las bondades de creaciones en la arquitectura VENEZOLANA con probada, reconocida e indudable calidad y que en modo alguno representan valores de aspereza, imperfecciones o inferioridad técnica ni por el contrario protagonismo exagerado, “nuevorriquismo” o pretensiones de Prime Donne…por cierto le recuerdo al autor que los mangos fueron traídos hace bastante tiempo de LA INDIA y aunque a mi tambien me gustan bastante no tengo ningun tipo de complejo en admitir que no son originarios de por estos lares…eso sí, para mi, al igual que muchas otras cosas son los mas sabrosos!

Pd: también me gustan las peras…

francisco bassim
9 de noviembre, 2011

¡Es increíble como Federico Vegas confiando en la mala memoria o la cómoda memoria del venezolano olvida en su artículo algunos detalles o simplemente los pasa por alto!

En su programa, que en las últimas semanas lo ha dedicado contra Juan Pedro Posani, en una guerra sin cuartel, sin darle la oportunidad a este arquitecto de defenderse, baraja la tesis de que el Museo destruye la plaza y el Nuevo Circo. Imagino que muchos que le conocen se preguntarán: ¿Y cuál es la preocupación de Federico Vegas por los monumentos si nunca lo hizo cuando la Constructora SAMBIL acabó con media ciudad borrando para siempre la maravillosa arquitectura caraqueña de los años 50?

¿Dónde están los gritos de dolor de Federico Vegas por la destrucción del edificio Galipán en la Av Francisco de Miranda y la destrucción de esta misma Avenida hoy convertida en una mala imitación de Miami, donde han creado una barrera de mala arquitectura que nos impide ver el Ávila?

¿Dónde estaba Federico Vegas con sus gritos de dolor cuando en la década de los ’70 y ’80 la Candelaria, la Pastora y San José eran convertidas en el basurero arquitectónico más grande de nuestra ciudad gracias a una ley de propiedad horizontal que acabó con edificaciones centenarias?

¿Dónde se escucharon sus gritos de dolor cuando toda la zona que rodea al Nuevo Circo fue ranchificada y ahogada en construcciones basura con permisos trucados?

¿Por qué Federico Vegas no termina de sincerarse y nos dice qué partes de Caracas le duelen y aquejan y qué otras no? ¿Por qué si su interés es la ciudad y por ello le preocupa la localización del edificio del Museo de Arquitectura, no centra su crítica de manera profesional en éste sino por el contrario lo hace desde un punto de vista personal (al menos es lo que parece a simple vista) aprovechando el de un medio como la radio y valiéndose del apoyo de unos cuantos mal hablados para insultar e intentar destruir a una de las pocas personalidades de valor que aún nos queda en esta Venezuela de caos, y que con su empeño y trabajo desde el Museo no está haciendo otra cosa que afrontar el reto de construir un país aún en medio de la adversidad?

Pedro Saturno
9 de noviembre, 2011

Gracias Federico, por ese artículo tan completo. Hace unos meses hice una convocatoria a varios colegas a tocar ese tema, por varias razones, entre ellas el diseño, y también por el hecho de que ese Museo ha debido ser el resultado de un concurso o al menos haber sido diseñado por un arquitecto, que nuestro recordado profesor NO lo es, pero, como estamos en la Venezuela de a dedo, todo es posible. Esperemos que el contenido del Museo pueda superar con creces la carátula, algo que seguramente no será nada difícil de lograr.

Carlos Lachica
9 de noviembre, 2011

…bueno no voy a caer en esta diatriba política (no comulgo con ninguno) pero ese llamado galpón tiene años de haber sido construido y no precisamente por quienes gobiernan actualmente. Donde estaban los críticos en ese momento ?

alvaro lopez lazo
9 de noviembre, 2011

Exelente articulo de Federico Vegas, todo esta dicho y analizado. Lamento mucho que profesores de Arquitectura a los cuales siempre respete sean participes e un genocidio semejante, no solo deben ser criticados sino penalizadoscreo que lo m’as acertado es solicitar a travez del gremio que dicha monstruosidad sea demolida lo más pronto posible y que sea publico para evitar que se sigan cometiendo estas barbaridades por profesionales responsables de mantener el caracter de la ciudad. EN Caracas hay mucho por hacer pues hagamoslo bien de nuevo buen articulo Federico

Gabriel Pirela
9 de noviembre, 2011

Amigo Carlos Lachica hace 6 años ni se había cortado el monte en ese terreno, soy vecino de La Candelaria, paso por allí todos los días. Ubiquese, amigo.

Juan Pedro Posani
9 de noviembre, 2011

Las críticas

Cuando el edificio sede del Musarq está ya muy cerca de terminarse, un pequeño coro de críticas. Algunas, muy pocas, bien intencionadas. Otras pocas, envenenadas por la intencionalidad y el prejuicio político. La mayoría totalmente desinformadas y avanzando juicios temerarios sin ninguna base. Vamos a repetir algunas cosas ya dichas en nuestro blog, pero que parece que no han sido leídas o que no se han querido entender, para ver si juntos aprendemos a reflexionar.

Uno: En esa parcela sobre la Ave. Bolívar, vacía por lo menos desde la formulación de la ordenanza correspondiente y la construcción de las nuevas y amplias aceras diseñadas por Carlos Gómez de Llarena, no quedaba ningún rastro de la placita que ahora se añora. Decir lo contrario es sostener una falsedad con toda intencionalidad. Es imposible “destruir” algo que no existe. El edificio del Musarq responde a esa ordenanza, en altura y ocupación, frente a la Avenida, exactamente como lo hubiera podido hacer, para ese sitio y en cualquier momento, cualquiera otra construcción destinada a cualquier otro uso legal.

Dos: El primer proyecto para esa parcela fue para la sede de una “Gran Tienda del Arte”, encomendado a la Dirección de Edificaciones Culturales por el entonces Viceministro de Cultura, Francisco Sesto.

Tres. El Museo Nacional de Arquitectura, programado desde el año 2005, esperaba una sede y no había en perspectiva ninguna posibilidad razonablemente próxima en el tiempo y en el presupuesto.

Cuatro: Para dar rápido cumplimiento con la puesta en marcha del Museo, aspiración compartida por un numeroso núcleo de arquitectos desde la creación en los años 70 de la Fundación homónima –hoy desaparecida- se pensó y se logró transferir el uso de la sede de la Gran Tienda del Arte al Musarq.

Cinco: En la situación de oportunidad ya señalada es obvio que no había pertinencia para un concurso, ciertamente deseable en muchas otras ocasiones. Y a quienes se preocupan por el costo de la operación, les aseguramos que el rediseño del edificio se ha llevado a cabo únicamente, en lo que concierne a los arquitectos del Musarq, con los modestos y normales honorarios de empleados del Ministerio. Carlos Raúl Villanueva ya nos había enseñado que eso es posible cuando para uno la arquitectura es un impulso de vida. Y el presupuesto para la construcción se ha regido por tener como principio el máximo de economía, hasta el punto de recurrir a recortes radicales.

Seis: El diseño del edificio responde a unas tesis, elaboradas durante muchos años, de lo que pudiera ser deseable, en término de construcción del espacio, en un territorio cultural y físico como el nuestro. Perfectamente legítimo pensar en otras posibilidades. Pero no se trata de improvisación ni de carencias de ideas. Podemos demostrarlo si se plantea una discusión honesta y sin trampas.

Siete: Un tema delicado es por supuesto el de las relaciones espaciales y volumétricas con el Nuevo Circo. El que nos hayamos guiado más por una concepción de relativamente pequeña escala que por una a lo monumental de grandes ejes y visuales distantes, no compromete en absoluto el resultado. Todo lo contrario. El mundo y la historia de la buena arquitectura están llenos de ejemplos que corroboran esta tesis. A los escépticos hay que recordarles que el Nuevo Circo siempre se ha abierto diagonalmente sobre una placita triangular original que se conserva y valora. Y que también es deseable que refresquen su memoria, por ejemplo, con una nueva lectura de esa pequeña biblia del diseño urbano que todavía es “El paisaje urbano” de Gordon Cullen. En el tratamiento didáctico de lo que él llama el “Aquí y el allí”, pequeño teatro de la sorpresa, podrán hallar cómo llenar ciertas sus lagunas metodológicas.

Ocho: Por último, quienes, sin información ni sindéresis, de una vez desean destruir y eliminar el edificio sede del Musarq, tal vez tengan oportunidad de hacerlo en el futuro. El tiempo que todo, o casi todo lo resuelve, seguramente dirá la última palabra. Pero mientras tanto han perdido una buena oportunidad de callarse y de no hacer un feo papelón.

Addendum: Para la amiga Paulina. Tus argumentos y tu insistencia para negarte a aceptar la institución museal para los fines de la arquitectura –justo en sentido contrario, esto es, a contra flecha, de los museos de arquitectura que cada vez con más frecuencia se construyen en el mundo– son confusos, incomprensibles e inexplicables. En todo caso no te excedas en eso de interpretar lo que hoy diría o haría tu padre, mi maestro admirado, Carlos Raúl Villanueva. No te queda bien, ni tú, a pesar de ser su hija, eres la dueña exclusiva y póstuma de su manera de pensar.

Juan Pedro Posani

Andrea Hernández
9 de noviembre, 2011

Federico, al leer el artículo me resulta explícito que tu oposición no es hacia la obra sino hacia el Profesor Posani, escuché tu programa y jamás hubo un momento para abrir un debate (entonces?). Si quiera dígnate a abrir un espacio para el ello. Por otra parte, informa bien a la hora de referirte a la plaza que mencionas. Es muy fácil destruir, … contruir o crear por otra parte requiere de un esfuerzo enorme, al menos ten en cuenta eso… Da pena que seas de los que pretenda del primer grupo…

Oscar Alberto
9 de noviembre, 2011

De acuerdo con el señor Bassim y sus acertadas preguntas al autor de este artículo.

