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CAP, por Mirtha Rivero

Por Mirtha Rivero | 4 de octubre, 2011

Personalmente, solo vi a Carlos Andrés Pérez dos veces en mi vida; la primera, a mediados de los años ochenta cuando era reportera del diario La Región, de Los Teques, y CAP llegó a la ciudad en medio de una gira por la candidatura presidencial de AD. Escasamente conversé quince minutos con él y, en vez de hablar de su postulación, le pregunté –coincidencia- sobre Nicaragua y la paz en Centroamérica. En la segunda oportunidad, veinte años después, para La Rebelión de los náufragos apenas intercambiamos saludos. Así que no tengo cuentos propios que contar; pero luego de treinta y seis meses de andar entrevistando a gente que sí lo conoció, tengo las anécdotas que me regalaron otros. Y precisamente en estos días, revivo cuatro; cuatro cuentos que se alejan del tono luctuoso que algunos aconsejarían en este momento, pero que dan una imagen menos “oficial” del personaje que durante dos períodos fue Presidente de Venezuela.

Rutina. Beatrice Rangel, viceministra y luego ministra de Secretaría de la Presidencia durante CAP II, recuerda que en aquella época, apenas abría los ojos en la mañana, sabía que, con seguridad, tres cosas iban a suceder ese día: “Cepillarme los dientes, ponerme bloqueador solar en la cara y recibir un regaño del Presidente Pérez… por lo que fuera.”

Melena. Con Carlos Andrés Pérez, las mujeres en Miraflores debían seguir un código –no escrito- de vestir: usar medias de nylon y olvidarse de pantalones y minifaldas. Gabriela Febres Cordero, de entrada, rompió la norma cuando se presentó en pantalones –y rojos- a su acto de juramentación como funcionaria. Pronto entendió las reglas y, para ir a Palacio, optó por usar vestidos tipo sastre, pero descuidó un detalle: su cabellera. “Yo tengo el pelo crespo, y en ese tiempo tenía una melena que no me secaba –me la dejaba al aire, suelta-, y al Presidente no le gustaba. Le molestaba que, para él, yo luciera desarreglada. Imagino que en su estética ese pelero a lo Janis Joplin era poco adecuado para una persona que era presidenta del ICE… y una vez, en plena reunión de gabinete, llamó a un edecán: Mayor Fulanito, por favor, tráigale un peine a la doctora Febres para que haga el favor y se peine”.

`Parrilla. CAP tenía fama de tratar con extrema cortesía aun a sus colaboradores más cercanos (Ricardo Hausmann dice que nunca tenido una relación de trabajo tan formal como la que sostuvo con él). Buscando que Pérez tratara con más familiaridad y hasta tuteara a sus ministros –a quienes siempre saludaba como si fuera la primera vez que los veía: “mucho gusto”-, una ministro inventó hacer una parrillada en su casa. Para intimar. Llegó el día de la parrilla, el Jefe de Estado apareció y, estrechando manos, fue saludando a los miembros de su team, uno por uno: mucho gusto, mucho gusto, mucho gusto…

Betamax. Fernando Martínez Mottola no se olvida de una noche, después del golpe del 4 de febrero de 1992: “Nos enteramos de que José Vicente Rangel iba a entrevistar a uno de los militares presos en Yare. Fui a Televen, vi el programa grabado y me dieron un cassette con la entrevista. Al salir, ya de madrugada, fui a Miraflores para verlo con el Presidente. Estábamos Luis Piñerúa, Iván Darío Jiménez, Pérez y yo. Coloco el cassette de betamax al lado del aparato, y Pérez me dice: Hay que conectar esto. Me siento al lado de Piñerúa, y le digo: Yo no sé hacer eso. Me responde: ¡Caramba! si hubiera sabido que usted no sabe conectar un betamax no lo nombro ministro de Transporte y Comunicaciones ¡nunca!”

***

Publicado en Prodavinci por cortesía de el suplemento dominical de El Diario 2001

 

Mirtha Rivero 

Comentarios (13)

Bruno O.
4 de octubre, 2011

…Interesantes estos episodios, falto contar el episodio que este personaje protagonizo con Franklin Virguez en Nueva York cuando se encontraron en un restaurant…

Olga Mariela Pérez
4 de octubre, 2011

A pesar de todo lo que se diga sobre el Presidente Pérez y su primer mandato, no debemos olvidar que en su segundo mandato se iniciaron las reformas que hubiesen podido llevar a Venezuela a ser país líder en América Latina. Me correspondió trabajar ciertos proyectos de leyes desde la Procuraduría General de la República y asistir al Consejo de Ministros, tales experiencias me enseñaron a admirar profundamente a ese hombre que fué CAP. Craso error el que cometieron algunos venezolanos al sacarlo de la Presidencia antes de tiempo, error que hoy estamos pagando carísimo.

