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¿Burbuja tecnológica a la vista? Por Gary Becker

El boom del “punto-com” a final de la década de los noventa fue una clásica y magnífica burbuja. Los inversionistas se aventuraron a lanzar decenas e inclusive cientos de millones de dólares en empresas de internet y de biotecnología que no estaban dando ganancias y con frecuencia no tenían ventas. La burbuja estalló en el 2000 y la enorme valoración de estas compañías desaparecieron juntas.

Es sólo una década más tarde, y un segundo boom “punto-com” ha comenzado. Ya hay algunos signos de que en efecto se trata de una burbuja potenciada principalmente por compañías de redes sociales como Facebook, Twitter y LinkedIn y también por compañías de internet chinas. Otras empresas de internet, como la compañía de video y teléfono a través de internet, Skype, también están incluidas en la burbuja económica. Microsoft compró Skype por ocho mil quinientos millones de dólares, lo que equivale a diez veces las ventas de Skype, y más de cien veces lo que fueron sus ganancias el año pasado.

Durante el frenesí del “punto-com” de los noventa, las compañías tecnológicas que vendían publicidad produjeron una alta inflación en los valores del Nasqad. Los precios de las acciones eran a menudo incrementados inmediatamente en más del 100% luego de que las acciones de las compañías tecnológicas comenzaban a transarse en la bolsa. LinkedIn es una de las pocas redes sociales que ha hecho un IPO, y su precio en el mercado ya se disparó. LinkedIn comenzó a venderse en el New York Stock Exchange el 18 de mayo, cuando su acción valía 45 dólares, lo que valoraba a la compañía en unos cuatro mil trescientos millones de dólares. Al día siguiente su precio subió para cerrar en 86 dólares por acción, casi el doble del precio con el que comenzó. Ahora la acción se vende en 88 dólares. La compañía tuvo en 2010 ingresos de 243 millones, pero indica que no esperaba tener ganancias este año.

Facebook y Twitter aún no han tenido oferta pública de acciones, pero estas se han transado activamente en mercados secundarios. En una excelente discusión, en la edición del The Economist del 14 de mayo sobre el boom en acciones de tecnología, la publicación muestra que Facebook está valorado en este mercado secundario en más de 75 billones de dólares, y Twitter en más de 8 billones. Estas valoraciones son enormes en relación con las ventas y la productividad que pueden generar las populares compañías de redes sociales.

Sumándose a la espuma del mercado tecnológico está una lista de varias exitosas compañías de internet chinas en mercados chinos y americanos. China tiene casi 500 millones de usuarios de Internet y este número sigue creciendo con velocidad. Sin embargo, la valoración de estas compañías tecnológicas es bastante alta en relación con sus ventas, y mucho más alta en relación con sus ingresos.

¿Toda esta historia implica que estamos en el medio de una burbuja? Quisiera creer que una compañía como Microsoft, que ha tenido tanto éxito en el pasado, sepa lo que hace cuando paga un precio tan alto por Skype. Pero Microsoft tropezó varias veces a lo largo de una mala década y ahora intenta competir (sin éxito) con Apple y Google. Parece que una vez más Microsoft se tropezará mientras busca encontrar su camino. Recordemos también que Rupert Murdoch, un exitoso inversionista en periódicos, televisión, cable y compañías de películas, aparentemente pagó de más en 2005 por Myspace.com, una compañía online de red social.

La situación aún no está cerca a la de 1999 y 2000, cuando las acciones de tecnología listadas en Nasdaq aumentaron diez veces su precio en 1995, incluso cuando  Microsoft y Murdoch pagaron altos precios por Myspace y Skype. No sería una sorpresa que otros inversionistas que tienen una experiencia más limitada en el negocio de las compañías de internet, tuvieran expectativas infladas sobre la futura ganancia que pudiese generar Skype y Myspace.

Tratando de determinar la posibilidad de otra burbuja, debemos considerar elementos como el vertiginoso aumento de los usuarios de internet desde el año 2000, y el mejoramiento del modelo de los negocios de las compañías online. Esto podría significar que la situación actual es distinta a aquella que se produjo a finales de los noventa. Pero también entra en escena el actual frenesí que desatan las compañías de redes sociales, las cuales podrían marcar el comienzo de otra burbuja en el sector de la tecnología. La posibilidad de que se produzca una burbuja actualmente es incierta, pero esta alta valoración económica de compañías de redes sociales y otras empresas online podría construir una burbuja ocasionando un gran daño, no solo a los descuidados inversores sino a todo el sector de redes sociales y otras compañías tecnológicas.

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Traducción: Diego Marcano Arciniegas