Por otro lado, con relación a las acotaciones que hace la Sra. Paulina Villanueva sobre mi comentario anterior quisiera, con el debido respeto, hacerle saber que he estudiado con detenimiento y cierto entusiasmo la obra de su admirado padre. Más aún, que gracias al haberla precedido quizás unos cuantos años en este mundo, también tuve el honor de conocer de cerca el desarrollo de los acontecimientos de buena parte del centro o conjunto monumental de la ciudad universitaria (vale decir, el aula magna, la plaza cubierta…), algo que dudo, por razones obvias, ella haya podido disfrutar. De tal modo, señora Paulina, repito, con todo respeto, mi conocimiento de la obra de Villanueva, no sólo se crece con respecto al suyo en este aspecto, sino que además, creo que podría decir, no sin cierto orgullo, que conozco más de su padre arquitecto, que usted misma. Otro asunto: Juan Pedro Posani, indistintamente que a usted o cualquiera en este mundo, le parezca mala o buena su arquitectura, es, sin lugar a dudas, uno de los mejores críticos de arquitectura de este país. Su labor docente, sus aportes en el campo del conocimiento y el análisis de la historia de la arquitectura de aquí y más, son irrefutables. Creo, al contrario de usted, que tomó el mejor y más elevado camino que puede elegir un hombre: el de las ideas, el del pensamiento, el del combate intelectual y de altura. Algo que escasea a simple vista en muchos de los comentarios de arriba: superfluos y sin método. Tengo el honor de decir que fui su alumno. La señorita M. Vidal (la de arriba) obviamente no pudo haberlo sido. Algo de respeto le tendría. Algo de pudor también antes de arriesgarse a publicar tan infeliz y oportunista comentario. Señores: un poco de prudencia, centremos el debate en el objeto. De lo contrario, dificilmente se podrá llegar a algo en este foro.

Nereida Bargallo Suriol
9 de noviembre, 2011

El MUSARQ o la justificación de la mediocridad…

Nereida Bargalló S.

Maximillian Nowotka
9 de noviembre, 2011

Gracias por tan increible articulo para Federico Vegas. Quisiera preguntarle con el respeto que merece el arq.Posani; Aún no queda del todo claro los item que especifica del 1 al 4 que según el sustentan aún el hecho de porque NO REALIZAR CONCURSO PÚBLICO (Ver punto n°5) Por un tema de oportunidades? para quien?, cuando existen las pertinencias para convocar a concurso?, seguimos en lo mismo?. Agradecidos Saludos

otto cabeza
9 de noviembre, 2011

es muy cierto que muy poco se debate sobre los grandes temas urbanos en esta ciudad, aplaudo al arquitecto vegas por hacer un llamado frente a esta obra en construcción y al profesor posani por dar sus argumentos. me gustaría saber que dirá el arquitecto carlos gómez sobre su planteamiento en esa parcela en el paseo vargas y mas aún nos debe a todos los venezolanos una disculpa por haber masacrado a la modernidad caraqueña con su intervención sobre los edificio bajo del centro simón bolívar en su proyecto -por suerte inacabado- del palacio de justicia. ( http://www.google.co.ve/imgres?imgurl=http://lisablackmore.net/wp-content/gallery/centro-simon-bolivar/csb1_a.jpg&imgrefurl=http://lisablackmore.net/%3Fpage_id%3D291&h=302&w=600&sz=68&tbnid=ij2fvjwkPzwXmM:&tbnh=56&tbnw=111&prev=/search%3Fq%3Dcentro%2Bsimon%2Bbolivar%26tbm%3Disch%26tbo%3Du&zoom=1&q=centro+simon+bolivar&docid=A6THCg97GD3S6M&sa=X&ei=aEm7TrelDcPu0gHYjfHfCQ&ved=0CEgQ9QEwBQ&dur=622)

Odart Graterol
10 de noviembre, 2011

Profesor Posani Anoche me quedé pensando y llegué a la conclusión esta mañana que de pronto la estrategia o enfoque de entrada es equivocada. Estimo que el mejor y más honesto homenaje, ¿El más lógico?, ¿Qué corresponde tal vez? que se le podría hacer en este momento a la Arquitectura en nuestro país (si, con mayúscula), y quizá por ello lo difícil que hasta ahora ha sido conseguir una sede que albergue un “museo” como tal, porque el universo o circunstancias suelen conspirar para los más altos fines… sería un reconocimiento en vida a su existencia. Esto se traduciría, entre otras cosas, a por ejemplo restaurar obras emblemáticas, a limpiarlas, a volver a darles la dignidad que tuvieran “cuando aún eran jóvenes” a pesar de haber cambiado su uso, a pesar de haber quedado empequeñecidas por una ciudad que naturalmente crece!. ¿Qué mejor homenaje que invertir recursos y rescatar, no solo edificaciones si no paseos, pasajes, aceras, plazas y parques? Se me antoja una comparación un tanto antipática para ilustrar mejor mi punto, ¿Se imagina Ud.la tremenda ironía o contradicción que podría significar hacer un “MUSAL” ó “MUMED” (Museo de la Saludo ó Museo Médico) como homenaje a la salud y medicina Venezolana? ¿No sería más sensato en nuestro particular contexto, en nuestro grado de “evolución histórica” y para no cometer los errores e imitar a las “grandes potencias decadentes” (siendo consecuente con su propuesta e ideas) el Dignificar la salud y medicina venezolana dotándola de infraestructura adecuada e insumos para operar? ¿No estará sucediendo algo parecido con esa idea de una sede para un museo de arquitectura? Le recuerdo a los demás lectores que El Colegio de Arquitectos ni siquiera posee lo que podría llamarse como una sede propia o digna de representar un gremio como el que representa, y pese a los grandes esfuerzos que han hecho y hacen quienes la integran está relegada a un pequeño espacio en un sótano de un centro comercial con cuestionable valor como pieza representativa de “buena arquitectura”…es al menos contradictorio ¿no le parece? Inclusive como estrategia de divulgación y pensando en su utilidad a futuro se me ocurre que, (y voy a otro ejemplo para ilustrar el próximo punto) “La estrategia” de tener una Gran sede para una Biblioteca Nacional…¿Es para tener como los demás países una Gran Biblioteca para hacer Tours y recorridos escolares?…en las circunstancias actuales ¿no le sonaría mas “lógico” utilizar los recursos disponibles, en crear (antes que una sede grandota y monumental) una serie de bibliotecas en todas las plazas Bolívar del país en las que TODOS puedan tener fácil acceso al conocimiento plasmado en los libros?…quizá más adelante, y si los recursos lo permiten, podríamos pensar en edificar el equivalente a La Catedral de San Pedro en Roma para la iglesia católica pero para sede de la Biblioteca Nacional, no lo sé (tampoco me voy a poner a criticar la que ya tenemos…ya está hecha) ¿No será mejor pensar y diseñar una exposición itinerante para difundir los valores de la arquitectura e identidad venezolanas, que pueda apreciarse tanto en Caracas como en Turimiquire, Barquisimeto o Altagracia deOrituco?…(Digo si en verdad es menester ahorita mismo una divulgación de este tipo de información)…Estimo que si invirtiéramos nuestro esfuerzo en conservar y recuperar lo que tenemos hasta ahora como muestras o íconos de nuestra Arquitectura, dignificamos nuestras ciudades, aceras, monumentos, etc, los iluminamos bien, cuidamos, limpiamos, etc, y los que fueron destruidos en aras de un “cuestionable progreso” al menos reconstruidos o rememorados artificialmente, por medio de documentación (planos, dibujos, maquetas o digitalmente)…pienso en tantos…hotel Majestic en el centro, Casas de Manuel Mujica Millán en Campo Alegre, la amputación que le hicieron a la entrada del Teatro Municipal…etc, etc, etc…empezaríamos a tener por todas partes material de exhibición “en vivo” a todo lo largo de nuestras ciudades…y más adelante ¿Por qué no? Un MUSARQ…

Moises P. Ramirez
10 de noviembre, 2011

El artículo de Federico esta muy bien, pero el par de comentarios de Odart Graterol me gustan todavía más. El primero con humor, el segundo reflexivo… Excelente Odart!

milagros nava
10 de noviembre, 2011

Impecable articulo.

Alfredo Ascanio
10 de noviembre, 2011

Ganarse una platica en el entorno de la revolución…cuánto cuesta eso ?…porqué un galpón?…que imaginación aberrante.

Trinidad
10 de noviembre, 2011

Excelente respuesta profesor Posani, a esta cuerda de arquitectos de diploma que en su vida han construido nada o que creen que la inteligencia se hereda cayendo en el tema de: si mi padre estuviera vivo diria esto o aquello…hasta cuando tendremos que aguantar este tipo de pensamiento hueco? hasta cuando seguiran llevando todo a la política?…no pueden ver este espacio como el lugar donde todos los arquitectos tendremos cabida? no pueden esperar en su vida que algo termine de hacerse para poder saber si es bueno o malo? no pueden dejar de criticar algo que no hayan hecho ustedes o se pequeña mafia de arquitectos de la UCV?

Wamprechts
10 de noviembre, 2011

Este tipo de propuesta y obra se basa en la creencia de una sociedad fría regulada por la industria en la cual la máquina y la improvisación surgen como un elemento absolutamente integrado en la vida humana y en la cual la naturaleza no está sólo dominada, sino en la que también se proponen nuevas realidades distintas de la natural.

Considero que el Nuevo Circo es un circo junto a casi toda la arquitectura desarrollada durante el período gomecista la cual carece a mi juicio de valor artístico alguno, (copias kitsch neo-moriscas).

No por ello se debe terminar de destruir lo poco que queda! pero no son obras que merezcan defenderse de una forma tan radical. Nuestra capital es una ciudad desordenada, caótica e improvisada, con una memoria cultural y ambiental arrasada en todos los sentidos y considero que es muy tarde ya discutir esto porque casi todo por no decir “todo” lo realmente valioso hecho por nuestros ancestros lo que si nos identificaba culturalmente cayó bajo las mandarrias, la casa natal de Bolívar por ejemplo es un absoluto adefesio que no tiene ninguna relación con la estructura que los Bolívar o sus propietarios anteriores vieron en su momento, hoy, con pisos de mármol, pilas bautismales como fuentes, frescos de Tito Salas, ventanas y fachadas totalmente intervenidas sin guardar relación con la arquitectura colonial del XII o XVIII etc., etc., etc.

La historia dirá que va a suceder con esta estructura de Posani y salvando comparaciones! recuerden la relación Paris-Torre Eiffel la cual ha sido todo un verdadero culebrón, ya que para su construcción hubo un importante desacuerdo popular que era nada menos que la del refinado pueblo parisino y de toda una gran capital como esa.