Alfredo Ascanio
4 de octubre, 2011

CAP apreciaba mucho los documentos sobre una determinada política, cuando se daba cuenta que serían muy útiles. Me correspondió escribirle sobre política ambiental para crear el Ministerio del Ambiente. Fue Diego Arria quien me pidió que le redactara ese documento. Como yo había regresado de Washington,D.C, después de haber hecho un curso especializado en ese tema,pude adaptar algunas ideas y ensamblarlas de una manera integral. Me recuerdo que CAP también le había pedido a Gumersindo Rodríguez ese mismo enfoque,pero al leer lo que yo le tenía listo para presentarlo a los especialistas en plena campaña electoral, para su segundo mandato,le gustó mucho incluso me firmó una copia con una dedicatoria que aún conservo, pero lo bueno de esta anécdota es que en base a esos criterios fue él creador de lo que hoy se denomina Ministerio del Ambiente. CAP fue un personaje excepcional, que gran error haberlo combatido políticamente.

Generación Perdida
4 de octubre, 2011

Quienes van este jueves a la iglesia La Chiquinquira de La Florida en Caracas donde se celebrará una misa de difuntos con cuerpo presente por CAP? (Jueves 6 de Octubre de 2011) Yo si voy. Estare solo un ratito.

José Daniel
4 de octubre, 2011

Echa el cuento Bruno O., no puedes dar sólo la anécdota a medias…

Alejandro Moreno
4 de octubre, 2011

Quien puede olvidar a un gran andino como CAP que se gano el carinho y simpatias de todo un pueblo, quien en 2 ocasiones,depositaron su confianza a un estilo de gobernar dinamico, de caminar por las calles estrechando manos y abrazos y saltando pozos; cuyo estilo de liderazgo ha sido estudiado por las Universidades mas prestigiosas del Mundo, e incluso muchos lideres optaron con el tiempo por ‘adoptar’ esa nueva forma singular de hacer politica de masas. Todos los comentarios, cuentos, leyendas, escritos oficiales y no oficiales, ya forman parte de la Historia y Leyenda de Carlos Andres Perez, ex-Presidente Venezolano del Siglo XX. Paz a sus restos: que se aprovechen y mejoren las cosas que impulso, que se rectifique y no se repitan las cosas en que nos atraso’. De estar en Venezuela, ocn gusto asistiria a una misa en honor y recuerdo a uno de los hombres publicos y politicos mas querido( y odiado a la vez!) de Nuestra Sociedad Civil Venezolana.

Bruno O.
5 de octubre, 2011

A petición de josé Daniel, me voy a atrever a contar lo que le oi al actor venezolano Franklin Virguez en una entrevista radial hace unos meses atras a proposito de su obra de teatro “como vaya viniendo vamos viendo”. El cuento es que Franklin estaba con su esposa en New York estudiando y fueron a almorzar a un sitio, cuando van entrando se encontraron a CAP que iba de salida, su admiración por el personaje y lo que representa le hicieron ir a saludarlo y al presentarse como venezolano y actor, se quedo sorprendido cuando CAP le respondió: yo se quien es usted, usted trabajo en una novela que le hizo mucho daño a mi gobierno. Frankiln en medio de la sorpresa le responde: el culpable es Ibsen Martinez quien escribio la novela, yo soy un 15 y último; a lo que CAP le respondió: yo lo se, lo que le quiero decir es que usted es un buen actor. Le recomendo un plato especial de la casa, le saludo y se despidio. Comenta Franklin que cuando ya parecía haberse ido, se dio la vuelta y le dijo: ei, “y como vaya viniendo, vamos viendo”..! Espero que el amigo Franklin V. entienda este atrevimiento y lo corrija de acuerdo con los detalles faltantes…!

Sonia
5 de octubre, 2011

Tengo muy vagos recuerdos de la época en la que CAP fue destruido políticamente, hoy muchos sostienen que fue un error y hablan de su admiración por el, pero yo no recuerdo que nadie lo haya defendido en aquel entonces, muy pocos estuvieron de su lado y el calculo político los hizo pasar agachados. En la calle ni sus propios electores lo defendieron, es tarde para los golpes de pecho. Me alegro de que por lo menos después de su muerte le sean reconocidos sus méritos políticos y que sea colocado de una manera ponderada sus errores y aciertos.

