Artes

Una guía para irse de aquí, por Rafael Osío Cabrices

Sobre la Breve guía de lugares imaginarios de Alberto Manguel y Gianni Guadalupi

Por Rafael Osío Cabrices | 24 de marzo, 2011

En Eusapia, que según Marco Polo es una ciudad asiática dedicada al disfrute de la vida, existe una réplica completa y exacta de la urbe bajo tierra en la que dejarán a los muertos embalsamados, sobre la premisa de que así será menos brusco el ingreso a la Eternidad. Al relojero lo embalsaman en la actitud de quien oye un tictac; al zapatero, remendando tacones. Hay, sin embargo, quien prevé, y encarga que, cuando muera, lo eternicen en otro oficio distinto al que ejerce en vida.

En el país de los Quadlings, en Oz, viven los jigabeodos, seres hechos de piezas que se desarman cuando oyen un ruido o ven a un extraño, razón por la cual los demás habitantes de Oz insisten en divertirse armándolos de nuevo, con cuidado para que ninguna pieza quede fuera de su lugar original. Un ambiente menos risueño hay en la selva de Minuni, donde los hombres hormiga, de treinta centímetros de estatura, insisten en atacar a la ciudad de las mujeres gigantes, montados en sus minúsculos antílopes.

Luego de seis meses de navegación desde la actual ciudad irakí de Basora, se puede llegar al Monte de las Nubes, con un mago como guía. Se encontrará unas doncellas decididas a hacer olvidar al viajero su propósito, pero si éste logra imponerse a ellas, llegará a la montaña desollando un camello, metiéndose dentro de su piel y haciendo que un buitre lo lleve a la cima. Lo malo es que no sabe cómo bajar luego de ahí.

Estos son sólo algunos de los muchísimos parajes descritos en la Breve guía de lugares imaginarios (Alianza), un libro en verdad maravilloso, en los dos sentidos de la palabra, en el que Gianni Guadalupi y Alberto Manguel se dedicaron a compendiar el enorme patrimonio de ideas que la literatura universal ha dejado a la hora de inventar una ciudad, un país, un paisaje donde las leyes de la realidad son otras, muy distintas.

Esta joya, que incluso tiene mapas y unas cuantas ilustraciones, está organizada como una enciclopedia en la que cada entrada, al final, indica la fuente literaria del lugar reseñado. Ahí están los distintos sitios de la Tierra Media de Tolkien, el País de las Maravillas de Carroll, los reinos de Narnia y los extraños destinos de los viajes de Gulliver y Las mil y una noches, pero también Macondo, y las ciudades invisibles de Calvino, y la Mauritania de Ernst Jünger, la isla de Morel y el Teatro Integral de Oklahoma que creó Kafka. Es un viaje por la literatura de todas las épocas y lugares, entre utopías y distopías, escrito con la sobriedad de un diccionario para producir la entrañable sensación de que esos sitios existen, y de que uno puede irse a ellos cuando se canse de este tan confuso, amenazante y rutinario donde uno vive.

Hay toda clase de curiosidades aquí. Por ejemplo, que el compositor Karlheinz Stochhausen imaginó en 1968 una Harmondia, gobernada por los Pluramon, donde el himno nacional suma muchos otros himnos nacionales en una gran obra que dura 32 minutos. O que en Ogigia, donde habita la ninfa Calipso, sólo viven pájaros de presa. Y que hasta en la Biblia se han descrito países que nunca existieron, como el reino de Ofir, donde los pavorreales gobernaban a los monos.

Manguel nos ha regalado en varios libros los descubrimientos de su vida de lector compulsivo. La idea de este libro fue de Guadalupi, en 1977, cuando le propuso a Manguel escribir una guía para la ciudad imaginaria de Selene, creada por Paul Féval. De ese divertimento les quedó el gusto y siguieron buscando cosas hasta que redactaron este diccionario y lo dieron a la imprenta en 1980. Es un mundo casi infinito donde Google Earth no ha podido hacer nada y para el cual no nos piden otra visa que tiempo para leer. La Breve guía de lugares imaginarios de Manguel y Guadalupe es un extraordinario punto de partida.

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Publicado en Prodavinci por cortesía de la Revista El Librero

Rafael Osío Cabrices 

Comentarios (4)

Silvia
25 de marzo, 2011

Nada mejor que comenzar un viernes leyendo una recomendación de Rafael Osío Cabrices…

ALEXANDRE DANIEL BUVAT
25 de marzo, 2011

Excelente recomendación para leer en el Metro. Casi como imaginarse mientras dura el torturante viaje que alguno de los insólitos personajes de los mágicos mundos de la obra, sale a ver la vida de este lado y regresa aterrado a su mundo fantástico y uno se va con el

ernesto
26 de marzo, 2011

¿dónde se consigue?

Malena Edward
27 de marzo, 2011

Encantador…..

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