Caracas no fue la única ciudad cuyos edificios, plazas públicas y casas históricas sucumbieron bajo la picota por caprichos políticos o lo que sea, recordemos a Viena, la cual y por orden expresa del emperador Francisco José de Austria fue arrasada junto a sus murallas y casas medievales solo para la inauguración de la gran Exposición Universal de 1873 lo cual resultó ser la ruina para el mismísimo imperio y el suicidio en masa por la quiebra de los industriales quienes invirtieron verdaderas fortunas construyendo palacetes en el famoso Ring y perdiéndolo todo durante el famoso imperio austrohúngaro, imposible olvidar las ciudades de Madrid o Paris durante el periodo de Napoleón III y su famoso plan Haussmann!!

La capital de Venezuela seguirá con su incontrolable desorden día tras día y del que todos somos participes y hasta que se autodestruya, eso es imparable!

Creo que no hay más nada que hacer!

Fernando Wamprechts.

tatiana Hernández
10 de noviembre, 2011

Señores, primero he de aclarar que mi posición política no es- para nada- de tendencias rojas pero debo sé distinguir los tonos grices de nuestra política- no todo es azul o rojo-…. por ello he de decir que sus críticas hacia el Musarq son netamente políticas y personalistas .. como bien dijiste Vegas nunca te ha agradado la obra de Posani asi ¿cómo era de esperar que observaras más alla de tus prejuicios?… dónde está el espacio al diálogo del que dicen aportan con su programa si sólo se escuchan críticas parcializadas….además pareciera un conflicto de intéres tus críticas como si tú pudieras hacer una obra mejor pues, aparte de tus novelas literarias- nada arquitectónocas- no conozco ninguna obra física tuya que sea parte de “la ciudad deseada”. Un placer…

dayi_samoza
10 de noviembre, 2011

Qué manera de politizar un proyecto… tengo entendido por el argumento del estimado profesor Posani que el Museo de Arquitectura era un proyecto que se venía realizando hace mucho tiempo (La Gran Tienda del Arte).

Por otra parte, crea mucha confusión, que una persona como Paulina Villanueva aluda a declaraciones carentes fundamento profesional y recurriendo a un novelismo algo ridículo…. (con todo respeto)…

Para finalizar, solo diré una cosa : Pedro Posani no tendrá título universitario… pero la historia, su carrera profesional, su entrega a la arquitectura…. ES INDISCUTIBLE… y sin duda muchísimo mejor que la de cualquier arquitecto (con título) que sólo esté pendiente de realizar obras para llenarse los bolsillos… Posani es una de las personalidades más respetadas en el mundo de la arquitectura… así que MAS RESPETO.

Que tengan buenas tardes…

Generación Perdida
10 de noviembre, 2011

Pues como no soy arquitecto y se poco de arte diré mi apreciación visual: se ve feo, parece un ensamblaje de latas gigantes de refresco con algunos detalles rojos. FEO, FEO, FEO. Nada que ver con es maravilla que se llama Guggenheim Museum Bilbao. Me temo que hay que ser arquitecto para construir belleza.

Paulina Villanueva
10 de noviembre, 2011

Para Juan Pedro Posani Pensaba, en mi fuero interior, que conocías de primera mano a mi padre pero veo que debo señalarte algunas cosas en relación a él, sin extenderme porque creo que no hace falta. Villanueva nunca tuvo ninguna objeción a que la arquitectura se “expusiera”; su formación en la Academia le había enseñado que de las exposiciones se aprende, pero sabía también que mucho más enseña la arquitectura real, que es de la cual se obtiene una experiencia integral, insustituible por ningún dibujo, foto o maqueta. De hecho cabe señalar que en el primer Museo de Bellas Artes planteó una primera sala para la Arquitectura donde se expuso el concurso para el Colegio de Ingenieros de Venezuela. Pero también es verdad que Villanueva luchó encarnizadamente por sacar el arte de los museos, haciéndolo accesible a todos, llevándolo a las plazas, las escuelas, la universidad; creo que dificilmente hubiera estado de acuerdo en hacer de la arquitectura un objeto de museo. Villanueva no era Le Corbusier, quien conservó hasta los recibos más prosaicos para que pasaran a la posteridad y fueran exhibidos o publicados; el destino de los dibujos de mi papá fue la papelera como tu lo sabes bien, y es verdaderamente una lástima que los que le acompañaron en ese momento creativo tan importante no hubieran tenido ni la mas mínima voluntad de preservar nada, pero eran otros tiempos. Por otra parte nunca me he sentido depositaria de la última y única palabra en relación a mi papá y lo sabes bien; mi postura ha sido de respeto y gratitud contigo y con otros que analizaron su obra: Maciá, Silvia Lasala, Nancy Dembo, Luis Polito, Bernardo Moncada, William Niño, Enrique Larrañaga, Juan José Perez Rancel y muchos otros; así que pienso que es muy injusto tu señalamiento; creo que yo también, como hija y como arquitecto, puedo y debo expresar mis ideas y apreciaciones sobre su pensamiento y su obra, cosa que por demás he considerado como una responsabilidad ineludible. En relación a mi posición frente al Musarq, solo me cabe reiterar lo que expuse en la presentación en la cinemateca. Decir que querian hacer un museo que no fuera un museo resultaba bastante contradictorio. Lo que ustedes planteaban era hacer un museo disfrazado de no museo. Yo les reproché la falta de compromiso, el poco valor revolucionario para plantear un museo de arquitectura en otros términos, donde la ciudad y su arquitectura se convirtieran en esa fuente de reflexión y de gozo. Para eso había que innovar un poco, pensar en un nuevo orden para enseñar a ver la arquitectura de una manera distinta a la de todos esos museos que ya existen y que mencionas. Si se trataba de conservar la documentación existente, pues se podía pensar en crear los archivos nacionales de arquitectura, cosa que les propuse y que podría hacerse en la Biblioteca Nacional donde ya reposan los archivos del MOP provenientes del depósito de El LLanito. Si se quería hacer un centro de debate y encuentro, entonces los nuevos medios de comunicación como los que utilizo ahora hubieran sido excelentes y no la nostálgica visión del café que esbozaron ustedes. Yo creo que vale la pena exponer la arquitectura, durante los años que estuve dirigiendo el CID no hice otra cosa y fui curadora y promotora de la exposición Villanueva, El Arquitecto en el MACSI; pero estoy segura que en nuestro caso, es decir en Venezuela, bastaría con apartar un tiempo para la arquitectura en los museos que ya existen tal y como se había hecho antes. Esa creación de museos por decreto y para todo es una aberración y el tiempo lo ha demostrado. Hay Museos sin sede, sin colección solo decretados en el papel y con nómina de quince y último, eso no ha hecho otra cosa que demostrar que todavía podían sobrepasarse los límites de los atropellos al decoro que se pudieron cometer en la cuarta república. En relación al edificio, que me parece lamentable, no creo que se pueda ver en mi posición ninguna intencionalidad política. Esa es una postura mía que tiene larga data, al menos un cuarto de siglo y se remonta al terrible edificio de Trasbordo que se construyó en la Universidad y sobre el cual versó mi prueba en el Concurso de Oposición y el articulo que escribí junto a Maciá sobre la Arquitectura del Sexto Orden que tienen vigencia plena en este caso. Los mismos problemas, las mismas equivocaciones, el mismo fiasco, en dos palabras la fatalidad de la mala arquitectura. Solo me queda agregar que bienvenido sea el articulo de Federico que nos ha inducido a hablar, expesarnos y debatir en un pais donde lo que que priva es que se ordene, se obedezca y se aplauda.

Raul
10 de noviembre, 2011

he de opinar lo siguiente Caracas no es una ciudad desordenada es una ciudad desarticulada q es distinto recuerden que ciudades como caracas hay en todas partes del mundo siguiendo el patron modernista de la ciudad hecha para el carro las ciudades como maracaibo sin ir muy lejos es una ciudad incluso mas caotica q caracas que para poder usar el metro necesitas de carro y aun asi no me atreveria a llamarla desordenada sino deasrticulada

Johnny Behrens
10 de noviembre, 2011

Realmente es sano, saludable este cyber debate ante la reacción de una respuesta a la ciudad que al final del camino no tiene, independientemente del color de quien lo hizo, los atributos y méritos que la ciudad merece o que un Museo de la Arquitectura merece. Atributos y méritos que tienen que ser consecuencia de lo que trasmite. Se puede escribir la historia sin fin de la, las plazas, el espacio, el entorno, el paisaje urbano de Gordon Cullen como menciona el Prof Posani (excelente libro), pero la Arquitectura se debe a la ciudad y sus ciudadanos y tiene la responsabilidad de trasmitir, realzar y valorar sensaciones, percepciones sobre todo lo positivo que sus ciudadano habitantes merecen como la belleza, el ornato, balance, grato impacto, atracción positiva y ojo no precisamente para satisfacer o competir entre Arquitectos sino para cumplir con todo lo académico que significo acreditarse como tal y para honrar a tan digna disciplina como es la Arquitectura que es portada de la ciudad. El diseño por naturaleza tiene el infinito y casi insaciable camino hacia lo perfectible y menos mal que existe el papel que todo lo aguanta, porque es lamentable cuando una ciudad tiene que aguantar un diseño que no tuvo la oportunidad de caminar lo suficiente y se conformo con lo que ahora duele. La ciudad, su arquitectura, nuestra responsabilidad, al igual que la constitución tiene que estar por encima de satisfacer una orden, un mandato, un color, y tiene que ejercer toda la carga que la historia le ha dado para siempre dar lo mejor de si en mejores espacios, mejores ciudades. Finalmente pregunto: Es esa edificacion, la mejor respuesta que se pudo obtener?