Jeannette
5 de octubre, 2011

Pues en mi familia todos siguen siendo “carlosandresistas”. Estuvo en un par de ocasiones en casa de mi abuelo, dando un mitin desde el balcon. Mi familia lo recibía porque querían no porque esperaron un favor a cambio. Cabría decir “Vine porque quise, a mi no me pagaron” Estaba muy pequeña pero puedo recordar la emoción de esos días de campaña adeca. Ojalá que algún día volvamos a tener esas vivencias por la salud política de mi país. Mi Venezuela.

Paulina Gamus
6 de octubre, 2011

Siempre es interesante y grato leer a Mirtha Rivero, la periodista que hizo justicia no solo a Carlos Andrés Pérez sino y sobre todo, a la verdad histórica. Logró develar con precisión de cirujano, bisturi en mano, un episodio trágico de nuestro acontcer cuyos efectos hemos sufrido en todos los años subsiguientes, hoy casi veinte.

francisco corral
6 de octubre, 2011

Los venezolanos no habíamos apreciado aún quién fué CAP y el proyecto de país que aspiraba. Hoy sufrimos el peor desastre de nuestra historia, llevados por un batiburrillo de políticos, militares industriales y capitalistas, que no quisieron perder las prebendas y favores que disfrutaban. Nunca sabremos si hubiera sido posible realizarlo, pero si sabemos que fuimos víctimas de un grupo de aventureros que han pulverizado Venezuela dilapidando ingresos jamás soñados.. Ojalá que en 2012 reaccionemos contra los cantos de sirena de estos sátrapas y empecemos la reconstrucción poniendo al frente a gente honesta y proba que piense en función de la patria y no de mezquinos sueños irrealizables. Nunca es tarde si la dicha llega, y veinte años en la vida de un país no es nada.

Jose Luis Briceno
14 de octubre, 2011

Sonia no recuerda que alguien defendiera a CAP por aquellos días aciagos de 1992 y los eventos posteriores que lo llevaron a su salida de la presidencia. Una de las tantas virtudes del libro de Mirta Rivero es que nos entrega testimonios como el de Eduardo Fernández quien a diferencia del Doctor Caldera no dijo lo que todos querían escuchar. Rechazó el intento de golpe y defendió a la institución presidencial y por ende a CAP. La factura por haber adoptado esa posición todavía no prescribe. Otro ejemplo es el de la señora Paulina Gamus, quien a pesar de tener pocas simpatías por el personaje se negó rotundamente a respaldar la propuesta de Humberto Celli de pedirle la renuncia a CAP. “El que crea que esto es un cuestión contra Pérez está muy equivocado. Esto ni siquiera es contra el partido es contra el sistema democrático, y yo así, como toda la vida tuve mis reservas con Carlos Andrés Pérez, desde hoy soy su mayor defensora”. En tiempos de aguas turbulentas y de linchamientos colectivos la lucidez de Gamus pasó por debajo de la mesa en AD. Y después se quejan, diría Rivero, creo que al final del libro. A pesar de que el libro tiene un índice onomástico uno puede naufragar a la hora de ubicar frases como la de Paulina Gamus

Sonia
15 de octubre, 2011

Gracias por la aclaratoria Jose Luis, la verdad es que aun no he leido el libro, lo haré porque me interesa el tema. Cuando digo que no recuerdo que se lo haya defendido, me refiero a un debate, pareciera que fue un linchamiento político, lo que se emprendio conta CAP. Respecto a la postura de Eduardo Fernandez, si la recuerdo con precisión y opino que fue valiente, admirable y digna de un demócrata convencido, pero eso fue en el caso del golpe que le dio Chavez, ahora respecto al juicio de malversación fue a ese episodio que me refería cuando digo que no recuerdo que hubiese discusión. Paulina Gamuz com dices si lo hizo, pero sus advertencias cayeron en oidos sordos y los actores responsables de aquello, fueron personajes con incapacidad de medir las consecuencias de los mostruos que se derpertaron. Respecto a Rafael Caldera, creo que fue un oportunista con ansias insaciables de poder. En estos días vi un video de Caldera entregandolé a CAP la banda presidencial y tenia el mismo gesto de desagrado que cuando se la entrego a Chavez. Odios ancestrales y poco talante democrático. No defiendo a CAP a ultranza, todos sabemos los errores que cometió, pero fue sincero con el país y dio lo mejor de si, tratando de enmendar los errores cometidos. Es llamativo que a CAP la historia lo este reinvindicando, como lo ha logrado Mirtha Rivero con su investigación, en camabio a Caldera como que todos preferimos olvidarlo, es triste pasar a la historia con mas pena que gloria.

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