Gabriel Pirela
11 de noviembre, 2011

Que paso que nunca se consulto a la comunidad, a la parroquia, a la ciudad, sencillamente a la gente, a los usuarios? Que? los edificios y urbanismos no son al final para el pueblo para la gente? Y en especial los públicos como un museo? No digo que el diseño final iba a salir de algún vecino de la zona. Pero estoy seguro otra historia hubiese sido si desde el principio se hubiese hecho un esfuerzo por involucrar a las comunidades. Eso es responsabilidad social, compromiso con el entorno con la gente. Me asombra el empeño de servidores públicos, pretendiendo resolver problemas sociales o creando y organizando “vida” (en esencia lo que también hace un arquitecto) únicamente en un acto de profunda abstracción, solo desde un escritorio. No!, estoy seguro las cosas son un poco más complejas, siempre producto de dinámicas e interacciones sociales, el escritorio es necesario pero alimentado por lo anterior. Como ejemplo cercano, para el nuevo proyecto del WTC en NY paralelamente a los procesos convencionales de concursos profesionales, se abrieron concursos y consultas no solo en los vecindarios cercanos, en la escuelas, las universidades, los centros religiosos, comunidades vecinas, fueron más ambiciosos lo promocionaron internacionalmente teniendo como resultado la recepción de más de 5 millones de ideas y propuestas, de todas partes del mundo, hicieron innumerables charlas y conferencias ante la sociedad de familias con víctimas fatales del WTC, alcaldías, radio, tv. En fin un trabajo de más de 4 años de esfuerzo y dedicación social por involucrar a la mayor cantidad de personas e instituciones posibles vinculadas o susceptibles al tema. Ojo, esto sucedió en la capital mundial del capitalismo “mesmo” para el edificio símbolo del capitalismo “mesmo”, -jaja perdonen esto último pero no me aguante las ganas.- Creo que para la “Caracas ”socialista”” se pudo hacer de otra manera.

Orlando Marín
11 de noviembre, 2011

La quinta Las Guaicas en Campo Alegre se cae a pedazos. Es uno de los tantos espacios ideal que ya existen en la ciudad para crear un museo de arquitectura.

Orlando Marín
11 de noviembre, 2011

La quinta Las Guaicas en Campo Alegre se cae a pedazos. Es uno de los tantos espacios ideales, que ya existen en la ciudad, para crear un museo de arquitectura.

Jacobo Sarevnik
12 de noviembre, 2011

Bravo Paulina!. Cada vez que te leo, aumenta mi admiración hacia ti y tu postura firme en la defensa del patrimonio que nos dejó el Dr. Villanueva. Que lastima, quienes más deberian respetarlo han equivocado el camino, y esos si, en haras de una posicion politica o politiquera.

Marjory Pedreañez
13 de noviembre, 2011

No puedo dormir…

Esta revisión a la que llama Federico Vegas me ha tenido ocupada la cabeza en estos días y leyendo los comentarios escritos aquí, me he topado con errores ortográficos graves como ADEFECIO en vez de ADEFESIO y en HARAS en vez de ARAS, cosa que puede interpretarse como el poco amor que se le puede tener a nuestra hermosa lengua. Por cierto, creo que la profesora Paulina dignifica a su padre…

Mi hija acaba de recibir su diploma en la sede donde cursó sus estudios: un antiguo convento. La religión católica parece que cuenta con menos adeptos… Los usos de las edificaciones definitivamente cambian ! Ya no hay monjas ! Le conté que fuí muy feliz el día en que recibí mi diploma de arquitecta en el Aula Magna. Aún tengo su olor en mi memoria. Y recordé a mi querida Facultad de Arquitectura. Todo un lujo para cualquier estudiante del país: pobre o rico, negro o blanco…rojos o multicolores… No he podido parar de cantar el Himno de la UCV. Cada vez lloro…Ya no canto el Himno Nacional…Me aprendí otro en francés….

Los grandes cambios históricos del momento se están originando en internet… Por qué no un Museo de la Arquitectura Venezolana en Internet? Desde cualquier parte del mundo visitable?…

En el país de “todo al revés” por lo que he leído (ya no vivo, ni viviré en Venezuela), un Museo alberga a los damnificados y un Rancho o Galpón, la arquitectura venezolana…

Qué dolor y tanto que nos enseñaron a pensar en la Facultad !

Ahora tengo hambre…Voy a comer…

Marisol
14 de noviembre, 2011

“Pero mientras tanto han perdido una buena oportunidad de callarse…” Ahora NADIE se calla y menos si tenemos esta poderosa red! Y especialmente en Venezuela aprendimos (gracias a Dios!) a no callarnos, y menos podras callar opiniones y criticas de Arquitectos sobre obras arquitectonicas, MUCHO MENOS si se trata del Museo de Arquitectura! Este proyecto hubiese sido una EXCELENTE oportunidad de un concurso nacional para arquitectos y mucho mejor aun para ESTUDIANTES del ultimo año DE ARQUITECTURA, dandole asi la oportunidad a la nueva generacion de arquitectos Venezolanos que desarrollen una obra que albergaria obras de los Arquitectos de los cuales ellos aprendieron! Que falta de creatividad… Que mejor que una hija para decir lo que su padre hubiese pensado. Yo admiro a mi padre y podria decir perfectamente lo que el piensa. Paulina Villanueva tiene un padre que todos admiramos. Que mejor persona podria defender sus obras u opinar sobre lo que el pudiera pensar hoy en dia? “El edificio no será el gran protagonista”, estoy de acuerdo que UNA de las propuesta para este proyecto PUDIERA ser una edificacion que no sea protagonista y quizas un galpon BIEN HECHO hubiese sido una buena idea,pero este nisiquiera es un galpon…aunque yo me inclino mas a la idea de un proyecto que represente lo que la ARQUITECTURA es en su totalidad, no solo “…un espacio decente, honesto, flexible y útil…” tambien agradable a la vista, RESPETUOSO del contexto, llamativo, invitador y todo aquello que se supone que solo los Arquitectos podemos crear! Excelente Federico Vegas.

Edgar Prieto G.
14 de noviembre, 2011

¿Que opinamos los del interior?, Fui, gracias al cielo, alumno de Posani, siempre expreso que él marco mi vida profesional, fue mi mejor profesor, siendo de Historia fue aun mas influyente que los de diseño. Entiendo que en la postrimería de sus días este desesperado por dejar legados, ya los tiene muy sólidos en sus libros y en el aprecio de sus ex-alumnos, pero necesita un pedestal para su busto. Este museo es su pedestal, no podía llamar a concurso puesto que ello implicaría perder la oportunidad, GRACIAS POSANI POR LA FORMACIÓN QUE ME DISTE, pero no apruebo tu accionar desesperado

Gabriel Pirela
14 de noviembre, 2011

Pueden abrir el museo con una expocicion iconografica con fotos del “ultimo apartamento en alquiler” en el marco de la puesta en vigencia de la nueva ley de arrendamientos.

Antonio Ochoa – Piccardo
16 de noviembre, 2011

Excelente debate. Buenisimo el articulo de Federico y los acertados comentarios de Paulina, es interesantisimo que se haya recordado aqui el edificio de transbordo, este, como el nuevo museo hablan de una misma linea de pensamiento, una manera de entender la arquitectura que no ha variado un apice en todos los años que separan ambas obras. El profesor Posani lejos de aclarar dejo mas oscuro, al menos, uno de los temas planteados, nos quedamos sin saber porque no se convoco a un concurso. No conozco el proyecto sino por las fotos publicadas, pero puedo decir en su favor que es una obra que representa honestamente y sin disfraces la Venezuela actual. Si en cien años este edificio sigue en pie y no ha sido demolido como propone Federico, junto al monumento en la Plaza El Venezolano, seran el testimonio fisico de este momento historico que vive Venezuela.

Oscar Alberto
16 de noviembre, 2011

Sr. Federico, estuve escuchando su programa semanal de radio sobre Caracas. Debo decirle que hace algunos meses que no lo hacía, pues había notado que el encanto, la fluidez y la naturalidad (incluso la pasión) de las conversaciones que se daban con William, se habían ido perdiendo. Lo cierto es que decidí hacerlo en vista de que escuché (o leí, ya no recuerdo) que el tema de este artículo, estaba usted tocándolo con cierta insistencia desde que salió el fulano malintencionado comunicado del colegio de arquitectos pretendiendo descalificar al profesor Juan Pedro Posani (algo muy cuesta arriba, por cierto, cuando se tiene una trayectoria tan larga y respetable como la que ostenta el agredido). En el programa en cuestión que escuché no tocó usted el tema. Algo comprensible después de tanto careo desviado de cauce que se ha producido al respecto. Han quedado puntos pendientes no obstante, que tal vez si valga la pena aclarar en otro momento, es su decisión, como el relativo a la inexistencia absoluta de la plaza objeto de su preocupación: le repito, y he estado buscando más información al respecto, esa plaza, hace mucho que no existía, de tal manera que no hay con el nuevo edificio del museo de arquitectura, tal atropello contra ella. Y replantearse volver a crearla -la plaza- en una avenida como ésa, hoy por hoy, habría que pensarlo muy bien. En mi opinión, no sería acertado, pues creo más bien en la consolidación de los bordes con usos mixtos como salida al grave vacío que en ese importante trecho de la ciudad se ha venido produciendo. Pero volviendo al punto de su programa. Para mi sorpresa, la conversación que escuché no repercutió en ningún momento sobre Caracas, una ciudad que tiene tanto y tanto por abordar y discutir. En los programas con William, pensé, eso no sucedía, pues por foráneo que fuese el tema, él siempre se encargaba de llevarlo a su amada ciudad. Es simplemente un comentario y espero que lo tome usted a bien y por su lado constructivo. Otra cosa, le escuché muy bien decir, ante un señalamiento de su joven invitado, que Donatello era uno de los 4 arquitectos de la historia. Entiendo que con Rafael y Leonardo pueda haber cierta confusión al respecto, pues con la materia se vincularon. Pero lo de Donatello me dejó un poco perplejo. ¿Él, uno de los más grandes arquitectos de la historia? Será que puede usted indicarme qué obras le pertenecen? He pasado un buen rato sin éxito en internet intentado actualizarme al respecto. Gracias de antemano.

Carlos Gil
17 de noviembre, 2011

Nuevamente felicitaciones Paulina, excelente tu argumentación; no te conozco personalmente y ya te admiro. Buenísimo que se haya abierto el debate sobre “esa” construcción lástima que hace bastante rato se comenzó la obra…

Mariano Goldberg
17 de noviembre, 2011

Uno de los méritos del Prof. Posani es haber provocado – tal vez involuntariamente – la polémica pública sobre la construcción del edificio del Museo de Arquitectura en la Ave. Vargas. Como toda polémica es sana y positiva, aunque esta vez falla por no presentar un análisis profesional serio sino que se fundamenta en criterios subjetivos o en motivaciones netamente políticas. Cuando la polémica sobre una edificación pública llega a insulto y no se limita a un lenguaje decente pierde todo valor. Tampoco la confrontación de opiniones debe suceder sobre el plano de ignorancia porque llega a extremos similares como “no me gusta, hay que tumbarlo”; lamentablemente algunas voces utilizan términos vulgares demostrando su falta de cultura, ignorancia de los principios de diseño y confusión entre el proceso político y el quehacer arquitectónico. No guardan respeto y no separan la edificación de su autor, expresándose con un lenguaje que no corresponde a quienes se dedican a la docencia pero carecen de la capacidad para comunicar sus ideas o se esconden detrás de un seudónimo. La historia demuestra que uno de los principios fundamentales de la arquitectura es la libertad. Es abasolutamente legítimo fijar una posición frente a un proyecto conflictivo y hacerla pública como sucedió en Paris en el año 1974 cuando surgió el expresivo edificio del Centro Pompidou con los ductos de instalación en el exterior del mismo o cuando el Ing.Eiffel construyó en 1889 la torre que hoy dia es el ícono de la ciudad, a pesar de las protestas de la comunidad artística de Paris y personas tan notables como Alejandro Dumas. Hasta que no se celebre un foro público en el Colegio de Arquitectos no será legítimo que su directiva se pronuncie fijando su posición en representación del gremio. En cuanto al edificio en sí, la sede del MUSARQ en la GAN era la mas adecuada, no se requería de una ubicación tan eminente sino de una tal vez mas modesta dentro del marco urbano. El edificio tal como se observa es hoy una real sorpresa que mantiene el entusiasmo en suspenso; obviamente representa una nueva visión arquitectónica, funcional en la producción museística. Posiblemente el espacio interno resuelto con la participación del Arq. Domingo Alvarez (el autor del Museo del Niño)será una garantía de su logro. Es temprano para juzgar la excelencia de este diseño y mucho menos se puede emitir juicios solamente por su aspecto exterior. El sistema constructivo empleado por el Ing. José Adolfo Peña, dentro de la tradición de su maestro el Dr.Waclaw Zalewski, es de por sí un proyecto interesante. Muchas de las edificaciones históricas de valor (Colegio Chávez, la casa de Miranda, etc.)desaparecieron hace tiempo sin que surgiese una protesta pública. El Nuevo Circo construído a principios del S.XX no representa un valor histórico, mas bien nostálgico, sentimental, y que los arquitectos Chataing y Muñoz Tebar lo hayan diseñado no significa que ofrezca alguna característica importante dentro de la arquitectura venezolana de su época. En todo caso seguirá permaneciendo en su lugar. Como lo sabemos Juan Pedro Posani fué el profesor mas brillante de historia de la arquitectura en la Facultad; extraordinario dibujante, poeta, pintor, historiador, autor de ensayos en los que se entretejen los temas de la sociedad y la arquitectura, escritor, arquitecto y por encima de todo un luchador por la justicia social. Es de todos conocida su obra profesional en el campo del patrimonio histórico y los proyectos de los espacios comunales comunitarios. Aunque fiel a su compromiso político en el tránsito por la vida pública es respetuoso amigo de quienes podemos tener pensamientos diferentes del suyo y actuar según idearios distintos.

Guillermo Leo Zegarra
17 de noviembre, 2011

Federico muy de acuerdo con tu articulo, incrible el MAMOTRETO, es ESPANTOSO con plaza o sin plaza .Estoy de acuerdo con mudarlo a otra locacion, ya que de destruccion es lo que mas esta en el aire de toda Vzla.

Nena de Villanueva
20 de noviembre, 2011

Bravo Federico, has hablado en nombre de todos los que, asombrados, vemos esta locura tomar forma y querer ahogar, todo lo que significa nuestra historia.

José G. Lugo M.
20 de noviembre, 2011

Que tipo de arquitectos y urbanistas son aquellos que desprecian la esencia misma de nuestra historia y, en vez de embellecer nuestra ciudad, la destruyen con mamotretos espantosos?. De acuerdo totalmente en que se traslade esa obra hacia alguna sede de las muchas expropiadas y abandonadas en la ciudad.

Camila Lampedusa
21 de noviembre, 2011

Lo primero que debo aclarar es que no soy arquitecto, así que estoy metiéndome en un terreno poco conocido. He leido con atención las distintas opiniones y he tratado en vano de encontrar alguna publicación del profesor Posani a quienes muchos mencionan como gran crítico de la arquitectura en Venezuela. La verdad no lo entiendo, pido si alguien puede recomendarme algun libro publicado por el profesor Posani que no sea Caracas a traves de su Arquitectura, que ya tiene unos años encima y que conocía de antes porque tiene como coautor a Graziano Gasparini cuyos libros si conozco bien.Perdonen también mi intromisión pero me temo que el señor Goldberg está muy equivocado al equiparar esta polémica con las de la Torre Eiffel o el Pompidou, no se que opinarán de esto los arquitectos.

Antonio Ochoa – Piccardo
21 de noviembre, 2011

Camila, no eres arquitecto pero estas mas clara en el tema que todos nosotros. Tienes mucha razón en relación a la equivocación del arquitecto Goldberg, no tenia porque exagerar a tal extremo para simpatizar con el proyecto del Profesor Posani. Con repecto a los libros del Profesor Posani, yo tambien conozco solamente el que tu mencionas, pero creo que a él se le admira mas por sus clases, su capacidad de analisis de la historia de la arquitectura, su posición siempre contestataria y disidente frente al poder y al “establishment” y por sus conferencias siempre lúcidas y prolificas en informacion y detalles que por sus libros, creo que en el circulo de la arquitectura en Venezuela son muy pocos los que publican. Es justamente por el respeto y admiracion que muchos le tenemos al Profesor Posani, que resulta tan desconcertante, si no chocante, tanto el texto que el publicó en su blog como memoria descriptiva del proyecto motivo de este debate y el cual Federíco citó textualmente varias veces en su artículo, como la pobreza extrema en ideas y calidad arquitectónica que las imagenes de la obra que se han publicado dejan ver.

Saludos

Zinnia
22 de noviembre, 2011

Qué tal si también debatimos sobre la pertinencia de emplazar un museo en un espacio (plaza según algunos, lote según otros) en el que los espacios dedicados al arte están ahogados o a punto de perecer… léase Museo de la estampa y el diseño o la escuela de arte cristóbal rojas. Será que la arquitectura logrará revivir ese espacio de tránsito rápido y nervioso…

José Miguel Roig
22 de noviembre, 2011

Obviemos la existencia o inexistencia de la placita y la calidad of falta de calidad estética del edificio. Es innegable que Vegas es un magníco novelista y Posani un magnífico teórico de la arquitectura. Ahora bien, yo estoy de acuerdo con Paulina: no veo la lógica de un museo de arquitectura. Aunque Zaha Hadid acaba de construir en Roma un museo que contiene exposiciones de arquitectura, dudo que incluya fotografías y maquetas de San Pedro. Para eso es preferible abordar el autobus número 64 que te lleva desde la estación Termini hasta la propia plaza de Bernini. Eso sí, los autobuses van llenos y hay que tener cuidado con los carteristas.

Angela Oráa
22 de noviembre, 2011

Sr. Juan Pedro Posani, yo a Ud. no lo conozco pero su nombre suena a prestigio de Vetiver de Guerlaine Imperial. O sea, Ud. en el mundo de la arquitectura tiene pretigio de prócer. Por eso le concedo el beneficio de la duda. Federico Vegas le pregunta en su artículo ¿Qué piensa de todo esto?. Sr. Posani no le importa si yo también se lo pregunto…

Camila Lampedusa
23 de noviembre, 2011

Gracias a Antonio Ochoa por responder a mi pregunta. Entiendo perfectamente su argumentación pero pienso que la labor de un crítico, si no se expresa a través de la palabra escrita, se la lleva el viento, se vuelve inmaterial para aquellos que como yo, ni estudiamos arquitectura ni formamos parte de la UCV. Somos ciudadanos de a pie, que solo podemos tener como referencia lo que vemos, leemos y escuchamos para orientarnos en ciertos temas; y lamentablemente lo que se expresa en el blog del Museo y lo que muestra el edificio no me calzan con la imagen que muchos ofrecen del profesor Posani, de allí mi interés por conocer su obra un poco más de cerca; veo que no es posible.

Edgar Prieto
24 de noviembre, 2011

Estimado prof. Golberg, no se trata de lo bueno que es el prof. Possani, se trata de porque no se convocó un concurso. Ese es el tema central de esta conversación

Mariano Goldberg
26 de noviembre, 2011

Camila, mi intención fue proveer algunos ejempolos de edificios que suscitaron una intensa polémica crítica por parte del público. Tal vez la exageración fue mencionar obras maestras conocidas universalmente. Toda obra es conflictiva cuando no corresponde al molde de nuestros códigos preconcebidos. Existen ejempolos de obras museales tal vez menos conocidas del públlico venezolano que despertaron reacciones de profesionales y del público: la ampliación de la Galería Nacional en Londres llamada “Sainsbury Wing”, en el año 1986 cuando las autoridades rechazaron al ganador del concurso y cedieron el proyecto a los arquitectos Venturi-Scott Brown – por la internención del Principe Charles – provocando reacciones públicas y conflicto entre la concepción de vanguardia y la tradicional. Otra caso mas reciente es el del Museo de Arte Contemporáneo “Kiasma”, proyecto del arquitecto Steven Holl en el año 1992-8 en Helsinki. La controversia del público se apoyaba en el argumento que la intervención del nuevo edificio modificó el espacio urbano frente al Parlamento y delimitó la visual de la estatua ecuestrede Mannerheim. Los conflictos ses producen cuando surge una reacción de rechazo de la tipología existente o existe una ruptura con la representación de convenciones tradicionales en cuanto a materiales, forma y relaicón con el contexto. La intervención del público, y sus inquietudes son válidaas cuando se sustentan sobre aargumentos racionales y serios. La polémica es preferible a la indiferencia. Edgar, aunque no me corresponde aclarar, la razón de falta de concurso, entiendo que el edificio fue inicialmente diseñado para una Tienda de Arte. Frente a la volatilidad de decisiones dde las autoridades, la oportunidad fue aprovechada para convertirlo en la sede del MUSARQ. Así al menos lo entiendo yo.

francisco bassim
26 de noviembre, 2011

Definitivamente hay “gente bruta”. Se explicó hasta el cansancio que el “edificio” no fue creado originalmente como sede del Museo, fue creado como sede de la tienda de arte. Por eso no se llamo a concurso! Es increíble como la guerra “ideológica” a convertido a la gente en brutos y ciegos, incluyendo a quienes aparentemente no lo eran. Aquí los que se llaman de oposición se comportan de la misma forma como los que se llaman chavistas. Son ciegos, sordos y mudos ante las injusticias del bando al cual pertenecen. El artículo de Vegas, más que un mal al Museo, como era su intención, se convirtió en unos buenos “pares de anteojos” para darnos cuenta que tan bajo puede caer el ser humano cuando pierde la objetividad, para dar paso a la brutalidad de la ideología que todo lo destruye. Mucha de la gente que hoy se llena la boca hablando maravillas de Villanueva, cuando cayó la dictadura de “Pérez Jiménez” intentaron destruir no solo la carrera sino también la vida de Villanueva, pero su talento era y es más grande que todos los mediocres que intentaron destruirlo. Mis respetos al profesor Posani, uno de los pocos seres humanos valiosos que nos quedan en el país, pero como es costumbre en Venezuela( donde se destruye todo lo bueno) intentan enlodar y destruir su carrera y vida. En este país solo se necesita tener talento y éxito para ser envidiado y que intenten destruirte cada día de tu vida. Por eso estamos como estamos.

Edgar Prieto
26 de noviembre, 2011

Estimadísimo prof Goldber,es grato mi recuerdo y lo aprecio de mi paso por la facultad, todos lo queríamos mucho, una limpia trayectoria, obras a la vista de todos y profesor muy comprometido, quedan pocos con ese perfil. Lo del chiste que hice antes era un recuerdo de lo que comentabamos los estudiantes, había los verga de triana pero solo un gold berg, pérdoneme la grosería. Al prof. Posani lo quiero aun mas, aun hoy, después de tantos años, lo sigo admirando, es mas,su imagen esta presente cada vez que se plantean asuntos conceptuales cuando hay que fijar posición. Pero en la convulsión política que el país vive los exalumnos esperabamos de él la misma y radical posición de defender la democracia, de ahí que pienso que ha debido convocarse un concurso, hay maneras mejores de actuar según lo que se ha dicho toda una vida? Pof Goldber, aca hay que tomar partido, hay democrecia o se es todopoderoso?

Alfredo Ascanio
27 de noviembre, 2011

O sea que en estos comentarios existen según el Sr. Francisco Bassim más de 50 brutos y que los únicos que no lo son, es mismo señor Bassim y el Arquitecto Posani .Que manera de insultar. No es necesario el insulto por dios¡¡ Cada quien tiene su manera de pensar y decir. O sea que para diseñar y construir una Tienda de Arte no es necesario llamar a Concurso. No sabía que los concurso se clasifican según cada diseño. Saludos y sigamos adelante con los otros comentarios.

Edgar Prieto
27 de noviembre, 2011

Sr Alfredo Ascanio, opino como usted, pero mis opiniones no salen

Edgar Prieto
27 de noviembre, 2011

por favor denme sus direcciones, la mis es eprieto4015@gmail.com, intentemos platicas directas sin filtro

Lilian Martínez
27 de noviembre, 2011

Totalmente de acuerdo con el Sr. Mariano Goldberg, es muy temprano para emitir un juicio sobre el valor arquitectónico o no de la edificación, y es verdad, la famosa plaza de la que se habla no existía como tal, era una gran acera con grama, inhóspita. Creo que en Caracas, y no es ahora solamente, se han irrespetado edificaciones y sectores de valor arquitectónico e histórico porque simplemente la dinámica de la ciudad o el valor monetario del terreno así lo empujan, un ejemplo claro y NO lejano es la Urbanización Campo Alegre, de Mujica Millán, qué pasó?, dónde estuvieron las voces de protesta ante ese desastre?, pudo mas el valor de los terrenos?, pudo mas el cálculo de los impuestos que se podían generar para el Municipio que el valor arquitectónico e histórico de la zona? Ejemplos como ese, miles, no solo en Caracas, en el resto del país también. En mi humilde opinión, pienso que habrá que esperar a la culminación de la obra y por lo expuesto por el profesor Posani, dicho terreno tenía una normativa según ordenanza vigente que planteaban un uso, en este caso “edificación” con unas características claras y definidas, por lo tanto al parecer, la ordenanza no planteaba allí un uso de “plaza” o “parque”, así que si hay que hacer críticas, en dado caso se deberían hacer a la ordenanza y no al arquitecto de la obra que se está ciñendo a la normativa vigente.

Stefan Gzyl
29 de noviembre, 2011

Leer a Posani, quien, en marco de la actual controversia en torno al museo de arquitectura, escribe desde la soberbia propia quien no sólo no tiene cuentas que rendir, sino que además pareciera esperar que se le dieran las gracias por su labor, provoca una enorme indignación. Me parece necesario articular algunas ideas a partir de este sentimiento, tocando algunos de los puntos más recurrentes en la discusión.

1. El concurso que no fue: Soy de la opinión (que seguramente el profesor Posani comparte) que si algo ha de hacerse, debe hacerse bien. Ha dicho Posani: “Casi todos los concursos que se han hecho en el país han fracasado.” (El Nacional, 10/10/2011). ¿No era esta una oportunidad de demostrar que lo que antes se ha hecho mal puede ahora hacerse bien? ¿No hubiera sido eso lo realmente consistente con un ideal de cambios profundos? El arquitecto se escuda en una supuesta prisa de ejecución y en el hecho de que se trataba de una conversión para justificar el no haber convocado el proyecto a concurso. Yo me pregunto: relativo al tiempo total de desarrollo de la obra (actuales retrasos incluidos), ¿cuánto hubiese llevado convocar y evaluar un concurso nacional de ideas? ¿Dos meses? ¿Tres? ¿Es que no se han hecho concursos para la conversión de estructuras existentes? Estos argumentos no son razones convincentes para no haber llamado este proyecto a concurso. Y cuando quien los esgrime es a un tiempo autor de la obra y director de la fundación de la cual será sede, su proceder ciertamente despierta sospechas. Me atrevería a decir que la de Posani es una postura circunstancial y no anclada en convicciones más profundas.

2. Villanueva, o la legitimación por asociación. Más allá de lo valiosa que haya podido ser para el profesor Posani su experiencia al lado de Villanueva, la constante referencia a éste en los textos en los que se explica y defiende la obra en cuestión resulta falaz. Falaz porque se interpreta como un intento por validar soslayadamente un actuar presente a partir de una asociación pasada. Con ello el autor parece olvidar que pararse sobre los hombros de grandes hombres no lo hace a uno alto.

3. El edificio: En un contexto de escasez es no sólo válido sino pertinente adoptar una postura crítica frente a las limitaciones económicas, constructivas o materiales a las que está sujeta una obra, incluso expresarlas en ella. Pero no es lo mismo escasez que pobreza. El problema es que tanto el discurso como el edificio cruzan la delgada línea que separa una crítica a la escasez con una apología de la pobreza. La ironía está en que con esto se justifica tácitamente la postura a la que su autor dice oponerse: el hecho de que para sorprender la arquitectura deba recurrir a artificios que la enajenan de su contexto geográfico y cultural. Esta hubiese sido una excelente oportunidad para un edificio que expresara cómo en arquitectura se puede hacer mucho con poco, cómo la escasez de recursos no tiene que traducirse en escasez de arquitectura (lo cual no es sino un pretexto para encubrir otro tipo de escasez). Ejemplos sobran de arquitectos cuya obra sorprende y conmueve no a pesar de las restricciones de su contexto, sino precisamente gracias a estas: el paraguayo Solano Benítez, el argentino Rafael Iglesia, el mexicano Mauricio Rocha o el burkinés Diébédo Francis Kéré, por sólo nombrar algunos contemporáneos que operan fuera de las fronteras de la “moda” y la “arquitectura globalizada”. Es simplemente un problema de saber escoger con qué y de qué esta hecha la arquitectura. Pero qué se le va a hacer; es que sencillamente diseñar es escoger, y hay personas que escogen mejor que otras.

Franz Rísquez
30 de noviembre, 2011

Federico, el asunto es más profundo, pontificamos y elevamos a los altares, actos y actitudes que, todavía están a la espera de la Gracia bautismal. Bravo por tu artículo.

Oscar Alberto
30 de noviembre, 2011

Resulta curioso, por decir lo menos, leer tantos comentarios sin el más minino fundamento sobre la personalidad y la obra de Juan Pedro Posani. Pican el anzuelo para sumarse al facilismo de cuestionar por cuestionar, sin detenerse siquiera un instante a reflexionar antes de hacerlo. Estoy seguro que la totalidad de quienes están abordando el asunto del museo no han sido capaces de darse por lo menos a la tarea mínima y esencial de ir al sitio, bajarse del carro y entrar a recorrer la obra. O de buscar información sobre el proyecto, que estoy seguro debe haberla y muchísima y bellísima, además, conociendo las increíbles dotes de dibujante de Posani (todos conocemos sus preciosos dibujos para la ciudad universitaria y tantos otros).

En definitiva: pareciera que la idea es atacar, sin saber o peor aun, sabiéndolo pero pretendiendo ignorar a quien se ataca, para que así, otros se sumen al bando con sus ofensas en insinuaciones insostenibles para todos quienes realmente conocen a Posani.

Al Señor Stefan Gzyl: “cuentas que rendir” tiene este país -y ud. tal vez sin saberlo- con el profesor Posani, quien ha entregado su vida a crearlo. Desconoce ud. completamente a Posani sr Gzyl, sus méritos son muchos más que haber sido en sus años mozos asistente de Villanueva. Infórmese un poco por favor. Felicitar a Vegas por su artículo no le otorga méritos a ud. (parafraseando su ejemplo Villanueva-Posani)

Al Señor Franz Risquez: que Juan Pedro Posani sea autodidacta en arquitectura no es un secreto para nadie. ¿sabía ud. que también lo eran Le Corbusier, Mies, Wright…? ¡por favor! eso lejos de desmeritar hace aun más especial el trabajo de Posani. Nadie es algo porque lo diga un papelito. Y eso lo sabemos todos. Para muestra botones de sobra en este mismo foro. ¿Sabe Ud. que él recibió el Premio Nacional de Arquitectura en los años 90? ¿Sabe Ud. que recibió el tercer doctorado honoris causa que entregó la FAU en toda su historia en el 2000?

Nada. Que disfrazar odios personales y posiciones políticas con cortes de venas y harakiris públicos por supuestos atropellos al patrimonio o ausencias de concursos no está bien. Y las debilidades están a la vista.

Culmine e inaugure pronto ese museo profesor Posani, y no incurra en bautizos por favor, que lo bueno es bueno y no necesita la gracia de dioses algunos. Eso va con el edificio y con usted también. Respetos de un viejo alumno, padre a su vez de dos jóvenes arquitectas graduadas en la Central que al igual que yo no tienen nada que ver con la política y que tal vez por eso han sabido reconocer los subterfugios que hay detrás de esta discusión y me han dicho: “qué horror, qué falta de ética, hablar así del mejor profesor de todos los tiempos de la facultad, cuando más bien habría que hacerle homenajes y entrevistarlo para aclarar respetuosamente las dudas que se puedan tener acerca de su proyecto”… La historia dirá.

Camila Lampedusa
1 de diciembre, 2011

Escribo de nuevo porque me siento aludida por el señor Oscar Alberto al haber tocado yo antes el tema de Posani, no se bien si su apellido es Alberto ni tampoco se si es arquitecto. Yo he preguntado por la obra crítica de Posani y ya el señor Ochoa me respondió amablemente al respecto, el señor Oscar Alberto no me ayudó nada en ese sentido. Acerca de la otra obra de Posani como arquitecto o como dibujante solo me atrevo a decir dos cosas. En una hermosa exposición realizada en la UCV se exhibieron los dibujos de la Síntesis de las Artes, entre los que figuraban algunos del profesor Posani, llamó mi atención la dificultad que tuve en reconocer que los dibujos habían sido realizados por distintas manos, no entiendo entonces el porqué de la distinción especial en este sentido, será un problema de cantidad. De la obra arquitectónica de Posani no se nada, alguna vez me dijeron que el edificio de Selemar de Sabana Grande era obra suya, pero no he sabido de nada más hasta este Museo. Tampoco se por qué obra le fue otorgado el premio nacional de arquitectura, imagino que por su labor académica al igual que el Honoris Causa. No se si alguien puede documentarme al respecto, preferiria que fuera el señor Goldberg, quien fue muy amable y ahora ya se que es arquitecto y profesor.

Ignacio Matanza
1 de diciembre, 2011

Esta polémica planteada alrededor de la sede del MUSARQ me recuerda mis tiempos de estudiante, y después de instructor en la FAU, cuando muy a menudo oía a otros profesores, especialmente de diseño, a unos hablando maravillas y a otros criticando ferozmente … al mismo edificio. Siempre me dejaban algo perdido y tratando de poner cara de estar más allá del bien y del mal. Falta de una brújula afilada, supongo yo.

En ese sentido prefiero quedarme callado y no opinar sobre el objeto arquitectónico que no conozco ni sobre el contexto urbano que ya se me olvidó tras 10 años fuera de Caracas. En todo caso, quisiera compartir algunas reflexiones a lo expresado en el blog del MUSARQ:

1- No tiene porque ser más que un espacio decente, honesto, flexible y útil, sin esos gastos de representación que en un país como el nuestro siempre huelen a nuevorriquismo.

IM: O sea que no tendrá nada que ver con el estilo nacional. En lo de la honestidad, la flexibilidad y la utilidad será entonces la antítesis del Estado.

2- El edificio no será el gran protagonista, según el modelo que nos echan en cara los países industrializados.

IM: Envidia o caridad, como decían los viejos de antes y repetimos los de ahora. Quizás sea filosóficamente incorrecto hacer museos que se roben el show -El Guggenheim de Bilbao o la AGO de Ontario, ambos de Gehry- pero no hay duda que atraen visitantes y, bueno, ¿no es esa la idea después de todo? Además, no creo que el mundo del poder sea el único con derechos al protagonismo.

3- El edificio es exactamente lo contrario de lo que está de moda en la arquitectura globalizada. Allá se inventan formas excepcionales para desespero de ingenieros. Aquí, en cambio, se parte del ingenio de los ingenieros.

IM: Me temo que en ese sentido el edificio encarnará, o enconcretará habría que decir, al alma nacional cada vez más a contracorriente del resto del globo. Al menos del Globo de sus tormentos.

4- … Venezuela contará con uno de los más importantes museos de arquitectura de Latinoamérica y quizás del mundo, ¿por qué no?

IM: No y que no al protagonismo. ¿En qué quedamos?

En resumen, siendo Venezuela un país con recursos y un gobierno que se dice abanderar el socialismo del siglo XXI -a mi ésto más me parece la Caza, Pesca y Recolección del siglo XXI pero vamos, es sólo una opinión- no debería más bien ser el promotor de empresas artísticas osadas como lo fue la URSS con el arte de Malevich, El Lizzitsky, Melnikov … bueno, en realidad no los apoyaron, les pasaron la aplanadora y se impuso el realismo socialista.

Será que la historia se repite, una vez como tragedia y otra con petroleo.

PD: No me convence la justificación de no haber hecho un concurso.

Saludos a todos, en especial a los ingenieros que sobrellevan el karma de algunos arquitectos. Yo uno de ellos.

Mariano Goldberg
3 de diciembre, 2011

Camila,no deseo alargar esta polémica. Contestaré brevemente algunas de tus preguntas: hace mucho tiempo aparecieron cajitas de fósforos con un muy acertado texto: “venezolano, antes de opinar,infórmate”. Me parece que haces bien indagando a profundidad lo que te mantiene interesada, trataré de contestarte. Cuando mencioné dibujos no me refería al dibujo arquitectónico solamente, sino a los hechos a mano libre. El Prof. Posani posee una extraordinaria capacidad de representar grafícamente las ideas arquitectónicas, suyas o ajenas, por una parte, experiencias personales o posturas frente a ciertas situaciones por otra. Algunos de esos dibujos fueron presentados en exposiciones como por ejemplo “carasduras”, sobre el tema del barco refrigerado cuando el juicio al ex-presidente Pérez en el año 1980, o referente a inquietudes personales llamada “estados de ánimo” en la FAU. Esos dibujos son su forma de comunicación que se han convertido, según sus palabras en un “ritual mágico” que reflejan sentimientos de justicia o sinceras manifestaciones de acontecimientos diarios. En cuanto a tu mención sobre el edificio “Selemar”, probablemente fue diseñado por alguno de los arquitectos en las oficinas de BMPT (Bemergui, Menendez, Posani, Tobito), sociedad de fugaz existencia, de quien es el proyecto, no me consta. Algunos proyectos recientes, concepción del Prof.Posani – realizados en equipo – son los espacios comunitarios (publicación del Consejo Nacional de Cultura, 2000-2001) o el Museo de Arte de Pto. la Cruz (ver en Internet). Me figuro que la mejor fuente de información es la original y me imagino que si su tiempo le permitirá al Prof.Posani, te orientará mejor que yo.

Camila Lampedusa
3 de diciembre, 2011

Mil gracias por su tiempo y su atención profesor Goldberg.

Carlos Brillembourg
26 de diciembre, 2011

El articulo muy cuidadosamente razonado por Federico no critica un edificio que no sabemos come va a ser cuando se termine. El critica los aspectos teoricos expresados por Posani y otros de su bando quienes dan importancia no al diseno arquitectonico integral pero a una tendencia hacia el uso de elementos pre-fabricados y el systema mecanico que conjuntamente con la organisacion del uso y programa tecnico es la base fundamental y unica para hacer arquitectura. Este criterio que fue adelantado en Cuba a partir de 1965 donde los esfuerzos de los arquitectos quien pensaban en la arquitectura como arte urbano fueron desvalorizados y remplazado por otros quien sigieron fielmente esta ideologia funcionalista un poco absurda. Los edificios construidos en Cuba desde este momento al presente no aportan mucho al discurso de nuestra disciplina. Esto hace un contraste importante con los esfuerzos pre y post Castro hasta el 1965. El inconcluso Museo de Arquitectura ignora el contexto urbano tan importante por un lado con la Plaza de Toros y por el otro el enorme complejo de ParqueCentral y no intenta resolver los errores sucessivos en este corazon de Caracas. Hasta la historia relatada por el propio Arquitecto Posani (que ridiculo esto de auto-didacta) es indicativa de la improvisacion de los funcionarios involucrados en este asunto. El paradox de esta modesta propusta de Posani ensena una double intention: la negacion de lo internacional y a la vez un nacionalismo superior a todo lo que ocurre fuera de la Venezuela actual.No tengo ninguna esperanza que este dialogo va a cambiar mucho al Arquitecto Posani quien es el autor de otro error mas en la triste historia de La Avenida Bolivar.Finalmente negando a la arquitectura misma que quisiera exhibir en su Museo.

ALFREDO PADRÓN
25 de enero, 2012

A propósito de borrar la historia, me gustaría reividicar el crédito que me correponde como autor de la fotografía “Fachada Principal del Nuevo Circo” que ilustra este artículo. Soy fotógrafo especialista en técnicas de investigación para restauración de obras de ate y monumentos públicos; cualquiera con un poco de conocimiento de fotografía(y los arquitectos suelen tener algunos) sabe que no hay un lente que cubra esa fachada en su totalidad desde el lugar donde fue tomada y que de un resultado con una perspectiva relativamente tan poco distorsionada como en este caso. Esta imagen viene a ser, sin falsas modestias, un logro fotográfico no desestimable. Demás está decir que me honra que una imagen de mi autoría ilustre un artículo del autor de “El Falke” pero por favor, coloquen el crédito corespondiente a Alfredo Padrón. Muchas gracias.

Rafael
19 de junio, 2012

Saludos Arq. Brillenboug, Muy de acuerdo con usted respecto a la negación de lo internacional. Basta con ver, digo, no ver la presencia de proyectos Venezolanos en el panorama internacional, salvo algún concurso o alguna intervención en barrios o edificación pre-existente…. de nuevo y contemporáneo… poco. He intentado ponerme al día sobre lo que sucede en el país y me encuentro con las viviendas públicas y privadas que, comparativamente con otros países de la región, que parecen llevarnos la delantera (Colombia, Chile, Perú, Panamá, México…) y cuya estética y conceptos teóricos parecen de los 80 o antes. Es lamentable, sabiendo la de recursos que se han derrochado y la de la poca ética que los que tienen en sus manos el poder de realizar concursos y luego de ejercer de jueces de los mismos para escoger las propuestas mas idóneas… … lamentable también es, la negativa continua, contra proyectos de arquitectos de talla internacional, alegando la calidad de los proyectos que se hacen en casa… … queremos pruebas. Saludos.

Dubraska
5 de octubre, 2012

Buscando información sobre el recién inaugurado museo nacional de arquitectura, doy con este artículo, por lo visto de un muy enfadado escritor local. Como fui al edificio en cuestión, esta semana inaugurado, y me pareció extraordinario, quiero dejar constancia de mi opinión: repito, es un edificio realmente extraordinario, completamente fuera de lo tradicional: es un “galpón”, como dice su autor Posani, ideado para exponer, discutir, debatir, lo que se ha hecho y se hace en materia de arquitectura y ciudad en el país. No es un museo tradicional, dice en algún lado el autor, porque la arquitectura no se puede meter ahí para exponerla, ella está en la calle, por lo tanto la ciudad es el verdadero museo. Y este sitio, amplio, alegre y bien ubicado, es solo un lugar para verla en fotos, maquetas, planos, difundirla y sobre todo discutirla. Un galpón, eso es todo lo que se necesita para hacer esas cosas. Me pregunto si los que lo critican tan fuerte y despiadadamente, pensaban que lo apropiado era seguir pensando en museos como templos, con pisos de mármol y obras que admirar en silencio. Esto es distinto, yo lo entendí, y me gusta su coherencia. Quizás la diatriba política pueda estar interfiriendo en todo esto, y por ello no han querido detenerse a entenderlo. Pero no debería ser así. Bravo por el nuevo museo, que por cierto, no destruyó ninguna plaza sino que la creó delante. Se precipitaron con la crítica, pero siempre hay tiempo de rectificar. Saludos.

Odart Graterol
6 de octubre, 2012

Dubraska Te recomiendo chequear lo siguiente: Museo de Arquitectura Leopoldo Rother Universidad Nacional de Colombia Bogotá, El Kolumba Museum de Peter Zumthor en Alemania, y hasta el “humilde” http://philiplawton.posterous.com/wiebengahal-naimbureau-europa-maastricht (imagino que algo así quería hacer el autor del MUSARQ , pero con resultados no tan exitosos)…El tema, aparte del polémico de su emplazamiento urbano posee diversas aristas para su análisis, desde uno concerniente a la participación del gremio, o al menos los “entendidos en el asunto” (los arquitectos) pasando por un tema de “oportunidad”…existen muchísimos edificios abandonados con reconocido valor patrimonial que podrían ser “la excusa perfecta para su rescate/restauración” donde podría funcionar perfectamente el museo de arquitectura, hasta un tema ¿ético? (el mismo director del museo, funge como diseñador, etc) . Aparte de todo esto si queremos referir edificios y hasta “galpones” realmente EXTRAORDINARIOS, te sugeriría revisar la obra del Maestro Eladio Dieste. Concretamente El Depósito Julio Herrera y Obes situado en el puerto de Montevideo o El Gimnasio del Colegio Don Bosco ubicado en la misma ciudad, o inclusive el terminal de Omnibuses de Salto…Solo por mencionar obras excepcionales de, en este caso un Latinoamericano (por cierto ingeniero) que refieren mas o menos las características de “un galpón” (Francamente para mi son obras maestras a las que no les puedo llamar así) pero cubren grandes espacios, albergan funciones bastante cotidianas, y pudieran “referir o hacer alusión” ante los ojos de algunos a edificaciones que solemos ver “resueltas” en otros escenarios con estructuras “tipo galpón” Quienes tenemos y conocemos algunas y otras referencias como estas, no podemos sino lamentar la oportunidad desperdiciada en el Proyecto del Museo de Arquitectura de Caracas.

Dubraska
12 de octubre, 2012

Odart, gracias por compartir tus opiniones y los links, los miraré con atención. De antemano, sin embrago, insisto en que creo que no hay ninguna ocasión perdida. Todo lo contrario, aquí han ganado la ciudad, el gremio, la gente…. ¿por qué es tan dificil admitir las cosas buenas vengan de dónde vengan? lo bueno es bueno y ya… Al fin la arquitectura tiene un lugar específico donde exponerse, debatirse, divulgarse. ¿NO te agrada el edifico? Qué podemos hacer! A mi no me agradan miles de edificios en esta ciudad donde algunas instituciones importantes cumplen sus funciones.. Ese no es el punto Odart. Por lo que respecta al Nuevo Circo no se le ha hecho ningún daño (anda a mirar por favor, peatonalmente), y a la avenida Bolívar menos todavía. daño hizo el Palacio de justicia delante de las Torres de El Silencio! Daño hizo la Biblioteca Nacional al Panteón al aplastarlo… Daño el Banco central al centro todo y a Santa Capilla.. daño la avenida Urdaneta, daños miles y miles en Campo alegre y Chacao (territorio de daños patrimoniales sin comparación en Caracas!) En fin… Y con respecto a lo ético, una pregunta: ¿No trabajaba Villanueva en el banco Obrero coordinando y dirigiendo y a la vez proyectando, por un mismo sueldo? ¿qué es lo antiético de servir al Estado?….

Corbu
31 de octubre, 2012

En Google Maps todavía puede apreciarse el terreno vacío (como área verde):

https://maps.google.co.ve/?ll=10.499843,-66.907736&spn=0.00356,0.005681&t=h&z=18

carlos cartaya
19 de agosto, 2013

……….como todo lo de la quinta,…un desastre de arquitectura para el Museo de la Arquitectura…..endorso completamente al prof.Roig, mas claro imposible.

Corbu
20 de agosto, 2013

Aparentemente Google Maps se actualizó y ya aparece el edificio del Museo.

El Topo
20 de agosto, 2013

A estos “Arquitectos” que tienen los mangos bajitos se les olvidó el trabajo académico de su época de estudiantes, ese es el problema de nuestro país, el país de los padrinos y los mantenidos ….. INDIVIDUALISTAS PSICOLÓGICOS!!!

Massimo Corona
21 de agosto, 2013

No me canso de escuchar acerca de lo maravilloso que fue Juan Pedro Posani durante su efervescente docencia, de lo ejemplar y sabio en cada una de sus reflexiones. Así mismo están quienes se quedan locos con su inclinación revolucionaria y constantes contradicciones. Soy estudiante de ultimo año en la FAU y a pesar de haberlo escuchado un par de veces, no reconozco al personaje. Una mente bizarra, podria llegar a pensar que Posani tiene la oportunidad antes de dejar este mundo de permitirse el atrevimiento de “aceptar cada uno de sus intencionados errores”, explicando así, que en Venezuela necesitamos reavivar la pasión por la arquitectura y el debate (una realidad implacable). Logrando cerrar el ciclo de su vida y trayectoria exitosamente. En teoría, lo que logro expresar es que gracias a Dios tenemos algo de que hablar los arquitectos en Venezuela, aparentemente gracias a un tipo como el. Gracias a Dios podemos catalizar bien en las academias que es lo que se debe y que NO se debe hacer… y con ello otro espacio, lamentablemente ajeno a la academia en el cual se puede ver y hablar de arquitectura. En Venezuela necesitamos los estudiantes la seguridad de saber que tenemos un futuro prospero como arquitectos… ¿que respondería un personaje como Posani, o cualquier otro arquitecto de izquierda a un estudiante como yo? Muchos quisieran tener oportunidades como las que estos arquitectos hoy en día respiran para cambiar la manera en que se están haciendo las cosas en este país, porque gracias a Dios hay quienes nos forman mucho mas allá que profesionales y nos regalan el don de crecer como pensadores. Espero que esta sinergia se siga incrementando, y las criticas se hagan directamente en las puertas del museo. Quienes quieran hablar de arquitectura tocan la oficina del director de este edificio, puesto que a pesar de todo el “museo” hoy existe, esta ahí, aparentemente para debatir. Lamento las contradicciones y los dobles discursos que oigo día tras día. Bendito sea mi futuro.

David Yanarico
30 de septiembre, 2013

Primeramente un saludo a todos los venezolanos, bueno quiero comentar que en estas semanas culminará el concurso de anteproyectos del MARQ de Buenos Aires de la cual soy participe con mi grupo; aclarado esto quiero comentar que estoy de acuerdo en las críticas que se le hacen a este museo, consideraciones como el entorno inmediato, el valor de ese edificio llamado Circo y la imperante necesidad de agregar mas espacios verdes a nuestras ciudades, son puntos que deberían servir de generadores de ideas y programas, en este caso creo que ninguna de estas variables han sido consideradas para la concreción de este edificio; hablar de la estética del edificio es subjetiva pero no se puede ser necio y negar ese lenguaje recargado sin sentido, tampoco decir que es lo opuesto a lo que hoy se hace en el MUNDO cuando en realidad rescató burdamente recursos del Pompidou, si se rescata su funcionalidad, tampoco podemos afirmar que la buena arquitectura es solo lo funcional, de estructura poco se puede hablar; en fin, quizás consideren ofensivo que yo no siendo venezolano critiqué directamente lo que desapruebo de este edificio, pero mas que hacer una crítica, mi afán es solo aunarme a quienes están tan indignados como yo sobre este tipo de intervenciones desafortunadas que en toda nuestra región abundan; por ultimo quiero expresar mi convencimiento de que los CONCURSOS son la mejor herramienta y además democrática de poder obtener resultados interesantes, que reflejen las ganas, la capacidad y la realidad de la ciudad que queremos los arquitectos. Espero que aquellos que vean este articulo estén expectantes sobre cuales serán los resultados del concurso del MARQ de Bs.As. Un cordial saludo desde Argentina.

08Sonic
10 de octubre, 2013

Paseo Vargas, víctima de la falta de continuidad del plan de Gómez de Llarena… ahí sigue Palacio de Justicia, años parada la obra…

Reinaldo Martínez
13 de enero, 2014

La obsesión modernista de ensamblar un galpón industrial como “Museo de Arquitectura” es otro ejemplo de lo que en las historietas viejas de Superman se llamaba “bizarro”. En modo alguno ese galpón refleja ni la arquitectura venezolana, ni la idea de uns edificacíon museo. Esa pieza podría ir bien en Lomas de Alvarenga, o La Bonanza, o como mausoleo en la tumba de algún caudillo rebelde. La negativa a convocar un concurso para obras significativas en el país ya sabemos que es un embudo para beneficiar a solidarios políticos, jamás para beneficiar a la ciudad, y mucho menos al ciudadano. SIn embargo el severo Cronos, se encargará de pasar la factura con su filosa guadaña

carlos sanabria
7 de agosto, 2015

Es un refugio tropical,en El Centro. Enfrente del viejo circo.

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